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Hitler... muerto, pero no olvidado¡Despertad! 1985 | 8 de junio
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Star, de Canadá, comentara: “Seguimos horrorizados, pero al mismo tiempo fascinados y hasta hipnotizados tanto por el Führer como por el estado que él dirigió”. Esto parece ser así porque —según una fuente alemana— “el torrente de obras publicadas sobre el Tercer Reich [Imperio] parece que va aumentando a medida que el período se aleja en el pasado. Más de 20.000 publicaciones han aparecido, y hasta los expertos no pueden esperar que se han de enterar de todas ellas”.
¿A qué se debe esta fascinación mundial con Hitler y su Tercer Reich? ¿Pudiera ser tal fascinación, junto con los grupos neonazis, que según la revista Der Spiegel se están haciendo “cada vez más belicosos”, el presagio de que la historia va a repetirse? Algunas publicaciones neonazis se jactan diciendo: “No somos los restos del ayer, sino la vanguardia del mañana”. Entonces, no es sin razón ni sin causa que algunas personas preguntan: ‘El nazismo... ¿podría ocurrir de nuevo?’.
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¿Cómo ocurrió?¡Despertad! 1985 | 8 de junio
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¿Cómo ocurrió?
“¿CÓMO fue posible que un régimen bárbaro como el Tercer Reich nazi llegara al poder en uno de los países más avanzados económicamente y más sofisticados culturalmente en el mundo?” Esta pregunta que hace reflexionar la planteó el historiador J. Noakes al escribir para la revista History Today. Quizás se puede contestar con un poco de información sobre los antecedentes.
El partido nazi no lo fundó Adolfo Hitler. En 1919 Anton Drexler, cerrajero de Munich, fundó el Deutsche Arbeiterpartei (Partido Obrero Alemán). Un año más tarde, éste cambió de nombre a Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista), y en 1921 Hitler se convirtió en su líder. Drexler se retiró del partido más tarde por su oposición a Hitler. La palabra “nazi” se derivó de la primera palabra del nombre del partido.
En 1923 Hitler y el partido fracasaron en una tentativa para derrocar el gobierno, y Hitler fue encarcelado. Durante ese tiempo escribió su libro Mein Kampf (Mi lucha). En éste expuso las metas y enseñanzas principales del partido y declaró como su meta suprema “la naturalización de las masas”. A fin de alcanzar esta meta, declaró que “ningún sacrificio social es demasiado grande”. El Estado tiene que demostrar que es “el defensor de un futuro de mil años”, escribió él.
Al principio no se tomó en serio a Hitler y su partido. Su estilo rimbombante de hablar llevó al escritor alemán Kurt Tucholsky a decir en aquel tiempo: “El hombre no existe; es solo el ruido que produce”. Tucholsky sin duda habló por muchas personas. Pero el hombre sí existía, y había de producir mucho más que ruido.
Factores de la toma del poder por los nazis
Los alemanes quedaron desilusionados después de su derrota en la I Guerra Mundial. Consideraron que las pesadas sanciones que se les impusieron mediante el Tratado de Versalles eran demasiado gravosas e injustas. No había un fuerte liderato político. La situación económica empeoraba
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