El gobernante perfecto para el gobierno del hombre
1. ¿Cómo, sin tener un reino hoy día en la Jerusalén terrestre, tiene Dios de todos modos su Rey prometido, y por qué nació donde nació?
¿QUÉ hay entonces, de este rey eterno y perfecto que se prometió que vendría en la línea de descendencia del rey David de Jerusalén? Después de estos miles de años de experimento humano en gobiernos, no vemos hoy ningún reino en la ciudad de Jerusalén en la tierra de Israel. ¡Sin embargo, Dios tiene su Rey prometido! También, éste ha venido por medio de la línea real del rey David. En apoyo de este hecho pasamos de las Escrituras Hebreas a las Escrituras Cristianas Griegas, y las primerísimas palabras que hallamos en ellas leen de este modo: “Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.” (Mat. 1:1, Val) Ah sí, esta línea de descendencia de reyes que había desde Abrahám a través del rey David halló su culminación en Jesucristo y con él termina. No fué por casualidad que este Jesús nació en la misma ciudad donde había nacido el rey David, en la ciudad de Belén. Esto fué en cumplimiento de la profecía de Jehová.—Miq. 5:2; Mat. 2:1-16.
2. ¿Cómo en realidad fué este que nació allí un “Hijo del Cielo,” y cómo se le identificó entonces como el que había de llegar a ser el Rey prometido?
2 Cierto, este Jesús tenía al patriarca Abrahán y al rey David como antepasados suyos, pero él realmente tenía un Padre celestial, y su madre virgen, forzosamente, fué humana. Ella fué la que era de la línea de descendencia desde Abrahán y a través de David. (Luc. 3:23-34) De modo que este Jesús que nació en Belén en cumplimiento de la profecía bíblica realmente fue el “Hijo del Cielo”; realmente fue el Hijo de Dios, a quien su Padre celestial envió a la tierra mediante un milagro a fin de proveer un gobernante perfecto para el género humano. Ningún rey perfecto había de hallarse de entre el género humano mismo imperfecto, pecaminos, moribundo. Recordemos que cuando nació este niño Jesús en Belén el ángel desde el cielo anunció a los pastores que estaban afuera en los campos: “Les nació a ustedes hoy un Salvador, que es Cristo el Señor, en la ciudad de David.” Ese ángel que trajo “buenas nuevas de un gran gozo que toda la gente tendrá,” llamó a este niño que nació allí el Cristo. Es decir, él era el Mesías, el Ungido; él era el que había de llegar a ser rey en cumplimiento de la profecía.—Luc. 2:8-11.
3. ¿Dónde creció este niño, y qué llegó a ser allí?
3 Este niño se escapó de ser muerto a manos del rey Herodes, que reinaba en Jerusalén como representante del Imperio romano. Después de la muerte de Herodes Jesús fue llevado a la ciudad de Nazaret. Allí creció hasta ser hombre. No llegó a ser pastor como lo que su antepasado el rey David había sido, sino carpintero. Vivió y trabajó en la ciudad de Nazaret, en obscuridad, viviendo, por decirlo así, una existencia secreta.
4. ¿Qué fué que hizo salir a Jesús de su taller, y cómo se mostró que su siguiente paso no fué un paso falso?
4 ¿Qué fue, pues, lo que hizo salir a Jesús de su carpintería? ¿Qué fue lo que lo colocó en el camino hacia el reino sobre todo el género humano? Ah, fue la proclamación del reino de Dios. En ese tiempo Jehová Dios había levantado al profeta Juan el hijo de Zacarías, y al debido tiempo Juan el Bautista vino predicando arrepentimiento de pecados y bautismo en símbolo de tal arrepentimiento. Les dijo a los judíos que se arrepintieran porque el gobierno de Dios se había acercado. La proclamación de Juan fué: “El reino de los cielos se ha acercado.” Luego que las nuevas de la proclamación de Juan le llegaron a Jesús allí en la carpintería en Nazaret, él dejó el trabajo del taller. Entregó sus herramientas y se dirigió a Juan el Bautista y fué bautizado por él. Este no fué ningún paso falso por Jesús de Nazaret, porque luego que salió del agua después de su bautismo en el río Jordán, hubo un anuncio de parte del Rey celestial de la eternidad, Jehová Dios. Represéntese mentalmente la escena como dice el Registro fiel: “Después de ser bautizado Jesús subió inmediatamente del agua; y, ¡mire! los cielos fueron abiertos, y él vió descendiendo como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. ¡Mire! también, hubo una voz de los cielos que dijo: ‘Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.’”—Mat. 3:1-6, 13-17.
5, 6. (a) ¿Qué diferencia hubo entre la unción de Jesús y la de David? (b) ¿Qué querían hacer de Jesús los judíos egoístas, y por qué rehusó él?
5 Siglos antes de eso, David había sido ungido con aceite para ser rey sobre Israel; pero este Jesús fué ungido desde el cielo con el espíritu de Dios para ser el rey en el reino prometido, el gobierno perfecto para todo el género humano. El apóstol Pedro informa: “Dios le ungió con espíritu santo y poder, y él caminó por el país haciendo bien y sanando a todos aquellos oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él.” (Hech. 10:38) Sus seguidores reconocieron que él era el “Hijo de Dios,” el “Rey de Israel.” (Juan 1:49; Mat. 16:16) Experimentó grandes pruebas. Aguantó gran oposición a manos de los caudillos de Israel.
6 A pesar de toda esta oposición y persecución, permaneció fiel al verdadero reino de Dios. Rehusó permitir que los hombres, aun los judíos mismos, lo hicieran rey sobre ellos, así como había rehusado permitir que Satanás el Diablo lo hiciera rey sobre todo el género humano. (Luc. 4:5-8) Recordamos la ocasión en que gratuitamente alimentó a 5,000 hombres junto con mujeres y niños, multiplicando la merienda de un muchachito, cinco panes y dos pescados, para alimentar a toda la muchedumbre. Cuando los judíos vieron que Jesús tenía este poder milagroso para alimentar a una nación, egoístamente quisieron hacerlo rey. Pero el Registro dice que luego que Jesús discernió que a fuerza querían hacerlo rey sobre ellos, se retiró de ellos y subió al monte completamente solo. (Juan 6:1-15) ¿Por qué? Jesús quería que Dios lo hiciera rey. Aguardó a que Dios lo coronara rey del gobierno perfecto sobre todo el género humano en el tiempo señalado de Dios. ¿No podemos alegrarnos a causa de esto?
7, 8. (a) ¿Por qué no estaría satisfecho Jesús con menos que un gobierno perfecto que viniera sobre el género humano? (b) Con ese fin, ¿qué derrotero siguió Jesús, y por consiguiente dónde se le dió un puesto?
7 En cuanto a la habilidad de Jesús para llegar a ser un gobernante sin tacha, vivió una vida perfecta en la tierra en medio de tremendas tentaciones. A los judíos que lo acusaron Jesús dijo: “¿Quién de ustedes me convence de pecado?” (Juan 8:46) Como hombre perfecto oró y nos enseñó a orar por un gobierno perfecto de una fuente perfecta, diciendo: “Nuestro Padre en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.” (Mat. 6:9, 10) Dado que siempre oraba por el gobierno perfecto, Jesús jamás estaría satisfecho con menos, y tampoco deberíamos estarlo nosotros.
8 Con ese fin, Jesús continuó siendo un hombre perfecto hasta la muerte, siempre dando testimonio respecto al reino verdadero de Dios. Cuando fué enjuiciado delante del gobernador Poncio Pilato él corrigió el concepto falso que tenía el gobernador, diciendo: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores hubieran peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” (Juan 18:36; 1 Tim. 6:13-16) Reteniendo su perfección humana sin que fuera estropeada por el pecado, Jesucristo murió como mártir fiel al reino de Dios. A causa de la perfección de su integridad y lealtad para con Dios, el Padre celestial lo levantó de entre los muertos y lo hizo volver a casa en el cielo y lo sentó a su propia diestra, muy por encima de los ángeles. Allí Dios le dijo que esperara hasta que viniera el tiempo de Dios para hacerlo rey, en el cual tiempo Dios le daría todas las naciones, sí, los mismísimos cabos de la tierra, como la región de su dominio.—Sal. 2:6-9; Dan. 7:13, 14; Sal. 110:1, 2.
9. ¿A quiénes incluye Dios en el gobierno con Jesús, y cuál es la esperanza del resto de éstos que todavía queda en la tierra?
9 En consecuencia, Jehová Dios, la Fuente celestial del gobierno perfecto, tiene su Gobernante perfecto para el reino que él ha prometido para la bendición de todo el género humano. Sin embargo, él incluye en el gobierno con Jesucristo a seguidores fieles del Gobernante perfecto. Mientras Jesús todavía estaba en la tierra como hombre comenzó a llamar a éstos para que lo siguieran. A los fieles él les dijo que estaba haciendo un pacto para el reino con ellos, así como Dios su Padre había hecho un pacto para el reino con él, para que se sentaran con él en tronos en su reino y comieran y bebieran a su mesa en su reino y juzgaran las doce tribus de Israel. (Luc. 12:32; 22:28-30) Desde entonces se ha estado efectuando la llamada y la prueba del número completo de 144,000 socios fieles del Gobernante perfecto Jesucristo. Para ahora la mayoría de éstos ha probado su fidelidad a Dios y a su Gobernante perfecto hasta la misma muerte y ha sido perfeccionada en el reino celestial por una resurrección en gloria celestial. Sólo queda un resto de estos socios del Reino y los de este grupo están esforzándose por probar su fidelidad hasta la muerte, y esperan ser perfeccionados en el reino celestial con el perfecto Rey de reyes, Jesucristo.
EL TIEMPO PARA EL GOBIERNO PERFECTO
10. ¿Qué día tenía que venir en cumplimiento de la promesa de Dios a María, y qué prueba tangible tenemos en cuanto a cuándo llegó?
10 Ahora vivimos en un tiempo sumamente maravilloso. Tenía que llegar el día en que Dios cumpliera las palabras de su ángel Gabriel al anunciar el nacimiento venidero de Jesús a su madre virgen María: “Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y él será rey sobre la casa de Jacob para siempre, y no habrá fin de su reino.” (Luc. 1:26-33) A principios del otoño del año 1914 llegó el día en que terminaron los “tiempos señalados de las naciones” para dominar la tierra sin impedimento procedente del reino de Dios. Cierto, para la humanidad éste es un tiempo de angustia sin igual. Nunca ha experimentado el género humano una tribulación como la que hemos experimentado desde el año 1914. Pero este gran tiempo de tribulación es una prueba tangible de que el gobierno perfecto para todo el género humano prometido por Dios se ha acercado.
11. ¿Por qué no debemos tener ninguna duda ahora acerca de que el Reino ha llegado, y qué ocasión con carácter de clímax en la predicación se alcanzó el año pasado?
11 El reino ha llegado, está establecido en los cielos para hacerse cargo de la gobernación de todo el género humano. No debemos dudar acerca de ello, pues, como profeta, Jesús predijo las evidencias por medio de las cuales deberíamos conocer el tiempo del establecimiento del gobierno prometido. Él dijo que este “tiempo del fin” de las naciones de este mundo empezaría con guerra mundial y estaría acompañado de hambres, pestes, terremotos en un lugar tras otro, y de la persecución de sus seguidores. Él también dijo que las buenas nuevas del reino establecido de Dios se predicarían en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y primero entonces vendría el fin de los gobiernos imperfectos de los hombres. (Mat. 24:7-14; Mar. 13:8-10) La predicación de las buenas nuevas del reino de Dios por los testigos de Jehová ha llegado a ser más extensa cada año. Una ocasión con carácter de clímax en la predicación del Reino que atrajo la atención de todo el mundo fué cuando los testigos de Jehová celebraron su asamblea internacional de ocho días en el Estadio Yanqui y el Polo Grounds en la Ciudad de Nueva York, donde, en la reunión pública del domingo 3 de agosto de 1958 hubo 253,922 personas que escucharon el discurso de una hora sobre el tema “El reino de Dios domina—¿se acerca el fin del mundo?” El fin completo del mundo se acerca, dijo el orador, pero también se acerca el principio del justo nuevo mundo bajo el reino de Dios mediante Jesucristo el Gobernante perfecto.
12. (a) ¿Hacia qué están marchando las naciones, y hacia qué experiencia? (b) El que esto sea así es una razón apremiante para que los testigos de Jehová hagan ¿qué, y el que lo hagan aumenta qué evidencia?
12 Sin disputa vivimos en el “tiempo del fin” de las naciones. Están marchando hacia la batalla del gran día de Dios el Todopoderoso, la guerra universal, que se llama Armagedón. (Apo. 16:14-16) Allí serán destruídas por el gobierno celestial del Hijo de Dios, así como Daniel 2:44 (Mod) anuncia: ‘En los días de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruído. Y ese reino no será dejado a otro pueblo, sino que hará añicos y acabará con todos estos reinos, y él permanecerá para siempre.’ Esa es la razón apremiante por la que los testigos de Jehová, en todo el mundo, en 170 o más países hoy día están proclamando las buenas nuevas del reino establecido. Esta predicación en medio de angustia mundial sin precedente aumenta la evidencia de que vivimos en el fin de este mundo que está bajo la dominación de Satanás el Diablo, el imperfecto y pecaminoso “dios de este sistema de cosas.” (Juan 12:31; 2 Cor. 4:4) Por eso estamos en el umbral de un nuevo mundo que ha de ser dominado por el gobierno perfecto para todo el género humano, el gobierno en las manos del Gobernante perfecto Jesús.
BENEFICIOS PERFECTOS
13. En los días del gobierno del Hijo perfecto de Dios ¿de qué disfrutará el género humano en toda la tierra, y qué profecía de Isaías se cumplirá?
13 Este gobierno celestial efectuará para la raza humana cosas que ningún gobierno político por criaturas humanas imperfectas en la tierra ha efectuado alguna vez. La profecía divina nos dice que en sus días el género humano va a tener paz perfecta en toda la tierra, sí, ninguna guerra se estará librando en ninguna parte de la tierra en ningún tiempo, y no habrá ninguna industria bélica ni ejércitos. Al fin todo el género humano tendrá desarme completo, sin que ninguna nación levante espada contra nación; tampoco los hombres aprenderán más la guerra, porque la gente de todas las nacionalidades estará bajo el dominio del gobierno todopoderoso, impecable de un Gobernante perfecto. En los días de este gobierno del Hijo perfecto de Dios, Jesucristo, la gente justa florecerá y la paz abundará por tanto tiempo como dure la luna. (Sal. 72:7, 8) Habrá un cumplimiento de la profecía de Isaías 9:6, 7: “Por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Poderoso Dios, Padre por la eternidad, Príncipe de Paz. Para la abundancia del dominio principesco y para la paz no habrá fin.”
14. ¿De qué manera cumplirá él el nombre “Padre por la eternidad,” y cómo dará prueba su gobierno de ser un gobierno perfecto por lo que haga a sus súbditos fieles en lo que toca a cuerpo, mente y corazón?
14 Este Gobernante perfecto no sólo será el Príncipe de Paz mayor que el pacífico rey Salomón, sino que también será el Padre por la eternidad para todos los hombres de buena voluntad que doblan la rodilla en sujeción y lealtad a él como su Gobernante dado por Dios. Él será el Padre eterno de ellos debido al hecho de que él les dará vida eterna. Él puede hacerlo con amor y justicia, porque él es aquel que murió por los pecados heredados de todo el género humano. El profeta Juan el Bautista señaló hacia él y dijo: “¡Vean, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29) Este Rey semejante a cordero, en virtud del valor de su sacrificio humano pagado a Dios, podrá quitar los pecados de todos sus súbditos obedientes. Al quitarles sus pecados, levantará de ellos la condenación de muerte que descansa tan pesadamente sobre el género humano hoy día. Maravilloso será el que, en vez de que sus súbditos fieles se hagan más y más decrépitos en su imperfección y más débiles y con el tiempo desciendan al sepulcro, sean levantados gradualmente de su debilidad, imperfecciones, dolencias y enfermedades. La elevación no parará hasta que se alcance la perfección humana, condición en que los hombres obedientes estarán a la imagen y semejanza de Dios como estuvo el primer hombre, Adán, cuando fué puesto en el jardín de Edén. Así este Padre eterno, el Príncipe de Paz, hace accesible a sus súbditos la perspectiva de vida eterna en paz perfecta. Sólo un gobierno perfecto podría dominar de tal manera como para hacer a sus súbditos fieles y obedientes perfectos en cuerpo, mente y corazón.
15. ¿Qué están haciendo a la tierra los gobernantes imperfectos hoy día, pero, en cumplimiento de la promesa que hizo cuando agonizaba, qué hará el Gobernante perfecto después del Armagedón?
15 Junto con ese beneficio perfecto, este Gobernante perfecto dará a sus súbditos un hogar perfecto aquí en esta tierra. Hoy los gobernantes imperfectos de las naciones están arruinando la tierra de diversas maneras. Están hasta contaminando la atmósfera alrededor de la tierra con el desprendimiento de sus explosiones atómicas y nucleares. Están amenazando con hacer de esta tierra un lugar inhabitable para el género humano, particularmente por medio de una tercera guerra mundial. Pero no sucede así con el Gobernante perfecto Jesucristo en el trono celestial. Después de la guerra universal del Armagedón él transformará esta tierra en un paraíso, desde el oriente hasta el occidente, desde el polo norte hasta el polo sur. “Usted estará conmigo en el Paraíso,” dijo al malhechor compasivo que estaba muriendo al lado de él en un madero de tormento en el Calvario hace mil novecientos años. (Luc. 23:43) En cumplimiento de esa promesa que hizo mientras agonizaba, el Señor Jesús, que ahora ha entrado en su reino, restaurará sobre la tierra el paraíso que Adán el primer hombre y su esposa Eva perdieron para nosotros a causa de rebelarse y pecar contra Dios su Creador.
16. ¿Qué transformación se efectuará en diversos respectos tocante a esta tierra, y de qué manera serán idealmente perfectas las condiciones de vida para el hombre obediente?
16 Con un ojo perfecto que aprecia la belleza y con un respeto saludable para la creación de Dios, el rey Jesucristo reparará y cultivará la tierra y hará que alcance una condición de perfección paradisíaca. Entonces no habrá tormentas ni huracanes ni inundaciones para destruir las moradas del género humano y para causar estrago en los productos de su trabajo que crecen en los campos. Entonces la mitad del género humano ya no estará al borde de la inanición. Ya no habrá escasez de alimento ni hambres ni sequías para afligir al género humano. El estado atmosférico de la tierra será regulado a la perfección, y la tierra producirá abundancia y variedad, y la prosperidad abundará para todo el género humano obediente. El gobierno perfecto hará que la paz, la felicidad y el bienestar humano sobrepasen los de los días del rey Salomón, y las condiciones de vida para el género humano obediente serán idealmente perfectas, sin que haya perturbadores presentes, ni siquiera Satanás el Diablo y sus demonios en la región invisible de los espíritus. En el instante supremo de la batalla del Armagedón esas inicuas fuerzas espíritus habrán sido atadas y puestas en un abismo de sujeción completa.—Apo. 19:11 a 20:3.
17, 18. (a) ¿Cómo será el reinado de ese gobierno no sólo para los vivos sino también para los muertos? (b) ¿Con qué palabras predijo esto una voz divina procedente del trono celestial?
17 La segura Palabra de Dios garantiza que una grande multitud de personas de buena voluntad de hoy día sobrevivirá a la batalla del Armagedón y seguirá viviendo en ese nuevo mundo con su gobierno perfecto para todo el género humano. Sin embargo, el reinado de ese gobierno no sólo será para los vivos, los sobrevivientes del Armagedón, sino también para los miembros muertos de, la familia humana, incluyendo a Abrahán, Moisés el rey David y Juan el Bautista. El Rey Jesucristo, quien cuando estuvo en la tierra levanto gente a la vida de entre los muertos, otra vez ejercerá ese poder restaurador de la vida desde el cielo como el Redentor que murió por todo el género humano. Como el Rey a quien se le ha dado la autoridad de juzgar, él cumplirá su promesa: “La hora viene en la cual todos los que están en las tumbas memorialescas oirán su voz y saldrán los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:27-29) Bajo el gobierno perfecto a todos los que hayan sobrevivido al Armagedón y a todos los que hayan sido traídos de vuelta de las tumbas memorialescas se les enseñará de manera perfecta la justicia y la verdad. Finalmente, por un proceder de obedecer constantemente al Gobernador perfecto Jesucristo y a Jehová Dios, la Fuente de este gobierno perfecto, los obedientes recibirán el don de la vida eterna a la imagen y semejanza de Dios en la tierra paradisíaca.
18 Prediciendo esto, la voz divina desde el trono de Dios dijo, como se registró en el último libro de la Biblia: “¡Mira! la tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. . . . Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni tampoco habrá más duelo ni lloro ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” “Y el que estaba sentado sobre el trono dijo: ‘¡Mira! estoy haciendo nuevas todas las cosas.’”—Apo. 21:3-5.
19. Por medio de hacer todas estas cosas para la familia humana, ¿qué desplegará el gobierno prometido de Dios?
19 ¿Qué gobierno establecido por el hombre bajo el dominio de Satanás ha podido hacer cosas como éstas o aun prometer hacer cosas semejantes para el género humano? ¡Ningún gobierno hecho por el hombre! Pero el gobierno que tiene a Jehová Dios como Fuente suya y que él, mediante profecías pronunciadas sobre su propio nombre, se ha comprometido a establecer, desplegará sus perfecciones hacia el género humano por medio de efectuar todas esas cosas maravillosas a favor de los miembros de la familia humana, para que puedan vivir en una tierra perfecta para siempre, disfrutando de su Creador y Dios y glorificándolo.
20. Si nos gustaría ver entrar ese gobierno, ¿para que hagamos qué es ahora tiempo?
20 En vista de tales cosas venideras, ahora es el tiempo de prepararnos para este gobierno perfecto para todo el género humano. Nos gustaría verlo entrar, cuando la batalla del Armagedón libre a la tierra del dominio invisible del Diablo y de los gobiernos imperfectos de políticos egoístas, ¿no es verdad? De veras, debería darnos gusto el ver entrar ese gobierno dado por Dios. Si queremos verlo entrar y disfrutar de sus bendiciones sin morir, tenemos que prepararnos ahora antes del Armagedón para vivir bajo él. De modo que ahora, antes de que el Armagedón estalle repentinamente, es el tiempo para que estudiemos la santa Palabra de Dios, la Biblia, y veamos cuáles son sus requisitos para sobrevivir y entrar en el nuevo mundo bajo el reinado de Jesucristo el Gobernante perfecto.
21. ¿Por qué están ansiosos los testigos de Jehová de ayudar a cada persona a estudiar la Biblia, y cómo debemos armonizar nuestras actividades con la oración de Jesús por el gobierno perfecto?
21 Los testigos de Jehová están ansiosos de ayudar a cada persona a estudiar este Libro dador de vida, para que lo entienda y para que sepa cuáles son los requisitos de Dios para que cada uno tenga Su protección y bendición durante la gran tribulación que todavía ha de venir, alcanzando su terrífico clímax en la guerra universal del Armagedón. Al estudiar la Palabra de Dios, oremos por su reino. El hombre perfecto, Jesucristo, nos enseñó a orar por ese gobierno perfecto, diciendo: “Nuestro Padre en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) Además, al estudiar y orar por ese reino, proclamémoslo altruístamente a otros para su salvación. Así participemos con los testigos de Jehová en cumplir la profecía de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) Para gloria de Dios, probémonos ser honrosos representantes de su gobierno perfecto para todo el género humano.