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El principio de un misterio bíblicoLa Atalaya 1964 | 15 de septiembre
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Nemrod que Babel estableciera para que lo siguiera su correspondencia mayor, Babilonia la Grande!—Rev. 17:5, 6.
18. ¿Cómo terminó la vida de Nemrod?
18 La Biblia no nos dice cómo Dios cobró a Nemrod toda la sangre que él había derramado, pero al alistar las líneas de familia de los tres hijos de Noé, no se menciona a Nemrod como teniendo hijos. De modo que la Biblia lo corta, no incluyendo a ningún hijo que pudiera haber tenido. Las leyendas y las tradiciones registradas por historiadores paganos indican que Nemrod tuvo una muerte violenta a manos de ejecutores.
19. ¿Con qué propósito además de la agresión y el derramamiento de sangre usó Nemrod su ciudad de Babilonia?
19 Pero Nemrod no se detuvo aun después de guerras de agresión y asesinato en violación a la ley de Dios en su derrotero de “oposición a Jehová.” Como veremos en el siguiente número de esta revista, él usó a su ciudad, Babilonia, para proseguir, aun hasta desafiar la soberanía universal de Jehová Dios, proveyendo así otro indicio en el misterio de Babilonia la Grande.
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Papias—y los evangelios de Mateo y MarcosLa Atalaya 1964 | 15 de septiembre
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Papias—y los evangelios de Mateo y Marcos
¿AMA usted la Biblia? Si es así, el nombre de Papias le será de interés. ¿Por qué? Porque sus escritos contienen la información más primitiva que tenemos acerca del origen de algunos de los libros de las Escrituras Griegas Cristianas, es decir, aparte del testimonio de las Escrituras mismas.1
Varias fechas se dan tanto para el nacimiento como para la muerte de Papias, pero “no se conoce ningún hecho que sea inconsistente con c. 60-135 [d. de J.C.] como el período de la vida de Papias.”2 Era compañero de Policarpo, de quien se dice que había conocido personalmente a algunos de los apóstoles,3 y residió en la región de Frigia en la provincia de Asia, conocida hoy día como Asia Menor.
Según el escritor religioso Ireneo, del segundo siglo, Papias era docto y tenido en alta estima y respeto como conducto confiable para las enseñanzas apostólicas.4 Eusebio, historiador eclesiástico prominente del siglo cuarto, sin embargo, da testimonio contradictorio respecto a Papias. Primero habla de él como “bien instruido en toda clase de erudición, y bien enterado de las Escrituras,” y luego más tarde lo describe como hombre “de entendimiento limitado” y uno que había juntado “ciertas parábolas extrañas de nuestro Señor y de su doctrina, y algunos otros asuntos más bien demasiado fabulosos.”1
Pero la razón por la cual Eusebio no estaba de acuerdo con Papias aparentemente era que éste creía en un reinado milenario de Cristo sobre la Tierra.2 Este, sin embargo, era el punto de vista prevaleciente entre los que afirmaban ser cristianos en el segundo siglo.5 En realidad, ellos sostenían que el mundo continuaría tal como estaba por seis mil años y entonces vendría el milenio para el séptimo período de mil años.6 También entendían que algunos cristianos ganarían una recompensa celestial, mientras que otros serían recompensados con vida en una Tierra paradisíaca.4 Si es que, como insinúa Eusebio, Papias estaba inclinado a aplicar de manera literal lenguaje metafórico, sin embargo el registro concerniente a él indica que “tenía cuidado de insistir en buena evidencia de lo que
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