Preguntas de los lectores

● Sería apropiado en una boda cristiana el que se lanzara a las compañeras de la novia un ramillete de flores, o es tal cosa una práctica transmitida de costumbres paganas?—F. G., EE. UU.

El que la novia lance su ramillete de flores a sus compañeras no es otra cosa que una práctica pagana. Tiene tintes de superstición, como, por ejemplo, el que se diga que la de las compañeras de la novia que capture el ramillete de flores de la novia queda marcada para ser la siguiente de las muchachas que se casará. Puesto que tal práctica acontece en bodas mundanas y es meramente una costumbre tradicional del paganismo, no pudiera considerarse conducta santa y por lo tanto debería eliminarse de las bodas cristianas. (1 Ped. 1:14-16) Tal práctica definitivamente no debería llevarse a cabo en el Salón del Reino local si la boda se efectúa allí.

Si alguien desea efectuar tal práctica en una ceremonia de bodas o la fiesta de recepción fuera del Salón del Reino, ésa es su propia responsabilidad; pero ciertamente es poner un ejemplo malo y no cristiano, y se revela con él considerable falta de madurez. Por lo tanto costumbres paganas tradicionales como éstas se deben eliminar del Salón del Reino, puesto que tales cosas no solo no tienen fundamento bíblico sino que también resultan en una división de opinión de parte de los miembros de la congregación. Muchos se escandalizarían por tal clase de acción dentro de un edificio que se ha dedicado a la adoración pura de Jehová Dios. Podría llegar a ser una causa de tropiezo para otros; y en cuanto a esto el apóstol Pablo escribió las siguientes palabras inspiradas a los Filipenses: “Que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo, y estén llenos de fruto justo, que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.”—Fili. 1:10, 11.

● ¿Constituye una ordenación de las “otras ovejas” el texto de Isaías 61:1, 2?—L. H., EE. UU.

Isaías 61:1, 2 dice: “El espíritu del Señor Jehová está sobre mí, por motivo de que Jehová me ha ungido para decir buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los llevados cautivos y la apertura ancha de los ojos aun a los presos; para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová y el día de la venganza de parte de nuestro Dios; para consolar a todos los que están de duelo.”

Note aquí que el profeta dice que él ha sido ungido por el espíritu de Jehová. Jesús aplicó esta profecía a sí mismo, pero solo después que había sido ungido por el espíritu santo de Dios en el Jordán al tiempo de su bautismo. (Luc. 3:21, 22; 4:17-21) Los miembros de su cuerpo también son ungidos con el espíritu de Jehová al tiempo en que Jehová los engendra para ser hijos de Dios. Llegan a ser miembros del cuerpo de Cristo, el Ungido.—2 Cor. 1:21, 22.

Los de la “grande muchedumbre” de “otras ovejas” a quienes se menciona y describe en Juan 10:16 y Revelación 7:9 no son ungidos por el espíritu de Jehová aunque sí tienen una medida de su espíritu, y por lo tanto Isaías 61:1, 2 no constituye la ordenación de ellos para predicar. No obstante, Jehová Dios los ordena para ser sus ministros y ciertamente no se les ordena para hacer ahora algo diferente de lo que se ha ungido al resto espiritual para hacer. Por lo tanto, apropiadamente podrían citar Isaías 61:1, 2 como algo que declara el trabajo en que se les ha comisionado a participar como ministros ordenados.

El mandato de Jehová Dios a todos los que se dedican a él para predicar las “buenas nuevas del reino” constituye los términos de la ordenación de la “grande muchedumbre” de “otras ovejas.” (Mat. 24:14) El mandato de Dios en cuanto a la responsabilidad de predicar está en la Biblia y cualquiera lo puede leer, pero esta comisión no constituye la ordenación de nadie sino hasta que uno ha estudiado la Palabra de Dios, ha obtenido conocimiento exacto, se ha dedicado a Dios, para hacer su voluntad divina, y entonces ha simbolizado esa dedicación por bautismo en agua. Así los de la “grande muchedumbre” de “otras ovejas” tienen su ordenación de Dios por virtud de su mandato a los cristianos dedicados de predicar las buenas nuevas del Reino, y Jehová también los apoya con su espíritu santo, tal como su espíritu estuvo sobre los profetas y testigos precristianos.