Dirija a los nuevos a la organización de Dios
“Ténganle amor a toda la asociación de hermanos.” (1 PEDRO 2:17.)
1, 2. ¿Qué, además de doctrina, imparten los maestros cristianos?
LA LABOR de un maestro es comunicar datos. Pero un buen maestro va más allá. Transmite valores, ayuda al estudiante a ver la importancia de lo que está aprendiendo y demuestra cómo puede utilizar de la manera más práctica lo que ha aprendido. En particular es así en el caso del maestro cristiano. Cierto, él tiene que impartir “la verdad de Dios” (Romanos 1:25). Pero esto envuelve más que sencillamente conocimiento doctrinal. La Biblia anima a que se enseñe el temor de Jehová, y también cualidades como la bondad y la sensatez. (Salmo 34:11; 119:66.)
2 Jesús mencionó otros asuntos que hay que enseñar: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones [...] enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). En ‘todas las cosas que se les ha mandado’ se incluye el participar en la obra mundial de predicar que se había profetizado para nuestro día (Mateo 24:14). Y hay algo más que debemos transmitir a las personas con quienes estudiamos la Biblia. ¿Qué es eso? Para hallar la respuesta a esta pregunta, considere el ministerio del apóstol Pablo y note algo que figuró prominentemente en su modo de enseñar.
Pablo el organizador
3. ¿Qué procedimiento siguió Pablo mientras enseñaba a los recién interesados de Corinto?
3 Durante su primera visita a Corinto, el apóstol Pablo halló a muchas personas que prestaron oído a su mensaje a pesar de la oposición de la comunidad judía. No obstante, Pablo no se limitó a enseñar sobre una base individual a cada una de estas personas recién interesadas en la verdad. Leemos: “Se transfirió [desde la sinagoga judía] y entró en la casa de uno de nombre Ticio Justo, adorador de Dios, cuya casa estaba contigua a la sinagoga” (Hechos 18:7). Aquella casa se convirtió en un lugar de reunión y adoración para los nuevos discípulos. Pronto Pablo organizó aquel grupo y formó una congregación. (1 Corintios 1:2.)
4. ¿Qué se formó en Éfeso poco después que Pablo había comenzado a predicar allí?
4 Más tarde Pablo viajó a Éfeso, donde tuvo una experiencia parecida. Enseñó a las personas interesadas en la verdad individualmente, “de casa en casa” (Hechos 20:20). Pero también hizo arreglos inmediatos para que los nuevos discípulos pudieran asociarse unos con otros. “Separó de ellos [los judíos] a los discípulos, pronunciando discursos diariamente en la sala de conferencias de la escuela de Tirano” (Hechos 19:9). Pronto se organizó a este grupo de cristianos también para formar una congregación con ancianos nombrados. (Hechos 20:17, 18.)
5. Tan pronto como era posible, ¿qué hacían los maestros cristianos del primer siglo con los nuevos discípulos?
5 Está claro que a aquellas personas del primer siglo que acababan de aceptar la verdad no se las dejaba por su propia cuenta. Se las juntaba en congregaciones. Éstas se regocijaban por el estímulo que recibían del cuerpo gobernante de aquel entonces. Hermanos maduros como Pablo y Bernabé dedicaban mucho tiempo a enseñar en estas congregaciones recién formadas, y ‘declaraban, con muchos otros también, las buenas nuevas de la palabra de Jehová’ (Hechos 15:30-35). ¿Por qué lo hacían? ¿Por qué no se dejó que los nuevos siguieran por su propia cuenta y dependieran de su conciencia recién educada para obtener guía en cuanto a hacer lo que era correcto?
¿Por qué se necesitaban congregaciones?
6. ¿Por qué se organizó en congregaciones a los cristianos primitivos?
6 Por muchas razones, algunas de las cuales consideraremos aquí. Primero, cuando alguien llegaba a ser cristiano, dejaba de tener muchas cosas en común con el mundo que lo rodeaba (Juan 17:14, 15). Si se le hubiera dejado aislado, por sí solo, aquello habría sido una situación muy solitaria. Pero si él se hubiera asociado con otros cristianos de la congregación local, éstos lo habrían fortalecido para que se mantuviera separado del mundo. Además, Jesús dijo que sus seguidores serían “uno” (Juan 17:11). Tal unidad se veía especialmente en las congregaciones. Jesús dijo también: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos” (Juan 13:35). Para que los cristianos pudieran mostrar este amor de tal manera que sirviera de señal a los que no pertenecían a la congregación, tenían que existir en comunidades. Estas comunidades eran las congregaciones cristianas locales, en las cuales los cristianos cuidaban del bienestar físico y espiritual los unos de los otros (Filipenses 2:4). Por ejemplo, se puede ver claramente que la ayuda que se prestaba a las viudas, de la cual Pablo habló a Timoteo, se organizaba mediante las congregaciones. (1 Timoteo 5:3-10.)
7. a) ¿Cuál es el significado de las palabras de Pablo en Hebreos 10:24, 25? b) ¿Qué papel desempeñaban las congregaciones cristianas del primer siglo en la obra de predicar?
7 Por consiguiente, Pablo estaba animando directamente a apoyar a la congregación local cuando dijo: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, no abandonando el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose” (Hebreos 10:24, 25). Además, está claro que la predicación de las buenas nuevas del Reino que se efectuó de manera tan sobresaliente en el primer siglo se llevó a cabo de manera organizada mediante las congregaciones (Romanos 10:11-15). Así, el espíritu santo guió a los ancianos de la congregación de Antioquía a enviar a Pablo y a Bernabé de misioneros a territorios no asignados, y Pablo aceptó la autoridad de los ancianos de la congregación de Jerusalén cuando éstos le dieron instrucciones en cuanto a dónde debería predicar. (Hechos 13:1-3; Gálatas 2:8-10.)
Las congregaciones locales hoy día
8, 9. ¿Cuáles son algunas razones por las que nosotros también debemos dirigir a la congregación local a las personas interesadas en la verdad?
8 ¿Qué podemos aprender hoy día de dichos antecedentes históricos? Que nosotros, también, debemos dirigir a las personas recién interesadas en la verdad a las congregaciones cristianas de la localidad. Como en los días de Pablo, el cristianismo de hoy no es una religión de ermitaños. El libro de Proverbios advierte: “El que se aísla buscará su propio anhelo egoísta” (Proverbios 18:1). Por otra parte, “el que está andando con personas sabias se hará sabio” (Proverbios 13:20). Los nuevos necesitan el apoyo espiritual, moral y emocional que les ofrece la congregación cristiana. Necesitan experimentar el amor de los compañeros cristianos, el ministrar de los ancianos y la agradable unidad que hace del ser un cristiano una experiencia tan gozosa y única. (Salmo 133:1.)
9 Hoy día, también, la predicación mundial de las buenas nuevas del Reino se efectúa de manera organizada principalmente por medio de las congregaciones cristianas locales (Mateo 24:14). Por eso, cuando enseñamos a los nuevos acerca de su obligación de participar en esta obra, tenemos que dirigirlos a la congregación local y mostrarles cómo cooperar con ella.
Una hermandad internacional
10. Mencione algunos textos bíblicos que señalan a la unidad internacional de que disfrutaban los cristianos del primer siglo.
10 Sin embargo, el apóstol Pablo no se limitó a dirigir a los nuevos a una congregación local. Él dijo a los efesios: “Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados” (Efesios 4:4). Solo había un “cuerpo” mundial, y no congregaciones independientes esparcidas en diferentes lugares. Jesús también se estaba refiriendo a los miembros vivientes de este “cuerpo” en la Tierra cuando habló acerca de un “esclavo fiel y discreto”, a quien se dio autoridad para ‘alimentar’ a los “domésticos” (Mateo 24:45-47). Los cristianos individuales en todas partes del mundo tendrían que reconocer la autoridad de este “esclavo” para poder ser ‘alimentados’ por él. Esto resultaría en una asociación internacional de cristianos.
11. a) ¿Qué llamó Pedro a esta organización internacional de cristianos? b) ¿Qué arreglo servía para mantener la unidad doctrinal de los cristianos del primer siglo? ¿Cómo mostró Pablo que reconocía este arreglo?
11 Por consiguiente, el apóstol Pedro se refirió a todos los cristianos de su día como “toda la asociación de hermanos” (1 Pedro 2:17). Ellos eran una “asociación” internacional (del griego, adelphotés, “hermandad”). Los nuevos no solo llegaban a formar parte de la congregación local, sino de esta entera hermandad internacional. Las congregaciones se mantenían en comunicación unas con otras (Colosenses 4:15, 16). Cuando surgían preguntas de índole doctrinal, los cristianos no tomaban sus propias decisiones. Para obtener una respuesta de autoridad reconocida, se dirigían a los ancianos de la congregación de Jerusalén que servían como cuerpo gobernante o junta administrativa mundial en aquellos días (Hechos 15:2, 6-22). Pablo mismo reconocía la autoridad de aquel cuerpo respecto a asuntos doctrinales. Aunque había recibido la verdad mediante una revelación especial de Jesucristo, no obstante viajó a Jerusalén y les explicó las buenas nuevas que estaba predicando, “por temor de que de algún modo estuviese corriendo o hubiese corrido en vano”. (Gálatas 1:11, 12; 2:1, 2, 7-10.)
12. ¿Qué otras prácticas unían más estrechamente a “toda la asociación de hermanos”?
12 Para mantener la unidad de pensamiento y acción de “toda la asociación” de hermanos, se enviaba a ministros viajantes como Timoteo, Tito y Epafrodito a visitar y edificar a los hermanos, y se circulaba entre éstos cartas como las de Pablo, Pedro, Santiago, Juan y Judas. Porque existía tal hermandad, los cristianos más acaudalados de otros países se enteraron de la necesidad de sus hermanos de Judea durante cierto tiempo de dificultades allí, y Pablo pudo —mediante las congregaciones— organizar los asuntos para que se llevara socorro a los necesitados (1 Corintios 16:1-4). Cada cristiano también se sentía animado cuando escuchaba informes del aguante y de la fe de “toda la asociación de sus hermanos en el mundo”. (1 Pedro 5:9.)
Dirija a los nuevos “a toda la asociación”
13. ¿Qué similitudes hay entre “toda la asociación [mundial] de hermanos” del primer siglo y la de ahora?
13 ¿Hay hoy día una “asociación de hermanos” como aquélla? Por supuesto que sí. “El esclavo fiel y discreto” todavía existe, y todavía tiene la responsabilidad de ‘alimentar’ a los “domésticos” (Mateo 24:45-47). Como en los días de Pablo, hay un Cuerpo Gobernante que representa a este “esclavo” y dirige la obra mundial de predicar las “buenas nuevas”. Hoy día, también, se fortalece la unidad internacional mediante cartas y literatura impresa procedentes del Cuerpo Gobernante, al igual que mediante maestros maduros que ministran en las congregaciones. Por consiguiente, cuando alguien aprende la verdad, aprende a ser parte de la congregación local y también a sentir que es parte de “toda la asociación de hermanos” de todo el mundo. Es la responsabilidad del maestro cristiano ayudar al estudiante de la Biblia a que haga esto. ¿Cómo puede lograrlo?
Cómo ayudarlos a amar “a toda la asociación”
14. ¿Qué métodos ha hallado usted que dan buenos resultados al informar a los que estudian la Biblia acerca de la congregación local y la organización internacional del pueblo de Dios?
14 El maestro cristiano puede informar acerca de la congregación y de la hermandad internacional a la persona a quien instruye, y entonces puede mostrársela. ¿De qué modo puede informar a las personas? He aquí algunas maneras que ciertos maestros experimentados han hallado eficaces: Dedique tiempo antes o después de cada estudio bíblico para considerar asuntos relacionados con la congregación y la importancia bíblica de ella, y también referentes al “esclavo fiel y discreto” y a cómo éste sirve a favor de nosotros hoy día. Describa el Salón del Reino y las reuniones. Hable acerca de asuntos interesantes que usted haya aprendido en las reuniones. En sus oraciones antes y después del estudio, mencione la congregación local y también la hermandad internacional.
15. ¿De qué excelentes maneras podemos mostrar a las personas que tienen interés la congregación local y la organización internacional?
15 Pero ¿cómo puede el maestro mostrar estas cosas? He aquí algunas maneras que han dado buenos resultados: Lo más pronto posible, invite a otros miembros de la congregación para que lo acompañen al estudio, para que el estudiante comience a tener nuevas amistades cuanto antes. Es importante que él se dé cuenta pronto de que cualquier pérdida de amistades en el viejo sistema de cosas será compensada, por mucho, con nuevos conocidos de “toda la asociación de hermanos en el mundo” (1 Pedro 5:9; Mateo 19:27-29). Use cabalmente el folleto Los testigos de Jehová en el siglo veinte. Éste describe la organización internacional de los testigos de Jehová de nuestro día y contiene excelentes ilustraciones de una asamblea grande, un Salón del Reino típico, una reunión en progreso, la obra de predicar, y así por el estilo. Dará al estudiante una concepción visual del alcance de “toda la asociación de hermanos”. De igual manera, el capítulo 23 del libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra proporciona una descripción con ilustraciones a colores de la organización de Jehová del día actual.
16. a) Tan pronto como sea posible, ¿qué debemos hacer en el caso de las personas con quienes estudiamos la Biblia? ¿Qué razón bíblica hay para ello? b) ¿Cómo podemos beneficiarnos de la visita del superintendente de circuito o de distrito para ayudar a los que estudian la Biblia a llegar a formar parte del pueblo de Dios?
16 Además, recuerde que Pablo organizó reuniones en Éfeso casi tan pronto como hubo hallado a personas que manifestaron interés en la verdad (Hechos 19:9, 10). Dijo a la congregación de Corinto que cuando “cualquier incrédulo o persona común” entra en una reunión de congregación bien preparada, “los secretos de su corazón se hacen manifiestos, de modo que él caerá sobre su rostro y adorará a Dios, declarando: ‘Dios verdaderamente está entre ustedes’” (1 Corintios 14:24, 25). De igual manera, mientras más pronto el estudiante comience a asociarse con la congregación local, más pronto reconocerá dónde sí se halla la verdad. Por eso, los maestros cristianos invitan lo antes posible a sus estudiantes a asistir a las reuniones de congregación y a reuniones más grandes, como las asambleas. Si es necesario, hacen esfuerzos extraordinarios para visitar a la persona recién interesada y llevarla personalmente a las reuniones. Cuando la congregación con la que se asocian recibe la visita de algún ‘Tito’ o ‘Epafrodito’ del día moderno, el superintendente de circuito o de distrito, los maestros se aseguran de que el estudiante de la Biblia llegue a conocer a él y a su esposa, y quizás hasta invitan a dichos ministros visitantes a participar en el estudio bíblico que conducen con regularidad.
17. Por consiguiente, ¿cuál es una parte vital de nuestra obra de enseñar y hacer discípulos? (Mateo 28:19, 20.) ¿Cómo beneficia esto a las personas con quienes estudiamos?
17 La congregación mundial de Jehová, compuesta de los ungidos, es “columna y apoyo de la verdad” (1 Timoteo 3:15). Para que los recién interesados en la verdad se beneficien de este “apoyo”, tienen que unirse a las centenares de miles de personas mansas que están afluyendo en grandes cantidades para asociarse con estos ungidos (Zacarías 8:23). Hoy día estas personas mansas componen una hermandad internacional de más de dos millones y medio de personas, y el aceptar la verdad incluye el asociarse con esa hermandad internacional. Cuando los recién interesados llegan a formar parte de ella, disfrutan de todo el apoyo y la protección que ésta ofrece. Se deleitan en el amor fraternal que les brindan sus compañeros cristianos, y tienen la oportunidad de corresponder a dicho amor (Hebreos 13:1). Esto significa, también, que llegan a estar entre la incontable cantidad de personas que componen la muchedumbre internacional que sobrevivirá a la venidera grande tribulación para disfrutar de una eternidad de compañerismo feliz (Revelación 7:9-17). Por lo tanto, a medida que imparta conocimiento doctrinal a las personas con quienes usted estudia la Biblia, no olvide dirigirlas a “toda la asociación de hermanos” y enseñarles que la amen. (1 Pedro 2:17.)
¿Recuerda usted?
◻ ¿Qué hizo el apóstol Pablo con las personas recién interesadas de Éfeso y de Corinto?
◻ ¿Por qué les benefició tanto el que se hiciera aquello?
◻ Además de enseñarles doctrinas, debemos estar alerta para dirigir a las personas con quienes estudiamos la Biblia ¿a qué?
◻ ¿Cuáles son algunas maneras prácticas de hacerlo?
[Ilustraciones en las páginas 16, 17]
A los nuevos discípulos se les recibe afectuosamente en “toda la asociación de hermanos”