-
¿Base científica para descubrir agua con una vara?¡Despertad! 1979 | 8 de noviembre
-
-
en su valor nominal, tal parece que habría toda razón para hacer de la busca de agua y minerales con vara el tema de un serio esfuerzo de investigación. . . . si se mostrara que la solución de un misterio antiquísimo, a menudo relacionado con la clarividencia y lo oculto, fuera sencillamente una cuestión de análisis cabal, se obtendría una demostración oportuna del valor del método científico.”
Aun si se probara que hay reacciones a los cambios en el campo magnético, los cuales algunos atribuyen a la presencia de agua, esto no explica las reacciones extremas que sienten algunos individuos que afirman que el palo o vara da tirones tan fuertes que a veces se rompe por la violencia de la reacción. Y tampoco hay explicación a la afirmación que hacen algunas personas de que por medio de pasar la vara sobre el mapa de una zona pueden encontrar agua. En tales casos es posible que las fuerzas demoníacas sí estén funcionando. Los espíritus inicuos a veces se valen de las reacciones normales y las deforman completamente, o toman una verdad y la tuercen a tal extremo que ésta se convierte en un engaño craso.
-
-
El avestruz... la mayor ave de la Tierra¡Despertad! 1979 | 8 de noviembre
-
-
El avestruz... la mayor ave de la Tierra
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Sudáfrica
“¡ESCUCHE!” El resonante sonido repercutió de nuevo por la estepa.
“¿Es un león?”
“No, es un avestruz macho haciendo gala a su cónyuge.”
El granjero de la estepa africana y su amigo abandonaron el vehículo y avanzaron lenta y cuidadosamente. Pronto pudieron ver la pareja galante en un claro del bosque. ¡Qué aves tan grandes! El avestruz es por mucho el ave más grande de la Tierra. ¡Pero con qué garbo baila!
Danza de galanteo
Es fascinante observar el baile de galanteo del ave macho. Este sobresaliente despliegue coloca al avestruz entre los principales ejecutantes del reino de las aves y del reino animal. Por lo general durante la época de reproducción, el plumaje del macho adquiere sus más brillantes colores... negro en el cuerpo y las alas, con cañones blancos en las alas, plumas parduscas en la cola y un collar blanco alrededor de la piel del pescuezo. El plumaje de la hembra es de un color gris claro y la piel es de un color gris oscuro. En la época de reproducción la piel del macho maduro es de color plomizo azulado, escarlata brillante sobre el pico, la frente y los ojos, así como en el frente de las patas y pezuñas.
El macho comienza su danza con unos movimientos espectaculares de “vals” haciendo círculos elegantes, y como si bailara en puntillas, con las alas elevadas, desplegando su hermoso plumaje. Suavemente se acerca a su compañera, cayendo ante ella sobre las rodillas, o ancas. Pacientemente, la corteja con las alas levemente elevadas, moviéndose con un vaivén. Da topetazos con la cabeza alternando uno hacia el arco derecho y otro hacia el arco izquierdo de la espalda, produciendo así un ruido sordo.
Para mostrar aprecio la hembra entonces eleva las alas en una posición horizontal, aleteando las puntas suavemente. Hace esto casi tímidamente, manteniendo agachada la cabeza, a la vez que abre y cierra el pico como si estuviera masticando aire. Después de un rato, se agazapa para dejar que el macho efectúe el acto de apareamiento.
Un ave fascinante
No solo es fascinante el baile del avestruz, sino también lo es la propia apariencia del ave. Es la mayor de todas las aves, pues alcanza unos dos metros y medio de altura, tiene cabeza pequeña, ojos grandes y largas pestañas. Su globo ocular es muy grande, aproximadamente de cinco centímetros de diámetro. Las pestañas sirven para proteger los delicados ojos del polvo de las regiones áridas y de las tempestades de arena del desierto.
El avestruz tiene un pescuezo estrecho, pelado, de aproximadamente un metro de largo. Puesto que sus alas son pequeñas y su cuerpo es tan pesado, con un promedio de unos 109 kilos, el avestruz no puede volar. Sin embargo, aumenta el respeto por el ave a medida que uno observa sus musculosos muslos y fuertes patas. Estas le permiten correr a velocidades de 72 kilómetros por hora, más rápido que un caballo. No es sin buena razón, pues, que la Biblia dice que el avestruz “se ríe del caballo y de su jinete.”—Job 39:18.
El plumaje del avestruz es la atracción principal. Las hermosas plumas de sus alas y cola alcanzan hasta 76 centímetros de largo y 38 centímetros de ancho. Las honraron los antiguos egipcios, las llevaron los caballeros medievales y la realeza europea, y se usaron por siglos para adornar los jefes y guerreros africanos. Aun hoy día, las mujeres desde Hong Kong a Rio de Janeiro, así como los bailarines en el escenario, estiman mucho este plumaje elegante.
Cuando el instinto los impulsa a aparearse, el macho inmediatamente da atención a la edificación del “nido,” si es que se le puede llamar así. Es algo tosco. El macho elige un lugar en el cual se pueda ver bien en todo el derredor y frenéticamente afloja el terreno con sus poderosos pies. Entonces, cava con el pecho una depresión llana, ¡y ese es el nido!
¿Qué hay de sus modales?
Los avestruces tienen modales truculentos, especialmente en su hábitat natural. Los machos pelean unos con otros por la menor provocación, especialmente durante la época de reproducción. La fuerza de su coz es tremenda. Si los irrita alguien, y tienen la oportunidad, la pezuña del avestruz puede desgarrar el pecho y el estómago de un hombre de un solo tajo.
Cuando está en una disposición agresiva, el macho puede ser muy temerario. Considere este relato de un macho que vio un tren bajando por una colina a plena velocidad. Se puso en la vía ferroviaria y avanzó a luchar contra el enemigo. A medida que la locomotora se acercaba, tiró una coz. Pero, ¡ay! fue la última que tiró.
Aunque estas aves son tan belicosas, hay una cosa que hace que el avestruz se detenga al embestir... una rama espinosa. El temor a que sus ojos grandes y delicados sean arañados por los espinos largos y puntiagudos lo hacen detenerse y mantenerse a distancia. Los que crían avestruces a menudo usan ramas espinosas para controlar sus aves.
Cuando comienzan a poner huevos, el macho y la hembra (o hembras, pues a menudo es polígamo, especialmente en estado natural) se turnan para sentarse sobre los huevos. Las hembras, con su plumaje más opaco que se mezcla bien con el terreno circundante, toman la “tanda diurna.” Por otra parte, los machos, con su plumaje negro trabajan la “tanda de la noche.” ¡Qué excelente camuflaje ha provisto el Creador para estas aves!
Si aparecen enemigos, las aves adultas tienen una habilidad innata de fingir o la muerte o una lesión a fin de apartar al
-