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Carta de la SucursalMinisterio del Reino 1979 | enero
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Carta de la Sucursal
Estimados publicadores:
Nuestros hermanos están hablando todavía acerca de las Asambleas Internacionales “Fe Victoriosa.” Y, por supuesto, aún quedan por celebrarse muchas asambleas en las Américas Central y del Sur, África y el Pacífico del Sur. En las 68 asambleas celebradas hasta la fecha en los Estados Unidos continentales, el Canadá, las islas del Caribe, el Oriente y Europa, la asistencia máxima ha sido de 1.789.414 personas y se bautizaron 18.754 personas recién dedicadas.
Uno de los puntos sobresalientes de la asamblea en todas partes fue nuestra actividad en el servicio del campo el viernes por la mañana. Un hermano que asistió a la asamblea en Los Ángeles dijo: “Me alegré de participar en esta obra especial. ¿Qué mejor manera podría haber de mostrar nuestro amor e interés por nuestros semejantes?” Otro dijo: “Me sentí orgulloso de estar entre los miles que llevaban nuestras pequeñas bolsas amarillas. Eso en sí mismo fue un testimonio poderoso.” Y todavía otro dijo: “La gente aceptó el impreso explicativo de buena gana. Verdaderamente disfrutamos de la obra. Hagámoslo otra vez.”
Una señora había oído en la televisión que el viernes el pueblo de Jehová visitaría a las personas en sus hogares. Cuando un hermano la visitó, ella dijo: “No se supone que ustedes vengan hasta el viernes.” Cuando el hermano le aseguró que era viernes, ella dijo: “Oh, es verdad. Sí, con gusto tomaré la oferta.” Otra señora acababa de hablar por teléfono con una amiga que estaba al otro extremo de la ciudad acerca de las visitas de los Testigos cuando sonó el timbre de su puerta. Fue a la puerta con 25c en la mano, se sonrió con el hermano y dijo: “Les estaba esperando y con gusto quiero recibir mis ejemplares de las publicaciones.” En Seattle, Washington, en las noticias de la noche
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Alivio de la tensiónMinisterio del Reino 1979 | enero
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Alivio de la tensión
1 Es un hecho aceptado el que las presiones de la vida aumentan cada día. Y es evidente que necesitamos alivio de estas presiones. ¡Qué Padre maravilloso tenemos, que provee alivio aún ahora para aquellos que lo aman, a la misma vez que provee dirección para toda la humanidad de modo que ellos también puedan disfrutar de alivio de las presiones de un sistema de cosas corrupto y de la imperfección humana, si es que desean aceptarlo! Nuestro aprecio por lo que Dios ha hecho por nosotros, y nuestro amor al prójimo, hará que hablemos desde el corazón y nos esforcemos por ayudarlos.—Mat. 22:37-39.
¿CÓMO LO HAREMOS?
2 Al cumplir con nuestra comisión de predicar las buenas nuevas es bueno ser adaptables. Ya que la tensión es algo que se experimenta comúnmente, el conversar con otros sobre este tema muestra entendimiento y compasión. Debido a que el tema es sobre algo que les afecta, muchos pudieran sentirse inclinados a expresarse.
3 Sugerimos que al hablar con las personas traten de animarlos a participar en la conversación siempre que sea posible. Usted hallará muchas oportunidades para hacerlo. Por ejemplo, usted pudiera preguntar: “¿Cree usted que es posible que la gente halle alivio de la tensión?” Escuche su opinión. Muestre entendimiento por sus sentimientos. Puede que anteriormente usted mismo se haya sentido de la misma manera.
4 Al conversar usted podría preguntarle al amo de casa sobre las cosas que él considera que causan tensión en la gente de su vecindario. Entonces, ¿por qué no preguntarle si él considera que la Biblia podría ayudar? De nuevo escuche su opinión. Solo cuando usted conozca su manera de pensar estará en posición de poder ayudarle. También le animamos a que si es posible explique el arreglo de estudios bíblicos de casa.
5 Busque oportunidades para mostrar nuestro método de estudiar la Biblia. Usted pudiera escoger usar el número actual de la revista La Atalaya al ofrecer la suscripción durante este mes, o el libro La verdad, y comenzar en el capítulo 12, pues ese capítulo muestra cómo la gobernación del Reino proveerá alivio de los problemas a los cuales nos enfrentamos, como la delincuencia, escaseces de alimento, contaminación del ambiente, corrupción en el gobierno, como también la enfermedad y la muerte. (Si desea, puede usar cualquier otro capítulo del libro.) Demuestre el estudio usando la Biblia misma o cualquier publicación que desee. Si alguien muestra interés y usted considera que necesita la ayuda de otro publicador para atenderlo o para comenzar un estudio, no titubee en pedir su ayuda.
6 Durante enero, ¿le sería posible participar en la obra a un grado mayor que lo normal? Participen en la obra como familia siempre que sea posible, y a medida que lo hagan, tengan en mente el esforzarse por comenzar estudios con otras familias. Les animamos a que también incluyan a los nuevos en sus planes para el servicio tan a menudo como sea posible. Tome la iniciativa en invitarlos a participar en la obra con usted. Si ellos quieren hacer solo una presentación breve, anímenles a hacerlo. Si usted puede ayudar a otros a participar en el servicio este mes, sería algo maravilloso. Y mientras estamos ocupados en la obra de Jehová, recuerde que es su voluntad que estemos ‘felices al hacerlo.’—Sant. 1:25.
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¿Lo ha puesto usted en práctica?Ministerio del Reino 1979 | enero
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¿Lo ha puesto usted en práctica?
1 ¿Ha tratado de poner en práctica algunas de las sugerencias que se hicieron en Nuestro Servicio del Reino hace unos meses?
2 ¿Recuerda el artículo que preguntó: “¿A cuántas personas le pasa usted por el lado durante el día? . . . ¿Se ha preguntado alguna vez cuántas de éstas personas habrán escuchado las buenas nuevas por medio de uno de nuestros hermanos? ¿Y cuántas no las habrán escuchado?” ¿Qué estamos haciendo para ayudar a estas personas? Para ilustrar una posibilidad, cuando usted va de casa en casa —y encontramos que hay tantos que no están en casa en estos días— ¿trata de hablar con los que están haciendo cosas fuera de la casa y los que están pasando? Esta fue una de las sugerencias que se hicieron. ¿La ha puesto en práctica usted?
3 El artículo hizo la pregunta: “¿Cuántas personas hay en su territorio que nunca han tenido la oportunidad de oír las buenas nuevas? Eche una mirada a las personas que pasan por su lado cuando está fuera de la casa. Algunas de ellas están paradas y esperando. Algunas están sentadas en un banco o en el automóvil. Algunas están caminando y mirando. ¿Puede usted abordarlas?” ¿Ha puesto esto en práctica?
4 Una hermana escribió a la Sociedad y dijo: “Después de leer el artículo ‘¿A cuántos puede usted llevar el mensaje?’ en el número de febrero de 1978 de Nuestro Servicio del Reino, otros cuatro precursores y yo tratamos las sugerencias que se dieron en el artículo. Abordamos a personas en la calle y entablamos conversaciones con ellas acerca de una mejor gobernación. Tuvimos buenas conversaciones una tras otra. Solo en poco más de una hora cinco de nosotros colocamos 27 libros. Una muchacha hasta vino a nosotros pidiéndonos los libros. Disfrutamos cabalmente de la entera experiencia. Ya que ninguno de nosotros había hecho algo como esto anteriormente, damos gracias a Jehová por habernos ayudado a vencer nuestra nerviosidad inicial. Pueden estar seguros de que pensamos hacer esto otra vez.”
5 Otro escribió y dijo: “Abordamos a personas que no parecían tener prisa. Generalmente, las conversaciones
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