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La necesidad de que la mujer cristiana se cubra la cabeza—¿cuándo?La Atalaya 1964 | 1 de septiembre
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esposa acepte la verdad y llegue a ser testigo de Jehová pero su esposo no, y no obstante él continúe conduciendo a la familia en oración a la hora de comer. Si es una persona de disposición apropiada y él mismo está progresando hacia la dedicación podría expresar con sinceridad una oración apropiada en armonía con la verdad de la Palabra de Dios a la cual la mujer dedicada pueda decir “Amén” concienzudamente. El hombre todavía es cabeza de la casa y debería esperarse apropiadamente que condujera a su familia en adoración. Sin embargo, si no manifiesta interés en la palabra de Dios o si retiene creencias religiosas que no están en armonía con la Biblia y que se reflejan en sus oraciones, la esposa iluminada no podría decir “Amén” a éstas. Mientras él ora ella podría hacer una oración en silencio a favor de ella misma y de los hijos, con la seguridad de que Jehová oirá su petición.
12. (a) ¿En qué circunstancias el tomarse de la mano alrededor de la mesa durante la oración no sería correcto para los cristianos? (b) ¿Por qué no es éste un punto de vista extremado de las cosas?
12 El tomarse de la mano mientras se hace oración es una práctica regular para algunas familias, pero puesto que esto denota unidad en la oración no sería conveniente que un cristiano participara en esto cuando el que hace la oración es una persona no dedicada cuyos pensamientos no estuviesen dirigidos hacia la adoración verdadera de Jehová Dios. De modo que esto es algo que ha de vigilarse cuando se recibe una invitación para una comida por personas que no están en la verdad cuando usted sabe que ésta es la costumbre de la familia. Entre otras cosas, usted no sabe lo que pudiera decirse en la oración y así como usted no podría decir “Amén” a ella, así usted no querría mostrar consentimiento con la oración por medio de tomarse de la mano con ellos alrededor de la mesa. Pero, algunos quizás pregunten: ¿No es esto llevar las cosas hasta la exageración? No, de ninguna manera. La oración es asunto de adoración, algo que no ha de tratarse a la ligera, sino algo que tiene que ser santo y en armonía con la voluntad de Jehová. Para mantener una buena conciencia el cristiano dedicado ni siquiera querrá aparentar el participar en alguna adoración que no sea la adoración verdadera de Jehová Dios.—1 Cor. 10:20, 21; 2 Cor. 6:14-18.
13. (a) ¿Qué debería hacerse cuando un esposo expulsado hace oración al estar a la mesa? (b) ¿Si pide que su esposa dedicada ore por la familia? (c) ¿Cómo afecta esto a la cuestión de cubrirse la cabeza?
13 Surge una situación difícil cuando el esposo ha sido expulsado de la congregación cristiana y todavía se encuentra en condición de expulsado. Aunque la esposa todavía está sujeta a él como su esposo, no obstante, en armonía con las Escrituras, no puede tener compañerismo espiritual con él. (Rom. 16:17) ¿Cómo pudiera afectar esto al asunto de orar a la hora de las comidas? Si él insistiera en orar a la mesa, la esposa no podría reconocer su oración de ninguna manera, ya sea por un “Amén” silencioso o audible. Ella puede hacer su propia oración silenciosamente a Jehová mientras él ora o después conforme ella crea conveniente. Si el esposo expulsado pidiera a su esposa que orara por la familia en su presencia, ella tendría que rehusar. Sin embargo, ella podría orar silenciosamente por ella misma y por los hijos aunque él estuviera presente, pero no porque él se lo mande. Por esto se puede ver que la cuestión de tener que cubrirse la cabeza jamás ocurriría en este caso, puesto que no habría ocasión alguna en que la esposa desempeñara alguna función de enseñar u orar audiblemente en presencia de su cónyuge expulsado.
CONDUCTA PARA CON ESPOSO NO CREYENTE
14. (a) Aunque tenga que cubrirse la cabeza a veces, ¿qué tendrá presente particularmente la esposa cristiana en cuanto a mantener su atractivo a los ojos de Jehová? (b) ¿Qué hay donde la conducta del esposo no está en armonía con los principios buenos?
14 La ministra fiel que es esposa de un hombre que no está en la verdad, es decir, un hombre no dedicado, una circunstancia que tal vez haga necesario que ella se cubra la cabeza a veces en presencia de él, se interesará en que su conducta esté en armonía con esta señal exterior de sujeción. Su atractivo a los ojos de Jehová no depende solo de una exhibición formal de sujeción por medio de cubrirse la cabeza, sino que depende de que ella mantenga modestamente su posición como esposa, teniendo siempre “profundo respeto a su esposo.” (Efe. 5:24, 33) Pero, quizás usted pregunte, ¿cómo puede una mujer tener profundo respeto a un esposo que adopta un derrotero de odio a la verdad y a la adoración de Jehová por su esposa? Ciertamente no se pueden respetar los puntos de vista de un hombre cuando éstos están contra Dios, o sus palabras cuando éstas son blasfemas y quizás hasta inmundas. No obstante, aun en tales circunstancias, por respetar el puesto de jefatura que un esposo debería estar llenando, es posible que la persona se comporte de manera que evite alguna rebelión contra el arreglo de Jehová. Entre otras cosas, una mujer debería evitar el hablar con desdoro de su esposo, sin importar cuán malo sea, cuando ella está con otras personas.
15. ¿Qué ejemplo tienen las mujeres dedicadas en cuanto a sufrir bajo el mal?
15 Para la mujer que se encuentra en la situación de estar casada con un hombre con quien es difícil llevarse bien y que quizás hasta sea áspero en su conducta, hay consuelo en el ejemplo de Jesús. Observe las palabras de apertura del capítulo 3 de Primera de Pedro: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos.” ¿De qué manera? Entre otras cosas, Pedro acaba de considerar el caso de los sirvientes cristianos de casa que sufrían injustamente por copiar a Jesús, que nos dejó un dechado de cómo comportarnos bajo sufrimiento inmerecido. Pedro escribe acerca de él: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia.” Por eso, las esposas que tienen que aguantar trato injusto pueden hacerlo como a aquellos sirvientes cristianos de casa se les dijo que hicieran y como Jesús lo hizo, encomendándose a Jehová, que al debido tiempo recompensará su conducta fiel.—1 Ped. 2:18-23.
16. (a) ¿Qué clase de sujeción por cristianos considera Pedro, y con qué consejo provechoso? (b) Aunque estando sujeta en un sentido relativo a su esposo, ¿qué dos cosas tiene que tomar en consideración la esposa cristiana, con qué determinación?
16 Pero la sujeción de los sirvientes de casa a los dueños quizás incluya a veces “a los que son difíciles de agradar.” Entonces él dice: “Porque si alguno, por motivo de su conciencia para con Dios, soporta cosas penosas y sufre injustamente, esto es algo que agrada. Pues, ¿qué mérito hay en ello si, cuando ustedes están pecando y son abofeteados, lo aguantan? Pero si, cuando ustedes están haciendo lo bueno y sufren, lo aguantan, esto es algo que agrada a Dios.” (1 Ped. 2:18-20) Así como en el caso de los sirvientes de casa sucede en el caso de la esposa, su sujeción es relativa, puesto que la voluntad de Dios y la conciencia tienen que tomarse en consideración. Por eso, si el esposo de ella resultara difícil de agradar, hasta el grado de oposición declarada a la posición de ella como cristiana dedicada, no obstante la ministra fiel siempre se adherirá firmemente a la dedicación que hizo para hacer la voluntad de Jehová. Al mismo tiempo se esforzará fielmente por adherirse a su relación con su esposo como Jehová lo ha arreglado, aunque esto a veces resulte muy difícil.
17. ¿Por qué conducta puede ser ganado a la verdad un esposo no creyente?
17 Afortunadamente, no todos los esposos son tan malos. Pero muy a menudo sucede que el esposo simplemente parece no tener interés en la verdad y no muestra deseo de esforzarse por asociarse con la sociedad del nuevo mundo. ¿Qué hay entonces? ¿Recuerda lo que leímos antes, de 1 Pedro 3:1, 2? “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.” Sí, la única cosa que pudiera ganar a tales esposos a la verdad es la conducta de sus esposas: fiel sujeción de esposas junto con profundo respeto.—1 Cor. 7:16.
18. ¿Qué mantiene la esposa cristiana por su fidelidad en sujeción de esposa, y para quién es esto una bendición especial?
18 Debido a tal fidelidad la esposa cristiana a todo tiempo mantiene su atractivo espiritual ante Jehová y ante la congregación cristiana. El varón dedicado casado con tal esposa debería apreciar sumamente tal bendición, porque ella verdaderamente es una gloria para él. Si su esposo todavía no ha aceptado la verdad la esposa cristiana mantendrá casta su conducta con profundo respeto, porque quizás esto le abra los ojos a él para que vea qué excelente esposa tiene y esto lo lleve a aceptar la verdad. ¡Qué maravillosa bendición resultará ser eso para él y para ella!
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El cubrirse ella la cabeza y sus actividades de congregaciónLa Atalaya 1964 | 1 de septiembre
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El cubrirse ella la cabeza y sus actividades de congregación
1, 2. ¿De qué maneras puede el cubrirse la cabeza realzar el atractivo de la mujer cristiana, y qué asuntos que tienen que ver con cubrirse la cabeza se considerarán ahora?
UNA bien escogida cubierta para la cabeza puede lograr mucho para realzar la belleza y atractivo naturales de una mujer. Cuando se usa como señal de sujeción cristiana, ésta realza su atractivo espiritual, que es más valioso. Aunque con este último propósito la mujer cristiana no querría cubrirse la cabeza con alguna “creación” frívola y llamativa, no obstante, no hay razón por la que la cubierta de la cabeza no contribuya al mismo tiempo a su apariencia exterior de manera modesta y decorosa.
2 En el artículo anterior (párrafo 3) se mencionaron tres situaciones básicas que requerirían el que una mujer se cubriera la cabeza como señal de sujeción cristiana. La primera de éstas se ha considerado plenamente, de modo que ahora podemos considerar las otras dos. Estas tienen que ver con las actividades de la mujer en relación con la congregación.
3. (a) ¿Tiene que cubrirse la cabeza una hermana cuando hace la obra de casa en casa acompañada por un hermano, y por qué no? (b) Pero, ¿qué más es necesario tener presente?
3 Primero, pudiéramos considerar el asunto desde el punto de vista del ministerio en el campo de los testigos de Jehová: de casa en casa, volviendo a visitar y conduciendo estudios bíblicos de casa. Por ejemplo, ¿sería necesario que una mujer se cubriera la cabeza mientras se encuentra en el ministerio de casa en casa si la acompañara un ministro dedicado varón, y cuando ella da un sermón? No, no parece haber razón bíblica alguna que requiriera esto. Es parte de su asignación de predicar las buenas nuevas. (Mat. 24:14) Ella no está usurpando la posición de un hermano. El solo la está acompañando, quizás como siervo de circuito o como el superintendente de la congregación local, para ayudarla en el ministerio, no para que ella le enseñe. Lo mismo aplicaría al ministerio de revisitas. Sin embargo, tengamos presente el asunto de la conciencia. Quizás algunas hermanas crean que deberían cubrirse la cabeza en estas circunstancias, y ciertamente no hay objeción a que lo hagan, si ésta es la manera que dirige su conciencia.
4. (a) ¿Puede hacer oración una hermana en presencia de un hermano dedicado? (b) ¿Por qué debería cubrirse la cabeza la hermana que conduce un estudio bíblico estando presente un hermano dedicado?
4 Sin embargo, cuando se trata de la obra
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