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La Biblia sobrevive a obstáculos naturales¡Despertad! 1980 | 22 de abril
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primeros siglos de nuestra era común el mensaje que la Biblia contiene estaba muy vivo y ciertamente estaba “obrando” en el corazón de muchos adoradores. Pero aquel cuadro sereno no duraría por mucho tiempo, como veremos.
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La Biblia... víctima de ataque salvaje¡Despertad! 1980 | 22 de abril
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La Biblia... víctima de ataque salvaje
¿CÓMO se puede destruir un libro? De varias maneras. Para ilustrarlo, considere cómo se podría arruinar un vaso de agua pura. Uno podría (1) tomar una piedra y hacer añicos el vaso o (2) sencillamente añadir alguna suciedad u otra inmundicia al agua, y de ese modo cambiar el contenido del agua.
Un violento ataque por dos flancos, de naturaleza semejante al que se explica arriba, amenazó con dar un golpe mortal a la Biblia. No solo hubo ataques feroces contra el libro, sino que también se hicieron esfuerzos por alterar el contenido del libro, a fin de cambiar su mensaje. Si uno de esos dos esfuerzos hubiera tenido éxito, hubiera inutilizado el libro y probado que Dios no puede preservar su propia Palabra.
Pero, ¿por qué?
Quizás a usted le parezca muy extraño que haya habido una oposición tan intensa en contra de la Biblia. Puesto que ésta enseña una moralidad elevada y amor, ¿por qué debería alguien querer destruirla? Además, a menudo las personas que lanzaron los ataques más feroces contra la Biblia afirmaban que la apreciaban mucho. Es casi como si algún poder, más alto que la humanidad, hubiera estado manipulando los asuntos.
Eso es precisamente lo que la Biblia muestra. La Biblia identifica a una criatura inicua de la región de los espíritus como aquel que no repara en nada en su esfuerzo por impedir que la Palabra de Dios llegue a los corazones que muestran aprecio por esa Palabra. Sin duda este opositor de Dios, a saber, Satanás el Diablo, fue la mente que dirigió el entero proyecto de suprimir la Biblia.—2 Cor. 4:4.
Por supuesto, es posible que algunos lectores pongan reparos a tal conclusión. Pero, ¿qué otra cosa podría explicar la lucha en que se persistió por siglos para impedir que el hombre común usara la Biblia e hiciera de ella una fuerza viva en su vida, o para desanimarlo en cuanto a hacer estas cosas? Ningún otro libro de la historia ha sido sujeto a ataques tan prolongados y violentos.
Ataque brutal en el Imperio Romano
Aunque Roma había perseguido a los cristianos durante muchos años, la primera acometida contra los escritos sagrados de los cristianos vino en el año 303 E.C. En ese entonces el emperador Diocleciano decretó que se entregaran todos los libros cristianos para ser quemados. ¡Negarse a obedecer resultaría en muerte! Es un hecho lamentable que montones de preciados manuscritos bíblicos hayan sido quemados en las calles. Sin embargo, algunas personas, como Félix de Thiabara (África), rehusaron entregar las Escrituras. Él dijo: ‘Prefiero que me quemen a mí a que quemen las divinas Escrituras.’ Pagó con la vida.
Por casi más de una década se dio rienda suelta a este ataque violento contra la Biblia. Sin embargo, a pesar de haber usado todo su poderío en el empeño, el Imperio Romano no pudo destruir este libro. Se guardaron copias cuidadosamente hasta que la persecución cesó. Pero esto sencillamente fue una vista por anticipado de lo que habría de venir.
Un libro vivo entre los primeros cristianos
Los primeros cristianos mantuvieron la Biblia viva por medio de usarla extensamente en sus reuniones religiosas y en sus hogares. A ciertos judíos que más tarde llegaron a ser cristianos se les encomió por ‘examinar con cuidado las Escrituras diariamente.’ Hasta en el siglo segundo, Ireneo recomendó a todos los cristianos que ‘leyeran diligentemente las Escrituras.’ Y Clemente de Alejandría aconsejó a todos los cristianos que tuvieran “lecturas de las Escrituras antes de las comidas.”—Hech. 17:11; 1 Tim. 4:13; 2 Tim. 3:15.
Se exhortaba a todos a obtener sus propios ejemplares. Los cristianos más acaudalados hasta regalaban las Escrituras a otras personas, como hizo cierto Pánfilo, del cual Eusebio relata lo siguiente:
“Además, siempre estaba listo para distribuir a otras personas ejemplares de las Sagradas Escrituras no solo para que los leyeran, sino hasta para que se quedaran con ellos. No solo a hombres, sino hasta a las mujeres en las que hallaba interés en leerlas. Así, preparó muchos ejemplares a fin de poderlos obsequiar.”
No obstante, con el tiempo hubo un desenvolvimiento que afectó adversamente la influencia que la Biblia ejercía en la vida de las personas que afirmaban tener fe en ella.
La apostasía religiosa casi destruye la Biblia
El apóstol Pablo predijo un alejarse del cristianismo verdadero, una “apostasía,” y la formación de un “hombre de desafuero,” un grupo religioso que se exaltaría a sí mismo en gran manera. (2 Tes. 2:3, 4) Mostró que ese “hombre de desafuero” se desarrollaría de entre algunos ancianos o superintendentes (“obispos,” Valera) que ‘se levantarían y hablarían cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.’—Hech. 20:28-30.
Conforme a la profecía, después de la muerte de los apóstoles fieles de Jesús se puso de manifiesto “la mala hierba,” los cristianos falsos,
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