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Un lenguaje para todos los pueblosLa Atalaya 1974 | 15 de enero
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fiel y discreto” que tenemos el entendimiento de los propósitos de Jehová, que podemos compartir con otros.—Mat. 24:45-47.
20. ¿Qué se incluye en hablar el “lenguaje puro”?
20 Este aprecio realzado por la Palabra de Jehová y nuestra relación con él nos mueve a ‘refugiarnos en el nombre de Jehová.’ Efectúa un cambio en nuestra esperanza para el futuro, de modo que ahora ciframos nuestra confianza en el reino de justicia de Jehová en vez de en las cosas de este mundo. Nos mueve a compartir esta maravillosa perspectiva con otros. Aprendemos que los que hablan el “lenguaje puro” también tienen que obrar en armonía con él. Estos individuos “no harán injusticia, ni hablarán mentira, ni se hallará en su boca una lengua mañosa.” (Sof. 3:12, 13) ¡Qué gozo da saber que más de un millón setecientos mil personas ya han aprendido este “lenguaje puro” y poder participar con ellas en enseñarlo a otros! Solo este conocimiento exacto de la verdad como Jehová la está revelando por medio de su organización hoy día puede unir a hombres de toda nacionalidad y lenguaje para trabajar hombro a hombro “por la fe de las buenas nuevas.”—Fili. 1:27, 28.
OPOSICIÓN AL LENGUAJE PURO
21. ¿Cómo reaccionaron los discípulos de Jesús a los esfuerzos que se hicieron por detener su ministerio?
21 Puesto que Jesús encontró oposición de parte de los opositores de la verdad, se puede esperar que les pase lo mismo a los que actualmente siguen su derrotero. (Juan 15:20) ¿Cuál será nuestra reacción? Recuerde que aunque Pedro y Juan fueron encarcelados por declarar las buenas nuevas de venideros “tiempos de refrigerio” de parte de Jehová, no se atemorizaron ni cesaron, sino que continuaron al mismo día siguiente dando un testimonio denodado a los gobernantes religiosos de la gente. Aun después que les mandaron estrictamente que no dijeran nada más, ellos declararon: “No podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído.” De hecho, oraron que Jehová les diera fuerzas ‘para seguir hablando su palabra con todo denuedo.’—Hech. 3:11, 19; 4:20, 29.
22, 23. ¿Cómo han sido vencidos en Gabón y Camerún los esfuerzos que se han hecho por detener la predicación de las buenas nuevas?
22 También en tiempos modernos se han hecho esfuerzos por detener la predicación de las buenas nuevas. Dice un informe de Gabón en África Occidental: “Aunque las condiciones todavía son muy difíciles, los hermanos no están desanimados. Están aprendiendo a vivir con las nuevas circunstancias. Un superintendente explica: ‘El poder de Jehová se ha manifestado y él nos fortalece durante nuestras persecuciones. El temor que teníamos al principio de la proscripción se ha transformado en valor, y la temeridad en prudencia. De una condición debilitada hemos llegado a ser fuertes y nuestra condición improductiva ha cambiado a una condición fructífera. En nuestra congregación ya hemos visto la adición de diez publicadores nuevos en seis meses, y en menos de un año hemos bautizado a catorce personas. La obediencia a Jehová ha resultado en su bendición.’”
23 En el país vecino de Camerún, la policía aprehendió a once hermanos en sus hogares y se los llevó a la cárcel. ¡Ni siquiera habían estado celebrando una reunión o dando testimonio a otros cuando fueron arrestados! Durante tres semanas fueron detenidos en una celda pequeña donde el calor casi era insoportable. Pero se dieron cuenta de que éste era un campo que no había sido tocado con la predicación. De modo que todo el día daban testimonio; a medida que salían los presos y otros los reemplazaban, seguían predicando a diferentes personas, de manera muy semejante a cuando estaban libres para ir de casa en casa. Según el último informe un hermano todavía no había sido puesto en libertad simplemente porque hallaron literatura bíblica en su casa. Pero los diez que fueron puestos en libertad salieron de la prisión regocijándose por el privilegio de habérseles confiado las buenas nuevas acerca del reino de Dios y haber tenido la oportunidad de hablar acerca de ellas a otros.—1 Tes. 2:1-4.
24. ¿Qué efecto ha tenido el “lenguaje puro” sobre el pueblo de Jehová, y qué esperan con deleite?
24 Sea que estemos bajo oposición o no, la cosa importante para cada uno de nosotros es usar nuestro don del lenguaje para agradar a nuestro Creador. Habiendo aprendido acerca de los maravillosos propósitos de Jehová, tenemos el privilegio de llevar este mensaje de esperanza y vida a otros. Sea que hayamos recibido buena educación o no, Jehová puede fortalecernos para compartir sus propósitos con los que aman lo que es correcto. A pesar de los muchos lenguajes que hablan los siervos de Jehová a través del mundo, no obstante todos están unidos por el “lenguaje puro” de la verdad bíblica. Si estamos verdaderamente agradecidos por este don del lenguaje, entonces querremos usarlo para alabanza de Jehová. Si hacemos esto ahora, entonces podemos esperar con deleite ver el tiempo durante el gobierno del reino de Cristo cuando ‘toda lengua reconocerá abiertamente que Jesús es Señor para la gloria de Dios el Padre.’ (Fili. 2:11) Parece razonable concluir que en ese tiempo toda la humanidad fiel no solo estará unida por los vínculos de la adoración pura, sino también por la bendición adicional de un mismo lenguaje para todos los pueblos, que entiendan todos, hecho posible por el gobierno del reino celestial del magnífico Creador del lenguaje, Jehová.
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Equipados para hablar palabras deleitables de verdadLa Atalaya 1974 | 15 de enero
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Equipados para hablar palabras deleitables de verdad
1, 2. (a) Después de su resurrección, ¿qué mandato dio Jesús a sus discípulos cuando los encontró en Galilea? (b) ¿Por qué tuvieron motivo para asombrarse, pero qué seguridad les dio Jesús?
CUANDO Jesús fue resucitado de entre los muertos y después se apareció a sus once discípulos en una montaña de Galilea, como había prometido, mostró que realmente era el vocero de la verdad de Jehová. ¿Qué palabras de estímulo e instrucción tendría? Les declaró: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra.” Esta autoridad sobre la Tierra incluiría algo muy querido a su corazón, la continuación de la actividad de predicar que había instituido. Procedió a mandar a los discípulos: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.”—Mat. 28:16-20; Juan 2:19-21.
2 ¡Qué sorprendente mandato! ¡Imagínese decir a un grupito de once discípulos que fuera y predicara a gente de todas las naciones, enseñándoles y bautizándolos! Como ilustración: hoy existen 149 idiomas que son la lengua, cada uno, de un millón o más personas y 16 idiomas que son la lengua, cada uno, de 50 millones o más personas. ¡Qué tarea sería para este grupito solo aprender esos muchos lenguajes o enseñar exactamente el camino de la vida a los millones que vivían en aquel entonces! Deben haberse sorprendido por el alcance de estas instrucciones. Es verdad, Jesús dijo que estaría con ellos, pero ¿cómo podría efectuarse tan inmenso trabajo?
3. ¿Cómo ayudó el derramamiento del espíritu santo en el Pentecostés en el esparcimiento de la verdad?
3 Solo fue diez días después de la ascensión
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