Persecución religiosa arde en la República Árabe Unida
EL Daily Telegraph de Londres del 14 de abril de 1967, informó: “Veintenas de Testigos de Jehová han sido aprehendidos y están siendo detenidos en la cárcel esperando juicio o deportación, se anunció en el Cairo hoy. Los arrestos se hicieron a petición del patriarcado cóptico. . . . Un semanario del Cairo publicó una fotografía de 25 de los arrestados, entre ellos nueve niños, cuatro de los cuales tienen menos de tres años.”
Así, la persecución religiosa ardió otra vez en la primavera del año pasado en la República Árabe Unida (previamente llamada Egipto), y aún continúa. Hostigamiento incesante, pérdida de empleo, arrestos, confiscación de propiedad, golpizas salvajes, deportaciones, encarcelación en campos de concentración... esto es lo que familias cristianas sinceras han experimentado en este país durante el año pasado. Poderosas llamas de persecución se han encendido y continúan siendo alimentadas por maliciosa falsa representación.
¿QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES?
“Los arrestos se hicieron a petición del patriarcado cóptico,” informó el periódico de Londres. Sí, las iglesias de la cristiandad son particularmente responsables. Maliciosamente han presentado en falsos colores a los testigos de Jehová, y por largo tiempo han instado a que se adopte acción oficial en contra de ellos. Tan remotamente como el 17 de marzo de 1955 el Daily News de Nueva York informó: “Hoy los obispos católicos romanos y ortodoxos griegos instaron al gobierno egipcio a que clausurara la sucursal del Cairo de la Sociedad americana Watch Tower Bible and Tract sobre la base de que está esparciendo propaganda sionista.”
Por fin, el gobierno lo hizo, proscribiendo oficialmente a los testigos de Jehová en la República Árabe Unida el 2 de junio de 1960. ¿Y cómo respondieron a esto las iglesias? Note la respuesta que se dio en la revista semanal árabe Sabbah El-Kheir del 6 de abril de 1967:
“Se dio la opinión de la iglesia egipcia inmediatamente después del decreto de proscripción de los testigos de Jehová. Dice: ‘Felicitamos al ministro de asuntos sociales . . . y a los funcionarios gubernamentales que se mantuvieron alerta y suprimieron a esta Sociedad que es enemiga de la religión y que causa división y da apoyo al sionismo. Y esperamos que persigan al resto de esta Sociedad hasta sus hoyos y lugares secretos de reunión para exterminarlos para siempre.’”
A la semana siguiente la revista árabe Al-Mussawer entrevistó al sacerdote cóptico Ibrahim Gabra, que contribuyó a la proscripción de los testigos de Jehová hace ocho años. Explicó: “El Tribunal Superior de Apelaciones así como el Tribunal Supremo confirmaron el decreto de proscribir a esta Sociedad, basados en el informe que presenté a los individuos responsables en aquel tiempo.” Luego aseveró este sacerdote: Los testigos de Jehová “son agentes que el Imperialismo está utilizando en la defensa de Israel . . . y [ellos] glorifican la actividad del Dr. Chaim Weizmann, el primer presidente de Israel, y sus esfuerzos por poblar Palestina con judíos.”—14 de abril de 1967.
MALICIOSA Y FALSA REPRESENTACIÓN
¡Qué calumniosas falsedades! El alegar que los testigos de Jehová son agentes de potencias imperialistas que tratan de defender a Israel es absurdo. No existe la más leve evidencia de que sean sionistas, o de que estén trabajando de manera alguna para apoyar el sionismo. De hecho, los testigos de Jehová enseñan que los esfuerzos por establecer un estado político judío duradero en el Oriente Medio no están en armonía con el cumplimiento de la profecía bíblica.
Por ejemplo, allá en 1958 los testigos de Jehová patrocinaron la conferencia bíblica “Por qué el sionismo tiene que fracasar,” la cual se presentó extensivamente al público. Y un artículo que se publicó en La Atalaya del 15 de agosto de 1958, con ese mismo título, dijo: “El sionismo tiene que fracasar porque Jehová no tiene nada que ver con él . . . El sionismo es parte de este viejo mundo o sistema de cosas y por lo tanto le espera la destrucción junto con éste.”
También, justamente este año La Atalaya del 1 de enero comentó: “Es obvio en la actualidad que el Israel moderno ni confiesa a Jesucristo como Señor ni invoca el nombre de Jehová. No es un estado religioso, sino político. . . . es evidente que Dios ya no está tratando con los judíos como nación.”
¡Cuán claro, entonces, debe ser que los testigos de Jehová no apoyan el sionismo! ¡Y cuán claro, también, que los caudillos religiosos los han clasificado como sionistas con el propósito maligno de excitar a los funcionarios árabes en contra de ellos! Así, grandes dificultades fueron amontonadas sobre los testigos de Jehová debido a esta inicua tergiversación. La policía secreta los vigilaba con sumo cuidado. De vez en cuando a algunos se les arrestaba, se les detenía por unos cuantos días, se les golpeaba y se les ponía en libertad.
Pero luego, durante el otoño e invierno de 1966 a 1967, aumentaron notablemente las presiones. Tan solo en Alejandría, unos cuarenta Testigos fueron citados por los oficiales y se les advirtió que dejaran de reunirse para estudio bíblico y dejaran de hablar a otros acerca de las Escrituras. Si persistían, amenazaron los oficiales, serían arrestados y echados en un campo de concentración.
ARDE PERSECUCIÓN SEVERA
El 25 de marzo de 1967 quince personas se reunieron en una casa particular en el Cairo para celebrar el Memorial de la muerte de Jesucristo. Súbitamente cuatro policías secretos y un oficial del Departamento de Investigaciones del Cairo entraron y ordenaron que nadie se moviera de su asiento. Registraron la casa y confiscaron literatura bíblica. Entonces todos, salvo dos niñitos, fueron arrestados y llevados a la comisaría.
Durante todo esto los Testigos permanecieron en calma. Sabían que estaban haciendo lo correcto al reunirse en obediencia al mandato de Cristo de celebrar su muerte. (Luc. 22:19) Comentó Al-Mussawer del 14 de abril de 1967: “Las víctimas tienen una firmeza de nervios que sobrepasa toda descripción. Cuando los agentes de la lucha contra el sionismo invadieron su última reunión, la noche de la Pascua judía, ninguno de ellos tuvo miedo.”
En la comisaría los oficiales trataron de obtener información de los prisioneros en cuanto a cómo se prepara en mimeógrafo la literatura bíblica y se circula entre los Testigos. Cuando el orador del Memorial, Samir Yacoub Mikhail, rehusó revelar esta información, lo desvistieron, le taparon los ojos y la boca, le ataron los pies y las manos y le ordenaron que se echara sobre su vientre. Entonces lo golpearon inhumanamente con un cinturón de cuero. Se le dio este mismo tratamiento brutal a Nicola Jorge Barghout, de sesenta y cuatro años de edad, aunque padece del mal de Parkinson, que hace que su mano derecha tiemble incesantemente.
Por fin, mediante tales métodos, se obtuvieron los nombres de tres personas, que se creía que eran particularmente responsables de organizar la actividad de los testigos de Jehová. Se decidió arrestar también a estas personas. De modo que cuatro agentes fueron enviados a traerlas. Poco sospechaban estos agentes la sorpresa sacudidora que iban a recibir.
Explica el informe en Al-Mussawer: “A las cinco de la mañana, un auto de la policía salió para arrestar a otros testigos de Jehová, y en el cruce de las calles Elfi y Emad el Din un trolebús chocó con él.” El accidente sacudió tanto a aquellos hombres que no continuaron con sus planes de hacer los arrestos, aunque solo estaban a una manzana de la casa de dos de los Testigos. Evidentemente creyeron que este accidente quizás representaba la intervención divina en sus planes.
No obstante, los trece Testigos ya arrestados fueron detenidos por casi dos semanas. Durante este tiempo recibieron poco de comer y fueron encerrados en un cuarto pequeño sin camas ni ninguna comodidad normal. Después de trece días, nueve de ellos sucumbieron a las presiones y penalidades extremadas y firmaron un papel en el cual convinieron en dejar de asistir a las reuniones para estudio bíblico y hablar a otros acerca de las Escrituras. Estos fueron mujeres, jóvenes y personas recién interesadas. Fueron puestos en libertad, mientras los otros cuatro quedaron detenidos.
Estos cuatro fueron tratados sumamente mal. Repetidas veces fueron azotados; se les daba muy poca comida y no se permitía que nadie los viera. El 10 de mayo se celebró una audiencia en el tribunal, ¡pero los cuatro acusados ni siquiera asistieron! Parece que habían sido golpeados tan brutalmente que las autoridades no quisieron que se presentaran en el tribunal en tal condición física. Su abogado protestó vigorosamente, instando a que los trajeran o todo el proceso sería ilegal, pero de nada sirvió. Se fijó otra audiencia para el 21 de junio de 1967, pero nunca tuvo lugar. ¡Los acusados fueron echados en un campo de concentración!
ACRECIENTA LA PERSECUCIÓN
Mientras tanto, otros Testigos sufrían golpizas, arrestos y encarcelación. En el Cairo, Hanna Gad y su hermana fueron citados por la policía cierta mañana. Por tres horas él fue golpeado y maltratado severamente porque rehusó firmar una declaración diciendo que dejaría de ser testigo de Jehová. A la 1 p.m. fueron puestos en libertad para darles una última oportunidad para pensar el asunto. Esa noche fue arrestado de nuevo. Pero a pesar de que lo desnudaron y entonces lo golpearon casi continuamente por seis horas, no renunció a su fe.
En Alejandría, el 25 de abril por la noche, la policía invadió la casa del Dr. Amin Mikhail Fanous y su esposa, confiscando literatura bíblica y llevándolos a la comisaría. Esa misma noche Alphonse Michel Takla, su esposa y su hijo de dieciocho años también fueron arrestados. Ellos, también, fueron golpeados ferozmente, incluso una de las mujeres, porque rehusaron firmar una declaración diciendo que no se reunirían para estudio bíblico ni hablarían a otros acerca de las Escrituras. Al día siguiente todos fueron puestos en libertad.
Sin embargo, a la semana siguiente estos dos matrimonios fueron arrestados y enviados a la Penitenciaría de Hadara en Alejandría. Aquí detuvieron a los cuatro hasta el 16 de junio de 1967, cuando finalmente fueron puestas en libertad las mujeres, y los esposos fueron trasladados al campo de concentración fuera del Cairo. En este campo habían sido encerrados más de una veintena de Testigos.
Lo que precipitó el arresto y encierro de muchos Testigos fue el estallido de la guerra de los israelíes contra los árabes la primera semana de junio. En ese tiempo, se invadió una casa tras otra de los Testigos, y los hombres fueron arrestados y echados en el campo de concentración.
TRATAMIENTO CRUEL PRUEBA LA FE
Aquí en el campo los testigos de Jehová fueron tratados cruelmente. Una razón principal fue que rehusaron participar en dar los gritos patrióticos que ordenaban los oficiales del campo, como: “Viva el presidente Gamal Abdel Nasser.” “Viva la República Árabe Unida.” “Abajo Israel,” etc. Los Testigos mostraron con las Escrituras por qué ellos tenían que permanecer neutrales y no envolverse en asuntos políticos. Explicaron que el participar en tales gritos patrióticos sería una violación de su neutralidad cristiana.—Juan 17:16.
Así, la mismísima noche en que Amin Mikhail Fanous y Alphonse Michel Takla llegaron al campo, fueron malignamente golpeados por no pronunciar los gritos patrióticos cuando se les pidió que lo hicieran. Amin, un anciano, fue golpeado tan duramente en la cabeza que después no podía ver con claridad. Sin embargo, tal tratamiento brutal e inhumano a los Testigos llegó a ser un acontecimiento común.
Uno de los métodos de tormento era hacer que la víctima yaciera con la cara al suelo y levantara los pies. Entonces lo golpeaban en la espalda y los pies. En una ocasión esto se hizo tan despiadadamente que uno de los prisioneros que estaba de espectador se desmayó. El ver aquello fue más de lo que podía aguantar. Debido a ese tratamiento, hasta unos cuantos Testigos sucumbieron al temor, y consintieron en gritar los dichos patrióticos a fin de evitar las golpizas.
Sin embargo, los muchos Testigos que aguantaron fielmente probaron que con la confianza en Jehová era posible retener integridad a El aun bajo estas pruebas severas. Por ejemplo, el Testigo que sufrió la golpiza maligna que hizo que otro prisionero se desmayara explica de qué manera maravillosa fue fortalecido y consolado:
“Mientras yacía en el suelo recibiendo los golpes oraba a Jehová para que me ayudara a aguantar este tormento. Me alegré mucho porque Jehová, el Dios Todopoderoso, me ayudó. Después, mojé un pañuelo con agua y me lo puse en la espalda para absorber el calor. Después de tres días estuve en condiciones muy buenas, como si no me hubieran golpeado en los pies ni en la espalda. Esto se debió a la ayuda de Jehová y al cuidado que me dieron los hermanos.”
Otro Testigo, que regularmente visitaba las congregaciones como representante viajero antes de ser echado en el campo de concentración el 7 de junio, también declaró: “Sin importar la cantidad de insultos y golpizas que recibíamos, pasaban unos cuantos segundos y no sentíamos nada más, aunque continuaban las golpizas. Estábamos sintiendo que Jehová Dios siempre estaba con nosotros.”
Sí, Jehová verdaderamente resultó estar con sus siervos fieles; su nombre es indisputablemente como una torre fuerte a la cual pueden correr para protección. (Pro. 18:10) Cuando su pueblo en el campo de concentración cifró su confianza en él, dispuso la salida para que pudieran permanecer firmes. Aun el dolor severo de las golpizas se suavizó, haciendo posible que aguantaran tratamiento salvaje... para asombro de los oficiales del campo y otros prisioneros.
Por medio de esto se dio un verdadero testimonio a los centenares de prisioneros y oficiales del campo de concentración. Uno de ellos le dijo a un Testigo: “Me da gusto conocer a personas que me hacen recordar a los cristianos primitivos y que están dispuestas a aguantar toda persecución por causa de la fe. A mis hijos les enseñaré que en el campo de concentración hubo cristianos verdaderos en el sentido cabal de la palabra, y que éstos son testigos de Jehová.”
Los Testigos comprendieron a grado cabal que no fue por su propia fuerza que pudieron aguantar, sino que fue por la fuerza que proviene de Dios. Por lo tanto, no desatendieron un estudio de su Palabra, aunque les habían quitado sus Biblias cuando entraron en el campo. Uno de ellos explica cómo se las arreglaron para adquirir alimento espiritual dador de fortaleza:
“Cada mañana considerábamos un texto bíblico apropiado, escogiendo uno que fuera animador para los hermanos. También escogíamos dos capítulos de la Biblia sobre los cuales hablar. Entonces cada uno de nosotros sacaba de su memoria la información que podíamos recordar de estos capítulos. Cada noche, también, nos reuníamos para un discurso bíblico. Estas discusiones y discursos bíblicos diarios de veras resultaron fortalecedores para nosotros. También solíamos animarnos unos a otros con 1 Pedro 5:8, 9, para no fallar, sino continuar andando en el camino a la vida.”
Finalmente, el 14 de noviembre de 1967, después de más de cinco meses de encierro para la mayoría de ellos y aun más tiempo para algunos, los Testigos fueron puestos en libertad. Sin embargo, aun después de regresar a sus ciudades, algunos fueron sometidos a golpizas salvajes por oficiales locales debido a que rehusaron firmar una declaración diciendo que dejarían de servir como testigos de Jehová. Y hasta este día, aunque están fuera del campo de concentración, ellos y sus cotestigos constantemente son amenazados y hostigados por los oficiales.
¿SE PROHÍBE LA LIBERTAD DE CULTOS?
Naturalmente se asumiría de este relato de persecución religiosa que la Constitución de la República Árabe Unida prohíbe la libertad de cultos. ¡Pero no es así! Al contrario, observe estas excelentes garantías constitucionales:
Artículo 33: Los hogares poseen su santidad y no se puede entrar en ellos, salvo en los casos, y de la manera, que prescriba la ley.
Artículo 34: La libertad de creencia es absoluta. El Estado protege la libertad de la práctica de religión y credos de acuerdo con la costumbre con tal que ésta no viole el orden público ni esté en pugna con la moralidad.
Artículo 35: Se garantiza la libertad de opinión e investigación científica. Todo individuo tiene el derecho de expresar su opinión y de publicarla verbalmente o por escrito o por fotografía o por otro medio dentro de los límites de la ley.
Artículo 36: Se garantiza dentro de los límites de la ley la libertad de prensa, de imprimir y publicar.
Artículo 37: Los egipcios tienen el derecho de asamblea pacífica, sin portar armas y sin necesidad de notificar con anticipación.
También, la República Árabe Unida es miembro de las Naciones Unidas, y ha apoyado la Declaración Universal de Derechos Humanos, que sostiene el derecho de toda persona a la libertad de pensamiento, de conciencia, de palabra, de religión y de asamblea pacífica.
¿Verdaderamente apoya la República Árabe Unida estas garantías provistas por su propia Constitución y por la Declaración Universal de Derechos Humanos? ¿O son simplemente promesas de sonido agradable? ¿Se esforzarán el presidente Nasser y sus oficiales gubernamentales por defender los derechos constitucionales de las minorías religiosas? ¿O continuarán dejándose influir por las acusaciones obviamente falsas de ciertos caudillos religiosos de que los testigos de Jehová son sionistas y políticamente peligrosos?
LO QUE USTED PUEDE HACER
Si usted está consternado por la persecución religiosa dirigida contra los testigos de Jehová en la República Árabe Unida, usted puede informar al presidente Nasser y a otros oficiales prominentes lo que opina. A veces los que están en puestos de responsabilidad no están al tanto de la injusticia y brutalidad extremadas de algunos de sus subordinados. Usted también puede darles a saber acerca de la actividad de los testigos de Jehová en su propio país; que se lleva a cabo abiertamente y no constituye ninguna amenaza política. Tiene usted el privilegio de hablar a favor de aquellos de la República Árabe Unida que maliciosamente han sido presentados en falsos colores y cruelmente perseguidos debido a su fe religiosa. Dirija su súplica a:
Sr. Gamal Abdel Nasser
Presidente de la República Árabe Unida
El Cairo, R. A. U.
Sr. Hussein El Shaffei
Primer Vicepresidente de la República Árabe Unida
El Cairo, R. A. U.
Sr. Diaeddin Mohamed Daoud
Ministro de Asuntos Sociales
El Cairo, R. A. U.
Sr. Adbul Mohsen Abul Nur
Ministro de Administración Local
El Cairo, R. A. U.
Sr. Mahmoud Riad
Ministro de Relaciones Exteriores
Ministerio de Relaciones Exteriores
El Cairo, R. A. U.
Sr. Shaarawy Mohamed Gomaa
Ministro de la Gobernación
Ministerio de la Gobernación
El Cairo, R. A. U.
Sr. Mohamed Fayek
Ministro de Dirección Nacional
Ministerio de Dirección Nacional
El Cairo, R. A. U.
Sr. Mohamed Abu Nosseir
Ministro de Justicia
Ministerio de Justicia
El Cairo, R. A. U.
Dr. Sarwat Okasha
Ministro de Cultura
Ministerio de Cultura
El Cairo, R. A. U.