Hallando verdadera seguridad en Irlanda del Norte
EL PANORAMA desde las ventanas del hospital, localizado en una posición ventajosa en lo alto de Londonderry, ciudad al extremo noroeste de Irlanda del Norte, es hermoso. Pero el joven enfermero no tenía tiempo de contemplar las bellezas de la creación. Pensaba en otras cosas más espantosas. Había presenciado directamente los resultados del encono y la barbarie que caracterizan las disputas político/religiosas que plagan la provincia.
“Fue espantoso —dijo él— ver a jóvenes volar en pedazos. Como miembros de un equipo médico, no podíamos permitirnos el lujo de pensar en ellos ni como protestantes ni como católicos, sino únicamente como personas a quienes salvar. Aquello me hacía pensar continuamente: ‘¿Cuál es el motivo de todo esto? ¿Por qué permite Dios que ocurra esto?’.”
Legado del pasado
Al igual que el joven enfermero, la mayoría de la gente de Irlanda del Norte sabe, por las lecciones de historia que ha tomado en la escuela, que ése no es un problema reciente. Desde el siglo XII en adelante ha habido luchas religiosas y políticas entre los ingleses y los irlandeses.
Con el tiempo llegó a haber una concentración de protestantes en la parte norte del país. Finalmente, a principios de este siglo el país fue dividido. Ello tuvo por resultado la formación de la República de Irlanda, predominantemente católica, al sur y al oeste, y la provincia de Irlanda del Norte, mayormente protestante. La mayoría de las personas de esa provincia desean mantener los lazos estrechos que las unen al resto de las Islas Británicas.
Primeros promotores de verdadera seguridad
Charles Taze Russell, primer presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, visitó en cuatro ocasiones a Irlanda del Norte... en 1891, 1903, 1908 y 1911. En su última visita a la ciudad de Belfast se reunió con él una “clase”, o grupo, de unos 40 Estudiantes de la Biblia. La actividad de ellos dio fruto lentamente al principio, mayormente donde había una concentración de zonas protestantes. Al finalizar la II Guerra Mundial, en 1945, había 120 testigos de Jehová en Irlanda del Norte.
Entre los primeros trabajadores de tiempo completo estuvo una hermana esbelta y delicada. Durante los primeros días de la obra, algunas de las personas a quienes ella predicaba la amenazaban de modo violento. Por ejemplo, una señora la persiguió con una horca, y un señor, tras de llamarla Dalila, trató de tomarla por el cuello.
“En general, no ha sido tan malo”, explicó ella recientemente, antes de terminar su carrera terrestre. “Nos acostumbramos a que nos gritaran. Si una ora al Señor por protección, él se la da a una.” La gente se acostumbró a ver a esta fiel Testigo mientras viajaba en su bicicleta por toda Irlanda del Norte.
Otro de los primeros trabajadores nos habla de la ocasión en que a él y a su compañero los tomaron por protestantes mientras predicaban en una zona completamente católica. Llegaron a ser el blanco de una andanada de piedras y otros objetos arrojadizos. Al subir al automóvil, voltearon rápidamente y se dirigieron calle abajo, a la única salida que había, y trataron de buscar la manera de pasar por en medio de la chusma que se había reunido. Cuando el automóvil iba pasando, la chusma le destrozó el parabrisas y abolló el auto con barras de hierro. No obstante, aparte del susto que se llevaron, no sufrieron heridas de gravedad.
Debido a esos primeros ejemplos de resolución, ahora hay 778 personas que participan en la obra de ayudar a otras personas a ver la solución bíblica a la inseguridad, que ha causado mucha angustia en Irlanda del Norte. ¿Qué está sucediendo entre las 30 congregaciones y grupitos de testigos de Jehová de esa provincia?
Experiencias de la actualidad
En 1979 un joven maestro de historia, muy bien enterado de las tragedias ocurridas en el pasado, se encontró un ejemplar de La Atalaya en la casa de un amigo. Intrigado por lo que leyó, obtuvo más literatura. “Por ser un lector ávido, devoré ansiosamente la información —explicó él—, y llegó a impresionarme cada vez más cómo las cosas encajaban unas con otras, y, más importante aún, tenían tan buen sentido.”
Sin embargo, los miembros de la familia de ese joven, quienes eran protestantes, no apreciaban lo que él estaba aprendiendo y lo acosaron con literatura que hablaba en contra de los Testigos. “Me tomó más bien por sorpresa la oposición que encontré —dijo él—, hasta que leí Mateo 10:36, que dice que ‘los enemigos del hombre serán personas de su propia casa’. De modo que la literatura, con sus comentarios tergiversados y mordaces, produjeron el resultado contrario. Solo sirvió para convencerme de que los testigos de Jehová sí tenían la verdad.”
Mientras tanto, el joven se casó, y tenía el deseo de que su esposa apreciara lo que él estaba aprendiendo. Explicó: “Cierto domingo, después de asistir a una reunión particularmente edificante, oré desde lo más profundo de mi corazón a Jehová. Al llegar a casa, me sorprendí cuando hallé a mi esposa leyendo su ejemplar de la Versión Autorizada de la Biblia. Empecé a hablarle acerca de lo que había aprendido en el Salón del Reino y me quedé asombrado de que ella me escuchara atentamente. Entonces me sorprendió aún más cuando dijo que ella quería asistir a las reuniones conmigo. Supe que más temprano aquel día, mientras ella echaba un vistazo a su Biblia por primera vez desde que nos casamos, Salmo 83:18 saltó a la vista: ’Que los hombres sepan que tú, el único cuyo nombre es JEHOVÁ, eres el Altísimo sobre toda la tierra’. Eso despertó su interés”.
Actualmente tanto el esposo como la esposa son siervos dedicados y bautizados de Jehová, y, según lo describen ellos, “tenemos la firme resolución de que nadie nos robe el galardón de la verdadera felicidad ahora, y la vida eterna en la tierra limpiada”.
Aunque en el pasado fueron principalmente los protestantes quienes respondieron favorablemente a las verdades bíblicas, ya ése no es el caso. Desde que dieron comienzo los actuales disturbios se ha hecho mucho más fácil testificar en las zonas donde viven los católicos romanos. Algunas de las personas a quienes se ha testificado han estado envueltas activamente en la contienda.
Por ejemplo, la violencia no era nada nuevo para dos hermanas carnales que tenían poco más de veinte años de edad. Cuando aún eran niñas, vieron cómo unos soldados mataron a tiros a un muchacho. Una pandilla de jóvenes, cuyos miembros eran protestantes militantes, obligó a la familia de ellas a abandonar el hogar donde vivían. En otra ocasión se colocó una bomba de clavos en el antepecho de la ventana de su hogar. Mientras eran adolescentes, ellas trataron de corregir lo que creyeron que eran injusticias políticas y sociales.
Una de las muchachas se unió a una organización terrorista. A la edad de 16 años fue encarcelada durante tres semanas por portar ilegalmente una pistola. Las dos muchachas participaron en manifestaciones para apoyar organizaciones terroristas. Vestidas con mantas, solían frecuentar bares públicos a fin de recoger dinero para los prisioneros republicanos, quienes exigían que se les reconociera como prisioneros políticos.
No obstante, con el tiempo las muchachas se desilusionaron al observar el odio que había en el corazón de algunas personas con quienes se asociaban. En 1979 una persona tocó a la puerta de la casa de ellas para compartir conocimiento bíblico. Mientras escuchaban atentamente, se mostraron muy escépticas. Les pareció inverosímil que un buen gobierno pudiera traer verdadera seguridad. Pero gradualmente llegaron a entender que por medio del gobierno de Dios, su Reino, llegaría a ser realidad dicha seguridad verdadera. (Mateo 6:9, 10; Isaías 9:6, 7; Daniel 2:44.)
A las muchachas se les hizo muy difícil creer que pudiera haber alguien en una ciudad como Belfast que fuera neutral en lo que a la situación política se refería. Sin embargo, cuando se asociaron con los testigos de Jehová, vieron la verdadera unidad que existe entre los cristianos verdaderos, y la confianza genuina de ellos en el Reino de Dios. “En el Salón del Reino no se habla de política”, dijeron. Las muchachas progresaron rápidamente y adoptaron una actitud firme a favor del Reino de Dios, a pesar de oposición intensa.
La neutralidad sirve de protección
Un joven ministro de tiempo completo de los testigos de Jehová estaba visitando en el pueblecito de Newry, cerca de la frontera al sur entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, a algunas personas que habían mostrado interés en el mensaje bíblico. En ese lugar los grupos terroristas contaban con un firme apoyo.
De repente se le acercó un automóvil. Uno de los ocupantes, con una pistola en la mano, le ordenó que se sentara en el asiento delantero. “Al principio creí que me iban a matar —comentó el joven Testigo— por haberme confundido con un soldado vestido de civil. No obstante, me llevaron a una casa y me encerraron en un pequeño almacén de carbón en la parte posterior de la casa. Después de pasar lo que me pareció una eternidad, me llevaron con los ojos vendados a la casa.
“Allí pude oír a varias personas que registraban mi cartera [maletín] y comentaban sobre los registros que llevaba con respecto a las personas que había visitado. Me preguntaron quién era y qué estaba haciendo en aquel sector. Varias veces les dije que, como testigo de Jehová, estaba ayudando a otras personas a entender la Biblia, y que a las personas que había estado visitando les gustaba leer nuestras revistas.
Una de las personas salió de la habitación y dijo: ‘¡Sigan apuntándole con la pistola, y si hace algún movimiento, vuélenle la cabeza!’ Está de más decir que me mantuve muy quieto y seguí orando a Jehová. Después de un rato, el hombre mencionado anteriormente regresó y dijo a los demás que me podían poner en libertad. Tiene que haber hallado a alguien que haya corroborado lo que yo había dicho. Todavía a punta de pistola, me volvieron a llevar al automóvil y me dejaron en libertad cerca del centro del pueblo.”
Ha habido una serie de experiencias parecidas a ésa, en las cuales la neutralidad de los testigos de Jehová ha servido de verdadera protección. Esa neutralidad tocante a asuntos políticos ha hecho posible que ellos efectúen su obra de educación bíblica en cualquier zona de la provincia.
Se construyen Salones del Reino
Las congregaciones de Irlanda del Norte son por lo general relativamente pequeñas, y no muchas superan la cantidad de entre 60 y 70 personas. Sin embargo, los publicadores del Reino son enérgicos y sirven de toda alma en su actividad. Una prueba excelente de ello ha sido la construcción de muchos Salones del Reino nuevos. Por ejemplo, en Belfast y en la zona que queda a unos 32 kilómetros de la ciudad, nueve congregaciones han construido sus propios Salones del Reino.
No se ha realizado una actividad de construcción de ese tipo sin que haya habido oposición y dificultades. Un miembro de edad avanzada de la congregación de Londonderry comentó: “Recuerdo que algunos de la congregación solían decir: ‘Nunca tendremos un lugar que nos pertenezca’. Si tan solo estuvieran vivos hoy día, verían que el espíritu de Jehová está con nosotros en nuestro nuevo Salón del Reino”.
Hasta algunos grupitos están consiguiendo sus propios lugares de reunión, como la congregación de Enniskillen, la cual tenía únicamente 14 publicadores del Reino. Por años alquilaron un lugar donde reunirse, pero entonces se dieron cuenta de que necesitaban un salón que les perteneciera. Aunque tenían escasos recursos, siguieron adelante con plena fe en el poder de Jehová para proveer.
La congregación obtuvo un edificio prefabricado, localizaron una buena ubicación para él, y notaron cómo se iba resolviendo un problema tras otro. Cuando otras congregaciones se enteraron de que ellos necesitaban ayuda, comenzaron a recibir contribuciones. Un miembro de edad avanzada de la congregación dijo: “Esta ayuda procedente de otras congregaciones nos hizo sentir que nosotros aquí en Enniskillen somos en realidad parte de nuestra hermandad internacional”.
La verdadera seguridad no es solo una ilusión
A pesar de los disturbios actuales, y del constante encono y la división que hay en el país, cada vez más personas están hallando verdadera seguridad a medida que aprenden acerca de las provisiones de Jehová para arreglar los asuntos. Puede que usted se esté preguntando, por ejemplo, qué sucedió con el joven enfermero que había presenciado esas cosas tan espantosas.
Cuando dos testigos de Jehová de origen inglés lo visitaron, su actitud inicial fue: “Ningún extranjero debería venir a enseñarnos religión en Irlanda”. Pero su actitud cambió cuando vio que todo lo que le decían estaba firmemente basado en la Biblia. El enfermero está sirviendo ahora como siervo ministerial en la congregación. Él, y muchas otras personas como él, ahora tienen la plena seguridad de que estamos viviendo en el tiempo en que Jehová cumplirá sus grandiosas promesas de poner fin a todas las condiciones que causan aflicción y angustia, y se encargará de que, con el tiempo, se establezcan condiciones paradisíacas por todas partes de la Tierra. (Salmo 37:9-11, 29.)
[Mapas de la página 13]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
IRLANDA DEL NORTE
LONDONDERRY
BELFAST
Enniskillen
Newry
[Mapa]
IRLANDA
GRAN BRETAÑA