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Produciendo al Agente Principal de la Gobernación DivinaLa Atalaya 1973 | 15 de mayo
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a Jehová y dedicándose a la cosa idolatrada. Números 25:3, en vez de hablar de que Israel mismo se separó para Baal, dice definitivamente: “De modo que Israel se apegó [se unció, RS; Mod (marg.); se dejó atar, Rotherham; se unió, Yg;a Mof; Le; se adhirió, Je;b también el Núm. 25 versículo 5] al Baal de Peor.” Esto debe ser una advertencia para nosotros hoy, si algunos de nosotros tenemos alguna relación con Jehová Dios. (1 Cor. 10:6, 11) No deseamos cometer el mismo error fatal. Significaría deslealtad a la gobernación divina o rebelión contra ella.
MOSTRANDO EL CAMINO A UN NUEVO PACTO
20. (a) ¿Por qué no fue sin defecto aquel primer pacto, y por eso para qué dejó lugar? (b) ¿Por medio de qué profeta fue predicho el nuevo pacto, y qué dijo Moisés acerca del mediador mejor?
20 El pacto que Jehová hizo por medio de Moisés con el pueblo dedicado de Israel fue un “pacto hasta tiempo indefinido.” Ese pacto en el que entraron en el monte Sinaí no fue sin defecto, debido a la imperfección de los israelitas y su mediador Moisés. Por lo tanto, dejaba lugar para un pacto mejor, a un nuevo pacto. Por consiguiente Jehová Dios se propuso un nuevo pacto, y el privilegio de entrar en este segundo pacto habría de ofrecerse a la nación del Israel natural. Más de seiscientos años antes que este nuevo pacto fuera inaugurado por medio de un nuevo mediador, Jehová lo predijo por medio del profeta Jeremías en el séptimo siglo antes de la llegada de ese Mediador mejor. (Jer. 31:31-34; Heb. 8:6-13) Moisés predijo la venida de este Mediador mejor y mayor, y dijo que este mediador venidero sería levantado de entre los israelitas; sería un israelita natural.—Deu. 18:15-19; Hech. 3:22, 23; 7:37, 38.
21. (a) ¿Cuándo, dónde y con qué anuncio nació este mediador mejor? (b) ¿Por qué celebró Jesús la Pascua judía, y en su última celebración, qué se identificó ser él mismo, y cómo?
21 En el año 2 a. de la E.C. nació ese Mediador mejor, como descendiente del rey David y en la ciudad de David, Belén. Al mismo tiempo era el Hijo de Dios, y al nacer el ángel de Dios anunció a los pastores en los campos cerca de Belén: “Les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá, porque les nació hoy un Salvador, que es Cristo el Señor.” (Luc. 2:10, 11) Habiendo nacido de una madre judía, éste que habría de ser “Cristo el Señor” fue judío natural y estaba bajo la Ley del pacto que Moisés había mediado entre Dios e Israel. En confirmación de esto leemos, en Gálatas 4:4: “Mas cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que vino a estar bajo ley.” Estando bajo la ley del pacto con Israel, Jesucristo celebró la cena de la Pascua. En su última celebración de la Pascua, en 33 E.C., se señaló a sí mismo como Mediador del prometido nuevo pacto. ¿Cómo? Estableció en ese entonces lo que se llama la Cena del Señor, y cuando entregó la copa de vino a sus apóstoles fieles dijo: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre, que ha de ser derramada a favor de ustedes.” (Luc. 22:20) Jesús derramó su propia sangre para validar ese pacto.
22. (a) ¿Cuándo empezó Jesús a dar los pasos que lo llevarían a ser el mediador del nuevo pacto? (b) ¿Por qué al principio puso reparos Juan para bautizar a Jesús?
22 Sin embargo, como el profeta Moisés, el Señor Jesús tuvo que dar los pasos que lo llevarían a ser aquel Mediador del nuevo pacto. ¿Cuándo se puso a hacer esto? Al tiempo de su bautismo en el río Jordán. A la edad de treinta años dejó su carpintería en Nazaret y fue a Juan el Bautista para ser sumergido en agua. Esta fue una nueva clase de bautismo que Juan había de ejecutar. Hasta entonces, como leemos en Marcos 1:4: “Juan el que bautizaba se presentó en el desierto, predicando bautismo en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados.” (Luc. 3:3) Pero Jesús el Hijo de Dios no vino a Juan el Bautista para ser bautizado en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados. Jesús era perfecto e inmaculado. (Heb. 7:26) No vino a Juan con una conciencia mala procurando que se le ‘hiciera solicitud a Dios para una buena conciencia.’ (1 Ped. 3:21) Juan sabía esto, y por eso leemos que Juan “trató de impedírselo, diciendo: ‘Yo soy el que necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí?’” Sin embargo, ¿qué contestó Jesús?
23. ¿Qué le contestó Jesús a Juan, y por qué habló de que era “apropiado llevar a cabo todo lo que es justo” aunque había guardado la Ley?
23 “En respuesta Jesús le dijo: ‘Deja que sea, esta vez, porque de esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo.’” (Mat. 3:13-15) ¿Qué quiso decir Jesús con eso? Como judío natural, había guardado la ley del pacto mosaico sin tacha. Sobre este punto dijo más tarde en su Sermón del Monte: “No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir.” (Mat. 5:17) Por supuesto, el pacto de la Ley con Israel era la voluntad de Dios, pero Jesús había estado llevando a cabo la voluntad de Dios en ese respecto durante toda su vida terrestre hasta su bautismo. De modo que las palabras de Jesús, “todo lo que es justo,” quería decir algo que iba más allá del pacto de la Ley, pero algo que sería en cumplimiento de los rasgos simbólicos del pacto de la Ley. Esto era “todo lo que es justo,” porque era la voluntad de Dios que él llevara a cabo esto. De modo que esto es lo que empezó a efectuar al tiempo de su bautismo.
24. Según Hebreos 10:5-10, ¿qué profecía en particular estaba cumpliendo Jesús al presentarse para bautismo?
24 Al presentarse para el bautismo, Jesús realmente cumplió las palabras de “los Profetas,” tal como dijo. El apóstol Pablo indica cuál de las profecías cumplió Jesús, en Hebreos 10:5-10, donde leemos concerniente a Jesús al tiempo de su venida para el bautismo: “Por eso cuando viene al mundo dice: ‘Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo. No aprobaste holocaustos y ofrenda por los pecados.’ Entonces dije yo: ‘¡Mira! He venido (en el rollo del libro está escrito de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios.’ . . . Por dicha ‘voluntad’ hemos sido santificados por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre.” Así Jesús estaba cumpliendo el Salmo 40:6-8. La “voluntad” de Dios requería que Jesús se sacrificara, que sacrificara su “cuerpo.”
25. (a) ¿De qué, pues, fue símbolo el bautismo de Jesús en agua? (b) ¿De qué manera estaba Jesús ya dedicado y redimido?
25 Puesto que la profecía requería esto, bueno, entonces, Jesús habría tenido una mala conciencia si no hubiera venido para hacer la voluntad especial de Dios y por lo tanto no se hubiera presentado a Juan para el bautismo. Es evidente que el hecho de que Jesús fue bautizado fue simbólico. Su bautismo no fue “en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados.” Fue en símbolo de que Jesús viniera o se presentara para hacer la voluntad de Dios, la cual “voluntad” divina incluía el ofrecer el cuerpo de Jesús en sacrificio una vez para siempre. Como judío natural ya estaba bajo la ley mosaica y era miembro de la única nación en la Tierra que entonces estaba dedicada a Dios, para hacer “todo cuanto ha hablado Jehová.” También, como hijo primogénito de María, cuyo hijo primogénito su esposo José adoptó como su propio hijo primogénito, Jesús fue santificado a Dios y le pertenecía a él. (Éxo. 13:1, 2) Por esta razón Jesús tuvo que ser redimido por José y María para que pudiera participar en trabajo seglar. (Núm. 3:13-51; 18:14-16) De modo que el bautismo de Jesús no representó una dedicación de sí mismo a Dios, sino la presentación de sí mismo para hacer la voluntad de Dios aun al grado del sacrificio.
26. (a) ¿Cómo manifestó Dios su aceptación de la presentación que Jesús hizo de sí mismo? (b) ¿A qué grado llevó a cabo Jesús en la carne aquella “voluntad” divina?
26 Jehová Dios manifestó que aceptó esta presentación de su Hijo Jesús puesto que derramó su espíritu santo sobre el Jesús bautizado y dejó que se oyera Su voz desde el cielo, diciendo: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” (Mat. 3:16, 17) Después de eso Juan el Bautista anunció al Jesús ungido como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:28-36; Hech. 10:37, 38) Jesús llevó a cabo la voluntad de Dios hasta el mismísimo fin de sus días en la carne en la Tierra. Durante la última noche que estuvo en la Tierra en su cuerpo humano natural oró a Dios y dijo: “Padre mío, si no es posible que ésta pase sin que la beba, efectúese tu voluntad.” (Mat. 26:39-44) La siguiente tarde, alrededor de las quince horas, mientras Jesús colgaba del madero de tormento, como nos dice Juan 19:30: “Jesús dijo: ‘¡Se ha realizado!’ e, inclinando la cabeza, entregó su espíritu.” Así, en armonía con la voluntad de Dios, se ofreció el cuerpo de Jesús una vez para siempre.
27. (a) ¿Qué clase de resurrección tuvo Jesucristo, y por qué? (b) ¿Cómo llegó a estar entonces en posesión de toda la humanidad, con qué cosa reservada para los muertos?
27 En armonía con esta ofrenda de sacrificio de su cuerpo humano perfecto, Jesucristo fue levantado de entre los muertos al tercer día, no en un cuerpo de carne y sangre, sino en un cuerpo espíritu. (1 Ped. 3:18; 1 Cor. 15:42-45) Al cuadragésimo día de su resurrección, Jesús ascendió al cielo y presentó allí a Dios el valor o mérito de su sacrificio humano a favor de toda la humanidad. Él había dicho en la Tierra que había venido “para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos.” (Mat. 20:28) El apóstol Pablo habla de Jesús como habiendo “sufrido la muerte, para que por la bondad inmerecida de Dios gustase la muerte por todo hombre.” Pablo también habla de “un hombre, Cristo Jesús, que se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos.” (Heb. 2:9; 1 Tim. 2:5, 6) Así Jesucristo, por presentar a Dios el valor vital de su sacrificio humano, rescató a todos los de la humanidad, los compró, aun sin que ellos le pidieran que lo hiciera. Por este motivo, habrá, bajo su reino celestial, una “resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15) Jesucristo es dueño de todos ellos.
28. (a) Así el resucitado Jesucristo llegó a ser ¿qué tocante a la salvación de la humanidad? (b) ¿De qué mayor cosa sirve él también de Agente Principal?
28 De esta manera, en armonía con la “voluntad” divina, Jesucristo el Hijo de Dios llegó a ser el Agente Principal de la salvación para toda la humanidad. Esto es lo que hemos de entender de Hebreos 2:9, 10, que dice: “Contemplamos a Jesús, que ha sido hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber sufrido la muerte, para que por la bondad inmerecida de Dios gustase la muerte por todo hombre. Porque le fue propio a aquel por cuya causa todas las cosas son y por quien todas las cosas son, al traer a la gloria a muchos hijos, hacer al Agente Principal de su salvación perfecto por medio de sufrimientos.” Y en Hebreos 5:9, 10: “Y después de haber sido hecho perfecto vino a ser responsable por la salvación eterna de todos los que le obedecen, porque ha sido llamado específicamente por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.” Éste demostró ser digno de servir como el Agente Principal de la Gobernación Divina.
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Siguiendo al Agente Principal de la Gobernación DivinaLa Atalaya 1973 | 15 de mayo
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Siguiendo al Agente Principal de la Gobernación Divina
1. (a) ¿Por qué no contaba para los judíos circuncisos naturales la decisión que tomaron sus antepasados en el monte Sinaí ahora que se trataba del nuevo pacto? (b) ¿A quién tenían que imitar aquellos judíos, y de qué manera?
PARA los judíos circuncisos naturales las cosas no fueron iguales después que Jesucristo ascendió a la presencia celestial de Jehová Dios y le ofreció el precioso mérito de su sacrificio humano. Debido a esto el viejo pacto mosaico fue cancelado, y un nuevo pacto fue validado con la sangre del Hijo de Dios, el Mediador de este pacto. La oportunidad de ser introducidos en este nuevo pacto fue ofrecida primero a los judíos naturales. Sus antepasados de quince siglos antes le habían declarado al mediador Moisés: “Todo lo que ha hablado Jehová estamos dispuestos a hacerlo.” Pero esto no contaba para sus descendientes por lo que respecta al nuevo pacto. Para este último pacto hubo un nuevo Mediador mayor que Moisés, a saber, Jesucristo. Para ser introducidos en el nuevo pacto tenían que responder a este mejor y mayor Mediador: “Todo lo que ha hablado Jehová estamos dispuestos a hacerlo y a ser obedientes.” Imitando al Agente Principal de la Gobernación Divina, Jesucristo el Mediador, estos judíos naturales tenían que presentarse a Jehová, para hacer su voluntad según les fuera transmitida por medio de este Mediador nuevo y mayor.
2. Según lo que les dijo Pedro a los judíos en el Pentecostés de 33 E.C., ¿qué le había hecho Dios a Jesús que cambió la situación para los judíos naturales?
2 Verdaderamente una situación nueva había surgido para los judíos naturales y ellos individualmente tenían que ajustarse a ella. El apóstol cristiano Pedro les señaló esto el día de fiesta del Pentecostés de 33 E.C., después que Jehová Dios por medio de Jesucristo derramó el espíritu santo sobre los fieles seguidores del Agente Principal de la Gobernación Divina. Después de explicar lo que había acontecido milagrosamente y por qué, Pedro dijo a aquellos miles de judíos congregados: “De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hech. 2:34-36.
3. (a) ¿Cómo, según lo ilustraron sus antepasados en el monte Sinaí, mostrarían aquellos judíos que eran dignos de ser introducidos en el nuevo pacto? (b) Después de hacer lo que Pedro y los otros apóstoles les dijeron que hicieran, ¿qué manifestaría que esos judíos habían sido introducidos en el nuevo pacto?
3 ¿Cómo fue que ahora, bajo el nuevo conjunto de circunstancias, aquellos judíos que escucharon declararon: “Todo lo que ha hablado Jehová estamos dispuestos a hacerlo,” y así mostraron que eran dignos
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