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  • ¡Tantas religiones!
    La Atalaya 1982 | 1 de julio
    • ¡Tantas religiones!

      SI SOLO hay un Dios, ¿por qué hay tantas religiones? ¿Se ha preguntado usted esto alguna vez? La mayoría de la gente pensadora lo ha hecho. Y no es fácil hallar la contestación. Sería difícil imaginar que la situación religiosa del mundo pudiera estar más confusa. Solo considere algunos hechos.

      ¿Cuántas religiones hay? Es difícil saberlo. Pero la variedad es grande. Algunas tribus de nativos adoran deidades de la localidad. Muchos orientales adoran a sus antepasados. Algunos tienen solo un dios; los hindúes tienen millones de dioses. La mayor parte de la gente de la cristiandad cree en una trinidad... tres personas en un solo dios. Algunas personas son religiosas sin tener creencia firme en dios alguno.

      ¿Son todas las religiones maneras diferentes de adorar a un solo Dios? Muchísimas personas creen eso. Pero, como lo muestran los hechos que se acaban de presentar, eso no puede ser. Además, hasta las características de los dioses a quienes se adora son diferentes. Algunas religiones tienen dioses de quienes se cree que son indiferentes para con la humanidad. Otras tienen dioses vengativos, y sin embargo otras religiones consideran que sus dioses son benévolos. Está claro que todas estas religiones no hablan sobre el mismo dios.

      ¿Tienen todas las religiones cosas comunes entre sí? A pesar de las diferencias, hay extensas similitudes que consideraremos más adelante. Sin embargo, por ahora, digamos solo esto: La mayoría de las religiones enseña que hay una autoridad superior a la del hombre (aunque no están de acuerdo respecto a lo que constituye esta autoridad). El grueso de las religiones ofrece guía tocante a cómo uno debe comportarse en la vida actual (aunque dicha guía difiere de religión en religión). Y la mayor parte de las religiones enseña en cuanto a alguna clase de “salvación,” o la esperanza de una vida en la que nuestras tribulaciones actuales no serán más (a pesar de que difieren tocante a la clase de “salvación” que será).

      ¿Podemos aprender algo de esto? Evidentemente la humanidad en conjunto percibe la posibilidad de disfrutar de una clase de vida mejor que la que tiene ahora. No obstante, hay personas que reconocen que no tienen la capacidad para encararse a los problemas y que necesitan la ayuda de una autoridad superior.

      Pero, con tantas religiones que ofrecen consejo contradictorio, ¿adónde debe acudir uno por esta ayuda que obviamente necesita? De todos modos, ¿de dónde vinieron todas estas religiones que se contradicen? ¿Hay alguna manera de saber cuál es la correcta?

  • ¿De dónde vinieron?
    La Atalaya 1982 | 1 de julio
    • ¿De dónde vinieron?

      AUNQUE hay gran variedad entre las religiones del mundo, ciertas similitudes están muy generalizadas. Por ejemplo, las religiones que practican el vudú en América del Sur, las religiones tribales de África, las grandes religiones del Oriente, las religiones de los aborígenes de Australia —de hecho, casi todas las religiones— creen que el hombre tiene una parte espiritual que sobrevive a la muerte del cuerpo carnal. También la mayoría de las religiones cree en la existencia de espíritus invisibles que pueden afectar a la humanidad para bien o para mal.

      Además, ¿ha notado usted lo general que es el uso de las imágenes religiosas? También muchas religiones practican la adivinación o la astrología. Y, durante la historia, una sorprendente cantidad de religiones ha tenido tríadas de dioses, similares a la Trinidad de la cristiandad.

      ¿Cree usted que es posible que todas estas religiones hayan desarrollado independientemente unas de otras tales prácticas religiosas similares? ¿O es más probable que de algún modo hayan obtenido sus ideas de una fuente común? Seguramente eso es más razonable. Pero, ¿cuál fue esa fuente común?

      Para contestar esto tenemos que considerar la pregunta: ¿de dónde vino la religión? Este es un tema que los estudiantes de historia no entienden bien. The World Book Encyclopedia dice: “Ciertos eruditos han desarrollado teorías en cuanto a cómo comenzó la religión en tiempos prehistóricos. No ha habido una teoría que todos los eruditos hayan aceptado.” Sin embargo, hay una buena autoridad que nos informe acerca del origen de la religión. Esa autoridad es la Biblia.

      El comienzo de todo

      Como usted sabe, la Biblia es un libro que en un tiempo se respetaba extensamente. Es algo que lamentar que en estos días cada vez menos personas la leen. Pero cuando consideramos el tema de la religión, no podemos hacerlo de manera satisfactoria si no nos referimos a la Biblia, porque, hablando religiosamente, ha tenido mayor efecto en la humanidad que cualquier otro libro.

      Además, aparte de cualquier otra cosa, la explicación bíblica de cómo comenzó la religión tiene peso porque fue registrada por hombres que vivieron en una época que estaba mucho más cercana que la nuestra a los sucesos mismos. Consideremos lo que la Biblia dice y comparemos lo que descubramos con algunas de las teorías de los eruditos modernos.

      La Biblia nos dice que el hombre creía originalmente en un solo Dios. Esto no fue de su propia idea. Según el registro, desde el mismísimo principio Dios se reveló al hombre como la magnífica Fuente de vida. El ofreció ayuda y guía para que el hombre pudiera tener éxito en la vida. (Génesis 1:26–2:25) Por eso, al comenzar todo, hubo una sola religión. Pero, ¿cómo surgió la situación confusa de hoy día?

      De acuerdo con la Biblia, eso surgió de una rebelión en contra de la única Fuente original. En un documento que tiene más de 3.000 años, se identifica a un hombre llamado Nemrod como el instigador de aquella rebelión. Nemrod se convirtió en constructor de ciudades y edificó ciudades en la antigua región conocida como Mesopotamia. Hoy día aquella zona es parte de Iraq. Algunas de las ciudades que él construyó fueron llamadas Babel, Erec, Acad y Calne.—Génesis 10:10-12.

      El Dr. Robert M. Adams, al escribir para la revista Scientific American, llamó la construcción de ciudades “la segunda gran ‘revolución’ de la cultura humana.” Puesto que las ciudades que construyó Nemrod estaban entre las primeras que se mencionan en la Biblia, podemos imaginarnos la influencia que tiene que haber tenido aquel hombre.

      En la ciudad que con el tiempo llegó a ser la más importante de aquellas ciudades antiguas, Babel (o Babilonia), la Biblia dice que se hizo un esfuerzo por frustrar la voluntad expresada de Dios de que la humanidad se esparciera por toda la Tierra y la poblara. La gente dijo: “¡Vamos! Edifiquémonos una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos, y hagámonos un nombre célebre, por temor de que seamos dispersados por toda la superficie de la tierra.” (Génesis 11:4) Sin embargo, por intervención divina, ellos fracasaron en su propósito y gradualmente se dispersaron a diferentes partes de la Tierra. Al hacerlo llevaron consigo sus rebeldes ideas religiosas.

      ¿Qué comparación hay entre esto y las teorías actuales de los eruditos?

      Primero: La Encyclopedia Americana dice: “Casi todos los eruditos concuerdan en que la primera civilización de la que tenemos conocimiento surgió entre los sumerios de Mesopotamia.” El Dr. Gideon Sjoborg, en un artículo para la Scientific American, concuerda al decir: “Hasta lo que se sabe, las primeras ciudades del mundo fueron construidas ... en el Creciente fértil, el segmento oriental que incluye a Mesopotamia.” Por eso, los científicos opinan que la humanidad comenzó a edificar ciudades grandes prácticamente en la misma zona donde la Biblia dice que los hombres comenzaron a hacerlo.

      Segundo: Los arqueólogos están familiarizados con los nombres y las ubicaciones de la mayoría de las ciudades que la Biblia dice que Nemrod construyó.

      Tercero: Los habitantes de Mesopotamia eran conocidos por su construcción de grandes torres para propósitos religiosos. Las llamaban zigurats. Por supuesto, la torre misma a la que se hace referencia en el capítulo 11 de Génesis no fue terminada. Pero arqueólogos han descubierto muchas torres completadas que probablemente eran similares a aquélla.

      Cuarto: El nombre “Nemrod” no ha sido descubierto fuera de la Biblia misma, pero algunas enciclopedias lo asocian con el nombre del principal dios babilonio, Marduk. Las letras “MRD,” que aparecen en ambos nombres, parecen ser la raíz, o parte importante, de ambas palabras. Si esta asociación es correcta, entonces Nemrod finalmente fue adorado como dios tal como, años después, fueron adorados como dioses los césares de Roma y los faraones de Egipto.

      Por supuesto, los arqueólogos están limitados en lo que pueden descubrir tocante a cosas que sucedieron tanto tiempo atrás. Muchas de las ruinas que ellos excavan están en mala condición, y es difícil descifrarlas correctamente. No hay duda de que se ha perdido para siempre mucha prueba importante. Por eso, el estudiante de la Biblia no se apoya en la arqueología para probar la veracidad del registro bíblico.a No obstante, es digno de mención el hecho de que esta ciencia ha confirmado el patrón general de los sucesos que están registrados en la Biblia.

      También es digno de mención que la historia antigua nos ayuda a entender rasgos acerca de la escena religiosa del mundo hoy día. ¿Cómo? Por el hecho de que los habitantes de Mesopotamia se hicieron muy religiosos después de aquella rebelión original. Creían que el hombre tenía una parte espiritual que sobrevivía a la muerte. Creían profundamente en los demonios. Usaban imágenes. Practicaban la adivinación y la astrología, y hasta tenían tríadas de dioses. Estas son algunas de las mismísimas creencias que son comunes entre muchísimas personas hoy día.

      ¿Quiere decir esto que la religión de la antigua Mesopotamia se esparció e influyó en las religiones de todo el mundo? Muchos eruditos han llegado a esa conclusión. En la publicación Handbooks of the History of Religions, el profesor Morris Jastrow habló de “la profunda impresión que hicieron en el mundo antiguo las extraordinarias manifestaciones del pensamiento religioso de Babilonia.”

      En el libro The Worship of the Dead, Coronel J. Garnier escribió: “No solo los egipcios, caldeos, fenicios, griegos y romanos, sino también los hindúes, los budistas, ... los godos, anglosajones, druidas, mejicanos y peruanos ... todos tienen que haber derivado sus ideas religiosas de una fuente común y de un centro común. Dondequiera que sea encontramos las similitudes más asombrosas en ritos, ceremonias, costumbres, tradiciones y en los nombres y las relaciones de sus dioses y diosas respectivos.” Obviamente, cuando aquellos babilonios antiguos fueron obligados a emigrar por toda la Tierra, llevaron consigo sus ideas religiosas a sus nuevos hogares.

      Pero, ¿puede ayudarnos esta información a hallar la religión correcta hoy día?

      [Nota a pie de página]

      a Para más razones sólidas por las que la Biblia debe ser aceptada como verdadera, vea el libro ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios?, publicado por la Sociedad Watchtower Bible and Tract of New York, Inc.

      [Comentario en la página 5]

      Tríadas de dioses. Uso de imágenes. Astrología. Existencia de espíritus invisibles. Una parte espiritual del hombre que sobrevive a la muerte. Estas son creencias que tienen en común religiones de la mayoría de los países

      [Ilustración en la página 4]

      BABILONIA ANTIGUA

      Pirámide maya

      Trinidad hindú

      Trinidad de la cristiandad

      Adoración de María

      Adoración de antepasados

  • ¿Podemos hallar la religión correcta?
    La Atalaya 1982 | 1 de julio
    • ¿Podemos hallar la religión correcta?

      CUANDO sabemos dónde comenzó toda esta diversidad religiosa, resulta más sencillo contestar esta pregunta: ¿Cuál es la religión correcta? Está claro que la religión verdadera es una que no se remonta a la antigua rebelión contra la verdadera Fuente de vida.

      La Encyclopedia of World Religions hace un comentario interesante que nos puede ayudar en este asunto. Dice: “Las religiones del mundo se pueden dividir más o menos en dos tipos... las proféticas y las místicas. ... las proféticas [se derivan finalmente] de los judíos.”

      Según el registro bíblico, los antepasados de los judíos no participaron en la rebelión que hubo en Babel contra la verdadera Fuente de vida. Incluidos en el linaje de los judíos están hombres como Sem, Abrahán, Isaac y Jacob, a quienes se les conoció por apegarse a la adoración pura de Dios. De hecho, a Abrahán se le llamó “amigo de Jehová.” “Jehová” es el nombre del Dios verdadero, como se declara específicamente en la Biblia. (Exodo 6:3; Salmo 83:18; Santiago 2:23) ¿Hay personas hoy que adoren a Jehová como lo hizo Abrahán?

      Un linaje de adoradores verdaderos

      Debido a que Abrahán fue fiel, Jehová Dios prometió que con el tiempo los descendientes de él llegarían a ser una nación especial a la vista de El. Esta promesa se cumplió en los israelitas de la antigüedad. Ellos oyeron a Dios decir: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí.”—Exodo 19:5.

      Por medio de los judíos, la adoración de Jehová se mantuvo viva en la Tierra por muchos años, aunque pecaron y apostataron muchas veces. Sin embargo, vez tras vez Jehová les dijo que enviaría a un mensajero especial que traería salvación a la humanidad. Después de 1.500 años, aquel mensajero se presentó. Fue Jesucristo.

      Lamentablemente, para el tiempo en que llegó Jesús, los judíos se habían alejado muchísimo de Jehová. Todavía afirmaban adorarle, pero, como Jesús dijo a varios líderes religiosos judíos: “Han invalidado ustedes la palabra de Dios a causa de su tradición.” (Mateo 15:1, 6) Debido a que los judíos se opusieron a Jesús, Dios los rechazó. Jesús les advirtió: “El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos.”—Mateo 21:43.

      El cristianismo

      Aquella “nación” resultó ser la congregación cristiana. Los miembros de ésta aceptaron a Jesucristo, mientras que los judíos en general lo rechazaron, y Dios bendijo a los leales por la fe que desplegaron. Poco después de la muerte de Jesús, Dios facultó milagrosamente a los seguidores verdaderos de Jesús para hablar en lenguas extranjeras... no en una jerigonza sin sentido, sino en idiomas verdaderos que otras personas pudieron entender. Las curaciones, las resurrecciones y los demás milagros que efectuaron añadieron al hecho de que aquella era verdaderamente la “nación” que Dios estaba utilizando.—Hebreos 2:4; compare con Hechos 2:1-4; 3:1-10; 9:32-41; 20:7-12.

      ‘Pero sin duda,’ puede que usted diga, ‘el cristianismo está tan confundido hoy como todas las demás religiones del mundo. Centenares de grupos se llaman a sí mismos cristianos; sin embargo, todos ellos difieren entre sí y se contradicen. ¿Cómo surgió esta situación?’

      La historia muestra que muchos cristianos hicieron exactamente lo mismo que hicieron los judíos. Apostataron. Mezclaron el mensaje de Jesús con las doctrinas de otras religiones. De modo que comenzaron a enseñar doctrinas como la de tres personas en un solo dios (la Trinidad), que se originó de fuentes que no eran ni cristianas ni judías.

      En realidad, ¿de dónde vinieron tales enseñanzas? Respecto a la Trinidad, un erudito escribió: “La palabra ‘Trinidad’ no aparece en ninguna parte del Nuevo Testamento. La idea fue adoptada por la Iglesia solo trescientos años después de la muerte de nuestro Señor; y el origen del concepto es enteramente pagano.” (The Paganism in Our Christianity, de Arthur Weigall) Se puede decir lo mismo sobre la doctrina de la inmortalidad del alma, el uso tan difundido de imágenes, la popularidad de la astrología y muchas otras enseñanzas y prácticas comunes de la cristiandad. Estas cosas no se remontan a la adoración original de la verdadera Fuente de vida, sino a la antigua rebelión religiosa que ocurrió en Mesopotamia.

      Sin embargo, no todos los cristianos permitieron que se les corrompiera. Jesús mismo advirtió sobre esta mismísima apostasía, pero prometió que la religión verdadera sobreviviría hasta el final. (Mateo 13:18-30) Entonces, ¿cómo podemos dar con la religión verdadera hoy?

      Hallando la religión verdadera

      Jesús dio una regla para identificar la religión verdadera. El dijo: “Todo árbol bueno produce fruto excelente.” El fruto malo identificaría la religión falsa, y los frutos buenos revelarían cuál es la religión verdadera.—Mateo 7:15-20.

      ¿Qué fruto produce la religión verdadera? El recuadro de este artículo contiene una lista de algunos de estos frutos, los cuales podemos leer en la Biblia. Si usted compara esta lista con todas las religiones que usted conoce, estamos seguros de que reconocerá prontamente cuál tiene la verdad y cuál no la tiene.

      No obstante, usted tendrá que examinar la lista cuidadosamente. Por ejemplo, notará que una marca de la religión verdadera es ‘tener amor genuino.’ Es cierto que la mayor parte de las religiones dicen que tienen esta clase de amor. Pero si el estafar en los negocios, practicar inmoralidad y ser egoístas son cosas comunes entre los miembros de una religión, ¿realmente se aman unos a otros? Y si están prestos a matarse unos a otros en revoluciones o guerras, ¿cuán genuino es el amor de ellos? De igual manera, otra marca es que “todas sus creencias se basan en la Biblia.” Por supuesto, los miembros de la mayor parte de las religiones de la cristiandad creen que sus creencias se basan en la Biblia. Pero ¿sabe usted de alguna religión en la que todos los miembros hayan sacado tiempo para abrir su Biblia y ver si lo que ésta dice concuerda con lo que ellos creen?

      Si usted tiene algún problema en su búsqueda, los testigos de Jehová le ayudarán gustosamente.

      En realidad, vale la pena procurar la religión verdadera. El hombre siente instintivamente la necesidad de disfrutar de una vida mejor que la que tiene ahora. La religión verdadera puede señalarnos el camino hacia esa vida. Es natural que nos hagamos preguntas como: “¿Por qué estamos aquí?” y “¿Qué propósito tiene la vida?” La religión verdadera nos pone en comunicación con la Fuente de toda vida, Jehová Dios, quien nos contesta estas preguntas. Además, a veces todos necesitamos desesperadamente guía para resolver los problemas a los que nos enfrentamos de día en día. La religión verdadera puede darnos esa guía.

      Sí, hay una religión verdadera, y podemos hallarla. El que hagamos eso nos traerá beneficios eternos, pues la Biblia nos promete: “En cuanto a los que buscan a Jehová, no les faltará ninguna cosa buena.”—Salmo 34:10.

      [Recuadro en la página 8]

      MARCAS QUE IDENTIFICAN A LA RELIGION VERDADERA

      ◻ Los que la practican tienen amor genuino entre sí.—Juan 13:35.

      ◻ Todas sus creencias se basan en la Biblia.—Juan 17:17; 2 Timoteo 3:16, 17.

      ◻ Piden en oración que Dios santifique Su nombre.—Mateo 6:9; Salmo 83:18.

      ◻ Proclaman el reino de Dios en toda la Tierra.—Mateo 24:14.

      ◻ Se mantienen separados de los asuntos del mundo.—Santiago 1:27; Juan 17:14.

      ◻ Ponen el reino de Dios y su justicia en primer lugar en su vida.—Mateo 6:33.

      ◻ Cultivan el fruto del espíritu de Dios.—Gálatas 5:22, 23.

      ◻ Obedecen todas las leyes humanas que no están en conflicto con la ley de Dios.—Romanos 13:1-7.

  • Hacía ligeras las “cargas pesadas”
    La Atalaya 1982 | 1 de julio
    • Hacía ligeras las “cargas pesadas”

      JESÚS dijo respecto a los escribas y fariseos: “Atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el dedo quieren moverlas.” (Mateo 23:4) Como prueba de que eso resultó ser cierto, leemos lo siguiente en A Dictionary of the Bible, redactado por James Hastings:

      “Los escribas no fueron filósofos; fueron intérpretes de la sagrada Ley. ... Esta reglamentaba cada aspecto de la vida. ... Cada mandamiento bíblico estaba rodeado de una red de reglas secundarias. No había margen para un cambio de circunstancias; de cada judío se exigía inexorablemente obediencia plena a la Ley en todos sus detalles. A los preceptos de la Ley Escrita se añadieron los de la ‘Halaká’ o Ley Tradicional, que se transmitió de una generación a otra como encargo sagrado, y por último fue incorporado al Talmud. ... Así se hizo un intento de traer cada caso concebible dentro del campo de aplicación de la Ley, y de reglamentar con lógica despiadada todo lo referente a la conducta humana de modo estrictamente empírico. Se multiplicaron los detalles legales hasta que la religión se convirtió en un negocio, y la vida en una carga intolerable. Se redujo a los hombres a autómatas morales. Se ahogó la voz de la conciencia; el poder vivificante de la palabra Divina fue neutralizado y sofocado bajo una multitud de reglas eternas. De aquí la acusación de nuestro Señor contra los fariseos, de que debido a las tradiciones de ellos habían invalidado la Ley.”

      ¡Qué alentador tiene que haber sido para las personas humildes y sinceras saber que el Hijo de Dios no consideraba la adoración de tal manera! ¡Qué deleitables tienen que haber hallado las palabras de Jesús: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados y yo los refrescaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”!—Mateo 11:28-30.

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