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La religión en la política... ¿a qué conduce?¡Despertad! 1974 | 8 de marzo
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Aunque reconocen la futilidad de su anterior derrotero sin fe como el “agente principal, cómplice o testigo silencioso de un orden social injusto,” ¿están acudiendo con fe a Dios? Lo que es aun más importante, ¿están infundiendo en los feligreses sinceros fe en el evangelio acerca del reino de Dios, lo cual es su mayor responsabilidad? El registro contesta llanamente, No.
¿A qué conduce el entremetimiento?
¿Cómo cree usted que los líderes políticos consideran las aventuras militantes de la religión en sus dominios? ¿Pueden los guías religiosos esperar inmunidad del daño meramente porque afirman representar a Dios? Más y más hallan que se les considera como entremetidos políticos y se les trata como tales. El periódico católico Maryknoll se queja:
“Los cristianos comprometidos se están enfrentando a persecución en aumento en la América Latina . . . se les engloba con guerrilleros y comunistas como amenazas subversivas para el poder de gobiernos derechistas. La persecución es por razones políticas más bien que por razones espirituales.”—Febrero de 1973, pág. 47 (las letras cursivas son nuestras).
Varios hasta han perdido sus vidas y las de sus seguidores. Uno de ellos, Nestor Paz, “por último se fue a las colinas con una banda armada de 70 estudiantes” en Bolivia. Fueron “perseguidos y muertos por la milicia del gobierno.”—Examinar de San Francisco, 11 de enero de 1973.
¿Cree usted que esta clase de sufrimiento trae la aprobación de Dios? Observe el principio que declaró el apóstol Pedro: “Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices . . . Sin embargo, que ninguno de ustedes sufra como . . . entremetido en asuntos ajenos.”—1 Ped. 4:14, 15.
Con esto en mente, note el siguiente informe dado por el Times de Nueva York acerca de la reciente controversia por la prueba de la bomba atómica francesa:
“Los militares le dicen a los clérigos que no se metan en los asuntos de Estado, que rindan a César lo que es de César y que continúen dispensando caridad y predicando la fe. . . . Los soldados reprochan a los eclesiásticos por no seguir el recordatorio de Jesús de que ‘Mi reino no es de este mundo.’ Los eclesiásticos castigan a los soldados porque no han reconocido el papel cambiante del clero.”—18 de julio de 1973.
¿A qué conducirá finalmente el derrotero del clero de entremeterse en la política?
¿Qué futuro para la religión en la política?
La Biblia ilustra gráficamente cómo considera Dios las relaciones entre la religión y la política. Se les asemeja a relaciones sexuales ilícitas y se les llama “adúlteras.” (Sant. 4:4) Así es que, apropiadamente, el papel de la religión mundial en la historia se representa en Revelación o Apocalipsis como semejante al de una “célebre Ramera . . . con [quien] fornicaron los reyes de la tierra.”—Apo. Rev. 17:1, 2, BJ.
Pero la Biblia muestra que las cosas van a cambiar para esta ramera. A todos los gobernantes políticos que han puesto sus poderes a disposición de la organización política mundial, la O.N.U. (representada por una “bestia”), se les describe como “diez cuernos” que “son diez reyes . . . Están todos de acuerdo en entregar a la Bestia el poder y la potestad que ellos tienen.” Ya pronto, continúa diciendo la Revelación o Apocalipsis: “Van a aborrecer a la Ramera; la dejarán sola y desnuda, comerán sus carnes y la consumirán por el fuego.” Los que anteriormente disfrutaron de esta ramera verán razones para “aborrecer[la],” desnudándola para que todos vean lo que ella realmente es, y entonces la destruirán.—Apo. Rev. 17:12, 13, 16, BJ.
Ahora la religión mundial se siente segura detrás de su manto de religiosidad. Como señala la Biblia, ella dice: “Estoy sentada como reina, y no soy viuda y no he de conocer el llanto.” No obstante la Biblia también predice: “Por eso, en un solo día llegarán sus plagas . . . Porque poderoso es el Señor Dios que la ha condenado.”—Apo. Rev. 18:7, 8, BJ.
Así es que la intromisión religiosa en la política conduce a la condenación por Dios y a la destrucción repentina por los mismos gobernantes políticos. Y la destrucción predicha vendrá con asombrosa rapidez.
¿Qué pueden hacer los cristianos sinceros para evitar el mismo fin? El Apocalipsis o Revelación no nos deja en duda: “Salid de ella, pueblo mío, no sea que os hagáis cómplices de sus pecados y os alcancen sus plagas.”—Apo. Rev. 18:4, BJ.
Si usted desea sinceramente complacer a Dios en su adoración, entonces ciertamente tendrá que ‘salir’ de la religión que se ha contaminado con la política del mundo. En vez de eso, usted se asociará con “la religión pura e intachable ante Dios Padre,” en la que los cristianos verdaderos ‘se conservan incontaminados del mundo.’ Los testigos de Jehová se complacerán en ayudarlo a hacer esto.—Sant. 1:27, BJ.
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Viti... paleta del Pacífico¡Despertad! 1974 | 8 de marzo
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Viti... paleta del Pacífico
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Viti (Fidji)
AQUÍ en Viti (Fidji) una tela multicolor desfila ante los ojos. Están los musulmanes con sus alegres turbantes, los barbudos sikhs, los industriosos chinos. Se notan unos pocos con sombreros cónicos y los tradicionales pantalones negros de mandarín. A las mujeres de Madrás se les ve en saris de vivos colores rosados y púrpura comprando dulces de un vendedor callejero. Una mujer del tipo malayo en extraño ropaje regatea con un turista acerca del precio de un canasto.
Pero en medio de esta población mixta una nacionalidad de copiosa cabellera sobresale del resto, el nativo vitiano. Con su físico espléndido, y vestido con su original sulu, que un jefe describe como el “tonelete de los montañeses de los mares del sur,” el vitiano retiene una individualidad distinta a la de todos los demás.
“Pero,” quizás pregunte el lector, “¿cómo es que hay tantas nacionalidades en Viti, estas remotas islas del vasto Pacífico?” Para responder a esto tenemos que abrir las páginas de la historia.
Mucho del pasado es fragmentario. En algún ignoto tiempo del pasado, emigrantes marinos en grandes canoas dobles navegaron desde el oeste a través de las aguas desconocidas del Pacífico. No tenían sextante, brújula o mapas. Navegaron mayormente hacia el Sol, en contra de poderosos vientos y corrientes. Su única ayuda para la navegación fueron sus ojos y el conocimiento del mar. Las leyendas, y ahora una teoría aceptada comúnmente, trazan el rastro de estos viajeros hasta Indonesia, considerada como el trampolín al Pacífico. Más tarde, Viti se convirtió en el crisol de la mezcla de las razas melanesias y polinesias.
Estos emigrantes melanesios llegaron a ser los mejores constructores de barcas de Oceanía. Sus bien conocidas canoas dobles se construían de tablones pesados cortados de troncos partidos con herramientas de piedra parecidas a hachas y amarrados con cajeta. Las junturas se diseñaban con tal precisión que raramente necesitaban ser calafateadas. Algunos requirieron siete años para construirse. La más grande canoa vitiana de la que se tiene registro es la Rusa-i-Vanua, con un largo total de 36
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