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    La Atalaya 1960 | 15 de diciembre
    • La unidad de la iglesia cristiana

      “Yo los he dado la gloria que tú me diste a mí, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno.”—Juan 17:22.

      1. ¿Por qué se le puede llamar a Jehová el gran Unificador?

      JEHOVÁ es el gran Unificador. Es el que de una manera maravillosa puede combinar a criaturas inteligentes en una unidad para cualquier propósito que desea. Por millones de años antes de que el hombre viera la luz del día, Jehová había trabajado en unión perfecta con su Hijo primogénito, por medio de quien creó todo. A medida que el trabajo de Jehová de la creación siguió adelante y el número de criaturas inteligentes aumentó en el universo, no se vio como resultado ninguna confusión. Jehová las unió a todas en una unidad armoniosa de funcionamiento suave por medio de aunarlas a él y unas a otras con vínculos de amor. Para ilustrar esta unión feliz, él se refiere a su organización universal de criaturas celestiales fieles como esposa suya con quien él está unido en matrimonio feliz.—Col. 1:16; 1 Juan 4:8, 11-13; Isa. 54:5, 6.

      2. ¿Cuál es el vínculo más fuerte para hacer una unidad de la gente, y cómo llegó a ser Israel la única congregación o iglesia verdadera de Dios en sus días?

      2 Cuando Jehová Dios comenzó a edificar la sociedad humana, principió con la unidad más pequeña de ella, la unión matrimonial, que normalmente es una de las uniones más fuertes de las que el hombre forma parte. Esto se debe a que el factor que aúna en el matrimonio es el amor, y ése es el vínculo más fuerte que cualquier unidad de criaturas puede tener. En realidad, es la única base sobre la cual puede durar unidad alguna. Dibujando círculos más grandes, los padres y los hijos son enlazados por vínculos fuertes de amor en la unión de familia, y fueron las familias o tribus de los doce hijos de Jacob, el patriarca, las que Jehová Dios enlazó en una unidad nacional. Se hizo un acuerdo o pacto entre él y los israelitas según el cual él no sólo debería ser su Rey sino también su Dios; y eso hizo a Israel no sólo una nación sino también una congregación o iglesia de Dios, la única iglesia verdadera de aquel tiempo.—Gén. 2:24; Éxo. 19:5, 6, 8; 20:1, 2; Hech. 7:38; Sal. 147:20.

      3. ¿Fue nacionalista Jehová al escoger a Israel como su congregación?

      3 ¿Por qué escogió Jehová a la nación de Israel para hacer de ella una iglesia o congregación? ¿Fue un Dios nacionalista? No, no lo fue. Fue debido a una promesa que hizo a su amigo Abrahán, el antepasado de los israelitas, que se les permitió componer el cuerpo de esa nueva iglesia. Pero Jehová no desplegó un espíritu nacionalista impidiendo que los no israelitas llegaran a ser miembros de la única iglesia verdadera mediante circuncisión. A toda la gente temerosa de Dios que quería unirse a Israel en adorar al Dios verdadero se le aceptó sin importar su nacionalidad y raza, religión o afiliaciones políticas previas. Se hicieron provisiones para hacer de tales extranjeros circuncisos una parte de la unidad que Dios tenía con Israel por medio de proveer constitucionalmente un lugar para ellos dentro de la organización de congregación bajo la cual estaba Israel. A Israel se le dijo que amara al extranjero así como Jehová le amaba. Además, Dios no mostró consideración por la nacionalidad o raza formando unidades o iglesias separadas con sus adoradores circuncisos que no eran de origen israelita. Había un solo templo donde se podía hallar a Dios, un sumo sacerdote, una Ley, una unidad o iglesia en la cual debieran estar unidos todos los adoradores. El registro bíblico muestra que algunos pueblos y tribus, tales como la muchedumbre mixta que salió de Egipto, los gabaonitas circuncisos y los recabitas circuncisos así como muchos individuos como las mujeres Rahab y Rut, llegaron a ser una unidad con Israel. Así Jehová fue el primer Unidor de naciones que lo hizo con buen éxito.—Deu. 10:17-19; 1 Rey. 8:41-43; Éxo. 12:38; 2 Sam. 21:1, 2; Jer. 35:18, 19.

      4. ¿Cómo llegó a ser la congregación cristiana la iglesia verdadera de Dios?

      4 La iglesia o congregación judía, sin embargo, no mostró a la larga amor a Jehová; y en consecuencia fue cortada de su unión con él, y la congregación cristiana llegó a ser la iglesia verdadera de Dios en el Pentecostés de 33 d. de J.C.

      UNIDAD

      5, 6. ¿Cómo sabemos que la congregación de Dios tiene que ser una, y quiénes están incluídos en la unidad?

      5 Lo sobresaliente de la iglesia cristiana primitiva fue su unidad. En primer lugar, estaba unida con Jehová Dios y Cristo Jesús, y ésa es la más importante de todas las uniones. Jesús recalcó esta unidad en su ilustración de la vid: “Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos. El que permanece en unión conmigo, y yo en unión con él, éste es el que produce mucho fruto, porque separados de mí ustedes no pueden hacer absolutamente nada. Si alguien no permanece en unión conmigo, es arrojado.”—Juan 15:4-6.

      6 Una unión con Cristo también debe resultar en unidad entre los que están unidos con él. Por eso en su oración inmediatamente antes de ser traicionado, Jesús pide tal unidad entre sus seguidores, diciendo: “Yo hago petición, no concerniente a éstos nada más, sino también concerniente a los que ponen fe en mí por medio de la palabra de ellos, para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, para que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Además yo les he dado la gloria que tú me diste a mí, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno. Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo, para que ellos sean perfeccionados en uno, para que el mundo tenga conocimiento de que tú me enviaste y que tú les has amado así como me has amado a mí.” Observe las direcciones que toma esta unidad. Todos sus seguidores deben ser uno; no únicamente los que vivían entonces, sino también los que cifran su fe en él por medio de su palabra, es decir, la de sus discípulos; por lo cual la unidad alcanza hasta el futuro e incluye a todos los cristianos verdaderos que viven hoy día. Al mismo tiempo alcanza hasta el cielo e incluye a Jesucristo y Jehová Dios, para que sus seguidores estén, como dijo Jesús, “en unión con nosotros.”—Juan 17:20-23.

      ALCANCE DE LA UNIDAD

      7. ¿Qué hace una unión suelta y débil, y qué la hace estrecha y fuerte?

      7 ¿Qué clase de unidad pidió Jesús en su famosa oración? ¿Cuántos y cuán fuertes deben ser los vínculos que la mantienen aunada? No todas las uniones son igualmente fuertes. Algunas uniones sólo afectan a un campo en particular en la vida de sus miembros. Por ejemplo, personas pueden pertenecer a la misma unión protectora de animales y no obstante estar tan separadas como Oriente y Occidente en asuntos de religión, política y otros intereses. Tales uniones son sueltas. En contraste con ellas, las uniones del matrimonio o de la familia son uniones estrechas y fuertes, porque afectan a un gran número de intereses en la vida de sus miembros. En una familia normal tales cosas como vínculos consanguíneos, amor mutuo, el hogar común, su espíritu o ambiente, el nombre de la familia, la tradición, religión, norma cultural, el fiarse al grado de hacerse confidencias unos a otros, el respeto y acuerdo todas son cosas que los miembros tienen en común; y mientras más cosas comparten las personas, más estrecha y fuertemente están enlazadas.

      8. ¿Qué hizo tan fuerte la unidad de la iglesia cristiana primitiva?

      8 Ahora, regresando a nuestra pregunta: ¿De qué clase de unidad hablaba Jesús, en Juan 17? ¿Fue sólo de una unión suelta, que afectara simplemente uno o dos intereses en la vida de sus seguidores? No, él pidió la unión más fuerte que puede haber. “Yo les he dado la gloria que tú me diste a mí, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno.” No podemos pensar en una unidad más estrecha y más fuerte que la que existe entre Jehová Dios y su Hijo, Cristo Jesús. La fuerza de esa unidad se probó por el derrotero obediente de Jesús aun hasta la muerte en el madero de tormento. Fue en la más estrecha unión de familia de Dios, una filiación privilegiada, en la que Jesús pidió que fueran introducidos sus discípulos, y con ese propósito les había ‘dado la gloria que Jehová le dio,’ “gloria como la que pertenece a un hijo unigénito por parte de un padre.” (Juan 1:14) Pablo menciona algunas de las muchas cosas que habrían de tener en común en Efesios 4:3-5, donde él habla en cuanto a esforzarse “por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz,” y luego prosigue y enumera: “Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados; un Señor, una fe, un bautismo; un Dios y Padre de todas las personas, que es sobre todos y por medio de todos y en todos.” ¡Qué cuerpo estrechamente unido y compacto deben haber llegado a ser sus seguidores considerando las numerosas cosas que tenían en común!

      9. ¿Qué ilustra Pablo al referirse al cuerpo humano en el capítulo 12 de 1 Corintios, y en el capítulo 4 de Efesios?

      9 Para ilustrar a mayor grado esa estrechez y unidad compacta, Pablo la compara al cuerpo humano: “Porque así como el cuerpo es una sola cosa pero tiene muchos miembros, y todos los miembros de ese cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también es el Cristo. Porque en verdad por un espíritu todos nosotros fuimos bautizados en un cuerpo, seamos judíos o griegos, seamos esclavos o libres, y a todos se nos hizo beber un espíritu. . . .Dios compuso el cuerpo, dando honor más abundante a la parte que le faltaba, para que no hubiese división en el cuerpo, sino que sus miembros tuvieran el mismo cuidado los unos de los otros.” “Hablando la verdad, crezcamos mediante el amor en todas las cosas en él quien es la cabeza, Cristo. De él todo el cuerpo, mediante el estar trabado armoniosamente y hecho para cooperar por medio de cada coyuntura que suministra lo que se necesita, de acuerdo con el funcionamiento de cada miembro respectivo en la debida medida, contribuye al crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.” ¿Podría haber alguna unidad más perfecta que ésa que existe entre los miembros del cuerpo humano? ¿Sería posible tener un cuerpo dividido? ¿Podría haber más de una cabeza para un cuerpo? ¡Qué excelente ilustración para mostrar el grado más elevado de la unidad y unicidad de los muchos miembros que componen la congregación cristiana!—1 Cor. 12:12-25; Efe. 4:15, 16.

      10. ¿Por qué fue la iglesia cristiana una maravilla verdadera del espíritu de Dios desde su principio?

      10 Desde el primer día la congregación cristiana probó que podía asimilar en su unicidad a personas no sólo de Palestina, sino también de muchos diferentes países con sus diferentes idiomas, a gente de todas las sectas del judaísmo, a judíos y a prosélitos circuncisos, haciendo que las diversas opiniones religiosas y locales cedieran al pensar cristiano. Personas de antecedentes sociales completamente diferentes, humildes pescadores, agricultores, pastores, recaudadores de impuestos, fueron introducidos en unidad con los fariseos y médicos doctos, ricos y pobres, jóvenes y ancianos, hombres, mujeres y niños, y fueron enlazados en la unidad de la congregación. Fueron uno aun al grado de compartir temporariamente sus recursos materiales para hacer frente a una situación crítica que se desarrolló en Jerusalén durante la primera arremetida de miembros y que requirió inmediata acción de auxilio. “La multitud de los que habían creído tenía un mismo corazón y alma, y ni siquiera uno decía que cosa alguna de las que él poseía era suya, sino que tenían todas las cosas en común.” Fue una verdadera maravilla del espíritu de Dios. Sin embargo, durante los primeros tres años y medio de su existencia, los miembros de la iglesia siguieron siendo judíos y prosélitos judíos que habían salido del judaísmo.—Hech. 2:5-11, 41; 4:32-35.

      11. ¿En qué respecto hubo un cambio en la congregación cristiana en 36 d. de J.C.?

      11 Entonces en 36 d. de J.C. la congregación cristiana entró en una nueva fase de su historia. En ese año algo sucedió que sorprendió a todos: Un hombre incircunciso y su familia, gentiles que no habían estado antes en relación de pacto con Jehová Dios, de repente llegaron a ser parte de la congregación cristiana con derechos y obligaciones plenos e iguales, como lo mostró el hecho de que estos gentiles fueron bautizados y recibieron el espíritu santo al igual que los creyentes que eran de la organización judía. Ahora había de llevarse a cabo el famoso mandamiento de Jesús, “Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones.” De ser una unidad u organización de los creyentes judíos, la congregación cristiana debía abrir sus puertas de par en par al resto de la humanidad y extenderse para llegar a ser una organización internacional, encarándose a todos los problemas a que las organizaciones internacionales siempre han tenido que encararse. Al hacer todo esto, la unidad verdadera debía conservarse con los vínculos de la paz y el amor.—Hech. 10:44-48; Mat. 28:19.

      OTRAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

      12. ¿Por qué estaba interesado el Imperio Romano en hacer una unidad de sus pueblos dominados, cómo emprendió esta tarea? ¿Tuvo buen éxito en ello?

      12 El Imperio Romano pagano de aquel día edificaba y mantenía una organización internacional de la mejor manera que sabía. Después de haber conquistado casi todo el mundo civilizado, su tarea fue mantener sujetos al gobierno romano los muchos pueblos, naciones y razas. A semejanza de cualquier otra potencia mundial, los sentimientos nacionales y religiosos fueron los obstáculos mayores contra los que tuvo que contender para unir la grande variedad de gente bajo su dominio. Se hicieron esfuerzos para allanar las distinciones de clases y para reemplazar costumbres locales mediante leyes y administración uniformes, y para desalojar las religiones nacionales con una religión común, a fin de unificar todo el imperio en un bloque sólido; pero los esfuerzos jamás fueron coronados con el éxito. Dice el Hastings Dictionary of the Bible, Tomo IV, pág. 293: “Roma jamás pudo hacer una nación sólida de su Imperio. . . .El Imperio tuvo miras superiores desde el principio, y el sentido del deber para el mundo conquistado aumentó sobre él a medida que pasaba el tiempo; pero no pudo ni restaurar ni crear el patriotismo de una nación. La antigua nación romana se perdió en el mundo; y si el mundo se perdió en Roma, no constituyó una nueva nación romana. Los griegos o galos tal vez se llamaban romanos, y parecía que olvidaban a su pueblo antiguo en el orgullo del civitas [‘estado’] romano; pero seguían siendo griegos y galos. . . . Hubo pueblos en grande variedad, pero las naciones antiguas estaban muertas, y la una sola nación nueva nunca nació.”

      13. ¿Por qué no tienen razón para despreciar a Roma los gobernantes mundiales de nuestro día?

      13 Los gobernantes mundiales de nuestro día no tienen razón de jactarse, porque no han logrado ningún resultado mejor que los romanos, a pesar del esclarecimiento del siglo veinte y su organización de las Naciones Unidas. H. G. Wells compara los logros en A History of the World como sigue: “El pueblo romano se halló llevando a cabo casi inadvertidamente un vasto experimento administrativo. . . .Siempre estaba cambiando, jamás alcanzó alguna fijeza. En un sentido el experimento [administrativo] fracasó. En un sentido el experimento queda inacabado, y Europa y América hoy día todavía están resolviendo los enigmas del arte de gobernar con alcance mundial a que se enfrentó primero el pueblo romano.”—Capítulo 33, “El crecimiento del Imperio Romano,” páginas 149-151. Publicada en 1922.

      14. Como bloques solos, ¿han resuelto Occidente u Oriente el problema de hacer una unidad verdadera de las naciones?

      14 Como bloques solos de naciones, ni el Occidente democrático ni el Oriente comunista han resuelto el enigma de la unidad internacional. En el mundo occidental una alianza militar internacional como la NATO a menudo encuentra frustrada la cooperación debido a orgullo nacional de parte de algunos de sus miembros. En Oriente, cuando Yugoeslavia se separó del resto del bloque comunista y prefirió su propia marca de comunismo, un movimiento internacional tan altamente idealista como el comunista y trabajando por años bajo el lema “Únanse los obreros de todo el mundo” tuvo que encararse al hecho de que no todos los comunistas estaban preparados para sacrificar su orgullo nacional en el altar de la unidad internacional comunista. Aunque el movimiento comunista ha logrado resultados notables al unir personas de muchas naciones en torno de un programa político, no ha logrado hacer una unidad internacional de los comunistas. El nacionalismo, razas, religión, idiomas y muchos otros factores divisorios han sido semejantes a rocas en el mar contra las cuales los barcos de los gobernantes internacionales humanos han sufrido su desastre tarde o temprano.

      15. (a) ¿Por qué fue mayor maravilla la iglesia cristiana internacional que la iglesia cristiana originalmente judía? (b) ¿Cómo logró sus resultados?

      15 Para este mar, tan lleno de rocas submarinas y naufragios, la congregación cristiana, joven e inexperta en asuntos internacionales, ahora había de zarpar. Al extenderse y abrir sus puertas a gente de todas las naciones, al topar con todo matiz de religión y filosofía paganas, orgullo nacional, obstáculos de idiomas, controversias raciales, políticas y sociales, ¿podría mantener la unidad absoluta que había logrado? ¿Podría hacerlo sin tener que transigir en cuanto a sus enseñanzas y normas establecidas para los que quisieran hacerse miembros? ¿Todavía podría mantener inalterado su arreglo de organización teocrática, con una junta administrativa visible en Jerusalén? ¿No tendría que dividirse en grupos nacionales con alguna forma de autonomía para cada grupo y luego unirlos de algún modo? ¿Podría permanecer inalterada? Si ya la iglesia judía nacional había sido una maravilla, fue pequeña comparada con la maravilla de la iglesia internacional, especialmente al considerar los antecedentes históricos. Lo que ha sido un problema sin solución para los edificadores mundiales humanos hasta este día no fue problema para Cristo Jesús, la Cabeza de la iglesia cristiana. Los cristianos se pusieron a trabajar en la mismísima raíz de lo que divide así como une, a saber, la mente humana. Comenzaron a rehacer la mente de personas humildes y temerosas de Dios de todas partes. Muy pronto estas personas creyentes de todas las naciones experimentaron un cambio en la personalidad a medida que se pusieron a imitar a su Cabeza, Cristo Jesús, y el resultado fue asombroso: Todos los obstáculos separativos se desvanecieron a medida que gente de las naciones fue incorporada en el cuerpo de Cristo. A la congregación local de Colosas del Asia Menor Pablo escribió: “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad, la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada de acuerdo con la imagen del que la creó, donde no hay ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos.” Y a los de la iglesia en Galacia: “Todos ustedes, en realidad, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. Porque todos ustedes que fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos ustedes son uno en unión con Cristo Jesús.”—Col. 3:9-11; Gál. 3:26-28.

      16. ¿Qué cosa es preciso tener para que haya una sola iglesia? ¿La tuvieron los primeros cristianos?

      16 La base para una sola iglesia es la unidad en enseñanza y creencia, y mientras los apóstoles y otros hermanos maduros llenos del espíritu estuvieron presentes, esta unidad se conservó. Una vez cuando hubo tendencias de edificar sectas en la congregación de Corinto, Pablo les recordó: “¿Existe dividido el Cristo?” y se les exhortó a todos a “hablar de acuerdo, y que no debe haber divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos con la misma mente y con la misma forma de pensar.” La fe común hace una iglesia común, sin importar quiénes sean los creyentes y dónde estén.—1 Cor. 1:10, 13.

      17. ¿Qué otro factor contribuyó a la unidad internacional?

      17 Otro factor que apoyó la unidad cristiana fue el punto de vista particular que los primeros cristianos tuvieron respecto a los gobiernos. No fueron parte de este mundo ni de su sistema político, lo cual en sí mismo puede contribuir mucho a la unidad. No obstante no se consideraban como un pueblo sin gobierno ni gobernante, sino que tuvieron confianza en las Escrituras Hebreas y en las propias palabras de Jesús en cuanto a él mismo como el verdadero Rey en un reino verdadero ejerciendo gobierno verdadero y con un ejército lo bastante fuerte como para destruir a todos los otros reinos al tiempo debido. Confesaron al Rey supernacional Jesucristo como su Señor y dedicaron su vida al reino de Dios por medio de él con lealtad inmovible. Todavía eran ciudadanos obedientes de las naciones en que vivían, pero adoptaron la posición de que en caso de un choque entre los mandamientos de su Señor y Maestro y los del hombre tenían que obedecer a Dios más bien que a los hombres; y estaban resueltos a hacer lo que decían, como lo descubrieron los Césares de Roma cuando trataron de estorbar la unión en la cual estaban aunados los cristianos con su Dios y con su Rey. No se imaginaban que el reino de Dios fuera algo que sólo estuviera en el corazón de los hombres, como se imaginan muchos cristianos profesos hoy día. Manteniéndose separados del mundo, con la vista firmemente fija en ese reino celestial y guiados por el espíritu santo productor de amor, eran “un solo cuerpo” aunque internacional.—Juan 17:16; 18:36, 37; Dan. 2:44; Hech. 5:29.

      18. (a) ¿Guiaba directamente el espíritu a las congregaciones locales en la iglesia primitiva? (b) ¿Por qué pudiera uno pensar que podrían surgir complicaciones a causa de decisiones hechas por la junta administrativa visible en Jerusalén? ¿Surgieron?

      18 Dado que había una sola organización, solamente podía haber una agencia administrativa central para toda la organización. Los apóstoles y los hermanos maduros de Jerusalén componían tal agencia o junta administrativa visible bajo la guía del espíritu. Prestamente la reconocían y cooperaban con ella, en todo el mundo. Los problemas que eran de significado internacional para la iglesia se llevaban a Jerusalén para que se decidiera sobre ellos. Cuando surgió el asunto de la circuncisión, Pablo no convocó a un sínodo a los superintendentes de congregación de Antioquía y del resto de la provincia de Siria con el propósito de discutir y decidir sobre el asunto, ni esperó que el espíritu de Dios diera guía directa a las congregaciones, sino que se dirigió a la junta administrativa visible en Jerusalén; y después que esa junta zanjó el asunto allí bajo la guía del espíritu, él fue enviado de regreso a las congregaciones para darles a conocer la decisión. Este procedimiento no resultó en complicaciones por parte de los no judíos, como pudiera haberse esperado en otras circunstancias. Desde un punto de vista normal mundano uno no se habría sorprendido de oir a los griegos objetar, llamando la atención a sus tradiciones orgullosas del pasado. Después de todo, ¿no eran griegos los principales historiadores, poetas, matemáticos y arquitectos del mundo? ¿No era realmente griego todo lo que se llamaba cultura aun en todo el Imperio Romano? O los romanos, los ciudadanos de la capital del mundo, confiados en sí mismos, ¿por qué deberían escuchar a los judíos despreciados, a quienes, a veces, ni siquiera se les permitió vivir en Roma? La dominación mundial de la raza semítica, ¿no había pasado de la raza semítica a la aria con la caída de Babilonia? Entonces, ¿por qué deberían aceptar los romanos y griegos arios las órdenes que les dieran los judíos semíticos de habla aramea de Jerusalén? ¿No podían pensar por sí mismos? No hay nada en los registros que indique que tal pensar nacionalista o racial mundano haya carcomido a semejanza de comejenes las raíces de la unidad cristiana. Evidentemente todos lo consideraban del mismo modo que Pablo: “No hay distinción entre judío y griego, puesto que hay el mismo Señor sobre todos.” Lejos de que eso haya causado disensión, el registro dice: “Y según viajaban por las ciudades entregaban a los que estaban allí para observancia los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y hombres de mayor edad que estaban en Jerusalén. Por lo tanto, verdaderamente, las congregaciones continuaban siendo hechas firmes en la fe y aumentando en número de día en día.”—Hech. 15:2, 41; 16:4, 5; Rom. 10:12.

      19. ¿En qué respecto fue la iglesia cristiana primitiva algo nunca antes visto?

      19 En verdad la iglesia fue una maravilla y una excepción sobresaliente en la historia de la humanidad; una organización internacional, no obstante caracterizada por “un mismo corazón y alma,” “la misma mente,” y “la misma forma de pensar,” ‘un cuerpo, un espíritu, una esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre.’ (Hech. 4:32; 1 Cor. 1:10; Efe. 4:4-6) Algo jamás visto antes. Un producto verdadero del espíritu de Dios. Ciertamente, Jehová había cumplido la oración de Jesús por la unidad de la iglesia cristiana.—Juan 17:20-23.

  • Desastres: señal de los tiempos
    La Atalaya 1960 | 15 de diciembre
    • Desastres: señal de los tiempos

      La década que empezó en 1950 ha llegado a llamarse la década de desastres en los Estados Unidos de la América del Norte. Como resultado de desastres tales como huracanes, inundaciones, incendios, etc., 29,000 casas quedaron destruídas, mientras otras 600,000 fueron dañadas, dejando a 1,600,000 personas sin hogar. Con razón la Cruz Roja estadounidense llamó los diez años de 1950 a 1959 la década más desastrosa en la historia de la nación.

  • La marca del espíritu
    La Atalaya 1960 | 15 de diciembre
    • La marca del espíritu

      “Les estoy dando un nuevo mandamiento: que se amen los unos a los otros; igual como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. Por esto todos sabrán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:34, 35.

      1. (a) ¿Por qué es únicamente lógico esperar que se vea la unidad cristiana en el mundo hoy día? (b) ¿De qué nos serviría hallar esa unidad?

      PARA Jesús la unidad y amor entre sus seguidores verdaderos fue algo singular, algo que los apartaría de todos los demás, algo que sería una señal especial a todo el mundo para probar que él había sido enviado por el Padre y que ellos habían sido enviados por él. Debido a que Jesús oró por que sus seguidores futuros fueran parte de la unidad cristiana y prometió que el ‘Hades no vencerá’ a su congregación y que él está con ella “todos los días hasta la consumación del sistema de cosas,” solamente es lógico esperar que esa señal en particular sea visible al mundo hoy día, y que sirva como medio para identificar a su congregación o iglesia. Y con más razón ya que la Iglesia católica romana, las iglesias ortodoxas orientales y una conferencia mundial protestante ecuménica todas convienen en que la iglesia de las Escrituras Griegas es una iglesia visible. Por lo tanto buscaremos entre los sistemas eclesiásticos que se llaman cristianos para ver qué unidad podemos hallar.—Juan 13:35; 17:23; Mat. 16:18; 28:20.

      LAS IGLESIAS PROTESTANTES

      2. ¿A qué se debe que ninguna de las iglesias protestantes pretenda ser la iglesia verdadera?

      2 Como se sabe comúnmente, no hay nada en el mundo protestante que pueda compararse a la unidad de la iglesia cristiana primitiva. Ni las iglesias protestantes en conjunto ni una sola de ellas pueden decir que son internacionales o universales y a la vez una unidad en fe y organización. Es tan obvio, que por esta razón y otras ninguna de las iglesias protestantes pretende ser la iglesia verdadera de las Escrituras Griegas.

      3. Considerando la separación evidente, ¿cómo explican los protestantes su creencia en una sola iglesia?

      3 Con la aceptación del Credo Niceno, todas las iglesias protestantes confiesan creer una sola iglesia “santa, católica, apostólica,” pero, como en todos los otros asuntos de creencia, hay un enorme número de especulaciones y teorías teológicas en cuanto a la unidad de la iglesia. Algunos dicen que no se requiere la unidad en lo absoluto y que hasta es una desventaja. Desde los días de la Reforma muchos han creído en una llamada iglesia “invisible” y “visible,” la invisible constando de todos los cristianos sinceros de todas las denominaciones que están dedicados a Dios y han sido aceptados por él. Los ojos humanos no pueden discernir el cuerpo de éstos, por lo cual se le llama invisible en contraste con el número ordinario de miembros de las iglesias, la parte visible, que se halló difícil de identificar como seguidores verdaderos de Cristo. En los Estados Unidos de Norteamérica la llamada “teoría de los sarmientos” es común. Las diversas iglesias se comparan a sarmientos de la vid en la ilustración de Jesús, en el capítulo quince de Juan, y se supone que hacen una unidad por estar unidas en Cristo, la vid. Otros creen que la unidad no debe ser en organización, sino sólo en espíritu; y otros por otra parte creen que ya existe en Cristo cierta unidad mística, sobrenatural, a pesar de todas las evidencias de desunión. Así, paradójicamente, en los informes de las conferencias ecuménicas del Concilio Mundial de Iglesias, se alude repetidas veces a la “unidad en Cristo” de las iglesias miembros, aunque nunca se hace ningún esfuerzo serio para explicar en qué consiste realmente esta unidad.

      4. ¿Qué declaró la conferencia mundial de Fe y Orden en Lund en cuanto a la iglesia?

      4 Las discusiones interconfesionales entre las diversas facciones rara vez resultan en un punto de vista común de las cosas. Sin embargo, sobre el tema del cuerpo de Cristo, la conferencia mundial de Lund, Suecia, en 1952, del movimiento ecuménico llamado Fe y Orden ha declarado en su informe oficial como opinión de la mayoría: “La imagen dada por Pablo de la Iglesia como el Cuerpo de Cristo no es simple metáfora, sino que expresa una realidad viva.” Y además: “Convenimos en que no hay dos Iglesias, una visible y la otra invisible, sino una sola Iglesia, que tiene que hallar expresión visible en la tierra.”

      5. ¿Qué concluye el obispo Giertz debido a la división de la cristiandad?

      5 Comprendiendo la necesidad de que la congregación cristiana sea una, pocas cosas afligen a las iglesias protestantes tanto como el hecho de que no son una. Dice el obispo sueco Bo Giertz en cuanto a la división de la cristiandad: “Sencillamente es un pecado, y es un pecado de la clase más fatal, un pecado contra el mismísimo cuerpo de Cristo. . . . La conclusión aterradora a la que se nos obliga a llegar es que una iglesia dividida ya no es una iglesia verdadera. . . .Mientras estamos divididos el cuerpo de Cristo está sangrando, y no sabemos qué día morirá de desangramiento.”

      6. (a) ¿Qué es el Concilio Mundial de Iglesias? (b) ¿Qué cosa hace imposible reconocer la iglesia cristiana primitiva en el mundo protestante?

      6 Hallándose en esta situación difícil, muchos protestantes han cifrado su esperanza en las discusiones ecuménicas o interconfesionales que comenzaron especialmente con nuestro siglo y resultaron en la fundación del Concilio Mundial de Iglesias en 1948, una organización internacional que incluye a casi todas las iglesias protestantes y la ortodoxa oriental, pero no a la Iglesia católica romana. Sin embargo, el Concilio Mundial de Iglesias no es una iglesia, y no sostiene que lo es. Declara que no es una “Superiglesia” ni “Una Sancta” o la iglesia ‘única, santa,’ sino que más bien considera que su propósito es “poner las iglesias en contacto vivo unas con otras.” En cuanto a su capacidad para cumplir este propósito, las opiniones difieren entre los teólogos. El profesor danés Dr. Regin Prenter dice: “Sea como fuere, una cosa es cierta: Este concilio mundial de iglesias cristianas de ninguna manera representa una reunión verdadera de las iglesias separadas. El Concilio Mundial de Iglesias todavía es únicamente una federación de comunidades eclesiásticas mutuamente independientes. . . . Bien pudiera significar que el nuevo contacto que las iglesias dentro del Concilio Mundial de Iglesias han obtenido unas con otras resulte en una condenación mutua más severa entre ciertas comunidades eclesiásticas que antes, puesto que sencillamente no se conocían a tal grado que pudieran condenarse unas a otras.” Algunas de las cosas que impiden que los cristianos dedicados reconozcan la iglesia de Jesucristo y de los apóstoles entre las iglesias protestantes es la falta de unidad en sus enseñanzas y organización, nacional e internacionalmente.

      LAS IGLESIAS ORTODOXAS ORIENTALES

      7. ¿Qué hace evidente que falta unidad en la Iglesia ortodoxa oriental?

      7 Las iglesias ortodoxas orientales no son una sola iglesia sino un número de iglesias nacionales principalmente en Europa oriental y en la península de los Balkanes, que pelearon por su independencia y la ganaron del patriarcado en Estambul. Nominalmente, algunas de ellas reconocen al patriarca de Estambul como cabeza de su iglesia, otras al patriarca de Moscú, pero ninguno de los patriarcas tiene voz ni voto en los asuntos internos de las otras iglesias. Una lucha constante se libra entre los dos patriarcados en cuanto a la jurisdicción sobre las iglesias de Finlandia, Polonia y la colonia rusa de emigrantes en París. Puesto que la iglesia de Dios y de Cristo fue una iglesia internacional, y no un número de iglesias nacionales, no podemos ver en la Iglesia ortodoxa oriental indicios de la unidad de la primera iglesia cristiana.

      LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA

      8-11. ¿Qué prueba que la iglesia romana no es un solo cuerpo? ¿Qué prueba decisiva de unidad verdadera no pueden pasar con buen éxito ni la iglesia romana ni otras?

      8 ¿No es la Iglesia católica romana una grande iglesia internacional con unidad en enseñanzas y organización? Aunque tenga un conjunto uniforme de dogmas para la entera iglesia internacional, las creencias religiosas de los católicos romanos no son las mismas en todas partes. Lo que se imagina un católico romano italiano acerca de Dios y Cristo Jesús y lo que hacen por el género humano difícilmente sería igual a lo que se imagina un católico romano nativo de Haití que todavía practica su religión pagana del vudú secundariamente.

      9 Tampoco es la unidad de organización tan firme como muchos piensan. Si la Iglesia católica romana realmente es un cuerpo con el papa como cabeza visible, ¿entonces por qué no obedecen todos los católicos a la cabeza? Dice el sacerdote y autor católico romano Pedro Schindler al defender la iglesia católica contra el cargo de ser intolerante con los protestantes en España y Colombia: “¿Por qué no interviene el papa? ¿Quién dice que no ‘interviene’? Después de todo, nosotros los que estamos en una posición de autoridad en Roma tenemos una idea más acertada de su impotencia. El papa no es dictador en España ni presidente en Colombia, y si los católicos locales (dirigidos por sus líderes eclesiásticos) pasan por alto la ley de su propia iglesia como ellos en muchos lugares pasan por alto las instrucciones papales (por ejemplo, las encíclicas sociales) entonces el mismo papa es impotente.” Si los miembros no obedecen a la cabeza, ¿puede haber un solo cuerpo vivo?

      10 Si la iglesia romana es un solo cuerpo, ¿por qué obran las diferentes órdenes, a saber, los franciscanos, los dominicos, los jesuitas, etc., como cuerpos separados? ¿Por qué pelean tales órdenes unas con otras a semejanza de partidos políticos para obtener la influencia determinante sobre el papa y la norma eclesiástica?

      11 ¿Es la iglesia realmente una unidad cuando sus miembros, como los católicos en Italia, se encuentran en todos los partidos políticos desde la derecha extrema pasando a través del espectro de colores político hasta la izquierda comunista extrema? ¿Podrían componer jamás un solo cuerpo eclesiástico verdadero; uno, como Jehová y Cristo Jesús son uno? ¿Podrían ser uno internacionalmente cuando algunos de ellos son dirigidos por cardenales quienes, por razones nacionalistas, ni siquiera se hablan? Y en caso de guerra, ¿conserva la iglesia católica, y otras denominaciones en cuanto a eso, la unidad que afirman poseer? Todo el mundo sabe que no. Todas ceden en esa prueba decisiva de su unidad como iglesia y demuestran que los vínculos que las unen a unidades mundanas son más fuertes que los vínculos que las aúnan a su unidad de iglesia y a su dios. Todo esto hace imposible ver la unidad de la iglesia cristiana en la organización eclesiástica internacional católica romana.

      UNA SEÑAL AL MUNDO

      12. (a) ¿Qué tienen los testigos de Jehová que apoye su alegación de unidad verdadera? (b) ¿Con qué derecho se unen a Pablo en usar Romanos 8:35-39?

      12 En contraste con toda esta división desalentadora, alegra el corazón hallar un cuerpo internacional de cristianos en la tierra hoy día que es una verdadera unidad, una hermandad internacional verdadera, unida en fe y organización por los vínculos del amor. Es un hecho acerca del cual se invita a toda persona a convencerse, y no somos inmodestos porque señalamos a ello, que los testigos de Jehová, aunque son internacionales, son “un mismo corazón y alma,” de la “misma mente” y de la “misma forma de pensar,” y tienen ‘un cuerpo, un espíritu, una esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre.’ Son cristianos que están aunados en una unidad con Jehová Dios y Cristo Jesús y sus hermanos con vínculos de amor tan fuertes que nada, incluyendo la guerra, puede desbaratarla. Su organización eclesiástica internacional que comprende testigos de muchos países está compuesta del resto de la clase de la novia de Cristo Jesús; y unida a este resto en la “una sola manada” bajo “un solo pastor” está una grande muchedumbre de “otras ovejas.” (Juan 3:28-30; 10:16) La historia moderna de estos testigos muestra que han experimentado lo bastante para unirse al apóstol Pablo en decir: “¿Quién nos separará del amor del Cristo? ¿La tribulación o la angustia o la persecución a el hambre o la desnudez o el peligro a la espada? Tal como está escrito: ‘Por tu causa se nos está haciendo morir todo el día, se nos ha contado como ovejas para el degüello.’ Al contrario, en todas estas cosas estamos saliendo completamente victoriosos por medio de aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni gobiernos ni cosas aquí ni cosas por venir ni poderes ni altura ni profundidad ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.”—Rom. 8:35-39.

      13. ¿A qué reflexiones da origen la unidad de los testigos de Jehová, de qué es una señal y para quién?

      13 La unidad mundial de los testigos de Jehová da origen a varias reflexiones. Si la hermandad internacional de la iglesia primitiva del primer siglo fue una verdadera maravilla y reconocidamente un producto del espíritu santo solo, y si Dios en su iglesia hizo lo que otros han tratado de hacer durante siglos sin resultado, ciertamente una idéntica hermandad internacional en el caótico siglo veinte no es menos maravilla y no prueba menos la manifestación singular del espíritu o fuerza activa invisible de Dios. Según Jesús tal unidad no es casualidad, sino una señal al mundo de que Jehová ama a los unidos así como él ama a Jesús, y de que ellos son sus discípulos: “Les estoy dando un nuevo mandamiento: que se amen los unos a los otros; igual como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. Por esto todos sabrán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:34, 35; 17:23.

      14. ¿Por qué no fue incorrecto que los primeros cristianos señalaran a su iglesia como la única iglesia verdadera?

      14 Los primeros cristianos estuvieron convencidos de que pertenecían a la única iglesia verdadera, la “congregación de Dios.” Habría sido pecar contra el espíritu santo el dudarlo. Una señal de la marca del espíritu estaba sobre ellos, y una señal no es de ningún valor si no se ve. Entonces, ¿fue incorrecto que los primeros cristianos indicaran a su iglesia como la única que tenía esa señal? En conexión con la iglesia judía del judaísmo, ¿era contrario a la humildad verdadera el que los cristianos llamaran atención a esta marca del espíritu aunque al hacerlo revelaban la notoria ausencia del espíritu de Dios en la casa dividida de Israel? Al contrario, se hallaban bajo obligación de no colocar su luz debajo de una canasta, sino de dejarla resplandecer “delante de la humanidad, para que vean sus obras rectas y den gloria a su Padre que está en los cielos.”—Mat. 5:14-16.

      15. ¿Es falta de virtud cristiana el que los testigos de Jehová señalan a la sociedad del nuevo mundo, de la cual la congregación cristiana ungida forma parte, como la única que verdaderamente es de Dios?

      15 Dado que lleva tan obviamente la marca del espíritu, la unidad amorosa mundial de los testigos de Jehová es una de las razones por las cuales esos testigos que son miembros ungidos del cuerpo de Cristo están convencidos de que pertenecen a la única iglesia verdadera, y puesto que los que son de las “otras ovejas” están asociados con estos ungidos en la sociedad unida del nuevo mundo, están convencidos de que ésta en verdad es la organización de Dios, donde se lleva a cabo la adoración verdadera. ¿No sería pecar contra el espíritu el dudarlo? ¿Es inmodesto el que llamen la atención del mundo al hecho de que esta organización es singular en mostrar la marca del espíritu? Al contrario, para provecho de todas las personas de corazón honrado que anhelan la congregación visible del pueblo unido de Dios, y para la gloria de Dios y Cristo Jesús, ellos no deben poner su luz debajo de una canasta aun al costo de que se les considere pagados de su propia rectitud.

      BIBLIOGRAFÍA

      1. Dogmatik, (danés) 2da. edición, sección “La comunidad religiosa,” pár. 54, página 208. Autor: Prof. Dr. Niels Munk Plum. Editores G. E. C. Gad, Copenhague 1941.

      2. Evangelisches Kirchenlexikon, (alemán) Lirchlichtheoligisches Handwoerterbuch bajo “Kirche,” sección IV. “Reformatorischer Kirchenbegriff und dessen Fortbildung,” pár. 10; y sección VII. “Gegenwaertiges oekomenisches Gespraech,” parte B. “Die das oekumenische Gespraech bestimmende Fragen,” pár. 5. Editores: Vandenhoeck & Ruprecht, Gættinga 1958.

      3. Faith and Order, The Report of the Third World Conference at Lund, Sweden: August 15-28, 1952 (inglés). Editado a favor de la Comisión de Fe y Orden del Concilio Mundial de Iglesias por la SCM Press Ltd. Londres, capítulo III, sección II, página 13; y sección IV, página 21.

      4. Kristi Kirke, (danés) página 32. Autor: Obispo Bo Giertz. Editores: Nyt Nordisk Forlag Arnold Busck, Copenhague 1945.

      5. Evangelisches Kirchenlexikon bajo “Oekumenische Bewegung,” sección “Concilio Mundial de Iglesias,” pár. 2a. The Church, the Churches, and the World Council of Churches, (inglés) páginas 2 y 3. Autor: Comité Central del Concilio Mundial de Iglesias en su reunión en Toronto en julio de 1950. Editores: El Concilio Británico de Iglesias, Londres, 1952.

      6. Protestantismen i vor Tid, (danés) páginas 121 y 122. Autor: Prof. Dr. Regin Prenter. Editores: H. Hirschsprungs Forlag, Copenhague 1958.

      7. Salmonsen Leksikon-Tidsskrift 1953 og 1954, (danés). Artículo: Kirken hvis centrer ligger i Istanbul of Moskva, página 995. Editores: J. H. Schultz, Copenhague 1955.

      8. Katolicismen i vor Tid, (danés) página 137. Autor: Pedro Schindler, sacerdote católico y autor. Editores: H. Hirschsprungs Forlag, Copenhague 1957.

      9. L’Espresso, (diario italiano). Artículo: “Detrás del trono de Pío XII—El ataque de los jesuitas y la rendición de los dominicos.” Autor: Dr. Carlo Falconi, director religioso.

      10. Katolicismen i vor Tid, página 130.

  • “Hambre sobre la tierra”
    La Atalaya 1960 | 15 de diciembre
    • “Hambre sobre la tierra”

      Hace mucho el profeta Amós predijo que habría un hambre espiritual en la tierra. Esa hambre se ha hecho patente hoy en día en los países que dicen ser cristianos. Los que son responsables de esta condición son las iglesias de la cristiandad, y de vez en cuando lo confiesan. El Christian Recorder dijo: “La Iglesia actualmente es semejante a un tubo mohoso desconectado de la fuente surtidora.” El presidente de la Unión Bautista de Nueva Zelandia declaró: “Estamos tan ocupados manteniendo nuestra Iglesia y dirigiendo la multiplicidad de organizaciones integradas en la Iglesia que no tenemos ni el tiempo ni las fuerzas para salir al mundo con el Evangelio.” Otro clérigo hizo esta declaración en el News de Charlotte, Carolina del Norte: “A veces me pregunto si nosotros en la Iglesia acaso no hemos estado dando piedras a nuestros hijos cuando piden pan, si no les hemos dado chucherías cuando lo que verdaderamente quieren es Dios.”

  • Sirviendo a los que buscan posición social
    La Atalaya 1960 | 15 de diciembre
    • Sirviendo a los que buscan posición social

      En 1959 cuando las Iglesias cristianas congregacionales de EE. UU. celebraron su reunión regional que abarcaba los estados centrales del norte, José W. Merchant, un vocero oficial, lamentó el que su denominación principalmente estuviera sirviendo a los que buscan posición social o profesional. Dijo que su denominación halagaba el gusto de “los hombres de negocios, profesionales, obreros de oficinas,” pero que “en lo que concierne a las llamadas clases inferiores, los principales grupos protestantes están dejando el cristianismo a los Testigos de Jehová, al Ejército de Salvación o a cualquiera de las sectas que brotan de un día al otro. . . . Temo en cuanto a nuestras almas si nos inclinamos a hacernos capellanes de los que buscan posición social, contando nuestros doctorados como si fueran nuestras perlas de gran precio.”—Times de Nueva York, 15 de octubre de 1959.

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