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La “gente de Jesús”... fenómeno moderno¡Despertad! 1973 | 8 de febrero
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La “gente de Jesús”... fenómeno moderno
LA “GENTE DE JESÚS” —jóvenes en ropa vieja, con abundante cabellera— caminan por el famoso bulevar Sunset de Hollywood repartiendo invitaciones para reuniones. Dieciséis mil de ellos se congregan para una reunión en Inglaterra. En muchas ciudades estos jóvenes, vestidos con pantalones de dril azul y camisetas de manga corta, se van a las calles para instar a otros a “aceptar a Jesús.”
También llamados “fenómenos de Jesús,” o “cristianos callejeros,” fijan carteles de Jesús, llevan botones de Jesús, y adornan los parachoques de sus autos con carteles que dicen: “Toque su bocina si ama a Jesús.”
Estos jóvenes abundan en las zonas donde prevalece la cultura “hippie,” pero no todos eran “hippies.” Muchos han estado enredados en grupos de jóvenes revoltosos, pero se han apartado desilusionados. Miles anteriormente usaban drogas. Algunos aseveran que han abandonado la prostitución y la magia negra.
Tienen bautismos en masa y llevan Biblias consigo. Tienen establecimientos religiosos para servir café, distribuyen diarios “psicodélicos” cuyo arte “futurista” atrae a la juventud de hoy, y han establecido comunidades religiosas en las cuales viven muchos conversos.
El “movimiento de Jesús” no es una actividad organizada con una dirección individual o un portavoz central. Tampoco concuerdan entre sí los muchos grupos que componen este movimiento.
La “gente de Jesús” son anteriores católicos, judíos, y protestantes de toda creencia... como también gente que no tenía ninguna religión. “Uno no tiene que ser judío para amar a Jesús,” declaraba un cartelón que llevaban jóvenes cantadores de himnos, los cuales gritaban: “Amor, no lujuria,” en frente de un cine que mostraba películas pornográficas en el bulevar Sunset de Hollywood.
Una joven, que dijo que sus padres eran “judíos ateos,” comentó que ella se había mudado a una de las “casas cristianas,” o comunidades, en Los Ángeles al ver el “gozo y la felicidad” de amigos que habían “aceptado a Jesús.”
No hay una aceptación cuidadosamente razonada de las cosas que se les enseñan. La atracción del “movimiento de Jesús” parece ser: “Esto da buenos resultados pruébelo.”
¿Cómo comenzó todo esto? ¿Por qué no atrajo la religión de sus padres a estos jóvenes? ¿Por qué han rechazado la “religión organizada,” y se han dirigido a lo que ellos sencillamente consideran ser la persona de Jesús?
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Las religiones no han influido en los jóvenes¡Despertad! 1973 | 8 de febrero
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Las religiones no han influido en los jóvenes
HAY muchos jóvenes en la actualidad que ponen en duda ideas que se han transmitido por generaciones. No consideran que el tener más posesiones materiales que el vecino —un auto más grande o una casa más ostentosa— sea una meta valedera en la vida.
Muchos rechazan a una sociedad materialista que con frecuencia está más dispuesta a juzgar a un hombre por la cantidad de dinero que gana que por lo que él es o por lo que hace. Algunos hasta rechazan el código de la vestimenta que lo identifica a uno como parte de la próspera comunidad establecida, la cual según piensan ellos ha oprimido al pobre.
Ven las injusticias mundiales y la falsedad e hipocresía de las iglesias materialistas. Muchos jóvenes consideran a las iglesias de sus padres como meros clubes sociales.
Reconocen, tal como el ministro metodista Charles Merrill Smith dijo en su libro The Pearly Gates Syndicate, que muchas personas “se unen a una religión por razones que no tienen nada que ver con la espiritualidad... tales como porque es popular, o socialmente ventajoso, o es una fuente de prometedores contactos comerciales, o es buena política, o por varias otras razones loables pero no exactamente espirituales.”
Estos hechos no han pasado desapercibidos por la altamente crítica y agudamente observadora juventud de la actualidad. La revista Time informó que los conversos al “movimiento de Jesús” a menudo “hablan con desdoro de la indolencia o hipocresía de sus anteriores iglesias.”
“Los Estados Unidos están muriéndose de hambre espiritualmente,” dijo Joseph Laiacona, un anterior seminarista católico romano que se unió a una de las “comunidades cristianas” en el estado de Nueva York.
El Dr. Norman Vincent Peale, un conocido clérigo protestante, dijo en un artículo del Reader’s Digest: “Por años hemos observado el aumento del vacío espiritual entre nuestros jóvenes.” Las iglesias han suministrado “una mezquina cena para los espiritualmente hambrientos,” dijo él. “‘Váyanse,’ les dijimos. ‘Báñense. Córtense el cabello. Pónganse ropa convencional. Acepten las cosas que nosotros apreciamos. Entonces vuelvan y hablaremos con ustedes.’”
Las iglesias se han preocupado más de las dolencias sociales del mundo que “del Evangelio de salvación de Cristo,” admitió el conocido sacerdote católico Fulton J. Sheen. “Cuando los púlpitos dejaron de resonar con ese Nombre ‘por encima de todo nombre,’ los jóvenes comenzaron a llamarse a sí mismos la ‘gente de Jesús.’”
Estos jóvenes preguntan: “¿Qué satisfacción hay en una casa, un auto nuevo, y una carrera profesional si uno solamente vive para morir, y toda la humanidad está a solo 20 minutos de la extinción?” Nadie quiere que la raza humana sea destruida en 20 minutos por un holocausto atómico. “Nadie quiere creer que su vida no tiene propósito,” dicen ellos, añadiendo: “Jesús es propósito.”
Hoy día las religiones “establecidas” tienen un pie en cada mundo. Alegan que siguen a Jesús, pero se mezclan en la vida social y la política del mundo. Y ciertamente no requieren obediencia a los estrictos principios de moralidad, honradez, doctrina y celo que Jesús especificó para sus seguidores.
La preocupación de las iglesias con asuntos no bíblicos las ha apartado de las enseñanzas que produjeron profundo celo entre los cristianos primitivos que vivieron en los días de Jesús y poco tiempo después. Muchos jóvenes han visto poco en las iglesias de hoy que los retenga. Algunos han desechado la religión como algo “impertinente e hipócrita.” La “gente de Jesús” enfatiza el hecho de que no están volviendo a la “religión,” sino a “Jesús.”a
¿Por qué son atraídos?
¿Qué es entonces, lo que atrae a tantas personas a este movimiento? La “gente de Jesús” no se preocupa de la apariencia de la persona, o de cómo va vestida. Alguien, ya sea uno de sus ministros o un miembro del rebaño, ha hecho un esfuerzo especial para interesar a estos jóvenes, y el que la persona tenga una camisa o calcetines no les interesa.
Algunas veces el servicio es conducido por un joven que dice que él también usó drogas, pero que encontró que en la escena de las drogas sencillamente “no hay nada que valga la pena.” A los jóvenes que anhelan a Dios se les hace sentir como en casa. Y, puesto que gustan de la compañía y son de índole servicial, traen consigo a sus amigos.
Otra cosa que atrae a estos jóvenes es la oportunidad de participar. Pueden palmotear y cantar. Algunos alzan sus manos al cielo y gimen. Ofrecen “testimonios” acerca de cómo abandonaron las drogas, la prostitución, u otros vicios.
Muchas personas se sorprenderían del interés con el que tantos jóvenes escuchan una consideración de un libro bíblico como el de Oseas... y del esfuerzo que se hace para aplicarlo a su vida. Es grande el interés en la explicación de la Biblia; es solo que las iglesias han pasado por alto esta necesidad, y muchos jóvenes se han apartado de ellas dirigiéndose a explicaciones que son ciertas a medias, por no sabe dónde encontrar algo mejor.
Pero, ¿qué es lo que está mal con las explicaciones? ¿Hay algo mejor?
[Nota]
a En un diálogo en uno de sus libros de historietas cómicas de Jesús un joven le ofrece drogas a otro. Dice así: “¿Quieres hierba?” “¡No, hombre, tengo algo mejor!” “¿Qué es?” “¡Jesús!” “Oh, religión.” “¡No, hombre, Jesús!”
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Es hora de volver a la verdad¡Despertad! 1973 | 8 de febrero
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Es hora de volver a la verdad
LA “GENTE DE JESÚS” está fervorosamente convencida de que estamos en los “últimos días,” y que la segunda venida de Cristo es inminente. Enseñan principios bíblicos que dicen que uno debe vivir una vida moralmente limpia... rechazar las drogas, la magia, y así por el estilo. Conclusiones loables, en vista de que en esta era muy pocos creen o practican estas enseñanzas basadas en la Biblia.
Sin embargo, sin darse cuenta, enseñan varias cosas que no están en armonía con las Biblias que llevan y leen. Muchas de estas ideas vienen de clérigos protestantes independientes que han hecho un esfuerzo especial para interesar a estos jóvenes.
Esta juventud está orientada en dirección a Jesús, pero hay necesidad de ir más allá. Necesitan aprender acerca de Dios, el Padre. Jesús vino a la Tierra para revelar al Padre. Fue enviado por el Padre para enseñar, para poner un ejemplo apropiado para nosotros, para dar su vida como un rescate por la humanidad pecadora. Pero en todo esto Jesús dio atención y prominencia primaria a su Padre.
La oración modelo de Jesús, dada con el fin de instruir a sus seguidores en el asunto de orar apropiadamente a Dios, comienza con las palabras: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.” (Mat. 6:9)a La Biblia da el nombre del Padre. Los signos hebreos para el Nombre de Dios, JEHOVÁ, aparecen miles de veces en la Biblia original en el idioma hebreo, y ese nombre se encuentra en la Versión Valera en el Salmo 83:18 y en Éxodo 6:3, así como en otros lugares.
Jesús, siendo el mediador entre Dios y el hombre, instruyó: “Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.” (Juan 16:23) Pero en vez de instruir a sus seguidores a que lo adoraran, como lo hace la “gente de Jesús,” Jesús dijo: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”—Juan 4:23.
Es verdad que las Escrituras dicen: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.” (Hech. 16:31) Pero ‘el creer en Jesús’ significa creer que él dijo la verdad... que estaba en lo cierto en lo que dijo. Y eso incluye lo que él dijo acerca de adquirir conocimiento no solo de él mismo sino también de su Padre, a quien él llamó “el solo Dios verdadero.”—Juan 17:3.
Un joven explicó correctamente a otro este punto de vista: “Eso no quiere decir que no amamos a Jesús... es que sencillamente él no es Dios. La Biblia muestra que después de Dios él es la persona más importante en el universo. Tenemos gran afecto por él... al único a quien le tenemos mayor afecto es al mismo Jehová Dios.”
¿Un “alma inmortal”?
El movimiento enseña doctrinas no bíblicas que las sectas de la cristiandad han enseñado por mucho tiempo. Una de ellas es la idea de que el hombre tiene un “alma inmortal” que sufrirá en el “fuego del infierno” si el hombre no es salvado. Pero la Biblia no dice que un “alma inmortal” sigue viviendo para recibir premios o castigos. Más bien, dice precisamente lo contrario. Dice que el alma muere.
Abra su Biblia en Ezequiel 18:4. En ese texto, según la Versión Valera, no leerá que el alma pecadora va a un “fuego del infierno.” En vez de eso dice: “El alma que pecare, esa morirá.” Lea también el Eze. 18 versículo 20.
Según la Biblia, los muertos no pueden estar sufriendo en el “fuego del infierno.” La Biblia dice específicamente, en Eclesiastés 9:5: “Los muertos nada saben.” El Ec 9 versículo 10 del mismo capítulo añade: “En el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.” El Salmo 146:4 dice del día en que muere un hombre: “En aquel día perecerán sus pensamientos.”
Si los muertos nada saben, y no tienen pensamientos ni conocimiento, obviamente no pueden estar sufriendo tormento o dolor, como lo cree la “gente de Jesús.”
“¿Qué hay entonces acerca de la palabra ‘infierno’?” puede que usted pregunte, añadiendo: “¡Esta ciertamente aparece en la Biblia!”
Los escritores de la Biblia usaron la palabra hebrea “seol” y la palabra griega “hades,” las cuales se traducen en algunas Biblias como “infierno.” Pero seol y hades en ningún sentido significaban un lugar de tormento. En vez de eso, sencillamente querían decir la sepultura común de la humanidad... incluso la de hombres como Jesús que obedecieron a Dios. Sí, el apóstol Pedro aplicó el Salmo 16:10 a Jesús, diciendo: “David dice de él [Jesús] . . . “no dejarás mi alma en el infierno [hebreo, seol; griego, hades], ni darás á tu Santo que vea corrupción.” (Hech. 2:25-27) ¡Con seguridad que ningún miembro de la “gente de Jesús” argumentará que Jesús fue al fuego del infierno cuando murió!
En varias ocasiones Jesús usó el valle de Hinom (griego, Gehena), el basurero de la comunidad de Jerusalén, para simbolizar la destrucción completa de los que voluntariamente se niegan a creer. No se extiende la esperanza de la resurrección para los que son ‘echados en el gehena’ en contraste con los que están en la sepultura común de la humanidad.
El “arrebato”
Muchos entre la “gente de Jesús” creen que la esperanza para todos los hombres que han aceptado a Jesús es el “arrebato,” cuando, creen ellos, todas las personas que hayan aceptado a Jesús serán repentinamente llevadas al cielo.
No obstante, la Biblia muestra que aunque habrá un grupo limitado, una “manada pequeña,” en el reino celestial, la esperanza para la mayoría de la humanidad es la de vida eterna aquí mismo, en una Tierra renovada.—Luc. 12:32.
El David del antiguo Israel no oró por ir al cielo. Tal esperanza ni siquiera le estaba disponible, porque la pequeña clase celestial no había comenzado a ser escogida todavía. En vez de eso, confiadamente él declaró: “Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.”—Sal. 37:11.
Algunas de las publicaciones que usa la “gente de Jesús” hacen una referencia general a la “tierra nueva,” pero gente que ha asistido a sus reuniones por un tiempo dice que no oyó nada acerca de esa maravillosa esperanza. Por lo tanto, necesitan ir más allá en su búsqueda de la verdad y de la verdadera esperanza para el futuro.
Jehová Dios usó a Isaías para predecir las justas condiciones que prevalecerían en la “tierra nueva.” En ese entonces, otra persona no lo explotará a usted, para beneficiarse de la casa que usted construye, de la viña que usted plante... como a menudo es el caso hoy día. En vez de eso, la profecía promete que cada uno disfrutará de los beneficios de su propio trabajo... y las personas “perpetuarán las obras de sus manos.” (Isa. 65:17-24) Refiriéndose a esta promesa el apóstol Pedro escribió: “Bien que esperamos cielos nuevos [el justo gobierno celestial de Dios] y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia.”—2 Ped. 3:13.
Un problema para los jóvenes de la actualidad es adónde ir cuando “se separan” de las actividades vanas y egoístas de este mundo. Si una persona verdaderamente ama las condiciones justas y correctas, no necesita buscar más allá de la Tierra paradisíaca de Dios, muy cerca de llegar a ser una realidad.
Muchos de entre la “gente de Jesús” con frecuencia hacen referencia a manifestaciones “pentecostales” de sacudidas de cuerpo. Hablan de “saltar,” hablar en “lenguas,” hacer “curaciones” y otras acciones semejantes. El apóstol Pablo identificó tales manifestaciones como el hablar en “lenguas” con la ‘infancia’ del cristianismo. (1 Cor. 13:8-11) Después de referirse específicamente al don de “lenguas,” él dijo: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño.” De acuerdo con la predicción del apóstol, estas cosas ahora han pasado.
Por consiguiente, estas manifestaciones ahora deben venir de una fuente diferente de la que vinieron “los dones del espíritu” manifestados en el cristianismo del primer siglo. Hoy día el oír voces y tener accesos está relacionado con el espiritismo. Por esto es necesario prestar atención a la advertencia de un discípulo íntimo de Jesús: “Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.”—1 Juan 4:1, NM.
Interesados en doctrina
La existencia del “movimiento de Jesús” indica que los asuntos espirituales en realidad interesan a mucha de la juventud de la actualidad. Algunos han ido más allá. Vieron que, a pesar de la lectura de la Biblia, el “movimiento de Jesús” no ha vuelto por completo a las verdaderas doctrinas de la Biblia y ha conservado algunas enseñanzas de la cristiandad que son totalmente falsas. Después de profundizar más en las Escrituras en sus estudios con los testigos de Jehová, han visto la necesidad de echar a un lado sus anteriores creencias que están arraigadas en el paganismo, más bien que en la Biblia, como la inmortalidad del alma humana, el fuego del infierno, la Trinidad, etc. Ahora están enseñando activamente a otros las emocionantes verdades de la Biblia.
La gente que estudia con los testigos de Jehová halla que esto no es un asunto de “conversión instantánea.” Se requiere estudio. Deben aprender enseñanzas de las Escrituras, principios y profecías. Desarrollan una base verdaderamente firme para su fe... una profunda convicción, basada en conocimiento, en vez de un entusiasmo por una afición pasajera.
“¿Qué es lo que en realidad le interesó acerca de los testigos de Jehová?” se le preguntó a una anterior participante en el “movimiento de Jesús.”
“Los asuntos doctrinales,” contestó. “Tenían sentido.”
Ella explicó: “Me planté en el Salón del Reino y dije: ‘¡Contesten mis preguntas!’ Las respuestas estaban tan basadas en la Biblia que uno no podía luchar contra ellas. Buscaba escapatorias, pero simplemente no había ninguna.”
Una comprensión de la magnífica esperanza que la Biblia ofrece para el futuro inmediato de la Tierra elimina la necesidad de drogas, de gritos, de palmotear, de patalear o de reuniones cargadas de emoción. Un entendimiento de estas promesas produce una determinación calmada y razonada en el individuo, quien entonces halla gran gozo en compartir esta maravillosa esperanza con otros.
[Nota]
a A no ser que se indique lo contrario, los textos de este artículo están citados de la versión Valera de la Biblia.
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Un ministro metodista observa¡Despertad! 1973 | 8 de febrero
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Un ministro metodista observa
ENTRE la muchedumbre de 1.649 concurrentes a una asamblea de los testigos de Jehová en Taylor, Texas, durante enero de 1971, se encontraba el ministro de la iglesia metodista local. Además de escuchar la conferencia bíblica, el clérigo tuvo la oportunidad de observar la conducta y la conversación de los Testigos, quienes habían venido de dieciocho congregaciones. En el informativo de la iglesia, la semana siguiente, el ministro metodista hizo estas declaraciones acerca de la asamblea de los Testigos:
“Muchas oraciones y conversaciones trataron de temas de la palabra de Dios; ¡con cosas que nunca envejecen! El Nombre Jehová fue tenido en profundo respeto y honor. ¡Gente extraña, estos testigos de Jehová! Representan algo. Tienen doctrinas muy definidas. Estudian la Palabra de Dios sistemáticamente y con regularidad. Mantienen a sus hijos ocupados en cosas que son de importancia. Hay una informalidad y un gozo alrededor de ellos que es muy atractivo y sano. Tienen una seriedad que impone atención y respeto. ¡Ellos saben lo que creen! ¡Conocen a Aquel en quien han creído! Y cuando tienen una reunión, les es difícil encontrar un lugar lo suficientemente grande para reunirse. A otras reuniones religiosas, que tratan con los mismos asuntos sin importancia de siempre, ¡les es difícil encontrar lugares lo suficientemente pequeños! ¿Suponen ustedes que nosotros, religiosos sofisticados, podríamos aprender algunas lecciones valiosas de esta gente? O ¿es que pensamos que ya hemos logrado todo de lo que podemos lograr?”
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