BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Se desea la paz, pero, ¿se desarmarán las naciones?
    ¡Despertad! 1979 | 8 de diciembre
    • de las Naciones Unidas (vea el recuadro) proclama: “Volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas: no alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”—Isa. 2:4, Versión Autorizada.

      Pero ¿cómo se cumplirá esta promesa? Es obvio que las Naciones Unidas no han podido cumplirla. Entonces, ¿qué base hay para confiar que la verdadera paz se haya de realizar? ¿Está la respuesta en la religión?

  • Paz verdadera... ¿la habrá algún día?
    ¡Despertad! 1979 | 8 de diciembre
    • Paz verdadera... ¿la habrá algún día?

      POR lo general se considera a la religión como la principal defensora de la paz. Especialmente durante la temporada de la Navidad las iglesias dan homenaje al niño Jesús, el prometido “Príncipe de Paz.” En los círculos religiosos, por todo el mundo, se repite el relato bíblico de los ángeles que se aparecieron a unos pastores y dijeron: “Gloria en las alturas á Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.”—Luc. 2:14, Versión Valera (1934).

      ¡Qué hermosas suenan esas palabras en este mundo amenazado por la guerra, sí, y, en muchos lugares, un mundo desgarrado por la guerra! No hay duda de que la humanidad anhela una paz genuina. Por eso la promesa de la Biblia acerca de que la humanidad ‘no haya de aprender más la guerra’ despierta simpatías en el corazón de muchos. (Isa. 2:4) Pero ¿se puede depender de que las religiones del mundo promuevan tal paz tan anhelada?

      Lo que la historia muestra

      Pues bien, ¿qué clase de registro han dejado las religiones del mundo? ¿Han sido una fuerza que haya contribuido a la paz, o han sido en realidad apoyadoras de la guerra? ¿Qué sucedió en la antigüedad?

      The Encyclopædia of Religion and Ethics (Enciclopedia de religión y ética), preparada por James Hastings, señala lo siguiente: “La religión egipcia nunca condenó la guerra. . . . Puesto en pocas palabras: Toda guerra era moral, ideal, sobrenatural y sancionada por precedente divino.” De Asiria, W. B. Wright dice en su libro Ancient Cities (Ciudades antiguas): “El pelear era el negocio de la nación, y los sacerdotes fomentaban incesantemente la guerra . . . esta raza de saqueadores era excesivamente religiosa.”

      ‘Pero eso era mucho tiempo antes de que Jesús introdujera el cristianismo,’ quizás proteste alguien. Y eso es verdad. Los seguidores primitivos de Cristo no apoyaron las guerras de las naciones. El libro Paganism to Christianity in the Roman Empire (De paganismo a cristianismo en el Imperio Romano), por W. W. Hyde, declara: “Durante los primeros tres siglos . . . los cristianos se oponían a servir de homicidas profesionales en los ejércitos romanos. Sin embargo, este espíritu que se desplegó en los comienzos fue cambiando gradualmente.” Sí, con el tiempo se vio que las iglesias de la cristiandad no se adhirieron a las enseñanzas de Cristo. El historiador católico E. E. Watkin admite:

      “Doloroso como tenga que ser el admitirlo, no podemos, por favorecer una falsa edificación o una lealtad fraudulenta, negar o pasar por alto el hecho histórico de que consecuentemente los Obispos han apoyado todas las guerras que ha emprendido el gobierno de su país. De hecho, no sé de un caso siquiera en el cual la jerarquía nacional haya condenado como injusta ninguna guerra . . . Sea cual sea la teoría oficial, en la práctica ‘mi país siempre tiene la razón’ ha sido la máxima que han seguido los Obispos católicos en tiempo de guerra.”—“Morals and Missiles” (Moralidad y Misiles), redactado por Charles S. Thompson, págs. 57, 58.

      De manera similar, en vida Harry Emerson

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir