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  • “Teniendo una forma de devoción piadosa”
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1955
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1955
w55 15/7 págs. 421-424

“Teniendo una forma de devoción piadosa”

¿QUÉ motivo impulsa a nuestra religión, nuestra forma de adoración? ¿Será el amor a Dios, por lo que él es y lo que él ha hecho para nosotros? ¿Se hace porque queremos alabarlo y honrarlo? ¿O se basa en lo que nosotros esperamos recibir de ella, como el que otros piensen bien de nosotros? ¿Estamos adorando a Dios con espíritu y verdad, o estamos practicando solamente “una forma de devoción piadosa pero [mostrándonos] falsos a su poder”?—2 Tim. 3:5, NM.

Es muy fácil que nos engañemos en este asunto porque, como lo expresó el profeta Jeremías: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y es desesperadamente malo; ¿quién podrá conocerlo?” ¿Por qué será así? Porque el pecado original ha hecho que el corazón del hombre sea malo desde su juventud. Por eso es que se nos dice que la “necedad está envuelta en el corazón del niño; pero la vara de corrección la alejará de él.” Nos podemos engañar a nosotros mismos, y muchos lo hacen, y podemos engañar a otros, lo cual muchos también hacen, pero no nos engañemos hasta tal grado que creamos que podemos engañar a nuestro Creador, Jehová Dios, porque “no hay una creación que no esté manifiesta a su vista, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien hemos de dar cuenta.”—Jer. 17:9; Pro. 22:15; Heb. 4:13, NM.

Y, como si no fuera suficiente el que tengamos dentro de nosotros esta tendencia de ir por el camino malo, tenemos que luchar con alguien que quiere incitarnos en nuestra maldad, Satanás el Diablo mismo. ¿Por qué debe interesarse él en que nosotros procedamos de una manera necia? Porque él quiere hacerle competencia a Jehová Dios el Creador apartando de Dios a todos los hombres por medio de apelar al egoísmo. Dado que él mismo es extremadamente egoísta, le es inconcebible el que otros actúen con motivos altruístas. Por eso es que él no solamente impugnó los motivos de Job sino que hizo todo lo posible para enervarlo, para probar que él mismo tenía razón. Si él no puede hacer que las criaturas dejen de adorar a Jehová Dios, él procura corromper la adoración de ellas por medio de hacer que ésta deteriore hasta ser sólo una forma de devoción piadosa. Él ha tenido tan buen éxito que la Biblia dice que él ha desviado a toda la tierra habitada.

En vista de que tenía que luchar tanto con el egoísmo inherente como con Satanás el Diablo y sus agentes voluntarios, no es extraño que el profeta de Dios orara: “Ya sé, oh Jehová, que no es del hombre su camino; no es del hombre que anda dirigir sus mismos pasos.” Debido a esto Dios en su bondad amorosa dió al hombre su Palabra, la Biblia, para que sirviera como lámpara a nuestros pies y luz a nuestros caminos. Si prestamos atención al consejo de Su Palabra no nos alcanzará Satanás ni fracasaremos debido a nuestras debilidades inherentes.—Jer. 10:23.

EJEMPLOS BÍBLICOS

Puede decirse que Caín fue el primero que manifestó una forma de devoción piadosa pero que se mostró falso a su poder. Si su ofrenda hubiera sido hecha de buena fe él habría imitado a su hermano cuando supo que Dios no aceptaba un sacrificio vegetal, y él también habría ofrecido un sacrificio que requiriese el derramamiento de sangre. Pero porque no era genuina su forma de devoción piadosa, él asesinó a su hermano que sí tenía la aprobación de Jehová.

La nación de Israel suministra otro ejemplo notable de manifestar una forma de devoción piadosa y al mismo tiempo mostrarse falso a su poder. Al pasar los años los israelitas se alejaban más y más de los rectos principios de Dios de justicia, amor y misericordia mientras seguían haciendo sacrificios, ofreciendo oraciones y celebrando fiestas. Con razón Jehová les dijo: “Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebos de animales engordados: . . . Vuestros novilunios y vuestras fiestas solemnes los tiene aborrecidos mi alma; me son una carga pesada; cansado estoy de llevarlos. Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé de vosotros mi rostro.”—Isa. 1:11, 14, 15.

Los líderes religiosos del día de Jesús cayeron en este mismo lazo. Se engañaron a sí mismos y a muchos otros, pero no engañaron a Dios ni a su Hijo, Cristo Jesús. Ellos hicieron de su religión una “buena cosa,” es decir, una cosa lucrativa. Jesús les arrancó sus máscaras, manifestando que todas las obras que ellos hacían para ganar la aprobación de hombres; que por fuera ellos parecían justos pero por dentro estaban llenos de hipocresía e iniquidad. Manifestaban muchas formas de devoción piadosa pero se mostraban falsos a su poder, de otra suerte nunca hubiesen asesinado al Hijo de Dios.

EJEMPLOS MODERNOS

Puesto que el apóstol Pablo declaró que el ‘manifestar una forma de devoción piadosa pero mostrarse falso a su poder’ era una de las señales de los últimos días, y puesto que la profecía bíblica muestra que estamos viviendo en los últimos días, no debiera de sorprendernos el que hoy en día veamos esta condición más ampliamente esparcida que nunca antes. Por ejemplo, considere a cierto “profeta” de Detroit, Míchigan, quien pretende ser ministro cristiano y sanador. Ahora bien, Jesús dijo a sus seguidores que no almacenaran tesoros sobre la tierra sino en el cielo, y “dejen de estar ansiosos . . . acerca de su cuerpo en cuanto a qué se pondrán.” (Mat. 6:25, NM) Pero el “profeta” de Detroit ha amontonado una fortuna como resultado de su pretensión de que sigue a Jesús, incluyendo tales cosas como un abrigo de piel de visón que vale $12,900, 400 ternos, alhajas incontables y automóviles de lujo. Obviamente él tiene una “forma de devoción piadosa,” pero ¿dónde está el poder del servicio altruista?

Otro ejemplo es la fabricación y venta de artículos religiosos. La revista Time del 15 de noviembre de 1954, bajo el encabezamiento “Devociones por docena,” decía lo siguiente: “Un vendedor que llevaba su maletín de muestras llegó a la tienda de regalos de una capilla católica romana y demostró ‘el más sensacional artículo de este año’: una estampa de Jesús en un pequeño marco plástico. Mediante el mover ligeramente el grabado, explicaba el vendedor, la cara barbada de Jesús podía transformarse en la cara imberbe de Nuestra Señora.” Entre otros artículos había “una medalla que valía $100 la cual mostraba a una mujer cubierta con velo, orando, con un caballo de carrera y un jinete ‘inmortalizados’ abajo. La inscripción decía: ‘Santa Anita, hágame ganar.’ Sagrados Corazones luminosos que brillan en la oscuridad. ‘Tan consoladores para los enfermos,’ dice la circular del fabricante. ‘Sensacional fomentador de comercio—siempre en demanda.’” Claro está que tanto las tiendas de regalos que manejan tales artículos, como los que se los suministran y los que las patrocinan, sólo están interesados en las ‘formas de devoción piadosa.’ Y ¡qué formas!

Lo mismo es verdad también acerca de la industria cinematográfica de Hollywood. Ella también ha descubierto que las ‘formas de devoción piadosa’ son una “buena cosa.” Produce un espectáculo religioso tras otro, no porque se interese en la religión o en la moral de la gente, sino debido a la “magia de taquilla de la tradición cristiana.” Su falta de sinceridad se manifiesta por la manera en que estas películas pintan como cosa encantadora “la vida lujuriosa y crueldades espectaculares que se hallan en el fondo romano del cristianismo primitivo.”

Los clérigos populares y particularmente los evangelistas revelan que su adoración es sólo una forma de devoción piadosa al colmar ellos de alabanza a comerciantes y naciones prósperos, como en el caso de un evangelista que elogió el rápido recobro económico de Alemania, comparándolo con la economía retardada de Francia, como si Alemania fuera una nación más piadosa que Francia.

Las organizaciones religiosas que se sostienen por medio de empresas de juegos de azar tales como el bingo sirven como otro ejemplo de aquellos que manifiestan una forma de piedad pero que se muestran falsos a su poder. Para conseguir ganancia material fomentan la pereza y la falta de honradez en sus miembros y fortalecen el poder de estafadores de la clase criminal y de oficiales de gobierno corruptos. Prueba de todo esto se presentó vívidamente en la Collier’s del 10 de diciembre de 1954 en un artículo que se llamó “¿Está haciéndose demasiado grande el bingo?”

Uno de los psicólogos más célebres de los Estados Unidos, el Dr. Frank Crane, hizo destacar esta notable inconsistencia al decir entre otras cosas: “¿Qué hizo Jesús cuando entró en el antiguo templo hebreo y halló a los cambistas llevando a cabo un fraude timador algo parecido a éste a costa de los adoradores? La Biblia dice que él echó a los cambistas del templo y aun volcó sus mesas.” “Si las iglesias no ofrecen a nuestra juventud un código de ética que difiera del de las tabernas y pistas de carrera, ¿cómo pueden ellas esperar atraer a la juventud ansiosa e idealista?”

Un aspecto corriente del manifestar solamente “una forma de devoción piadosa” es la importancia que se da a los aspectos prácticos de la oración. Parade, un semanario nacional de los Estados Unidos, del 10 de octubre de 1954, relató acerca de “La gran noticia religiosa de hoy día: La oración trabajando. Los comerciantes tercos y los políticos prácticos de América están pidiendo la ayuda de Dios para solucionar problemas en la era de la bomba H.”

Contó cómo el presidente Eisenhower abre sus reuniones secretas con el gabinete con un minuto de oración silenciosa, y cómo uno de los miembros de su gabinete principia con oración las sesiones diarias que tiene con los principales miembros de su personal. El Congreso ahora tiene un “cuarto de oración” y “una docena de grupos en que se tienen desayunos religiosos se reúne regularmente en Wáshington—uno de senadores, otro de miembros de la cámara de representantes,” etc., y se nos dice que lo mismo pasa en los grandes negocios, de hecho, “en todas partes de los Estados Unidos hoy día,” y eso multiplicado mil veces.

Sin embargo, a pesar de toda esta tendencia hacia la religión en los negocios y en la política permanece en pie el hecho de que nunca antes habían experimentado los Estados Unidos tanta corrupción política, tanta inmoralidad sexual y tanta falta de integridad en los negocios. El Concilio Nacional de Iglesias de Cristo admite los hechos: “Cuando consideramos cuán poco cuesta el que uno sea contado entre los miembros de las iglesias en nuestro país hoy día, nos preocupamos. El miembro de iglesia de término medio no difiere visiblemente del que no es miembro. . . . Nuestra proporción de crímenes parece aumentar lado a lado con nuestro aumento en el número de miembros.”

Es obviamente un caso de manifestar ‘una forma de devoción piadosa pero mostrarse falsos a su poder,’ de otra manera tales frutos podridos no se producirían, y esto constituye una de las señales de que estamos viviendo en los últimos días.

Los hombres se engañan a sí mismos cuando leen la Biblia u oran o van a la iglesia por razones psicológicas o por el éxito en los negocios y en la sociedad, y creen que eso es cristianismo aplicado. Al considerar que la ganancia es piedad ellos muestran que son hombres de mente corrupta. Y también se engañan los hombres cuando llevan a cabo las formas exteriores de devoción piadosa pero por sus acciones demuestran que carecen del verdadero poder de la devoción piadosa. Todo esto, de hecho, no es nada más que hipocresía.

El cristianismo aplicado y la verdadera devoción piadosa están libres tanto del deseo de ganancia egoísta como de la hipocresía, y se preocupan solamente por ganar la aprobación de Jehová. Sí, “Dios es un Espíritu, y los que le adoran tienen que adorar con espíritu y verdad.”—Juan 4:24, NM.

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