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¡Conque estas son las Filipinas!¡Despertad! 1973 | 22 de noviembre
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deliciosa bebida fría es el halo-halo. La comida china, también, es popular aquí, y se dice que es una de las mejores del mundo. O, si lo prefiere, las comidas frecuentemente se preparan al estilo norteamericano o español.
En algunos sitios de Manila los extranjeros son una vista común, y pasan desapercibidos. Pero en sitios apartados, como los mercados alrededor de Cubao y en la vieja ciudad de Pasig, uno es un objeto de tanto interés para los locales como éstos lo son para uno. La verdad es que los occidentales tienden a sobresalir un poco en el Oriente, debido a su estatura desacostumbrada y su piel de color pálido. Así es que no se sorprenda si, cuando esté inspeccionando la mercadería en un negocio pequeño, se dé vuelta y halla a un filipino parado a su lado comparando su propia estatura con la suya... muy para el deleite de sus compañeros.
O tal vez un grupo de jovencitos quizás se reúna a su alrededor y sencillamente lo miren con ojos llenos de asombro. Algunos jóvenes más osados quizás lo llamen: “Hola, Joe,” o “Joe Victoria,” reflejando el tiempo de hace dos décadas y media cuando todos los soldados norteamericanos eran “Joe.” En ese entonces las tropas eran muy populares en las calles de Manila, gracias a que recientemente habían logrado la victoria sobre las fuerzas japonesas de ocupación.
Lo que hay que recordar es que todos están sencillamente siendo amigables. Hay muy poco del sentimiento antiextranjero que uno quizás sienta en algunos otros países. Puede que los niños hasta comiencen a frotar su brazo, porque les gusta el tacto del pelo suave de su piel. La gente no puede hacerse mucho más amigable que eso, ¿no es cierto? Si uno adopta ese ánimo amigable, disfrutará de la sencillez, la falta de tensión, y la amigabilidad que son características aquí.
Si visita a las Filipinas, ¿por qué no se olvida de la ‘región del turista’? Viaje por medio del característico jeepney, o por el distintivo sistema de autobuses. Vea cómo vive el filipino —no con la idea de criticar— sino, más bien, sencillamente aceptando que éste es el modo en que aquí se hacen las cosas. Son diferentes, por supuesto, pero si está dispuesto a aceptarlos como son, puede estar seguro de recibir una cordial bienvenida en las soleadas Filipinas.
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Monumentos dignos de nota¡Despertad! 1973 | 22 de noviembre
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Monumentos dignos de nota
✔ Por lo general un visitante a las Filipinas ve el monumento a José Rizal en la Luneta, el parque más famoso de Manila. Sin embargo, muchos visitantes pasan por él, sin conocer los antecedentes de la muerte de Rizal, el héroe nacional de las Filipinas. Fue muerto por un pelotón de fusilamiento en 1896 en el lugar donde ahora se encuentra su monumento. La ejecución se efectuó en la presencia y ante la instigación de los poderosos frailes dominicos. Los frailes estaban enojados acerca de los escritos de Rizal que exponían los abusos de los sacerdotes españoles en las Filipinas. Uno fue la novela “Noli Me Tangere” (traducciones inglesas “El vuelo del águila” y “Cáncer social”), y una segunda novela “El Filibusterismo” (“Reino de la codicia,” versión inglesa). A pesar de las fuertes objeciones del clero, el congreso filipino ha hecho que sus dos novelas, que describen la vida bajo el gobierno español y los abusos del clero, sean lectura obligatoria en todas las escuelas y universidades.
Los visitantes a Manila también ven frecuentemente en una plaza el monumento de Andrés Bonifacio, uno de los héroes de la revolución filipina que le puso fin a más de 300 años de régimen español en ese país. Alrededor de la base del monumento uno puede ver ilustrado en bronce el sufrimiento del pueblo filipino bajo el gobierno del estado clerical de los gobernadores generales españoles. Los frailes, especialmente los dominicos, no escaparon cuando la revolución hizo erupción, y muchos pagaron con su vida por su codicia y hechos manchados de sangre.
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