Ponderando las noticias
Evolucionistas engañados
● Han salido a luz nuevos detalles acerca del engaño que hace mucho tiempo quedó revelado con relación al llamado Hombre de Piltdown de la evolución. De perpetrar el engaño, que descarrió a muchos científicos por décadas, se había culpado únicamente 8 un abogado, Arthur Dawson. Sin embargo, hay nueva información que indica que en esto estuvo envuelto también un choque decididamente no científico entre dos hombres de ciencia.
Un profesor que trabajaba en estrecha asociación con el profesor William Sollas en la Universidad de Oxford reveló hace poco que este último odiaba a sir Arthur Smith Woodward, conservador de geología del Museo Británico. Woodward había descartado como cosa de poca importancia un invento de Sollas, quien aparentemente decidió vengarse con “una trampa hecha por un prominente geólogo para hacer que otro quedara en ridículo,” según la descripción del Times de Nueva York.
Se dice que Sollas preparó la falsificación, que más tarde fue “encontrada” por Dawson. Woodward se engañó y apoyó el hallazgo con toda la autoridad derivada de su puesto en el Museo. Miles de evolucionistas aceptaron al Hombre de Piltdown como realidad evolucionista desde 1912 hasta mediados de los años 50, cuando finalmente quedó expuesto el engaño. Porque unos científicos puedan aceptar con tanta credulidad “evidencia” de esa índole en apoyo de sus teorías favoritas, ¿deberíamos nosotros ser tan crédulos como para aceptar todo lo que la ciencia diga en contradicción de la Biblia?
Repercusión de Jonestown
● Después de la muerte por asesinato o suicidio de más de 900 miembros de un culto religioso en Jonestown, Guyana, algunos columnistas de noticias se expresaron contra la violencia que se lleva a cabo en el nombre de Dios. Expresando repugnancia, el columnista John Hinterberger, del personal del Seattle Times, declaró: “En los últimos años nuestro mundo se ha ahogado en fervor y devoción. Literalmente nos estamos matando unos a otros en el nombre de Dios . . . En el nombre de Dios, libaneses, sirios y judíos causan periódicamente una carnicería en sectores selectos del Líbano. En el nombre de Dios, los cristianos de Irlanda del norte a ratos hacen volar en explosiones cada uno a los hijos del otro.”
Pero, ¿representan verdaderamente a Dios estos religiosos que se envuelven en esa clase de derramamiento de sangre, o son ellos incautos engañados por líderes religiosos que siempre están listos para justificar la violencia por razones nacionalistas o políticas? Los adoradores verdaderos de Dios rehúsan dejarse atraer hacia tal violencia. Por ejemplo, el estudio sociológico “Más acerca de la justificación de la violencia: Estudios metodológicos de actitudes y comportamiento” declara:
“Desde principios del siglo, los testigos de Jehová se han mantenido consistentemente en su posición de ‘neutralidad cristiana’ no violenta a través de dos grandes guerras mundiales y los choques militares subsiguientes del período de la ‘Guerra Fría.’ Su posición continua contra el servicio nacional de toda forma, militar o civil, y su negativa en cuanto a honrar símbolos de identidad nacional han resultado en períodos de prosecución, de juicio, aprisionamiento y acción de chusmas en muchos países por todo el mundo, entre ellos los Estados Unidos, el Canadá y Alemania. Los Testigos, sin embargo, nunca han respondido con violencia. . . . Las enseñanzas de los testigos de Jehová se derivan del hecho de que ellos creen que la Biblia es la palabra inspirada de Dios.—University of Michigan Press, página 23.
Separando a los hermanos
● A principios de su reinado, el nuevo papa, Juan Pablo II, reafirmó que debe establecerse una separación por medio de vestiduras distintivas entre los sacerdotes y monjas y otros miembros de la iglesia. Hablando a 1.300 sacerdotes en Roma, dijo: “Tenemos que retener el sentido de nuestra vocación singular y esta singularidad tiene que expresarse también en nuestra vestidura exterior.” Durante un discurso a 600 madres superiores en el Vaticano, él instó a las monjas a usar hábitos “sencillos y apropiados.”
¿Refleja el espíritu de Cristo esta separación distintiva de cristianos por medio de su vestidura? Jesús mismo habló acerca de los líderes religiosos de su tiempo que deseaban distinguirse de sus rebaños por medio de vestidura poco usual. Como se expresa en la versión Biblia de Jerusalén, católica, él dijo: “Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto.” Entonces, acerca de la relación que debe existir entre todos los cristianos, Jesús pasa a decir: “Uno solo es nuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie ‘Padre’ vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.”—Mat. 23:5, 8, 9.