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¿Emplean los cristianos títulos honoríficos?La Atalaya 1955 | 1 de septiembre
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vanas. ¿Tiene que ser uno un gigante mental para entender su mandato? No, sus palabras no necesitan interpretación especial, pues Jesús no estaba diciendo una parábola. Estaba dando instrucciones claras acerca de los títulos que exaltan a las criaturas: “No llamen a nadie su padre en la tierra.”
El clero católico romano debilita la fuerza del mandato de Jesús diciendo que sus palabras no pueden considerarse literalmente, de otro modo no podríamos llamar a nuestro progenitor “padre.” ¿Es bueno su razonamiento? ¡Apenas! Lea el contexto. Según la escena que se describe es inequívocamente claro que Jesús no estaba censurando el uso de “padre” para el progenitor, pues él mismo repetidamente se refirió al progenitor como “padre.” (Mat. 15:4-6; 19:5; 21:31) Su censura fué para el título honorífico.
Para defender el uso que hacen de “Padre” los sacerdotes, el clero católico pretende que un sacerdote llega a ser padre espiritual cuando bautiza a una persona. Indican a cierto texto en particular como autoridad para hacer caso omiso del mandato explícito de Jesús. Este texto es la declaración de Pablo a los corintios: “Porque aun cuando tengáis millares de ayos o maestros en Jesucristo, no tenéis muchos padres. Pues yo soy el que os he engendrado en Jesucristo por medio del evangelio.” (1 Cor. 4:15, TA) ¿Estaba Pablo aquí diciendo a los cristianos corintios que comenzaran a dirigirse a él como “Padre Pablo”? ¡Obviamente no! En ninguna parte de la Biblia se le llama “Padre Pablo.” Pedro lo llamó “Nuestro amado hermano Pablo.” (2 Ped. 3:15) Diferente a los sacerdotes católicos, Pablo no pretendió haber llegado a ser un padre espiritual por razón de haber bautizado a alguien. Como él mismo dice, bautizaba muy poco. (1 Cor. 1:13-16) Pero fué por virtud de que Pablo fué el primero en instruir a los corintios en la verdad de la Palabra de Dios que él los engendró por medio del evangelio.
Pablo estaba usando la relación terrestre dentro de la familia humana para ilustrar el cuadro verdadero de su puesto con relación a la congregación corintia. El uso que él hizo del término “padre” no fué en desobediencia al mandato de Jesús, porque nadie se dirigió jamás a él como “Padre” y porque él mismo no lo usó como título sino como una ilustración.
Además, es esclarecedor notar que la traducción católica romana de la Biblia por R. A. Knox, en 1 Corintios 4:15, dice: “Ustedes pueden tener diez mil maestros en Cristo, pero no más de un padre; fuí yo el que los engendré a ustedes en Jesucristo, cuando les prediqué el evangelio.” Ahora bien, los católicos tienen más de “un padre.” Realmente, tienen más de “diez mil” padres, porque a cada sacerdote, prescindiendo de que haya sido el primero que les haya traído su religión o no, todavía se le llama “Padre.” Por eso la práctica de llamar a los clérigos “Padre” está todavía en directa violación al mandato de Jesús y no es apoyada por la ilustración de Pablo a los corintios.
¿Qué debemos pensar ahora acerca del título “Santo Padre” que se aplica al papa? Sólo podemos pensar de la manera que Cristo Jesús pensaría: que es ridículamente incorrecto. Pues ningún hombre es santo. “Porque todos han pecado y están lejos de la gloria de Dios.” (Rom. 3:23, NM) Cierto, Cristo Jesús usó el término “Santo Padre,” pero no lo aplicó a un hombre; él sabía que sólo Jehová Dios es digno de ese nombre: “Padre Santo, vigílalos por respeto de tu propio nombre.” (Juan 17:11, NM) El recibir o usar los títulos honoríficos “Padre” y “Santo Padre,” como se hace hoy en la cristiandad, es una cosa detestable a la vista de Jehová Dios.
OBISPOS Y DIÁCONOS
Hoy día es común el título “Obispo.” La palabra aparece en algunas traducciones de la Biblia, especialmente las traducidas del griego hace doscientos o trescientos años. Pero la palabra no se halla en el texto original de la Biblia. Porque “obispo” simplemente es una traducción errónea de la palabra griega “epískopos.” Nunca se intentó que esta palabra fuera un título honorífico. Se usó para designar un privilegio de servicio dentro de la organización de Dios. La palabra realmente significa “superintendente.” ¿Por qué, entonces, vertieron algunos traductores de la Biblia “epískopos” como “obispo”? Porque muchas traducciones fueron hechas por hombres que eran miembros de organizaciones religiosas que tenían llamados “obispos.” Naturalmente estos traductores insertaron palabras como ésa en las traducciones inglesa y española de la Biblia con el fin de dar apoyo aparente a su sistema eclesiástico de oficios. Las traducciones modernas exactas no usan la palabra “obispo.”
Igualmente sucede que el título “diácono” es una traducción errónea de la palabra griega “diákonos,” que realmente significa “siervo ministerial.” A los filipenses Pablo escribió: “A todos los santos en unión con Cristo Jesús que se encuentran en Filipos, junto con los superintendentes y los siervos ministeriales.” (Fili. 1:1, NM) Esto, como es bastante evidente, no es un título lisonjero. De modo que la Biblia no da autoridad para usar “obispo” y “diácono” como títulos honoríficos.
Puesto que la Palabra de Dios censura el usar títulos honoríficos, ¿sería incorrecto el que un cristiano se dirigiera a un rey como “Rey” o a un juez como “Vuestra Señoría” o “Vuecencia”? No. Cuando los cristianos se dirigen a gobernantes y jueces, se dirigen a ellos como siervos civiles y no en adoración o como caudillos espirituales. Cuando estaba delante del rey Agripa, el apóstol Pablo dijo: “Concerniente a todas las cosas de que soy acusado por judíos, Rey Agripa.” Y cuando estaba delante de Festo, el procurador de Judea durante el reinado de Nerón, Pablo dijo: “No estoy volviéndome loco, Su Excelencia Festo.” Aunque Pablo rindió respeto oficial a los siervos civiles, jamás se dirigió a caudillos espirituales cristianos o no cristianos con títulos especiales.—Hech. 26:2, 25, NM.
¿Qué significa todo esto? Significa que los que quieren servir a Dios según su manera prescrita dejarán de dirigirse a los clérigos con títulos como “Reverendo” y “Padre.” Los cristianos verdaderos no usan ninguna clase de títulos honoríficos. Significa mucho más: el uso de títulos honoríficos es una señal de religión falsa. Abandone usted la religión falsa. Practique la religión verdadera asociándose con la sociedad del Nuevo Mundo de testigos de Jehová. No existen distinciones de clases entre estos cristianos verdaderos; todos son hermanos. Todos cumplen con los principios de la Palabra escrita de Dios, y eso incluye el principio promulgado por el profeta de Dios en Job 32:21, 22: “Permítaseme que no haga para con nadie acepción de personas, ni use con nadie de lisonjeros títulos. Que yo no sé hablar lisonjas; a no ser así, muy en breve me quitaría mi Hacedor.”
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Niño desilusionado quema iglesiaLa Atalaya 1955 | 1 de septiembre
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Niño desilusionado quema iglesia
La Biblia aconseja a los cristianos que den a sus hijos desde edad muy tierna instrucción en las verdades de la Palabra de Dios. Cuando esto se hace los padres evitan mucho dolor y angustia. Pero cuando los padres se hacen negligentes, aun en cuanto a instruir a los jovencitos sobre lo que es la oración apropiada, las consecuencias podrían ser desastrosas. En Milwaukee, Wisconsin, un niño de ocho años de edad confesó que él había encendido un fuego en la iglesia de St. Stanislaus, causando daños por valor de $200. ¿El motivo que tuvo el niño? Dijo él que “quería vengarse de Dios” porque éste no le contestaba sus oraciones. ¿Será que la iglesia no ha instruido a los padres sobre los asuntos por los cuales es correcto orar?
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