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El papa en la O.N.U.... ¿heraldo de esperanza?La Atalaya 1980 | 1 de marzo
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concordar con estas palabras del papa: “Es una cuestión de máxima importancia que . . . todo ser humano en toda nación y país debe poder disfrutar eficazmente de sus plenos derechos bajo cualquier régimen o sistema político.” Pero, ¿ha puesto el ejemplo la Iglesia misma, y ha defendido la libertad religiosa para todos?
Poniendo de relieve otra necesidad humana apremiante, Juan Pablo II repitió las palabras que había pronunciado el papa Paulo VI ante la Asamblea General de la O.N.U. hace 14 años: “No haya más guerra. Nunca más haya guerra.” ¡Ciertamente es necesario terminar con la guerra y con los preparativos de guerra! De nuevo, ¿qué clase de ejemplo ha puesto la Iglesia Católica a este respecto?
Tan solo unos días antes de que el papa pronunciara su discurso ante la O.N.U., mientras visitaba a Irlanda, dijo a los católicos: “De rodillas les ruego que se vuelvan de las sendas de la violencia y regresen a los caminos de la paz. . . . El que haya más violencia en Irlanda solo arruinará la tierra que ustedes afirman que aman y los valores que afirman que aprecian.”
¿Puede esperarse que las visitas del papa a Irlanda y los Estados Unidos ayuden a resolver los serios problemas a que se encara la humanidad? ¿Ha puesto el ejemplo la Iglesia que él representa, en cuanto a satisfacer las necesidades humanas que el papa identificó? A juzgar por la manera en que millones de personas acudieron a verlo y escucharlo, es patente que muchos lo consideran un heraldo de esperanza. Pero, ¿lo es? Dejemos que respondan los hechos.
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¿Practicará la Iglesia lo que el papa predicó?La Atalaya 1980 | 1 de marzo
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¿Practicará la Iglesia lo que el papa predicó?
¿CÓMO respondieron los católicos irlandeses al llamamiento del papa para que se pusiera fin a la violencia que en 10 años había quitado la vida a 2.000 personas?
De la misma manera en que respondieron a los más de 30 llamamientos que hizo el papa Paulo VI para que se hiciera la paz en Irlanda. ¡Lo rechazaron! El Ejército Republicano Irlandés, compuesto de católicos, respondió: “A plena conciencia creemos que la fuerza es por mucho la única manera de remover la maldad de la presencia británica en Irlanda.”
Los irlandeses católicos de Irlanda del Norte creen que la mayoría protestante los oprime. Por lo tanto, al rechazar el llamamiento del papa, los católicos citaron la doctrina de su Iglesia de que la violencia puede emplearse para conseguir justicia.a ¿Encuentran los irlandeses católicos precedente cuando lanzan lo que llaman una “guerra justa”?
LA IGLESIA CATÓLICA Y LA GUERRA
En su discurso ante las Naciones Unidas, el papa Juan Pablo II afirmó: “Por toda la Tierra la Iglesia Católica proclama un mensaje de paz, ora por la paz, y educa para la paz.” Pero, ¿qué revelan los hechos históricos? El historiador católico E. I. Watkin escribió:
“Aunque sea doloroso admitirlo, no podemos, en el interés de una falsa edificación o lealtad deshonesta, negar o ignorar el hecho histórico de que los obispos han apoyado de manera consecuente todas las guerras que los gobiernos de sus respectivos países han librado. De hecho, no conozco ni siquiera un solo caso en el que la jerarquía nacional haya condenado alguna guerra como injusta . . . No importa cuál sea la teoría oficial, la máxima que los obispos católicos han practicado durante tiempos de guerra ha sido ‘mi país siempre tiene razón.’ Aunque hablan en el nombre de Cristo en otras ocasiones, han servido de portavoces de César cuando ha estado implicado el nacionalismo beligerante.”—Morals and Missiles, editado por Charles S. Thompson, págs. 57, 58.
Sí, muchos irlandeses católicos están haciendo lo que otros católicos han hecho durante conflictos del pasado. Están peleando. “Pero la Iglesia no lo aprueba,” quizás objete alguien. “El papa los exhortó a ‘volverse de los caminos de la violencia.’” Pero, ¿ha mostrado el papa o la jerarquía católica irlandesa que ellos realmente condenen la lucha en Irlanda? ¿Han excomulgado ellos a los católicos que continúan participando en actividades sanguinarias? No, ¡esos individuos todavía son católicos a los que se reconoce en buena reputación! Por supuesto, lo mismo es cierto de los terroristas protestantes.
De manera similar, durante la II Guerra Mundial el papa rehusó excomulgar a líderes católicos como Adolfo Hitler y Hermann Göring, o a los millones de miembros de la Iglesia que estaban en los ejércitos de éstos. Es un hecho muy conocido de la historia que la Iglesia Católica de Alemania bendijo el esfuerzo bélico nazi, como se muestra en los recortes de periódicos que se reproducen abajo.
¿Por qué dieron los católicos alemanes un apoyo casi total al esfuerzo bélico nazi? El docto y educador católico Gordon Zahn explica por qué, y declara: “El católico alemán que buscó en sus superiores religiosos la guía y dirección espiritual con relación al servicio en las guerras de Hitler, recibió prácticamente las mismas contestaciones que hubiera recibido del mismo gobernante nazi.”
Así y todo, el papa sermoneó a las Naciones Unidas: “No haya más guerra. Nunca más haya guerra.” ¡Bellas palabras... palabras adaptadas de la Biblia! (Isa. 2:4) Pero, ¡cuán vanas son cuando vienen del cabeza de una Iglesia cuyos miembros han apoyado consecuentemente las guerras de sus respectivos países, con la aprobación y bendición de sus líderes!
CONCEDIENDO LIBERTAD RELIGIOSA
El papa Juan Pablo II hizo una súplica elocuente ante las Naciones Unidas para que se concediera a los pueblos en todas partes “plenos derechos bajo cualquier régimen o sistema político.” ¿Se ha adherido la Iglesia Católica al proceder que el papa instó a seguir a los estados políticos del mundo?
La constante persecución de muchas personas que no son católicas en países donde domina la Iglesia Católica, como en
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