Ponderando las noticias
“Dándose en matrimonio”
En los Estados Unidos no solo está aumentando el número de matrimonios —un 16% más que diez años atrás—, sino también su costo. El costo medio de una boda y su recepción (banquete de bodas) se ha disparado vertiginosamente y ha sobrepasado los $6.000, y algunas bodas de lujo los $50.000. ¿Sorprende entonces que el año pasado los gastos de las bodas sumaran $20.000 millones —un incremento de un 152% desde 1975? ¿En qué se gastó el dinero? En casi todo, “desde anillos y flores hasta música, limosinas y viajes de luna de miel”, informa la revista Fortune.
Las bodas deben ser ocasiones gozosas. No obstante, Jesús señaló un aspecto de las bodas que habría de ser una característica de la generación que viviría durante ‘su presencia y la conclusión de este inicuo sistema de cosas’. (Mateo 24:3, 34.) Dijo: “Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre”. (Mateo 24:37-39.) Jesús no quiso decir que esté mal que la gente que vive en “los últimos días” se case. (2 Timoteo 3:1.) Más bien, advirtió que muchos estarían tan absortos en asuntos relacionados con el matrimonio —como bodas extremadamente elaboradas y costosas—, que no prestarían atención a la urgencia de los tiempos en que vivimos.
“¿Quién escondió los rollos del Mar Muerto?”
En su libro Biblical Archaeologist, Norman Golb, profesor de estudios hebreos y judeo-arábicos de la Universidad de Chicago, revela quién realmente escondió los rollos del mar Muerto. A la vez, trata de refutar una teoría que surgió más de tres décadas atrás. En la primavera de 1947 se descubrieron en cuevas situadas a lo largo de la costa noroeste del mar Muerto rollos antiguos de las escrituras hebreas y algunos textos no bíblicos. A este descubrimiento se le llamó “el mayor hallazgo de todos los tiempos en el campo de la arqueología bíblica”. Entre estos rollos se encuentran los manuscritos más antiguos conocidos de la Biblia, que datan del segundo siglo antes de la era común.
Hasta el presente, los eruditos han atribuido el origen de los manuscritos a los esenios, una secta religiosa judía. Pero Golb cree que subsiguientes descubrimientos de otros escritos hebreos hallados en Masada, Jericó y en otros lugares del desierto de Judea indican que los rollos procedían de Jerusalén. No fueron los esenios, sino los judíos quienes, al huir de los ejércitos romanos entre el 66 y 70 E.C., “llevaron los bultos o sacos llenos de manuscritos de la capital a las cuevas del desierto para esconderlos”, sostiene Golb.
Prescindiendo de lo que la arqueología pueda decir en el futuro, los rollos bíblicos hallados en esas cuevas subrayan la pureza del texto bíblico y recalcan el hecho de que Jehová puede preservar y conservar su Palabra. “Porque ‘toda carne es como hierba, y toda su gloria es como una flor de la hierba; la hierba se marchita, y la flor se cae, pero el dicho de Jehová dura para siempre’”, lee 1 Pedro 1:24, 25.
¿Sabiduría divina para los líderes mundiales?
A medida que crecen las dificultades respecto a conseguir la paz mundial, la amenaza de guerra, siempre presente, continúa dominando la mente de los líderes mundiales. La revista Time informa que el jefe del partido comunista soviético, Mikhail S. Gorbachev, presentó esta queja: “De seguro Dios en las alturas no ha rehusado darnos suficiente sabiduría como para que hallemos medios que nos ayuden a mejorar [...] las relaciones entre las dos grandes naciones de la Tierra, naciones de las que depende el destino de la civilización”. Del mismo modo, al finalizar su polémico discurso en Durban el 15 de agosto, el presidente de África del Sur, P. W. Botha, preocupado por la paz de su nación, dijo: “Nos comprometemos a efectuar todo lo que le es posible al hombre hacer [...] y pido al Dios Todopoderoso que nos conceda la sabiduría y la fortaleza necesarias para tratar de cumplir con Su voluntad”.
Es interesante que líderes famosos de gobiernos hablen de la importancia de la sabiduría divina en relación con los esfuerzos que se hacen por conseguir la paz. Sin embargo, según la Biblia, la paz y seguridad mundial solo vendrá por medio del reino de Dios. (Daniel 2:44; compárese con Isaías 9:6, 7.) Por eso, solamente los que se pongan de parte de ese Reino celestial pueden tener la esperanza de hallar paz duradera.