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  • El único templo verdadero en el cual adorar
    La Atalaya 1973 | 1 de junio
    • terrestres hechos con manos y donde Dios moraba por su espíritu no era todo lo que componía aquellas estructuras sagradas. El Santísimo era solo el cuarto más interior de aquellas estructuras terrestres, y estaba separado de un primer compartimiento por una cortina. (Mat. 27:50, 51) Esta cortina interior ilustraba la barrera carnal que Jesús tenía que pasar para poder entrar en el Santísimo celestial, a saber, su cuerpo carnal, su humanidad. Hablando de su esperanza, Pablo dice:

      19 “Tengamos nosotros, los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. Esta esperanza la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme, y entra hasta dentro de la cortina, donde un precursor ha entrado a favor nuestro, Jesús, que ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre.”—Heb. 6:18-20.

      20. ¿Cómo estaba separado del patio el Santo de la tienda, y qué artículo de cobre había en ese patio?

      20 Recordamos que el primer compartimiento de la tienda o tabernáculo era llamado el Santo y que estaba separado por una cortina o pantalla del patio que había fuera del santuario del templo. En ese patio y enfrente (o este) del santuario del templo había un gran altar de cobre.

      21. ¿De qué altar no tienen autoridad para comer los sacerdotes judíos, y con el sacrificio de quién tiene que ver este altar?

      21 Como el mismo santuario del templo, este altar era típico. El apóstol Pablo muestra esto, cuando habla de la diferencia entre los sacerdotes judíos y los discípulos bautizados de Cristo y dice: “Tenemos un altar del cual no tienen autoridad para comer los que hacen servicio sagrado en la tienda. Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre es introducida en el lugar santo por el sumo sacerdote por el pecado son quemados fuera del campamento. Por eso Jesús también, para santificar al pueblo con su propia sangre, sufrió fuera de la puerta [es decir, fuera de la puerta de Jerusalén].” (Heb. 13:10-12) Por lo tanto, el altar cristiano tiene que ver con el sacrificio humano de Jesús. Pero, ¿qué es este altar antitípico? Además, ¿qué es el antitipo del primer compartimiento o Santo de la tienda o templo terrestre? Averigüemos esto con la ayuda de la Biblia.

      22. (a) ¿Qué fue ilustrado por la cortina interior del templo, y cómo la pasó Jesús? (b) Por lo tanto, todo lo que estaba fuera de esa cortina o al este de ella tenía que ver con ¿qué clase de cosas?

      22 Aquella cortina interior entre el Santísimo y el Santo del templo representa una línea divisoria. Ilustra la barrera carnal que Jesucristo tuvo que pasar por medio de entregar su carne humana perfecta en sacrificio, entregándola para siempre. Ahora bien, puesto que el compartimiento del Santísimo al lado del interior de la cortina interior representa “el cielo mismo,” donde Dios mora, no por espíritu, sino en persona, todo lo que está fuera de esa cortina (o al este de ella) representaría algo que no está en los cielos invisibles, sino aquí abajo en la Tierra. Tendría que ver con la carne de los que adoran y sirven a Jehová Dios aquí en la Tierra. Esta regla aplica, por lo tanto, al altar de cobre. En los casos de los templos de Salomón y de Herodes, el altar estaba ubicado en el patio interior o en el patio o atrio de los sacerdotes, donde el sumo sacerdote y sus subsacerdotes cumplían sus deberes conectados con los sacrificios. ¿De qué fue tipo este altar?

      EL ALTAR ANTITÍPICO

      23, 24. (a) Cuando Jesús vino “al mundo,” ¿qué dijo acerca de la actitud de Dios para con los sacrificios, y por qué? (b) De modo que ¿qué fue quitado, y por qué cosa son santificados los cristianos por medio del sacrificio de Cristo?

      23 Esto nos lo aclara el apóstol Pablo en Hebreos, capítulo diez. Después de haber descrito que Jesucristo como Sumo Sacerdote de Dios entró en el cielo mismo para comparecer con el valor de su propia sangre delante de la persona de Dios a favor nuestro, Pablo pasa a decir:

      24 “Puesto que la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir, pero no la sustancia misma de las cosas, nunca pueden los hombres con los mismos sacrificios que ofrecen continuamente de año en año hacer perfectos a los que se acercan . . . porque no es posible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados. Por eso cuando viene al mundo dice: ‘“Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo. No aprobaste holocaustos y ofrenda por los pecados.” Entonces dije yo: “¡Mira! He venido (en el rollo del libro está escrito de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios.”’ Después de primero decir: ‘No quisiste ni aprobaste sacrificios y ofrendas y holocaustos y ofrenda por los pecados’ —sacrificios que se ofrecen según la Ley— entonces realmente dice: ‘¡Mira! He venido para hacer tu voluntad.’ Elimina lo primero para establecer lo segundo. Por dicha ‘voluntad’ hemos sido santificados por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre.”—Heb. 10:1-10.

      25. ¿Qué, pues, fue el altar sobre el cual Jesús vino y se presentó para ser ofrecido como sacrificio?

      25 De esto se hace patente que el equivalente antitípico del altar de cobre en el patio del templo es la “voluntad” de Dios, el estar anuente él a aceptar un sacrificio humano perfecto para el cual había hecho preparación, habiéndose predicho esta “voluntad” de Dios en lo que estaba escrito en el rollo del libro. (Sal. 40:6-8) Dios no había estado anuente a aceptar el sacrificio humano imperfecto de Isaac el hijo de Abrahán, pero estaba anuente a aceptar el sacrificio humano perfecto de su Hijo unigénito, Jesucristo. No quería y no aprobó los sacrificios animales del Día de Expiación anual para siempre, sino que, según Su voluntad y propósito, sí quiso un sacrificio humano perfecto que expiara los pecados humanos, que verdaderamente ‘quitara los pecados.’ Jesucristo vino a hacer la voluntad de Dios, y fue basándose sobre la voluntad de Dios como sobre un altar que se aceptó la presentación del perfecto Jesús para sacrificio humano y su cuerpo humano perfecto y preparado fue ofrecido. Este sacrificio humano perfecto sobre el altar de la “voluntad” de Dios verdaderamente trajo santificación a los discípulos de Cristo. Por eso Pablo añadió: “Por dicha ‘voluntad’ hemos sido santificados por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo.”—Heb. 10:10.

      26. ¿Por qué es que los sacerdotes judíos no tienen autoridad para comer del “altar” del cual comen los subsacerdotes cristianos?

      26 Por eso, también, Pablo dijo más tarde: “Tenemos un altar del cual no tienen autoridad para comer los que hacen servicio sagrado en la tienda. . . . Por eso Jesús también, para santificar al pueblo con su propia sangre, sufrió fuera de la puerta.” (Heb. 13:10-12) Es decir, nosotros los cristianos que somos subsacerdotes espirituales tenemos un sacrificio que expía los pecados sobre el altar de la “voluntad” de Dios del cual los sacerdotes que sirven en el templo de Herodes en Jerusalén no tienen autoridad para comer el sacrificio debido a su falta de fe en el verdadero Sumo Sacerdote de Jehová, Jesucristo, el Mediador del nuevo pacto de Jehová.

      27. ¿Cuándo se presentó Jesús para sacrificio, y qué base para sacrificio entonces llegó a existir, y qué “día” antitípico entonces comenzó?

      27 ¿Cuándo fue que Jesús como ser humano perfecto vino a presentarse para sacrificio sobre el altar de la “voluntad” de Dios según se prescribía en el rollo del libro? Esto fue cuando se presentó a Juan el Bautista en el año 29 E.C. para ser bautizado en el río Jordán. Es patente que Jehová Dios aceptó el sacrificio que de sí mismo presentó Jesús, porque después del bautismo de Jesús en agua Jehová derramó su espíritu santo sobre Jesús y lo hizo el Cristo o Ungido y audiblemente dijo desde el cielo: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” (Mat. 3:13-17; Juan 1:29-34) Por consiguiente fue en ese tiempo que llegó a existir el “altar” antitípico de Dios y hubo una ofrenda aceptable por el pecado sobre éste. Desde entonces en adelante Jesucristo estuvo andando en el patio sacerdotal antitípico superentendiendo su sacrificio humano hasta la muerte. El gran Día de Expiación antitípico había comenzado, y Jesucristo como Sumo Sacerdote de Dios estaba sirviendo al “altar” espiritual verdadero de Dios de manera similar a como servía el sumo sacerdote aarónico en el templo de Jerusalén en el Día de Expiación anual, el 10 de Tisri.—Heb. 8:1-6.

  • El recogimiento de todas las naciones a un solo templo para adorar
    La Atalaya 1973 | 1 de junio
    • El recogimiento de todas las naciones a un solo templo para adorar

      1. ¿Cómo hizo Jehová a Jesús sacerdote espiritual, y qué santuario espiritual entonces adquirió forma?

      Ahora adquirió una forma el gran santuario-tabernáculo espiritual de Jehová Dios. ¿Por qué? Porque ahora vino a la existencia el “Santo” antitípico del templo espiritual de Dios. Esto fue porque Dios derramó sobre Jesús su espíritu santo e hizo a Jesús sacerdote espiritual. Dios engendró a Jesús con su espíritu para hacerlo Hijo espiritual de Dios, investido de la honra de un sacerdocio más alto que el del sumo sacerdote judío terrestre de la familia de Aarón.

      2. ¿En qué condición llegó a estar así Jesús, y en qué parte del templo espiritual de Dios podía entrar, para hacer qué allí?

      2 Por eso Pablo escribe: “El hombre no toma esta honra de su propia cuenta, sino únicamente cuando es llamado por Dios, así como también lo fue Aarón. Del mismo modo también el Cristo no se glorificó a sí mismo llegando a ser sumo sacerdote, sino que fue glorificado por el que habló respecto de él: ‘Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre.’ Así como dice también en otro lugar: ‘Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.’” (Heb. 5:4-6) Jesús así llegó a estar en una condición de engendrado por espíritu, aunque todavía estaba en la carne. En esta condición podía entrar en el “Santo” antitípico del templo espiritual de Jehová. En ese “Santo” podía ofrecer incienso de oración, alabanza y servicio a Dios como incienso.

      3. (a) ¿Qué otro compartimiento del templo espiritual de Jehová también tomó forma, y con qué rasgos dentro de él? (b) Así el templo espiritual de Jehová empezó a funcionar ¿desde cuándo en adelante?

      3 Ahora, también, tomó forma el Santísimo del templo espiritual de Dios, es decir, aquella zona definitiva del cielo en la cual Jehová Dios está en su trono en persona sobre los querubines celestiales, como sobre un asiento de misericordia o “cubierta del propiciatorio.” (Sal. 80:1; Núm. 7:89; Heb. 9:4, 5) En esta zona celestial que ahora ha adquirido las características de un compartimiento Santísimo o cuarto más interior, Jehová está en su trono como sobre la cubierta del propiciatorio del arca del nuevo pacto, enteramente dispuesto a ser propiciado, apaciguado, ablandado, por una ofrenda satisfactoria por los pecados, el sacrificio humano perfecto de su Sumo Sacerdote Jesucristo al culminar el gran Día de Expiación antitípico. (Lev. 16:1-34) Así ahora el gran templo espiritual antitípico de Jehová Dios había venido a la existencia, con sus antitípicos Santísimo y Santo y patio con su

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