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  • Expresando aprecio al cantar
    La Atalaya 1975 | 15 de marzo
    • por la experiencia de una señora que se bautizó en la Asamblea “Victoria Divina” de 1973, en el Estadio Yankee de la ciudad de Nueva York. Había hecho su primera visita a un Salón del Reino local sola y se quedó a ambas reuniones. Al cantar la congregación la Canción Núm. 119, “¡Fija la vista en el premio!,” quedó tan impresionada tanto por la letra como por la manera en que se cantó que decidió que éste era el lugar donde ella quería estar. Después de la reunión se acercó a un Testigo y le pidió un estudio bíblico, y siguió progresando hasta llegar a ser testigo cristiana de Jehová.

      Por eso, que cada testigo cristiano dedicado de Jehová resuelva poner de su parte para hacer que el cantar en el Salón del Reino refleje aprecio por las maravillosas cualidades de Jehová y por todo lo que él ha hecho para ellos material y espiritualmente. ‘Con cuanto hay en nosotros’ ‘¡produzcamos melodía a Jehová!’

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1975 | 15 de marzo
    • Preguntas de los lectores

      ● Salmo 5:4 dice en cuanto a Jehová: “Nadie malo puede residir contigo por tiempo alguno.” ¿Por qué, pues, permitió Jehová que Satanás permaneciera en el cielo por milenios y que hasta entrara en Su presencia en ocasiones?—EE. UU.

      El contexto revela que Satanás no ‘residió’ con Jehová Dios en el sentido a que hace referencia el salmista David. En el quinto salmo, David expresó confianza en el hecho de que Jehová estuviera dispuesto a escuchar su oración. Luego, al presentar su razón por esto, David señala la justicia de Dios, diciendo: “Porque tú no eres un Dios que se deleite en la iniquidad; nadie malo puede residir contigo por tiempo alguno.” (Sal. 5:3, 4) El “residir” así con Dios significa ser un huésped aprobado en su casa o santo templo. (Compare con Salmo 15:1-5.) Esto se hace patente al considerar las palabras posteriores de David. Contrastando su propia situación con la de los que practican lo que es malo, a quienes no se les permite “residir’ con Jehová, él dice: “En cuanto a mí, en la abundancia de tu bondad amorosa entraré en tu casa, me inclinaré hacia tu santo templo en temor de ti.”—Sal. 5:7.

      A Satanás el Diablo se le permitió que continuara en el cielo por milenios y en ciertas ocasiones (evidentemente por alguna razón específica) se le permitió que estuviera presente en asambleas de los hijos de Dios. (Job 1:6, 7; 2:1) Pero solo fue a causa de una cuestión moral que necesitaba ser zanjada que Jehová Dios toleró la presencia de Satanás en los cielos. Como es evidente del libro de Job, Satanás sostuvo que todas las criaturas inteligentes eran básicamente egoístas y resultarían ser infieles y desleales a Dios si la obediencia a Él ya no pareciera ser un derrotero de ganancia material o personal. (Job 2:4, 5) A fin de que esta cuestión universalmente importante se pudiera zanjar, Jehová Dios permitió que Satanás tratara de probar su afirmación. Esto permitió que Satanás usara su influencia al tratar de persuadir a otros hijos angélicos a hacer valer su independencia, lo cual los puso a prueba en cuanto a su lealtad a Dios.

      Muchos ángeles sí se hicieron desleales. Pero todos esos ángeles infieles, aunque todavía tenían acceso a los cielos, perdieron sus posiciones de confianza y responsabilidad. Fueron degradados, colocados bajo restricción y privados de más esclarecimiento divino. En Judas 6 se habla figurativamente de esta situación: “A los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día.”

      Así estos ángeles infieles fueron expulsados de la familia de Dios de criaturas espíritus leales. Ni ellos ni su gobernante, Satanás, continuaron residiendo con Jehová Dios de la manera que habían disfrutado como sus hijos obedientes. Aunque tenían acceso a la región celestial, ahora eran parias.

      ● ¿Por qué se refieren las publicaciones de la Watch Tower a solo siete potencias mundiales, cuando obviamente hubo otros imperios poderosos a través de los siglos?—EE. UU.

      Las publicaciones de la Watch Tower no son arbitrarias al referirse a solo siete potencias mundiales. Lo hacen estrictamente en un contexto bíblico y no de una manera general o seglar. El libro bíblico de Revelación menciona específicamente “siete reyes.” En Revelación 17:10 leemos: “Hay siete reyes: cinco han caído, uno es, el otro todavía no ha llegado.”

      Manifiestamente, a través de los siglos ha habido muchos más que siete “reyes” literales que han ejercido gobernación. De modo que los siete “reyes” mencionados aquí tienen que representar reinos o imperios en particular, de

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