Estudiando con un propósito
“Haz todo lo posible para presentarte aprobado a Dios, un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.”—2 Tim. 2:15
1, 2. (a) ¿De qué privilegio puede disfrutar el estudian te de la Palabra de Dios? (b) ¿Cuál es la condición lastimosa del hombre hoy día?
A LA mayoría de la gente no le gusta estudiar. El usar su cerebro es demasiado laborioso. Especialmente no le gusta estudiar la Palabra de Dios, la Santa Biblia. Sin embargo, el favor y aprobación del Todopoderoso Dios se extienden al hombre que estudia y atesora las instrucciones abarcadas por esa Palabra sagrada. El hombre que hace eso es sabio a los ojos de Jehová. A él le vendrán paz y vida procedentes de Dios. Pero, como cosa de importancia ahora, a dicho hombre se le permite presentarse ante Jehová y ministrarle, manejando su Palabra, distribuyendo sus verdades dadoras de vida a un mundo aturdido, espiritualmente muerto de hambre.—Pro. 3:1-6.
2 Hoy la gente del mundo está confusa y no sabe qué hacer. No sabe a dónde acudir para librarse de su condición de ofuscamiento. Inocente e ignorantemente estas personas han confiado su vida a hombres que las han desollado y arrojado acá y allá y las han descarriado lejos de la senda de la justicia. ¿No hay alguna esperanza para la gente? ¿No hay algún modo de escaparse del laberinto de confusión al cual ha sido conducida por sus líderes mundanos?—Sal. 107:27; Mat. 9:36.
3, 4. ¿Por qué se provee una vía de escape y quién la provee?
3 Puesto que no se puede esperar que los instructores religiosos autonombrados, aleccionados por el presente mundo malo, provean educación que lleve a la vida, ¿a dónde pueden acudir estos que están gimiendo y llorando a causa de las abominaciones practicadas en la tierra para obtener socorro? A Jehová. Él no los abandonará. “‘Por la violencia a los afligidos, por el suspirar de los pobres, me levantaré en este tiempo,’ dice Jehová. ‘[Lo] pondré en un lugar seguro contra cualquiera que le bufe.’ Los dichos de Jehová son dichos puros, como plata refinada en un horno de fundición hecho de tierra, clarificada siete veces. Tú mismo, oh Jehová, los protegerás; tú preservarás a cada uno desde esta generación en adelante, lo cual es hasta tiempo indefinido.”—Sal. 12:5-7.
4 Jehová, el “Padre de las luces celestiales,” ha indicado la vía de escape. A fin de obtener su favor uno tiene que entrar en la senda de la luz y seguir en ella constantemente, no desviándose ni a la izquierda ni a la derecha.—Sant. 1:17; Pro. 4:18.
DESAFÍO EXIGE RESPUESTA
5. ¿Cómo y por quiénes se contesta la mofa de Satanás?
5 Satanás se mofa de Jehová. De modo que Jehová dice a su siervo: “Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, para que responda al que se está mofando de mí.” (Pro. 27:11) Por siglos el nombre de Jehová ha sido vilipendiado y difamado por Satanás y sus agentes. Muchos culpan a Jehová Dios por las presentes calamidades desastrosas de la gente. En realidad, Satanás es la causa. Estableciéndose como un ángel de luz y estableciendo su presente sistema de cosas como el reino esperado por tanto tiempo, Satanás ha inducido a casi toda persona a apartarse de la adoración verdadera y aceptar substitutos débiles. El pueblo que lleva el nombre de Jehová tiene que hacer frente al desafío lanzado contra la adoración verdadera manejando la palabra de la verdad acertadamente y proveyendo a la gente el conocimiento acertado concerniente a Jehová y sus propósitos, y la oportunidad de salir de las tinieblas y entrar a la luz maravillosa de Dios. Basta el tiempo que la gente ha estado espiritualmente con una dieta de ‘cáscaras’ que causa inanición. Ella requiere y es preciso que se le provea conocimiento acertado y alimento nutritivo del almacén de Jehová.
6. ¿Qué provisión espiritual ha hecho Jehová en este día suyo, pero con qué obligación?
6 Este es el día predicho de Jehová en el cual ha dirigido a su pueblo un “lenguaje puro” y este pueblo “le sirve de común acuerdo.” No sólo oye Jehová el clamor de los necesitados, sino que, en este día suyo, ha hecho que su “esclavo fiel y discreto” provea alimento espiritual para ellos, puesto que sin tal sustento se enfrentan a la inanición espiritual y muerte. Todos, sin excepción, pueden aprovecharse de la invitación a participar, “sin dinero.” Pero una obligación seria descansa sobre los que solicitan dicho alimento después de apartarse de las “cosas elementales débiles e inadecuadas” de este mundo. Tienen que obedecer las palabras de Jesús: “Recibieron gratis, den gratis.”—Sof. 3:9, AN; NR; Mat. 24:45; Isa. 55:1, 2, Mod; Gál. 4:9; Mat. 10:8.
APRENDIZAJE
7, 8. ¿Qué se necesita para obtener un conocimiento acertado de la verdad, y por qué no puede obtenerlo en la cristiandad el que sinceramente busca la verdad?
7 El crecer requiere que aprendamos cómo aprender. Esto es especialmente cierto en lo que concierne al crecimiento espiritual. La persona sabia no sólo oirá, no sólo escuchará de buena gana, sino que “adquirirá más instrucción,” y no será una persona de las que “siempre están aprendiendo y sin embargo nunca pueden llegar a un conocimiento acertado de la verdad.” El aprendizaje es un proceso acumulativo. El aprender más nos proporciona el deseo de progresar hasta tener un conocimiento completo y acertado de la verdad, para agradar a Jehová y tener su aprobación.—Pro. 1:5; 2 Tim. 3:7; Col. 1:9, 10.
8 Jehová no tolerará ningún substituto de pacotilla por el conocimiento acertado; tampoco pueden aceptar dicho substituto los cristianos genuinos. Los líderes de la cristiandad producen muchos alquiladores de bancas, ‘pilares de la iglesia’; pero, ¿cuántos producen que estén equipados para enseñar a otros la Palabra de Dios? Concerniente a la falta de conocimiento acertado del día presente Jehová por medio de su profeta declaró: “Mi pueblo está destruído por falta de conocimiento . . . Y sucederá que cual sea el pueblo, tal será el sacerdote.” Nadie puede obtener un conocimiento acertado de la verdad a menos que la enseñanza que reciba conduzca a la verdad. Preguntémonos cada uno a nosotros mismos: ¿Está de acuerdo con la Biblia la enseñanza que yo he recibido? ¿Me ha capacitado y me ha inspirado a ser un siervo activo de Dios, que de día en día diga las buenas nuevas de salvación por él?—Ose. 4:6, 9, Mod; Sal. 96:2.
CAPACITADOS PARA SER MAESTROS
9. ¿Por qué tienen que estudiar con un propósito hoy día los testigos de Jehová?
9 Todo el que recibe de las provisiones espirituales de Jehová queda obligado a distribuirlas a otros. Pero primero tiene que llenar los requisitos, progresando más allá de la ‘escuela de párvulos.’ El ministro de Dios capacitado para servir hoy día necesita saber la manera de alimentar y llevar a la madurez en debida forma a los muchos que desean aprender y que se están poniendo de parte del justo nuevo mundo de Jehová. Por lo tanto se exige estudio, estudio continuo, estudio profundo, para que uno pueda llenar los requisitos como subpastor y dirigir a las personas semejantes a ovejas al ‘redil’ de Cristo. Puesto que los intereses sagrados de Dios están envueltos en ello corresponde a los siervos de Dios hoy en día estudiar con un propósito.—Heb. 5:12-14; 2 Tim. 2:15.
10. ¿Cuáles tres miras tienen los testigos de Jehová al servir?
10 Los testigos de Jehová están interesados principalmente en agradar a Aquel que los ha llamado para servir bajo Jesús, el gran Maestro. Reconocen que si su servicio es aceptable ellos recibirán vida de parte de Dios. Este no es un motivo egoísta para servir; simplemente es reclamar lo que Dios ha prometido. Ellos también experimentan gozo inconmensurable al participar en la obra de recogimiento dirigida por su Caudillo, especialmente cuando su actividad diligente prospera y tiene buen éxito.—Heb. 11:6; Juan 10:16.
11, 12. (a) ¿Cómo podría considerarse criminal la falta de conocimiento acertado, y bajo qué circunstancias sería especialmente cierto? (b) ¿Por qué es tan vital hoy día el conocimiento acertado?
11 Ahora el mundo está lleno de personas que están equipadas de sólo suficiente conocimiento para irla pasando al conseguir una colocación para ganarse la vida. Quizás nunca se descubra a la persona tan escasamente equipada. Y, aun si se le descubre, tal vez no sufra gran pérdida salvo, posiblemente, desprestigio. Pero dicha falta de conocimiento acertado podría ser criminal. Por ejemplo, un estudiante de aeronáutica que no estudiase con el propósito correcto pudiera aprender sólo lo suficiente para despegar y aterrizar con su avión. En condiciones ideales para volar se le pudiera considerar buen aviador. Pero su falta de conocimiento resultaría evidente cuando surgiese una emergencia; entonces sería demasiado tarde para aprender las intrincaciones fundamentales de la aviación. Él estaría mal equipado para proteger las vidas confiadas a su cuidado.
12 Tal indiferencia para con la vida de otros es verdaderamente criminal cuando la vida eterna de dichas personas se halla en juego. Puede ser que los llamados “pilotos del cielo” religiosos con sabiduría mundana sean así de indiferentes para con la vida espiritual de sus congregaciones. Pero la “sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; porque está escrito: ‘Él prende al sabio en su propia astucia.’ Y otra vez: ‘Jehová conoce que los razonamientos de los sabios son inútiles.’” El que una persona estudie con el propósito limitado de obtener un título religioso para recibir la adulación de hombres y para llegar a ser un ministro de la religión tal vez sea suficiente para que llene los requisitos de clérigo según las normas de este mundo. No obstante, el tener un título y la apariencia concomitante no hace a la persona un siervo fidedigno de Dios, uno a quien Jehová le confiara la vida futura de sus hijos en perspectiva en su nuevo mundo. A fin de enseñar a otros adecuadamente y llevarlos a conocer acertadamente la verdad, hay que hacer más. En el asunto de la educación para vida, el saber sólo lo suficiente para ‘irla pasando’ es verdaderamente criminal, porque la vida eterna está en juego, la vida del maestro y del aprendiz. De modo que el conocimiento acertado es esencial y vital, especialmente ahora cuando Jehová está efectuando su programa de entrenamiento para la vida infinita.—1 Cor. 3:19, 20; 1 Tim. 2:3, 4; Eze. 3:17-20, Mod; NR.
13, 14. (a) ¿Por qué no basta el celo en sí mismo? y ¿es posible comprar el don de Dios del ministerio? (b) ¿Basta la buena voluntad para servir?
13 En los días primitivos de la congregación cristiana hubo algunos que ambicionaron ser líderes y maestros y ejercer la autoridad de los apóstoles. Prescindiendo de las otras cualidades que pudieran haber tenido, no estaban equipados para enseñar doctrina cristiana. Por consiguiente, Pablo escribió concerniente a ellos: “Les doy testimonio de que tienen un celo por Dios; pero no conforme a un conocimiento acertado; porque, a causa de no conocer la justicia de Dios sino de tratar de establecer la suya propia, ellos no se sujetaron a la justicia de Dios.” Un hombre ambicioso hasta trató de comprar un puesto del apóstol Pedro y fué reprendido firmemente a causa de su desfachatez. En este período de la congregación cristiana no se puede ‘comprar’ con dinero, o de otra manera, un puesto como maestro en la organización de Jehová. Uno tiene que llenar los requisitos bíblicos. Uno tiene que ser comisionado por Jehová Dios.—Rom. 10:2, 3; Hech. 8:18-24.
14 Las personas comisionadas por Jehová tienen que estudiar “teniendo como mira el entrenamiento de los santos para la obra ministerial,” con la meta de llegar “a la unidad en la fe y en el conocimiento acertado del Hijo de Dios, a un hombre ya crecido, a la medida de crecimiento que pertenece a la plenitud del Cristo; a fin de que ya no seamos niños, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza.” De modo que no basta con tener buena voluntad para servir; también se requiere habilidad—la habilidad y fuerza que Dios provee.—Efe. 4:11-14.
15. ¿Por qué no podemos cumplir adecuadamente con el depósito sagrado puesto a nuestro cuidado si tenemos sólo un conocimiento superficial de la Biblia?
15 No todos los hombres en el mundo de hoy día están satisfechos con un conocimiento mediocre o común. Muchos se dan cuenta de lo necesario que es estar bien equipados para desempeñar responsabilidades asignadas o asumidas. De la misma manera los que están en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová, habiéndoseles confiado el privilegio raro de declarar los propósitos de Jehová, no están satisfechos con sólo un conocimiento superficial de la Biblia. Tienen que ser “irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación pervertida y torcida, entre quienes [ellos] están brillando como lumbreras en el mundo, manteniendo firmemente asida la palabra de vida.” Sirviendo como “embajadores substituyendo por Cristo,” ellos tienen que seguir su ejemplo y hablar autorizadamente. Siempre tienen que estar listos para proveer una respuesta o explicación concerniente a la verdad a cualquiera que la requiera y la merezca. Esto requiere que ellos estudien.—Fili. 2:15, 16; 2 Cor. 5:20; Mat. 7:29; 5:14-16; Pro. 15:28.
16. Al estudiar diariamente la Palabra de Dios, ¿qué ejemplos siguen los testigos de Jehová?
16 Los testigos de Jehová estudian la Palabra de Dios diariamente. Gozosamente lo hacen con la mira de estar equipados para cumplir la comisión que Dios les dió de ‘vendar a los quebrantados de corazón, de proclamar libertad a los que están cautivos’ en la organización de Satanás. Dicho estudio no es fatigoso, no es una faena, sino que es refrescante. Los anima para amortiguar las muchas sacudidas de la vida. Ellos no son superiores a su Maestro. Antes de emprender su carrera de predicación, Jesús estudió. Mientras estuvo en el desierto él meditó en la Palabra y propósitos de Jehová. Para él el estudio no fué una faena; era agradable, refrescante. Más tarde sus discípulos estudiaron bajo la dirección de él. No hay registro de que él los hiciese estudiar demasiado. Todavía más tarde se informa que la congregación de Berea recibió la Palabra y diligentemente estudiaba en ella diariamente. ¿Es menos importante estudiar hoy día?—Isa. 61:1, Mod; Mat. 5:16; Hech. 17:10, 11.
17, 18. (a) ¿Con qué fin estudian los testigos de Jehová las publicaciones de la Sociedad Watch Tówer? (b) ¿De qué “pan de cada día,” provisto por quién, tienen que alimentarse?
17 A fin de llenar los requisitos como testigos de Jehová y publicadores de las buenas nuevas de su reino, se requiere un estudio continuo y dirigido debidamente a su objetivo. Por la bondad inmerecida de Jehová sus siervos verdaderos han progresado de modo que no son simplemente estudiantes de la Biblia. El estudiar la Biblia y otras publicaciones de la Sociedad Watch Tówer que la explican es un medio hacia un fin. Ese fin no es el desarrollar personalidades hermosas. Es con el fin de que ellos sean instrumentos de Dios para un uso honroso por él, ‘preparados para toda buena obra.’ A medida que estudian su deseo de estudiar aumenta y también su deseo de compartir con otros lo que ellos han aprendido. Se dan cuenta de que los días son malos; por consiguiente ellos vigilan estrechamente su manera de andar, “comprando el tiempo oportuno” para ellos mismos, sacando el mejor partido de toda oportunidad para aumentar en conocimiento acertado.—2 Tim. 2:20, 21; Gál. 6:6; Efe. 5:15, 16.
18 Los cristianos correctamente repiten la oración modelo registrada en el capítulo 6 de Mateo, especialmente en cuanto a que el Padre celestial provea el pan de cada día. Pero sabiendo que su vida futura no depende de pan material, sino más bien de las palabras dadoras de vida que proceden de la boca de Jehová, los cristianos se concentran en entender esas palabras inspiradas. Una porción de la oración que Jesús pronunció poco antes de ser traicionado explica más la seriedad de estudiar la Palabra de Dios: “Padre, . . . Esto significa vida eterna, el que ellos adquieran conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú has enviado, Jesucristo.” Sí, un propósito principal al estudiar la Biblia es el familiarizarse con el Padre, su Autor. Se amonesta a los cristianos que se acerquen a Dios, que lo busquen y lo invoquen con fe, para que él responda. Esto se puede hacer familiarizándose íntimamente con su gran libro de texto, la Biblia. ¡Felices son los que aprenden bien sus lecciones!—Mat. 6:11; 4:4; Juan 4:34; 17:1-3; Sant. 4:8; Isa. 55:6, 7, Mod.
19. ¿Cuál es la única manera en que uno puede saciar por completo su sed de conocimiento?
19 La Biblia es un inagotable almacén de conocimiento. Su Autor invita al investigador a seguir pidiendo conocimiento, el cual será suministrado generosamente. Pero no basta con sólo pedir. Para servir a Jehová expertamente para su alabanza el siervo tiene que meditar en las palabras de Dios; tiene que espaciarse en ellas en pensamiento; tiene que hacerlas un objeto de estudio con la mira de ponerlas en práctica. Una lectura superficial de las ‘cartas’ de Dios dirigidas a nosotros carecerá de valor, aunque aprendamos de memoria extractos y los repitamos a semejanza de una cotorra. “Con regocijo sacaréis agua de las fuentes de salvación.” ¡Beba profundamente de ellas!—Sant. 1:5, 6; Jos. 1:8; Isa. 12:3, Mod.
SE REQUIERE CALIDAD
20. ¿Qué depósito sagrado ha colocado Dios a nuestro cuidado? ¿Cómo podemos cumplir con él?
20 A los siervos de Jehová se les ha confiado la responsabilidad de hablar “las declaraciones formales sagradas de Dios.” No pueden eludir este depósito puesto a su cuidado. A fin de cumplir con él tienen que sobresalir en cuanto a aprender, haciéndolo “de toda alma como para Jehová, y no para los hombres.” Para llevar a la madurez espiritual a las muchas personas de buena voluntad que se asocian diariamente con la sociedad del nuevo mundo, tienen que hacer todo lo posible por llenar los requisitos como trabajadores ‘que no tienen de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.’—1 Ped. 4:11; Col. 3:23; 2 Tim. 2:15.
21. ¿Cómo podemos aplicar nuestra mente a la instrucción?
21 El concurrir regularmente a las reuniones de los domingos y a las reuniones de entre semana, para escuchar y aprender las verdades bíblicas, y también el participar regularmente en sufragar el costo de mantener el lugar de reuniones—éstos son actos excelentes de fe. Pero para conseguir la aprobación de Dios hay que hacer más. “Haz todo lo posible,” insta Pablo, “para presentarte aprobado a Dios, un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.” ¿Puede usted estar satisfecho con concurrir a las reuniones y sólo escuchar, dejando que otros hagan todo el trabajo de comunicar y explicar a todavía otros las buenas cosas que se oyen y aprenden? ¿Estaría usted satisfecho con tal proceder como la medida plena de presentarse usted a Dios? Aquí aplican aptamente las palabras persuasivas de Proverbios 23:12: “Sí trae tu corazón a la disciplina y tu oído a los dichos de conocimiento.” Verdaderamente son necesarias nuestra meditación y nuestra estrecha aplicación mental y que demos atención exclusiva a adquirir conocimiento acertado, para que se cumpla el propósito que Jehová tiene al proveer dicho conocimiento. Sea usted como el escritor del Salmo 119:97-104: “¡Cómo amo tu ley, sí! Durante todo el día es mi interés. Más sabio que mis enemigos me hace tu mandamiento, porque hasta tiempo indefinido es mío. Más perspicacia que todos mis maestros he llegado a tener, porque tus recordatorios son un interés para mí. Con más entendimiento que los hombres de mayor edad me porto, porque he observado tus propias órdenes. De toda senda mala he restringido los pies, para poder guardar tu palabra. De tus decisiones judiciales no me he desviado, porque tú mismo me has instruído. ¡Cuán suaves a mi paladar han sido tus dichos, más todavía que la miel a mi boca! Debido a tus órdenes me porto con entendimiento. Por eso es que he odiado todo sendero falso.”
22. Para estar capacitados para enseñar, ¿qué progreso tiene que lograrse?
22 Ciertamente ya es tiempo de que los siervos de Jehová estén equipados para enseñar, a fin de que no les apliquen a ellos las palabras mordaces de Pablo: “Aunque deberían ser maestros en vista del tiempo, necesitan ustedes de nuevo alguien que les enseñe desde el comienzo los principios elementales de las declaraciones formales sagradas de Dios.” Estos principios primeros o básicos son vitales, el “ABC” del conocimiento bíblico; pero “en vista del tiempo” deberíamos graduarnos de dichos principios fundamentales. Debería estar en progreso la edificación de una superestructura sobre ellos, porque “el alimento sólido es para las personas maduras.” ¿Será lo que edifiquemos sobre ellos una obra semejante a “oro, plata, piedras preciosas”—que merezca un galardón? ¿O será la edificación una obra semejante a destructibles “materiales de madera, heno, rastrojo”? ¿Cuál traerá honra al Señor Dios? ¿Cuál proveerá calidad en la enseñanza?—Heb. 5:12-14; 1 Cor. 3:12.
EL PROPÓSITO DE ESTUDIAR
23, 24. (a) ¿Cómo usa Jehová su Palabra, espíritu y organización para guiar a su pueblo hoy día? b) Especialmente, ¿cómo es útil esta revista en este respecto?
23 Hace mucho Jehová proveyó su Palabra, la Biblia. Hoy está traducida en muchos idiomas y dialectos. Ya no se mantiene escondida en idiomas muertos. Su información significa vida para el que escudriña diligentemente sus páginas, amando su consejo, obedeciendo sus mandamientos. Como Jehová lo ha efectuado a través de los siglos, así también él hoy en día está guiando a su pueblo por medio de su espíritu santo, su fuerza activa. Especialmente en estos trascendentales días antes del Armagedón, desde que Jehová ha llegado a su templo, acompañado de su “ángel del pacto,” él ha dirigido su atención a los asuntos de su pueblo en grado notable. Él usa a su organización visible, representada en su “esclavo fiel y discreto,” para hacer que se publique, en toda la tierra, información concerniente a sus propósitos. Ese “esclavo” ha dado fielmente “alimento al debido tiempo,” especialmente en esta revista, La Atalaya.—Mat. 24:45.
24 La Atalaya está disponible, en cincuenta y un idiomas, para todos los amantes de la justicia. En sus columnas todo el que está consciente de la necesidad espiritual encuentra ayuda inapreciable. Regularmente provee para los siervos del Dios verdadero consejo e instrucción bíblicos e información oportuna que les son muy necesarios. Se esfuerza de manera alerta para mantener al día a los cristianos en cuanto al cumplimiento de las profecías bíblicas. La Atalaya está escrita para edificar y bendecir. Este es el mejor entretenimiento que uno puede hallar-buena lectura. No compite con ninguna otra revista religiosa ni es semejante a alguna de ellas. No provee la opinión de algún hombre, porque lo que se dice está fundado en el pensamiento de Alguien Mayor. El entender la Palabra de Jehová es un don procedente de Dios y es la mejor ayuda hoy día para el celoso buscador de la verdad.
25. ¿Con qué actitud debemos considerar cada número de La Atalaya al recibirlo?
25 ¿Qué hago con La Atalaya cuando recibo mi ejemplar? ¿Simplemente la hojeo para ver las nuevas más recientes y luego la pongo a un lado esperando una oportunidad más favorable para considerar más cuidadosamente el contenido del número en particular? ¿O, en vez de eso, reconociendo su alto valor, la leo inmediatamente? ¿La leo como si fuese un deber, o porque estoy ansioso de aprender más acerca de la verdad de Dios? Cuando la leo, ¿estoy absorto en ella? ¿Doy más que la acostumbrada atención a La Atalaya? Antes de comer alimento físico doy gracias a Jehová Dios por él y pido su bendición sobre él. Entonces, ¿qué hay del alimento espiritual que espero asimilar cuando considero La Atalaya? Como cuando estudio la Biblia, es igual con La Atalaya: debo buscar las verdades que trae, ‘como plata y tesoros escondidos.’ Cada número de La Atalaya debe ser esperado ansiosa mente y su contenido debe ser consumido con gusto.
26. ¿Qué tenemos presente cuando estudiamos La Atalaya?
26 ¿Con qué idea estudio La Atalaya? ¿Es que deseo aumentar mi entendimiento de los propósitos de Dios? ¿Por qué deseo este aumento? ¿Sólo para mi satisfacción personal? O posiblemente tengo presente las palabras del apóstol: “Que sean llenados con el conocimiento acertado de su voluntad [de Dios] en toda sabiduría y discernimiento espiritual, para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento acertado de Dios.” (Col. 1:9, 10) Esa es una actitud loable. Mi discernimiento espiritual será puesto a buen uso, al de ayudar a otros. Pero, ¿cómo les será una ayuda a otros el estudio de usted?
27, 28. (a) ¿Cómo puede el estudio personal de La Atalaya que uno hace con anticipación equiparlo para ayudar a los recién interesados a entender las verdades espirituales profundas? (b) ¿ayudar a los recién interesados en nuestro trabajo de estudios bíblicos de casa?
27 En el estudio de congregación semanal hay muchas personas recién interesadas que hallan difícil entender la verdad inmediatamente. Muchos artículos de La Atalaya contienen ‘alimento sólido,’ es decir, material espiritual profundo que el cristiano maduro precisa. Dios ha prometido revelar tales cosas profundas por medio de su espíritu, “porque el espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios.” Aquí en el estudio de congregación es donde usted puede ayudar; aquí es donde el comentario que haga aclarará a la mente de las personas recién interesadas el entendimiento de algún punto que no ven claramente. De modo que no debe pasar por alto este privilegio al hacer su estudio personal de La Atalaya con anticipación. Prepárese con ese fin posiblemente subrayando o anotando tales puntos sobresalientes. Luego al momento oportuno durante la reunión esté presto a contribuir su parte al estudio de congregación para la edificación de otros. De esta manera usted también podrá estar incitando a otros al amor y a las obras rectas al hacer allí esta “declaración pública.”—1 Cor. 2:10; Heb. 10:23-25.
28 O quizás en su estudio privado de La Atalaya usted tiene presente el ayudar a los que empezaron recientemente a participar en la predicación en el campo por medio de participar usted en el ‘programa de entrenamiento,’ o por medio de ayudar a los que usted visita y con quienes tal vez conduzca un estudio bíblico de casa particular. Esto sería estudiar con un propósito y estaría en consonancia con las instrucciones que Pablo dió a Timoteo: “Estas cosas encomiéndalas a hombres fieles quienes a su vez estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros.” Recuerde que cuando usted comparte lo que aprende, usted puede esperar ricos dividendos: “Practiquen el dar, y la gente les dará a ustedes. Derramarán en sus regazos una medida fina, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida que ustedes están midiendo, ellos a su vez les medirán a ustedes.” Por otra parte, si usted atesora egoístamente la verdad y no la comparte con otros, entonces, como el esclavo holgazán, existe la probabilidad de que pierda el favor de Dios así como el privilegio de servirle.—2 Tim. 2:2; Luc. 6:38; Mat. 25:24-30.
29. (a) ¿Qué métodos pueden usarse al estudiar antes de la reunión de congregación? (b) ¿Qué arreglos deben hacerse en cuanto a un tiempo fijo para tener tal estudio?
29 ¿Cómo puede uno obtener lo más del estudio? ¿Cuál será el método más provechoso que uno puede seguir? ¿Estudiará uno solo o con otros? Hoy día, en casi todos los hogares, el estudio bíblico y aun la lectura de la Biblia están pasando o se desconocen por completo. Un estudio colectivo será provechoso en el círculo de la familia y especialmente lo será donde hay niños. Los padres son responsables de la crianza espiritual de los hijos, así como de la crianza física. Pero sea cual fuere el método que se use, hallaremos que es necesario arreglar específicamente un tiempo para estudiar La Atalaya. Hay tantas cosas que exigen el tiempo de uno que uno no puede concluir que estudiará sólo cuando el tiempo lo permita. El tiempo jamás lo permitirá. Hay que tomar el tiempo y usarlo para estudiar. Cuando se entiende que el estudiar a fin de ser mejor siervo de Dios es una necesidad básica imprescindible en la vida, entonces uno toma suficiente tiempo para hacerlo. De modo que incluyámoslo en nuestro horario. Póngalo en primer lugar en la lista. Sí, en primer lugar. Y no dé de mala gana el tiempo que dedica a ello. Recuerde que el cristiano ha dedicado su todo (incluyendo su tiempo) al servicio de Dios. De modo que guarde celosamente ese tiempo y esté seguro de que se use de una manera que agrade a su Dueño.
30. ¿Por qué da tanto énfasis al asunto de estudiar la sociedad del nuevo mundo?
30 Dándose cuenta del fin inevitable que les espera a los que desprecian la instrucción, le corresponde al siervo de Dios dar la atención más diligente a cultivar el buen hábito de estudiar. Por esa razón la sociedad del nuevo mundo da énfasis al estudio individual y de grupo. El mundo se encuentra en un período de crisis. En lo que concierne a nuestra generación es el día de juicio. Las personas justas desean un juicio favorable, seguridad y protección. Dios ha provisto dicha protección en este día inicuo para los que le buscan diligente y honradamente. Las instrucciones que se encuentran en la inspirada Palabra de Dios, la Biblia, proveen el medio para hallar dicha protección y bendición que viene de Dios.—Sal. 50:16; Pro. 1:30-32.