-
Condenado a muerte halla esperanza en paraísoLa Atalaya 1960 | 1 de febrero
-
-
“En cuanto el hermano Nakata me vio, se sonrió y me saludó muy alegremente. Siguió diciendo: ‘Hoy me siento fuertemente confiado en Jehová, y en el sacrificio rescatador y la esperanza de la resurrección. Nunca antes en mi vida me he sentido más fuerte que lo que me siento hoy. Por mucho tiempo me he preparado para este día y no tengo miedo.’ Yo podía creerlo, y en realidad yo me sentía el más débil de los dos. ¡Ver semejante confianza después de diez largos años en la prisión!
“Entonces se nos llevó al lugar de la ejecución, y después que los oficiales habían terminado de interrogar al hermano Nakata, se me permitió hablar con él otra vez inmediatamente antes de su ejecución. Allí fue que él dio un excelente testimonio a todos los que estaban presentes. Cantamos un cántico del Reino, y luego leímos pasajes bíblicos concernientes a la esperanza de la resurrección y la restauración del paraíso. Entonces hicimos una oración final. Hubo entre diez y doce oficiales que oyeron nuestra conversación, y se asombraron de la calma y confianza del hermano Nakata.
“El hermano Nakata entonces me dijo que él quería que sus afectuosos y sinceros agradecimientos fueran transmitidos a la maravillosa organización de Jehová por haberle llevado la verdad, y también a los que le habían visitado y escrito, ayudándole a adquirir más conocimiento de los propósitos de Jehová. El aprecio brillaba en su rostro. Me pidió que siguiese alentando a todos los testigos de Jehová a continuar fieles y mantener la integridad hasta el fin, y su expresión bíblica fue magnífica. Habló acerca de su deseo de encontrarse con todo el pueblo de Jehová en el paraíso del nuevo mundo. Su rostro reflejaba esta maravillosa esperanza que él sostenía. Cuando fue conducido a través de la puerta que daba a la horca, miró sobre su hombro, y dijo: ‘Por un poco de tiempo dormiré, y si es la voluntad de Jehová me encontraré con todos ustedes en el paraíso.’
“Así fue que, con confianza tranquila en esa esperanza, el día 10 de junio de 1959 él murió.”
-
-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1960 | 1 de febrero
-
-
Preguntas de los lectores
● ¿Qué explica la diferencia de capacidad del mar fundido del templo de Salomón según se menciona en 1 Reyes 7:23-26 y 2 Crónicas 4:2-6?—F. B., EE. UU.
Se han dado varias explicaciones de esta discrepancia aparente. Una es que Segundo de Crónicas, que se completó después del destierro, se refiere a la medida del bato babilónico, mientras que Primero de Reyes habla de la medida del bato judío, y se supone que el bato babilónico posiblemente era más pequeño, de modo que se requería un número mayor de batos para igualar las cantidades de batos judíos. Otra sugestión es que un relato da la medida de bato para líquidos y el otro la medida de bato para áridos. Un comentarista llama la atención a la diferencia de las palabras hebreas implicadas y sugiere que cuando el estanque del templo se usaba como fuente su concha y los estanques contiguos se llenaban de agua en tal uso, lo que daba lugar a una mayor medida de contenido líquido.
Sin embargo, si usted lee la Traducción del Nuevo Mundo (en inglés) de estos dos textos usted verá cómo pueden entenderse sin falta de armonía. Primero de 1 Reyes 7:26 lee: “Dos mil medidas de bato era lo que contenía.” Sin embargo, 2 Crónicas 4:5 dice: “Como receptáculo, tres mil medidas de bato era lo que podía contener.” De modo que se ve que 2 Crónicas 4:5 nos dice cuál era la capacidad completa del estanque del templo como receptáculo, lo que le podía caber, mientras que 1 Reyes 7:26 declara la cantidad de agua que solían poner en el estanque del templo. En otras palabras, nunca lo llenaban totalmente. Comúnmente sólo ponían las dos terceras partes de su capacidad.
-