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  • El petróleo del mar del Norte... ¿ventura o desventura para Noruega?
    ¡Despertad! 1978 | 8 de agosto
    • El petróleo del mar del Norte... ¿ventura o desventura para Noruega?

      Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Noruega

      SI USTED fuera dueño de su propia casa en un solar de considerable extensión y de repente descubriera que había petróleo y gas en su propiedad, ¿qué tal le parecería? Una cosa es segura... después de ese hallazgo su situación financiera sería mayor. Pero, debido a la contaminación resultante, usted probablemente tendría que mudarse a otro lugar.

      Noruega se halla en una situación que en algunos sentidos es similar. Este país es relativamente rico... un estado benefactor sin barrios bajos, sin analfabetismo y con una de las más bajas proporciones de mortalidad infantil del mundo. En 1969, se descubrieron grandes depósitos de petróleo y gas en su plataforma continental del mar del Norte. Desde entonces, se han descubierto más depósitos, uno de los cuales es el yacimiento petrolífero más grande que jamás se ha hallado a pocos kilómetros de la costa. Ya está en progreso la producción costa afuera de petróleo y de gas, y hay planes para seguir la perforación y aumentar la producción.

      Los cuatro millones de noruegos están intensamente conscientes del peligro que existe de que se contaminen los lugares en donde la pesca ha sido abundante. No pueden mudarse de su tierra montañosa, de la cual menos del 3 por ciento es cultivable. Los noruegos tienen que quedarse donde están y tratar de mantener las operaciones en el mar del Norte lo más inocuas posible.

      Les sobrevino de repente

      La era petrolera le sobrevino a Noruega de repente. En 1959, se descubrió gas a corta distancia de Holanda, y al principio de los años sesenta los estados del mar del Norte extendieron documentos en que fijaron límites entre sí según un principio de línea media. En 1965, se concedieron las primeras licencias para la perforación de la plataforma continental noruega, y la organización Esso perforó su primer pozo en 1966.

      Fue en 1968 que se descubrió la primera señal de hidrocarburos. Sin embargo, no fue sino hasta el fin de diciembre de 1969 que se hizo un hallazgo grande de petróleo, y la compañía petrolera Phillipps fue quien lo hizo. Lo halló en la parte más meridional de la plataforma continental noruega, en lo que actualmente se llama el yacimiento Ekofisk. También se halló gas en este lugar.

      No fue sino hasta 1976 que Noruega pudo ganar dinero exportando petróleo. Ese año la producción de petróleo excedió por unos 4,6 millones de toneladas el consumo noruego anual de aproximadamente nueve millones de toneladas.

      ¿Cuán rica es?

      Aunque al principio de este siglo Noruega probablemente era el país más pobre de Europa, para 1970 solo había ocho naciones del mundo que la superaban en renta nacional íntegra (GNP) por cabeza. Se realizó este cambio en su situación económica antes que se empezara a sacar petróleo del mar del Norte.

      La riqueza de la nación se debía a varias otras razones. Una era el papel tradicional que desempeñaba en el comercio y embarque (responsable de aproximadamente el 28 por ciento del GNP). Otra razón era el desarrollo de una industria fuerte (25 por ciento del GNP). Hubo tiempo en que la producción agrícola, maderera y la pesca eran las fuentes más importantes de rentas, pero éstas ya se han retrasado y en conjunto solo representan 6,5 por ciento del producto nacional bruto.

      Entonces el petróleo cobró importancia. El ministro de la industria de Noruega, el Sr. Bjartmar Gjerde, ha calculado que alrededor de 1980 el valor anual del petróleo y gas producidos será de 35 a 40 mil millones de coronas noruegas (6,4 a 7,3 mil millones de dólares), y que la parte que le corresponderá al gobierno de esas rentas ascenderá a unos 20 mil millones de coronas (3,6 mil millones de dólares) anuales.

      Confiada en las rentas que espera recibir del petróleo, Noruega ha pedido prestadas grandes sumas de dinero en el extranjero. Ha hecho esto con la mira de estimular la economía nacional y evitar que la depresión internacional tenga demasiado efecto en ella. El Storting (Parlamento) noruego autorizó el que se tomaran prestadas sumas equivalentes a cinco mil millones de coronas (poco menos de mil millones de dólares), y la mayor parte de estos préstamos se han recibido en condiciones favorables.

      Por otra parte, no hay duda de que las inversiones en la plataforma submarina noruega excederán lo que el gobierno originalmente había pensado. Al principio se fijó el costo del yacimiento Statfjord en 18 mil millones de coronas. En el otoño de 1976, se aumentó esta cantidad a 32 mil millones de coronas. Pero los cálculos actuales son de alrededor de 60 mil millones, y algunos observadores pesimistas predicen que el entero yacimiento costará más de 100 mil millones de coronas antes que quede cabalmente desarrollado y perfeccionado. Por lo tanto, quizás los ingresos de los yacimientos de petróleo y gas no sean tan grandes como algunos noruegos se habían imaginado.

      ¿De qué tamaño son estos campos petrolíferos submarinos? No se puede dar una respuesta exacta. Las reservas recuperables que se han verificado actualmente ascienden a unos 1.200 millones de toneladas de equivalentes petroleros. Según las predicciones de producción se espera que temprano en los años ochenta Noruega pueda producir 75 millones de toneladas anuales de los campos existentes y exportar de 60 a 65 millones de toneladas de petróleo y gas. Esto significa que Noruega pudiera producir un poco menos del 10 por ciento de la cantidad que Europa Occidental usa en la actualidad.

      La amenaza de la contaminación

      Desde que empezó la perforación en el mar del Norte, los noruegos han vivido en temor de un accidente ambiental. Parecía que sus temores se habían convertido en realidad cuando, el 22 de abril de 1977, un pozo en el yacimiento Ekofisk arrojó petróleo sin que se le pudiera controlar. Durante la semana que duró esta erupción, se le dio extensa noticia por televisión, radio y periódicos, y los residentes en las cercanías del mar del Norte temieron que las toneladas de petróleo, de 15.000 a 21.000, arrojadas por el pozo destruirían sus playas en las semanas siguientes.

      A pesar de no tener equipo adecuado para luchar contra la contaminación, no tardaron mucho en desbaratar la capa aceitosa de 6.000 kilómetros cuadrados, y después de unas cuantas semanas ya no se veía. Los científicos marinos de Noruega informaron que no parecía que el accidente había ocasionado peligro de corta ni de larga duración a la vida marina.

      Al testificar ante una audiencia con el Congreso de Washington, D.C., el tejano Paul Adair, que principalmente fue responsable de parar la erupción, señaló que los derrames de petróleo causados por accidentes costa afuera como éste no eran tan peligrosos ni extensos como otras formas de contaminación petrolera. Le dijo al comité del Congreso que el daño causado por estas erupciones costa afuera ha sido exagerado desmedidamente, y añadió que la contaminación causada por los buques petroleros presenta un problema mucho mayor.

      Poco antes que ocurriera el contratiempo en el mar del Norte, la compañía Shell había patrocinado un análisis que se efectuó en un esfuerzo por calcular el posible peligro que presentan las diferentes clases de erupciones. En lo que se consideraría un caso extremo —una erupción de Statfjord que soltó 5,5 millones de barriles de petróleo— no se esperaba que más de 100.000 barriles llegaran a la costa noruega. Por lo general, solo aproximadamente el 5 por ciento del petróleo que el pozo arrojara llegaría a las playas. Normalmente, este petróleo no llegaría a las playas sino hasta dos o tres semanas después del accidente, lo cual permitiría suficiente tiempo para que se tomaran medidas contra la contaminación.

      Debate y metas nacionales

      Los noruegos no están de acuerdo de manera alguna en cuanto a los medios y arbitrios que deben emplearse para valerse de las riquezas debajo de la plataforma continental. Los peligros que la nueva industria presenta a la vida marina y al ambiente en general siguen siendo tema de controversia. Otra cuestión se concentra en la amenaza de erupciones futuras. La seguridad general es un tema de consideración tanto entre los miembros del Storting (Parlamento) como entre los científicos. Los políticos están tratando de decidir si debiera empezarse la perforación exploratoria al norte de los 62 grados de latitud septentrional. La empresa estatal petrolera Statoil, que viene haciéndose cada vez más poderosa, es el tema de todavía otra controversia. Además los noruegos tienen ante ellos la cuestión general de lo que será el futuro de la industria noruega en una nación petrolera.

      Con razón se halla a los noruegos considerando estos asuntos y arguyendo sobre ellos entre sí. El tener una industria petrolera es una cosa nueva para Noruega, y los noruegos están deseosos de entender el impacto que tendrá en su sociedad.

      Las metas que los políticos han puesto ante la nación, independientes de la era petrolera, están ejerciendo mucha influencia en las diferentes cuestiones que han surgido. Entre estas metas está la de elevar la norma de vida y mejorar la calidad de la vida... el ambiente y las condiciones de trabajo. Los grupos políticos están casi en completo acuerdo en su deseo de promover la solidaridad internacional y la mejora de las condiciones en los países en desarrollo. Algunos hasta han propuesto que se aparte la mayor porción de las riquezas provenientes del petróleo para ayudar a las naciones en desarrollo.

      Así que, ¿resultará ser el petróleo y gas del mar del Norte una ventura para la gente de Noruega y de otras naciones? O, ¿terminará en ser una desventura para los noruegos que se interesan en mejorar la calidad de vida así como también su norma de vida? Solo el tiempo lo dirá.

  • ¡Venga, dése un paseo en mi globo!
    ¡Despertad! 1978 | 8 de agosto
    • ¡Venga, dése un paseo en mi globo!

      MUCHOS de nosotros hemos tenido la grata experiencia de viajar en avión. Tal vez hayamos ido en un avión pequeño de un solo motor que volaba a 160 kilómetros por hora. O, posiblemente haya sido en un aeroplano comercial que viajaba a unos 960 kilómetros por hora. Las vistas panorámicas que uno obtiene desde lo alto siempre son conmovedoras. Pero, ¿cuántos de nosotros hemos volado en un aparato que viaja a solo de ocho a nueve km.p.h., que no hace ruido y puede volar lo suficientemente bajo como para permitirnos cortar una manzana de un árbol?

      ¿Imposible? ¿Por qué no ve por sí mismo? Venga y acompáñeme en un paseo en mi hermoso globo.

      Primero, una palabra acerca de los globos

      Actualmente se usan globos de dos clases básicas. A fin de elevarse hacia el cielo, el globo de gas —muy parecido al globo o balón de helio que los niños suelen llevar en las ferias y circos— depende de un gas más ligero que el aire. Este puede ser gas de hidrógeno o helio.

      El globo en que vamos a pasearnos hoy es de la otra clase: un globo de aire caliente. Para crear la elevación o hacer que nos suba, simplemente calentamos el aire dentro del globo. Tan solo una mirada a las chispas que suben de una hoguera o fogata en el campo basta para mostrar que el aire caliente se eleva.

      Reconocidamente, el viajar en globos aerostáticos encierra ciertos peligros. No hace mucho, en el estado de Georgia, EE. UU., un aeronauta perdió la vida cuando su globo de aire caliente dio contra una línea de alto voltaje. Tanto el aeronauta como su pasajero fueron arrojados al suelo a una distancia de más de nueve metros. El pasajero se escapó de la muerte en el accidente, pero sufrió fracturas de las costillas. No se menciona esto para asustarlo. Sin embargo, enfatiza

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