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  • ¡Alborócense en Jehová!
    Ministerio del Reino 1974 | diciembre
    • 5 No sabemos exactamente cuántas personas cambiarán su actitud y estarán entre la “grande muchedumbre” que sobrevivirá la cercana “grande tribulación.” (Rev. 7:9, 14) Pero, a medida que las cosas empeoran en este viejo sistema, a más personas se les están abriendo los ojos. Nunca antes habíamos tenido aumentos tan grandes como los que hemos tenido en los últimos meses. Además, el que visitemos repetidamente hace que la gente tome nota, particularmente cuando nos ven hablar con convicción acerca de nuestra esperanza dada por Dios. Verdaderamente, éste no es el tiempo de aminorar la marcha y dedicar menos tiempo al ministerio del campo. Más bien, es un tiempo para actividad celosa. Los hombres, las mujeres y los niños por toda partes necesitan conocer la verdad.

      6 Sea que usted haya estado compartiendo las “buenas nuevas” con otros por muchos años o solo por unos pocos meses, continúe constante. Muchas personas están escuchando con aprecio las buenas nuevas. No se desanime cuando otros no lo escuchan con aprecio. Fueron pocos los que respondieron al mensaje de Jesucristo, pero él continuó constante. Aun si usted solo puede decir unas pocas palabras, todavía está produciendo fruto, porque su corazón apreciativo lo está impulsando a dar testimonio. (Mat. 13:23; Luc. 6:45) Usted está mostrando amor por Jehová e interés profundo por el prójimo. De modo que continúe alborozándose en Jehová a pesar de las penalidades terrestres confiando en que su espíritu lo fortalezca y lo sostenga en el servicio fiel. Recuerde, “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre.”—Heb. 6:10.

      Alborócense en Jehová a pesar de las penalidades terrestres.

  • Cuándo es útil hablar
    Ministerio del Reino 1974 | diciembre
    • Cuándo es útil hablar

      1 La Palabra de Dios dice mucho acerca del uso apropiado de la lengua. (Sant. 3:1-10) Aunque en muchas situaciones hay que refrenar la lengua del todo, definitivamente hay un “tiempo de hablar” en el que las palabras bien escogidas son “como manzanas de oro en entalladuras de plata.” (Ecl. 3:7; Pro. 25:11) Una buena palabra de “la lengua de los sabios es una curación,” en agudo contraste con el murmurar o el habla irreflexiva e inconsiderada.—Pro. 12:18.

      2 Por supuesto, como humanos imperfectos todos pecamos con nuestra lengua o quizás de otros modos ofendamos a compañeros creyentes. (Sant. 3:2; 1 Juan 1:8) El apreciar el hecho de que necesitamos perdón ciertamente debe hacer que seamos misericordiosos con nuestros hermanos, que no demos demasiada importancia a asuntos pequeños. No obstante, si una persona se siente verdaderamente disgustada y sencillamente no puede desechar una ofensa pequeña de la mente y el corazón, el rehusar hablarle al ofensor no mejoraría la situación. Unos cuantos minutos de conversación comprensiva pudieran poner fin a agravios que existen desde hace tiempo.—Mat. 5:23, 24; Efe. 4:26.

      3 Las palabras bondadosas no solo contribuyen mucho al mejoramiento de las relaciones sino que también sirven para animar y edificar a otros. ¿No es cierto que todos nosotros nos sentimos desanimados de vez en cuando? Ciertamente, pues, nos benefician las palabras estimuladoras de un amigo considerado.

      4 Nuestras conversaciones serán especialmente edificantes si las cosas en que pensamos y meditamos giran en torno de los asuntos espirituales. (Fili. 4:8) Otra bendición que recibimos como resultado de esto es que las cosas espirituales se graban más profundamente en nuestra mente y corazón. Y, ¿no es cierto que tenemos muchas cosas buenas de que hablar?

      5 Hay veces en las que se requiere valor para hacer buen uso de la lengua. Esto es especialmente cierto cuando alguien muy allegado a nosotros llega a ser culpable de un mal serio y sencillamente trata de ocultarlo. Es posible que fuertes sentimientos emocionales pesen gravemente sobre nosotros, haciendo que deseemos abstenernos de hablar a los ancianos acerca del asunto. Pero en realidad sería un sentido de lealtad falso el que pasáramos por alto el mal serio de alguien. (Deu. 13:6-8) Tampoco sería una bondad al malhechor, pues podría privarlo de la necesaria ayuda espiritual de los ancianos y hacer que se endureciera en un proceder pecaminoso. Además, estaríamos mostrando una falta de verdadero interés en la limpieza de la congregación, exponiéndola al reproche.

      6 No hay duda acerca de ello, la comunicación al tiempo correcto es vital para conservar la paz y la armonía de la congregación. Por esto los ancianos tienen buena razón para interesarse en poner un ejemplo excelente en este sentido al desempeñar sus responsabilidades. En asuntos que tienen un efecto considerable en la vida de la gente, un anciano actúa con perspicacia cuando, en vez de tomar una decisión por su propia cuenta, consulta con otros ancianos. Como dice Proverbios 15:22: “Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial, pero en la multitud de consejeros hay logro.” Los ancianos que aprecian esto no limitan sus consideraciones a cuatro reuniones al año sino que toman tiempo para consultar los unos con los otros acerca de los problemas y las sugerencias así como para asegurarse de que los asuntos importantes sean conocidos por el entero cuerpo de ancianos.

      7 De vez en cuando, cuando los ancianos se reúnen, puede hacerse mención de un hermano o hermana que de algún modo no esté poniendo un buen ejemplo. En ese caso, la persona se beneficiaría si los ancianos trataran de ayudarla a llegar a ser un mejor ejemplo.

      8 ¡Cuánto podemos alegrarnos de que la Biblia nos dé excelentes pautas para usar la lengua de la manera correcta! ¡Que todos nos esforcemos por seguirlas, y de ese modo contribuir al gozo y la edificación de nuestros hermanos!

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    Ministerio del Reino 1974 | diciembre
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      ◆ Oferta de literatura para diciembre: Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras junto con el libro Gran Maestro [u otro libro pequeño], por $1,25. Enero hasta abril inclusive: Suscripción a La Atalaya, con tres folletos, por $1,50. O suscripciones a La Atalaya y ¡Despertad!, con seis folletos por $3,00.

      ◆ Se solicita que los publicadores y precursores hagan el pedido de los Anuarios para 1975 por medio de la congregación con la cual están asociados. Los pedidos para el Anuario en español se pueden enviar a partir del 15 de diciembre. Sírvanse pedirlos únicamente después de esa fecha. El Anuario también estará disponible en alemán, francés, holandés, inglés, italiano y portugués para más o menos la misma fecha. Los Anuarios cuestan 50c cada uno. Todos los pedidos para el Anuario serán cargados a la cuenta de literatura de su congregación. Los precursores regulares y especiales que hayan estado en la lista antes del 1 de julio de 1974, pueden recibir un Anuario gratis pidiéndolo al hermano encargado de la literatura. Esto se incluirá en el pedido de la congregación, y después podrá solicitarse crédito a la Sociedad por los ejemplares de los precursores. Los precursores pueden obtener ejemplares adicionales a 15c cada uno. Ya no están disponibles los calendarios.

      ◆ En el caso de los que hacen llamadas telefónicas a las oficinas de la Sociedad en Brooklyn, nos sería de gran ayuda si más de ustedes utilizaran el número 858-1240, en vez de solo usar el número 625-1240.

  • Informe del servicio para agosto
    Ministerio del Reino 1974 | diciembre
    • Informe del servicio para agosto

      Prom. Prom. Prom. Prom.

      Pubs. Horas Revi. Est. Revistas

      Precs. Esp. 721 129,1 41,6 3,9 159,5

      Precs. 20.683 92,7 33,1 2,8 90,6

      Precs. Temp. 13.792 80,2 18,8 0,9 78,5

      Pubs. 490.177 9,9 4,2 0,5 14,4

      TOTAL 525.373

      Recién dedicados que se han bautizado: 5.022

      META DE LOS ESTADOS UNIDOS PARA 1974: 483.438 publicadores

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