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Babilonia coloca los fundamentos religiosos para el engaño mundialLa Atalaya 1964 | 1 de noviembre
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batalla tenían favor especial. Recibían agua dulce para beber, mientras que los que no tenían posteridad para colocar ofrendas en sus sepulcros sufrían enconadas y muchas privaciones. . . . La doctrina babilónica era que el hombre, aunque de origen divino, no participaba del atributo divino de la inmortalidad [es decir, inmortalidad de su cuerpo].—The International Standard Bible Encyclopædia, tomo 1, página 373.
19. ¿A qué otras doctrinas no bíblicas han conducido estas antiguas creencias babilónicas?
19 Junto con la astrología, el temor a los demonios y la trinidad, esta enseñanza, como se originó en Babilonia y se propagó entre los pueblos de la Tierra, resultó en las doctrinas no bíblicas de fuego del infierno, purgatorio, reencarnación, transmigración de las almas y espiritismo, con las cuales todas las naciones y la mayor parte de sus religiosos están siendo enfermadas espiritualmente de muerte. Si la religión de usted sustenta algunas de estas doctrinas, puede estar seguro de que está contaminada por Babilonia y constituye una de las fortalezas religiosas falsas que brotan de la fuente rebelde babilónica.
20. (a) ¿Cuándo aconteció la primera caída de Babilonia? (b) ¿Qué le sucedió por fin a esa famosa ciudad? (c) ¿Qué otra pregunta exige todavía una respuesta?
20 Estos solo son unos cuantos de los engaños fundados en la antigua Babilonia dominada por los demonios, como fundamento sobre el cual el engañador invisible, Satanás el Diablo, edifica una estructura religiosa para el engaño mundial. Babilonia sufrió una caída cuando Jehová Dios confundió el lenguaje de sus edificadores en la Torre de Babel, pero no fue destruida en aquel tiempo. Más tarde ésta pasó de las manos de los gobernantes camíticos a gobernantes semíticos, pero esto no hizo a un lado la ruina a la cual había sido condenada por Dios. La destrucción predicha sobrevino a la afamada ciudad y al fin su mismísima ubicación vino a ser desconocida. Pero, ¿qué es la Babilonia Mayor, que se predice en la Biblia que habría de caer con un estrépito tremendo? Investigación bíblica adicional revelará esto.
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Habla franca en cuanto a Nicea y la trinidadLa Atalaya 1964 | 1 de noviembre
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Habla franca en cuanto a Nicea y la trinidad
EL FAMOSO escritor e historiador H. G. Wells tenía ideas muy definidas acerca de la doctrina de la trinidad. En su libro God the Invisible King describió su propia creencia religiosa y por qué rechazaba la Trinidad. En el prólogo declara: “El escritor opina que el Concilio de Nicea, que por fuerza cristalizó las controversias que habían durado dos siglos y formuló el credo sobre el cual están basadas todas las iglesias cristianas existentes, fue una de las más desastrosas y una de las menos venerables de todas las reuniones religiosas.”
Sí, allí fue donde empezó toda la dificultad, pensaba H. G. Wells, y todo el que levantara la voz en protesta se encaraba al desastre. El añade: “En la destrucción sistemática de todos los escritos heréticos por parte de los ortodoxos no había nada de la cualidad de convicción honrada que les viene a los que tienen un conocimiento verdadero de Dios; fue un vociferar contra disensiones que, dejadas a resolverse por sí mismas, hubieran echado a perder un buen negocio.” El emperador Constantino tomó la delantera en esto porque quería un imperio unido a cualquier costo.
Pero si esto es cierto, ¿cómo pudiera un engaño como ése persistir a través de los siglos hasta hoy día? Dice Wells: “Una gran mayoría de los que poseen y repiten los credos cristianos han entrado en la práctica tan insensiblemente desde la infancia no pensadora que es solo de modo muy liviano que se dan cuenta de la naturaleza de las declaraciones a que se suscriben. Piensan y hablan tanto de Cristo como de Dios de maneras crasamente incompatibles con la doctrina de la deidad Trina en que, teóricamente, descansa la entera estructura de todas las iglesias.”
H. G. Wells creía firmemente que no había mayor piedra de tropiezo en el camino del que quisiera entender a Dios que la trinidad. Se apartó de ella con el comentario: “Por fe dijimos de aquel espantapájaros disecado de la divinidad, aquella incoherente acumulación de anticuadas nociones teológicas, la deidad nicena: ‘Ciertamente esto no es Dios alguno.’”
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