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La fascinación del ocultismo¡Despertad! 1981 | 22 de marzo
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Una persona que investigó las tablas Ouija clasificó a las personalidades con las que se obtenía comunicación como “característicamente sádicas y sicópatas.” ¿Por qué deberían hacerse crueles en la muerte parientes que eran amorosos mientras vivían? ¿Pudieran ser impostores los espíritus que afirman ser los seres amados que se han ido?
Una pareja canadiense se vio envuelta en un grupo de aficionados a lo oculto, solo para huir aterrorizados por el cambio de personalidades que ocurrió en los miembros, y la iniquidad de éstos. Dijeron: “Cualquiera que piense que puede jugar con la brujería... está jugando con dinamita.”
Aunque antes dudaran de ello, las personas que se ven envueltas en el ocultismo llegan a estar convencidas de que hay fuerzas sobrehumanas en éste. Pero, al darse cuenta de esto, muchos piensan que han quedado atrapados en una red inicua de la cual no pueden salir.
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Liberados del poder ocultista¡Despertad! 1981 | 22 de marzo
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Liberados del poder ocultista
GRANDES cantidades de personas que se han dedicado al ocultismo de modo superficial se hallan actualmente bajo el control de fuerzas sobrehumanas. No saben con certeza lo que éstas son, pero desean desesperadamente librarse de ellas. ¿Es posible esa liberación?
Al luchar por librarse, bien puede ser que se enfrenten a problemas graves. Algunas personas que buscan esa liberación oyen voces que las amenazan desde la región de los espíritus. A otras les presentan oposición los practicantes de las ciencias ocultas.
Hace siglos, en la isla de Chipre, vivía un judío llamado Bar-Jesús que practicaba el ocultismo. Era hechicero, y era conocido también por el nombre de Elimas, que es la forma griega de un título que originalmente se daba a los sacerdotes persas de la hechicería babilónica. Parece que Bar-Jesús ocupaba el puesto de mágico o mago de la corte y consejero del procónsul romano de Pafos. La Biblia, en Hechos 13:6-12, relata que cuando el apóstol Pablo entró en aquella zona y enseñó los principios del cristianismo al procónsul, Elimas se opuso ferozmente, empeñado en proteger su puesto de influencia como “sacerdote” del culto de adivinación. Pero el procónsul quedó libre de la influencia mala cuando abrazó “la enseñanza de Jehová,” el Dios verdadero, que le comunicó Pablo.
En este siglo veinte, muchos miles de personas también han sido liberadas del ocultismo por medio de tomar a pecho la “enseñanza de Jehová” que se halla en la Biblia y que los testigos de Jehová enseñan. Una de las cosas que estas personas aprenden es a identificar a las fuerzas sobrehumanas que hay detrás de las ciencias ocultas. Estas fuerzas no son espíritus benévolos, sino inicuos, demonios. Jesucristo, él mismo procedente de la región invisible, sabía acerca de la existencia de estos espíritus y habló de ellos. (Luc. 4:33-35; 10:18-20; 13:16) A fin de que uno pueda liberarse del control de estos espíritus, es preciso que reciba ayuda de una fuente más poderosa que ellos, a saber, de Dios mismo. La única manera en que esto se le hace posible a uno es por medio de aprender la verdad de la Biblia y aplicarla en su vida, confiando plenamente en Jehová Dios.
Considere algunos ejemplos, tomados de la vida real, de personas que han logrado liberarse durante los últimos años. Fíjese en cómo sucedió que estas personas se envolvieran en el ocultismo, y note la clase de prácticas que se basan en el poder ocultista. Observe, también, el efecto que el ocultismo tuvo en la vida de estas personas, y cómo lograron liberarse.
Un sumo sacerdote de la brujería busca la libertad
Gordon, quien vive en Inglaterra, era brujo. A continuación se presenta su propia historia:
“Empecé a interesarme activamente en el ocultismo cuando me hice miembro de la Sociedad de Investigación Síquica. Durante los años subsiguientes observé centenares de sesiones de espiritismo y participé en ellas y así presencié casi toda forma de fenómenos síquicos, entre ellos voz directa, levitación, ectoplasma y apports [la manifestación de objetos materiales por medio de poder ocultista]. Al mismo tiempo descubrí que yo mismo podía llegar a ser adivino, clarividente y participar en la adivinación de hechos relacionados con una persona o cosa por medio de contacto con un objeto.
“Deseoso de desarrollar aún más mis aptitudes ocultistas, emprendí la meditación trascendental como miembro de una sociedad budista. Pronto descubrí que las filosofías orientales son escalones naturales hacia el ocultismo fundamental. Un colega nuevo, un cabalista experto, me enseñó muchas cosas fascinantes. Un entero campo de misterios intrigantes se abrió delante de mí. Leí y estudié intensamente.
“A medida que aumentó mi comprensión de la magia ritual y trascendental, también aumentó mi círculo de amigos por todo el país. Me hice adepto en adivinar el significado de los naipes y en interpretar la cábala.a Se me inició en los grados progresivos de la brujería hasta que por fin llegué a ser sumo sacerdote de un grupo de brujos y brujas. Les enseñé estas artes a muchas otras personas, entre ellas mi esposa, quien llegó a ser mi suma sacerdotisa.
“Pero las cosas no marchaban bien conmigo ni con mis artes mágicas. En mi grupo brujesco reinaban las riñas y envidias. Existía rivalidad con otros grupos, pues un grupo hasta empleaba magia contra otro. Peor aún, acontecían suciedades de naturaleza sexual (factor que es excesivamente común en la brujería) que por fin me afectaron a mí, y, lamentablemente, fueron en detrimento de mi propio matrimonio.b Empecé a experimentar con las drogas ‘suaves,’ y me sentí cada vez más infeliz y más desilusionado.
“Fue en ese tiempo cuando un conocido, puesto que sabía que yo practicaba la brujería, me dio un ejemplar del libro ‘¡Babilonia la Grande ha caído!’ ¡El reino de Dios domina! El título captó mi interés inmediatamente. Bien sabía yo que la antigua Babilonia había sido la fuente o repositorio de toda la ‘religión secreta’ y que el libro bíblico de Revelación, en el cual se menciona a ‘Babilonia la Grande,’ también contenía muchos misterios. Aunque leí el libro con cuidado y vivo interés, todavía quedé en confusión, pero resultó que éste fue el primer paso positivo que di en dirección a conseguir libertad de los poderes sutiles del ocultismo.
“A medida que pasó el tiempo, las cosas fueron de mal en peor. Una noche, en mi desesperación, recordé lo que me había dicho el amigo que me había dado el libro ‘Babilonia,’ a saber: ‘Si necesitas ayuda, comunícate con los testigos de Jehová.’ Tomé la guía telefónica e hice una llamada al número de la dirección más cercana. Aunque era muy tarde aquella noche, el extraño con quien hablé escuchó atentamente. En cuestión de una hora se presentó a la puerta de mi habitación.
“Mi nuevo amigo, que era anciano de la congregación local, verdaderamente se preocupó por lo que le dije. Lo llevé a mi cuarto de magia. ¡Todavía recuerdo el asombro que mostró ante lo que vio! La habitación estaba llena de cuadros ocultistas. Yo tenía en exhibición mis dos espadas de la iniciación, cuentas de conjuro y vasos en los cuales quemar incienso, junto con mi puñal de Arthame... que los brujos emplean para dibujar círculos y pentáculos [símbolos mágicos de cinco puntas] cuando evocan a las fuerzas espirituales para que se pongan en contacto con los humanos. Un modelo negro de tamaño natural de la cabeza de Isis (la ‘Señora de la Magia’) estaba al lado de una estatua de color naranja subido de Amón-Ra (el ‘Rey de los dioses’ de los egipcios) y modelos de embarcaciones que supuestamente significan el transporte de almas a través del mar de los muertos. Nos quedamos hablando en aquel cuarto hasta casi la madrugada. Ciertamente yo necesitaba mucha ayuda.
“Nuestra consideración giró en torno a la Biblia, un libro por el cual yo siempre había tenido respeto natural, pero del cual sabía poco. Empleamos un librito, La verdad que lleva a vida eterna, como guía para un estudio sistemático de la Biblia. Durante las siguientes semanas aprendí la verdad sencilla acerca del mal y de los demonios, y del poder que tienen para controlar y dirigir la mente de los hombres.
“Recuerdo que una de las cosas que me perturbó muchísimo fue la primera vez que leí Deuteronomio 18:10-12, que dice: ‘No debería hallarse en ti nadie que haga pasar por el fuego a su hijo o su hija, nadie que emplee adivinación, practicante de magia ni nadie que busque agüeros ni hechicero, ni uno que ate a otros con maleficio ni nadie que consulte a un médium espiritista o a un pronosticador profesional de sucesos ni nadie que pregunte a los muertos. Porque todo el que hace estas cosas es algo detestable a Jehová.’
“No tenía la menor idea de que la Biblia contuviera semejante declaración, y aquello me causó una verdadera sacudida. De hecho, mi conciencia empezó a molestarme debido a que me daba cuenta de que cargaba mucha culpa por las cosas en que había estado envuelto. Por otra parte, esto resultó en que pudiera ver la verdad con más claridad y exactitud, y por esto me sentí muy agradecido.
“Más tarde quedé pasmado al leer que los cristianos primitivos también habían experimentado graves encuentros con el demonismo y las artes mágicas. Siempre había sabido que el fuego era símbolo de la destrucción, y cuando leí que las personas de Éfeso que se hicieron cristianas adoptaron voluntariamente el proceder de quemar sus libros de arte mágico,c vi la necesidad de hacer lo mismo. Así sucedió que, una noche, después de orar, salí a los páramos y quemé todos mis libros y cuadros. También quebré y tiré los muchos artículos de metal relacionados con mis artes, a pesar de su valor.
“Poco a poco, pero de modo seguro, fui librándome de la influencia demoníaca. No fue fácil. Los brujos y las brujas y otras personas con quienes anteriormente había tenido amistad hicieron cuanto pudieron por disuadirme pero yo apreciaba mi recién hallada libertad demasiado para transigir. Las fuerzas del mal son fuertes, pero pronto llegué a comprender que las fuerzas que están a favor del bien son más poderosas. Tengo toda razón para estar agradecido por la felicidad y seguridad de que disfruto ahora sirviendo a Jehová, el Dios de la verdad y la luz.—2 Cor. 4:3-6.”
Esperando OVNIS en Stonehenge
En los últimos años ha aumentado mucho la cantidad de informes que se reciben de personas que han visto Objetos
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