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Crucigrama¡Despertad! 1983 | 8 de octubre
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Soluciones horizontales
1. DEMETRIO
3. ABEJAS
8. CAMBISTAS
11. LAHMÍ
12. ANA
13. CÁRCEL
15. ANCLA
17. DUELO
20. DÍA
22. CERDO
24. NAAMÁ
25. ABISAI
26. LEA
28. ÉBANO
30. BARTOLOMÉ
32. ISAÍAS
33. LAODICEA
Soluciones verticales
1. DECÁPOLIS
2. ROS
4. BALAAM
5. JAH
6. SEIRÁ
7. ASA
9. MACEDONIA
10. ISRAEL
14. ÉXODO
16. CRISÓLITO
18. JACOB
19. PANDERETA
21. CRISTO
23. PALOMA
24. NOEMÍ
27. ABÍ
29. ADÁ
31. TÍO
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¿Cómo puedo desarrollar amor propio?¡Despertad! 1983 | 8 de octubre
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altruistamente, atraerás amistades. (Ve Proverbios 11:25.)
HAZ DE DIOS TU AMIGO MÁS ÍNTIMO: “Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte”, declaró el salmista David (Salmo 18:2). Él no puso su confianza meramente en sus propias habilidades, sino en su amistad estrecha con Jehová. Por lo tanto, cuando posteriormente le sobrevinieron calamidades, pudo aguantar fuerte crítica sin perder la calma. (2 Samuel 16:7, 10.)
¡Tú, también, puedes ‘acercarte a Dios’ y así ‘jactarte’, no en ti mismo, sino en Jehová! (Santiago 4:8; 1 Corintios 1:31.)
Unas palabras de advertencia
Aunque la necesidad de tener amor propio está implícita en textos bíblicos como Mateo 19:19 y Efesios 5:28, 29, ¡las Escrituras advierten con mucha más frecuencia contra el pensar demasiado de uno mismo! ¿A qué se debe eso?
Aparentemente, a que la mayoría de nosotros, en nuestro esfuerzo por desarrollar confianza en nuestras aptitudes, nos pasamos de la raya. Muchas personas se hacen egotistas. Otras exageran excesivamente sus habilidades y destrezas, o son propensas a degradar a otras. Esas personas son jactanciosas y fanfarronas. No obstante, su amor propio sobrepasa su verdadera valía.
Hasta los cristianos pueden caer en esa trampa. La rivalidad entre los judíos y los gentiles (no judíos) era un mal que existía en la congregación de la Roma del primer siglo. Por eso, el apóstol Pablo dio consejo franco. Recordó a los gentiles su pasado sórdido. Solo por la “bondad” de Dios habían sido ‘injertados’ en una posición en la que disfrutaban del favor de Dios (Romanos 11:17-36; 1:26-32). Los judíos que desplegaban una actitud farisaica, también, tenían que enfrentarse a sus propias imperfecciones. “Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios.” (Romanos 3:23.)
No obstante, ¿los despojó Pablo de su dignidad?, ¿los redujo a pordioseros acobardados? No, ¡nada de eso! “Pues por la bondad inmerecida que se me dio —continuó diciendo Pablo— digo a cada uno [...] que no piense más de sí mismo de lo que es necesario pensar” (Romanos 12:3). Era “necesario” tener cierta medida de amor propio. Pero tenían que evitar excederse. (Ve Romanos 11:20.)
El cristiano, por lo tanto, evita los extremos. Como observa el Dr. Allan Fromme: “La persona que tiene un concepto adecuado de sí misma no está triste, pero no tiene que estar en un estado de felicidad delirante. [...] No es pesimista, pero su optimismo no es desenfrenado. No es ni temeraria ni está libre de temores específicos [...] Se da cuenta de que no ha tenido el éxito más sobresaliente de todos los tiempos, ni es un fracaso perenne”.
Así que sé modesto. “Dios se opone a los altivos, mas da bondad inmerecida a los humildes” (Santiago 4:6). Reconoce tus buenas cualidades, pero no pases por alto tus defectos. Más bien, esfuérzate por corregirte.
Con todo y eso dudarás de ti mismo de vez en cuando. Pero no debes dudar nunca de tu propia valía ni de que Dios se interese en ti. Porque “si alguien ama a Dios, éste es conocido por él”. (1 Corintios 8:3.)
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