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  • Preguntas que perturban... ¿qué debe hacerse?
    La Atalaya 1973 | 1 de enero
    • Preguntas que perturban... ¿qué debe hacerse?

      LOS cristianos aprecian el hecho de que Jehová Dios y Jesucristo son sus Maestros. Saben que, tal como hizo con el Israel de la antigüedad, Dios conduce progresivamente a su pueblo, según el principio que se declara en Proverbios 4:18: “La senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.”

      Al viajar por esta senda, las verdades básicas constituyen el fundamento, entre las cuales verdades están la soberanía de Jehová, su reino mesiánico, el sacrificio de rescate de Jesucristo, la Tierra que habrá de ser hecha un paraíso, y vida eterna para todos los fieles y obedientes. La luz del entendimiento que va en aumento brilla constantemente sobre estas grandes verdades, aclarando diferentes facetas relacionadas. Esto incluye enfoque más agudo sobre el entendimiento y aplicación de ciertos textos bíblicos y ajustes en procedimiento y estructura de organización de la congregación cristiana. Todos éstos aumentan el gozo del pueblo de Dios y los ayudan a poder vivir y efectuar su trabajo de predicar y enseñar las buenas nuevas con mayor libertad de movimiento y espiritualidad aumentada.

      A veces, en la mente de algunos, quizás surjan dudas en cuanto a algo que se dice. Quizás no se comprenda claramente o no se entienda plenamente alguna declaración en las publicaciones de la Watch Tower. A algunos, quizás les parezca que contradiga lo que se ha dicho previamente.

      Si dudas como éstas surgen en la mente de usted, ¿qué puede hacer? Primero, asegúrese de que usted no entendió mal lo que se dijo, o que no leyó en ello algo que no estaba allí. Luego, medite un poco sobre el asunto.

      APLICACIONES “DE CONTEXTO” Y “EXTENDIDA”

      Quizás se cite un texto bíblico o se mencione y se aplique de una manera que parezca contradecir una aplicación hecha en un caso anterior. En algunos casos es posible que esto se deba a mayor luz de entendimiento, que se está corrigiendo por un punto de vista anterior. En otros casos le puede ser de ayuda a usted el considerar si la aplicación es “de contexto,” es decir, si el texto está considerándose a la luz del contexto y marco de circunstancias. O quizás sea una aplicación “extendida,” es decir, el principio del texto puede aplicarse a alguna otra circunstancia.

      Un ejemplo de un texto del cual el principio a menudo se aplica enérgicamente es Hebreos 12:9, que dice: “Teníamos padres que eran de nuestra carne que nos disciplinaban, y les mostrábamos respeto. ¿No hemos de sujetarnos mucho más al Padre de nuestra vida espiritual y vivir?”

      Aquí el escritor está hablando de la “vida espiritual” de los hermanos de Jesucristo engendrados por espíritu, que tienen esperanzas celestiales. (Heb. 12:22-24, 28) Pero el principio que se manifiesta en este texto también puede aplicarse a las “otras ovejas,” que son hijos de Dios en perspectiva, con la esperanza de vida eterna en la Tierra. (Juan 10:16; Rom. 8:21) Estos, también, tienen una “vida espiritual,” puesto que están viviendo de acuerdo con la dirección de la Palabra y espíritu de Dios junto con los individuos engendrados por espíritu. No están viviendo ‘vidas carnales,’ vidas dedicadas a seguir tras “las obras de la carne.”—Rom. 7:5; 8:5-8; Gál. 5:19-21; compare con 1 Corintios 2:14.

      Como otra ilustración de este principio, considere el texto en 2 Timoteo 4:2: “Predica la palabra, ocúpate en ello urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso.” La Atalaya del 1 de marzo de 1972, páginas 157-159, explicó que allí Pablo le estaba dando a Timoteo, quien era superintendente de la congregación, instrucciones tocante a su enseñanza en la congregación de Éfeso, la cual se enfrentaba a un “tiempo dificultoso,” pues algunos trataban de subvertir la fe de otros enseñando doctrina falsa, ocupándose de cuestiones necias, etcétera. Timoteo habría de adherirse a la Palabra de Dios, no a alguna filosofía o ideas de él.—2 Tim. 2:14-26; 3:1-17; 4:1-5.

      Sin embargo, en La Atalaya del 1 de agosto de 1972, página 456, se cita el texto de 2 Timoteo 4:2 para apoyar la predicación de las buenas nuevas a personas en el mundo a pesar de persecución. ¿En qué consiste la diferencia?

      La primera aplicación es la de contexto, y expresa la fuerza de lo que Pablo realmente le estaba diciendo a Timoteo. La segunda aplicación se hace sobre el principio de que la predicación que efectuamos dentro de la congregación también la extendemos a los de afuera. Si nos adherimos a la Palabra de Dios en la congregación, y lo hacemos aun cuando surgen situaciones desfavorables, también nos adherimos a la Palabra de Dios al predicar a los de afuera, y nos encargamos de que la gente de afuera tenga la oportunidad de oír, sea que encontremos dificultades o no.—1 Tes. 1:6.

      Sin embargo, al aplicar textos bíblicos, no debemos ser descuidados y proceder sin hacer distinción; por el contrario, debemos recordar que la aplicación de contexto es la principal y básica. Si es posible usar el texto en una aplicación de principio secundaria o más extensa, entonces el señalar a nuestros oyentes el sentido básico del contexto y aclarar que estamos usando el texto en su aplicación secundaria, aplicándolo solo en principio, puede añadir fuerza a nuestra presentación.

      PROFECÍAS CON MÁS DE UN CUMPLIMIENTO

      La profecía también puede tener más de un cumplimiento. En todos los casos, la profecía que se habló en tiempos antiguos tenía significado para la gente que la oyó; sirvió para su guía así como para la nuestra. Muy a menudo tuvo algún cumplimiento en aquel tiempo, en muchos casos cumpliéndose durante la vida de esa misma generación. Con frecuencia tuvo un segundo cumplimiento durante el tiempo en que Cristo estuvo en la Tierra o en la historia de la congregación cristiana primitiva. Además, en un gran número de casos, tiene un cumplimiento más grande, espiritualmente o literalmente, en nuestro tiempo, o en el futuro.

      Por consiguiente, al aplicar un pasaje que tiene importancia profética, es bueno reconocer estos hechos. Por ejemplo, en el Salmo 37:10, David declaró: “Solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar, y él no será.” ¿Para beneficio de quién se escribió esto? ¿Solo tiene una aplicación en este “tiempo del fin,” cuando la iniquidad será destruida para siempre? Esto sería unos tres mil años después que se escribió el salmo y lo leyó el pueblo de Israel. ¿Carecían de significado estas palabras para los que las leyeron, y señalaban solo a una promesa para el futuro distante?

      No. Estas palabras en cuanto a los inicuos tuvieron un significado y mensaje para la gente en aquel entonces. De hecho, se cumplieron en el propio tiempo de David. Fue observación y experiencia de David que los inicuos, aunque parecían florecer por un tiempo, no duraban mucho. (Sal. 37 Versículos 35, 36) Por esta mismísima razón él aconsejó, en los Sal. 37 versículos uno y dos, que no nos acaloráramos a causa de los malhechores. De modo que estaba expresando un principio de la vida. En el tiempo de David la “tierra,” es decir, la porción de la Tierra asignada por Dios a Israel, fue puesta bajo dominio pacífico por David, y durante el gobierno de su hijo Salomón la gente tuvo paz de los enemigos inicuos.—Sal. 37:11; 1 Rey. 4:20, 25.

      Esta verdad o principio profético también se cumplirá de modo más grandioso en estos “últimos días” del inicuo sistema de cosas, con una limpieza mucho más extensa de la Tierra en perspectiva, pues Dios ha expresado su propósito de limpiar para siempre toda la iniquidad de la entera Tierra por medio del ejercicio del dominio real de Cristo.—Rev. 11:18; 19:19-21.

      Otra profecía, la de Isaías 65:17, acerca de crear Dios “nuevos cielos y una nueva tierra,” no fue proclamada por Isaías para que los judíos solo la oyeran como algo que habría de cumplirse unos 2.700 años en el futuro. Más bien, tuvo un primer cumplimiento unos 200 años después que fue registrada originalmente, cuando los israelitas desterrados fueron restaurados a Jerusalén. Un nuevo cuerpo gobernante provisto por Jehová con Zorobabel de gobernador y Jesúa de sumo sacerdote constituyó “nuevos cielos” y la tierra de Judá fue repoblada con un pueblo organizado, constituyendo una “nueva tierra.” En esta restauración, ya no entró un enemigo como Nabucodonosor para matar infantes y jovencitos, y los hombres vivieron su duración de vida normal. Edificaron casas y plantaron viñas con seguridad, sin temor de que el enemigo volviera a entrar y desolara su tierra como lo habían hecho los babilonios en 607 a. de la E.C. (Isa. 65:20-22) Este fue un cumplimiento preñado de significado para los israelitas en aquel entonces. Podían obrar con fe en la profecía de Isaías para su propio bien.

      Dios amó a su pueblo en aquel entonces y se acordó de ellos en su condición de cautivos en Babilonia. Obró para restaurarlos del cautiverio y bendecirlos en su propia tierra. El apóstol Pablo dijo que lo que les aconteció fue pictórico de cosas mayores. (1 Cor. 10:11) Por lo tanto sabemos que en el gran amor de Dios a la congregación cristiana, el ‘Israel espiritual,’ él los libraría de sus enemigos. En el primer siglo libró a un resto de judíos fieles, introduciéndolos en la congregación cristiana que se estableció en el Pentecostés. (Juan 8:31-36; Hech. 2:41, 47) Así mismo, en estos “últimos días,” Dios ha mostrado el mismo amor al restaurar al Israel espiritual del cautiverio a Babilonia la Grande, el imperio mundial de religión falsa. Progresivamente les ha restaurado las verdades y prácticas de la congregación cristiana primitiva y los ha hecho prosperar en su obra de librar a otros del cautiverio religioso. Así ha habido un cumplimiento triple de profecía bíblica respecto a la liberación del pueblo de Jehová de Babilonia.

      El apóstol Pedro corrobora este entendimiento de que hay más de un cumplimiento cuando hace una aplicación futura de la profecía de Isaías 65:17, en relación con el dominio de Cristo. Escribiendo al Israel espiritual de su día, Pedro dice: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13) También el libro de Revelación, escrito al Israel espiritual aproximadamente en 96 E.C., visualiza “un nuevo cielo y una nueva tierra” para provecho, seguridad y bendición de la humanidad en el nuevo orden de Dios bajo la gobernación del reino de Cristo.—Rev. 21:1-4.

      Por lo tanto, si tenemos dificultad en entender la explicación de una profecía según se presenta en las publicaciones de la Watch Tower, lo que hay que hacer es pensar más profundamente. Considere la posibilidad de que haya más de un cumplimiento. A menudo se fortalece mucho nuestra fe cuando leemos de que Dios cumplió una profecía para con su pueblo en aquel entonces. Tenemos aun más fuerte seguridad de que él puede y llevará a cabo el cumplimiento mayor sobre su pueblo hoy día.

      Por otra parte, si nos preguntamos acerca de la aplicación de cierto texto bíblico, debemos considerar el contexto de ese texto, y también preguntarnos: ‘¿Es el uso aquí simplemente una aplicación de su principio extendido más allá del uso inmediato del contexto del texto bíblico?’

      Pero, ¿qué hay de cambios de punto de vista que pueden suceder de vez en cuando? Este es un punto del cual se tratará en el siguiente artículo.

  • Dios reajusta el pensar de su pueblo
    La Atalaya 1973 | 1 de enero
    • Dios reajusta el pensar de su pueblo

      JEHOVÁ es infalible, y es el Gran Maestro y Caudillo de los que forman su pueblo. (Sal. 143:10) Estos son falibles, y en ningún punto entienden todas las cosas. Dios los conduce progresivamente de modo que la verdad constantemente se hace más brillante, ellos reflejan más plenamente la gloria de Dios, y se transforman cada vez más a su imagen. (2 Cor. 3:18) Llegan a conocerlo más íntimamente. Sus necesidades se satisfacen plenamente, pues se provee todo para su bienestar espiritual. (Fili. 4:19) Este progreso envuelve cambios, reajuste de su modo de pensar.

      Sin embargo, algunas personas se oponen a que haya cambios de punto de vista, cambios de entendimiento de ciertos textos de la Biblia o procedimientos. Por ejemplo, desde los años 1940 los testigos de Jehová han rehusado dar o aceptar transfusiones de sangre, mientras que antes de eso no habían adoptado esta posición. Desde 1962 entienden que las “autoridades superiores” de Romanos 13:1 son los gobernantes de los gobiernos mundanos, mientras que hasta ese tiempo, desde 1929, habían tenido un punto de vista diferente. Podrían citarse otros ejemplos. ¿Muestra esto que los testigos de Jehová no tienen la verdad? ¿Pone en tela de juicio esto a los principios básicos de sus enseñanzas?

      De ninguna manera. Los testigos de Jehová no se atribuyen infalibilidad. Están siendo enseñados por Dios. (Isa. 54:13) Jamás sabrán todas las cosas, pero continuamente estarán aprendiendo de la sabiduría inagotable de Dios mientras anden en Su verdad.

      EJEMPLO DE LA CONGREGACIÓN PRIMITIVA

      Cuando Jesús estuvo en la Tierra, dijo a sus discípulos: “Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero ustedes no las pueden soportar ahora.” (Juan 16:12) Si les hubiera dicho todas estas cosas inmediatamente, habrían sido abrumados. Les habría sido imposible entender estas cosas y ponerlas en vigor en su vida. De modo que se las enseñó progresivamente.

      Repase la historia de la congregación primitiva según se registra en los Hechos de Apóstoles. Cuando Jesús estuvo con ellos poco antes de su ascensión al cielo, pensaban que en ese tiempo establecería un reino en la Tierra para la nación carnal de Israel. (Hech. 1:6) Pero desde el Pentecostés (33 E.C.) en adelante, aprendieron que no era así. (Hech. 2:32-36; 3:19-21; 1 Ped. 3:18) Algún tiempo después de eso Dios les reveló otro rasgo de su “secreto sagrado,” a saber, que iba a introducir gentiles en la congregación cristiana. (Hech. 10:34-48; Rom., cap. 11; Col. 1:25-27) Sin embargo, más tarde surgió la disputa acerca de la circuncisión de los conversos gentiles, y el cuerpo gobernante la zanjó. Aquí tuvo lugar un reajuste del pensar al examinar las Escrituras a la luz de los desenvolvimientos recientes. (Hech., cap. 15) También, los apóstoles aclararon muchas cosas en sus cartas, como la segunda presencia de Cristo y la resurrección (1 Cor., cap. 15; 1 Tes. 4:13-17), así como asuntos que envolvían a la organización de congregación (las cartas a Timoteo y Tito).

      ¿Debilitaron estos nuevos entendimientos y ajustes la posición de la congregación como la “columna y apoyo de la verdad”? No, más bien, la fortaleció y demostró que estaba siendo guiada y usada por Jehová Dios y Jesucristo. Prueba de esto se ve en la bendición de Jehová. Cuando se entregó la aclaración de la cuestión sobre la circuncisión a las congregaciones esparcidas, “por lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día.”—1 Tim. 3:15; Hech. 16:4, 5.

      AJUSTES EN ENTENDIMIENTO HOY DÍA

      Tal como procedió el cuerpo gobernante de la congregación cristiana primitiva, que fue guiado progresivamente por Jehová, manejando los asuntos como Jehová permitía que tuvieran lugar los desenvolvimientos, escudriñando las Escrituras a fin de dirigir a la congregación en armonía con la dirección de Jehová, así procede hoy día el cuerpo gobernante de la congregación. Por ejemplo, la cuestión acerca de la sangre comenzó a surgir particularmente después de 1937, cuando se estableció el primer banco de sangre en Chicago, Illinois. Los testigos cristianos de Jehová que se enfermaban se enfrentaban a la pregunta: ¿Debería yo aceptar esta forma de terapia? ¿Está en armonía con la Palabra de Dios? Se llevó a cabo un examen de las Escrituras con oración, lo cual reveló la voluntad de Dios en el asunto.

      Igualmente en cuanto al texto de Romanos 13:1, se consiguió un entendimiento correcto mediante un estudio cuidadoso y crítico del contexto y los textos pertinentes relacionados. Se vio que el apóstol Pablo, en el capítulo 12 de Romanos, primero trató de asuntos dentro de la congregación, luego, en el Rom. 12 versículo 17, comenzó a dirigir su atención a los de afuera. De allí en adelante, Pablo pasa a una consideración de las autoridades superiores y, hasta el Rom. 13 versículo 7 del capítulo 13, claramente está hablando acerca de las autoridades en los gobiernos de este mundo. Este entendimiento no ocasionó un cambio en la actitud de los testigos de Jehová tocante a su relación con Dios ni en su actitud para con los gobernantes. No, pues ellos continuaron siguiendo el principio que Jesucristo enunció: “Por lo tanto, paguen de vuelta a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios.” (Mat. 22:21) Pero sí resultó en un punto de vista reajustado en cuanto al significado de Romanos 13:1.

      ACONTECIMIENTOS ‘DRAMÁTICOS’ ANTIGUOS

      Otra cosa que ha hecho surgir preguntas es el uso que hacen los testigos de Jehová de paralelos o tipos proféticos, pues aplican éstos a circunstancias y a grupos o clases de personas hoy día. Muchas personas que leen la Biblia consideran todos sus relatos como únicamente historia, pero cuando comienzan a estudiar con los testigos de Jehová tiene lugar un reajuste de punto de vista al ver que los relatos encierran más que simplemente historia. Por ejemplo, los israelitas que estaban reunidos en las llanuras de Moab precisamente antes de entrar en la Tierra Prometida cayeron en fornicación con las mujeres de Moab en su adoración del Baal de Peor. Esto acarreó la muerte, a manos de Jehová, a 24.000 israelitas entre los tres millones o más acampados allí. (Núm. 25:1-9) Esto se ha comparado a la posición del pueblo de Dios hoy día en el umbral del nuevo orden de Dios, y les sirve de advertencia ahora. De hecho, debido a que la iniquidad e inmoralidad del mundo actualmente van en aumento, se acentúa el peligro, y ha resultado cierto que un porcentaje comparable ha sido expulsado de las congregaciones de los testigos de Jehová en años recientes. Este expulsar ha mantenido a las congregaciones limpias de contaminación y está en armonía con el consejo de los apóstoles de remover a las personas inicuas de en medio de la congregación cristiana.—1 Cor. 5:9-13; 2 Juan 9-11.

      La pregunta que a veces se hace es: ¿Representó Jehová ese acontecimiento ‘dramático’ para que nosotros tuviésemos una advertencia ahora? Bueno, ¿haría él que sucedieran semejantes cosas malas? ¿Las maniobraría él mismo? No. El discípulo cristiano Santiago contesta: “Con cosas malas Dios no puede ser probado ni prueba él mismo a nadie.” (Sant. 1:13) En lo que toca a las acciones de Dios y la aplicación de sus principios, él sabe lo que hará en ciertas circunstancias. Siempre obra en armonía con su propósito y sus principios para el bien de su pueblo fiel. Pero él no establece un arreglo que induzca a la gente a cometer maldad ni establece las circunstancias para conducirla a lo malo.—Mat. 6:13.

      En el caso de la desviación de los israelitas en relación con el Baal de Peor, Dios, aunque no causó esto, pudo usar este hecho histórico como advertencia para los cristianos, pues ellos están bajo una prueba tal como estuvo el Israel de la antigüedad, y su enemigo Satanás el Diablo usa táctica similar para hacerlo caer. Dios mostró el peligro que los cristianos corren en este “tiempo del fin,” y lo que él haría contra los que trataran de introducir contaminación en la congregación cristiana. Refiriéndose a este mismísimo incidente en las llanuras de Moab, así como a otras cosas que acontecieron en relación con el Israel de la antigüedad, el apóstol Pablo dijo: “Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” (1 Cor. 10:11) Sirvieron de ejemplos, lecciones, advertencias a los cristianos en el tiempo del fin del sistema de cosas judío, y sirven de la misma manera para nosotros ahora.

      Esto está en armonía con las palabras del apóstol: “Todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que por medio de nuestra perseverancia y por medio del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”—Rom. 15:4.

      Dios sí arregló plenamente algunos dramas, como cuando le mandó a Abrahán que ofreciera a su hijo Isaac como sacrificio, prefigurando Su propio ofrecimiento de su Hijo unigénito Jesucristo como sacrificio de rescate para la raza humana. No hubo nada de malo en su mandato a Abrahán, y no permitió que Abrahán consumara el sacrificio de su hijo, sino que en su lugar suministró un carnero.—Gén. 22:1-18; Gál. 3:16; Juan 3:16.

      Muchos otros acontecimientos dramáticos en los cuales Dios actuó en armonía con sus principios para hacer un drama profético para nosotros hoy día no fueron representados plenamente por él. Por ejemplo, nada en la Biblia indica que Dios haya hecho que murieran Elimelec, el esposo de Noemí, y Mahlón y Quilión, sus hijos. Tampoco hizo que el que tenía el derecho primario de recompra, llamado “Fulano” en la Biblia, rehusara comprar la herencia de Elimelec. Pero por medio de su Ley sí señaló el derrotero que Rut, Noemí y Booz habrían de tomar, y debido a su amor a Dios obraron en armonía con su Ley. Por consiguiente pudo hacer que se escribiera un registro de esta secuencia de acontecimientos para formar un cuadro de cosas venideras, como se explicó en La Atalaya del 1 de julio de 1972.—Rut, caps. 1, 4.

      Nos ayuda a entender esto más cabalmente el tener presente que la gente en tiempos antiguos era real, que llevaba su vida cotidiana en asociación con sus familias y semejantes, y que tenía esperanzas y deseos igual que nosotros hoy día, los mismos problemas generales con el pecado obrando en sus miembros, y que muchos de ellos libraban fielmente una pelea excelente por servir a Dios. Dios les hablaba por medio de sus profetas y sus leyes, y obraba para con ellos para remunerar la justicia y castigar la iniquidad.

      Así mismo hoy, cosas similares están sucediendo en relación con los que sirven a Dios. Jehová no cambia de un período a otro, de modo que sus principios y juicios sean diferentes. (Mal. 3:6) Por lo tanto podemos leer lo que sucedió en relación con el Israel de la antigüedad y las naciones circunvecinas y saber que eran tan reales como lo es nuestra situación hoy día y que Dios obrará para con nosotros de acuerdo con los mismos principios, tan ciertamente como lo hizo en aquel entonces. Al beneficiarnos del registro de los tratos de Dios con su pueblo en el pasado, experimentamos un reajuste de punto de vista. Pero, por supuesto, a veces quizás haya puntos que nos parezcan difíciles de entender.

      FE Y PACIENCIA, ESENCIALES

      Cuando surgen preguntas, es bueno hablar a los individuos responsables de la congregación, que son “hombres de mayor edad” espiritualmente y que tienen entendimiento. (Hech. 20:28; 1 Ped. 5:1-4) Aun entonces, si, en esa ocasión, no comprendemos plenamente, ¿estamos dispuestos a seguir con la congregación de Dios y aceptar la dirección de Jehová, con la seguridad de que él nos iluminará a su debido tiempo?

      Si tenemos un amigo, ¿lo abandonamos cuando dice o hace algo que no comprendemos plenamente? Con cuánta más razón debemos ejercer fe en Dios y en su congregación. “El que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente,” dicen las Escrituras. (Heb. 11:6) Los que hemos conseguido un conocimiento de la verdad sabemos que hay que predicar el reino de Jesucristo, y su sacrificio propiciatorio para los pecados, como la única esperanza de la humanidad. ¿Quién está efectuando esta predicación? ¿A quién está bendiciendo Dios con paz y prosperidad espiritual en toda la Tierra? ¿Qué sucede con los individuos que pelean contra la obra y la organización del pueblo de Dios hoy día? Tratan de derribar, pero, ¿a quién están edificando? Si permitimos que alguna piedra de tropiezo nos haga caer permanentemente, nos haga apartarnos de Dios y su pueblo, ¿adónde iremos por la vida?

      Cuando ciertas personas se opusieron a algunos dichos de Jesús que no podían entender, Jesús preguntó a sus discípulos allegados: “¿Esto los hace tropezar?” Entonces dijo a sus apóstoles: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?” y Simón Pedro contestó: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna; y nosotros hemos creído y llegado a conocer que tú eres el Santo de Dios.”—Juan 6:61, 67-69.

      La Biblia aconseja que ejerzamos paciencia. (Sant. 5:9-11) ¿No les debemos paciencia, ante todo, a nuestros más grandes Amigos, Jehová Dios y Jesucristo, hasta que revelen las razones por sus actos? ¡Qué tontería sería el que pusiéramos nuestro conocimiento y juicio en competencia con los de ellos! El profeta de Jehová dijo: “¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo?”—Isa. 40:13.

      Y en cuanto a la congregación cristiana, compuesta como está de humanos imperfectos, ¿no podemos ser pacientes con ella a medida que ella sigue la guía de Dios? Ciertamente nos sentimos felices y agradecidos cuando se nos muestra paciencia a nosotros. Hacemos bien en imitar la paciencia de Dios, pues por medio de Cristo él sostendrá la congregación sin mancha y sin tacha.—2 Ped. 3:15; Efe. 5:25-27; Rev. 19:7, 8.

      De veras, el único lugar de felicidad y vida se encuentra al seguir la dirección de Jehová. Ahora, en el umbral de su justo nuevo orden, mostrémonos dispuestos a dejar que Jehová reajuste nuestro pensar. Procediendo así, nos fortaleceremos unos a otros para permanecer firmes contra el Diablo, “para que no seamos alcanzados por Satanás con sus engaños, porque no estamos en ignorancia de sus designios.”—2 Cor. 2:11; Efe. 6:11.

  • Una apreciativa niña de ocho años
    La Atalaya 1973 | 1 de enero
    • Una apreciativa niña de ocho años

      ● Recientemente una carta escrita a mano llegó a las oficinas de la Sociedad Watch Tower, editores de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Era de una niña de ocho años cuyos padres son testigos de Jehová. Su carta reflejaba el vivo aprecio que le tiene al trabajo que hace el personal de la central de la Sociedad (Familia Betel) para preparar las publicaciones. Ella escribió:

      “Estimados hermanos, tengo 8 años de edad, y estoy en 2.do año en la escuela. No hace mucho el Departamento Forestal Estatal llevó a cabo un concurso de ensayos. El tema sobre el cual habríamos de escribir era ‘¿Por qué plantar un árbol?’ Entré en el concurso.

      “Cuando llegué a casa de la escuela le dije a mi madre acerca de ello. Mi madre me dijo que buscara en el ‘Watch Tower Index.’ Así lo hice. Hallé mucha información acerca de árboles. El artículo que más me gustó fue el que está en ‘Awake!’ [¡Despertad!] del 8 de abril de 1956.

      “Esta semana se me notificó que gané el primer lugar en el concurso de más de 600 ensayos. Me tomaron una fotografía para el periódico, y me dieron un premio de $15,00 [dólares]. Puesto que yo sé que no lo habría ganado si no hubiera sido por la ‘Awake!’ me gustaría darles $10,00 de este dinero para que lo usen en algo que necesite la Familia Betel. Sinceramente.”

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