Efectos trascendentes de la testificación incidental

“LA VERDAD NOS HA LIBERTADO”

◆ Un testigo de Jehová que se bautizó en 1963, poco después de haber sido licenciado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, relata cómo aprendió y reaccionó a la verdad bíblica: “En 1959 la Fuerza Aérea me asignó a rendir servicio en una estación de radar en Albuquerque, Nuevo México. En aquel tiempo solo había oído el nombre de ‘testigos de Jehová’ y no podía imaginarme que la verdad misma de la Palabra de Dios residiera en ninguna otra sino en la organización fundamentalista con la cual yo había estado asociado por varios años. Mi esposa se crió como católica y en varias ocasiones los Testigos habían ido a la puerta de su familia, pero ella había rehusado mostrar interés. Nuestra combinación de matrimonio protestante y católico ciertamente no proveía una situación ideal en lo que respecta a religión. Pero antes de casarnos habíamos concordado en que nunca argüiríamos en cuanto a religión. La consideraríamos, sí, pero no tendríamos discusiones acaloradas. Había habido poca discusión hasta que llegué a la asignación ya mencionada y uno de mis compañeros de trabajo comenzó a darme a conocer la verdad.

“Inmediatamente me interesé en las cosas que me dijo que la Biblia enseñaba concerniente al alma, el infierno de fuego y la trinidad. Yo estaba seguro de que él estaba equivocado, pero estaba dispuesto a aprender por qué él creía lo que creía. Acepté un ejemplar de ‘Sea Dios Veraz,’ y empecé a estudiarlo con mi esposa. Poco tiempo después mi amigo fue licenciado del servicio y mi esposa y yo quedamos solos con nuestro estudio. Yo había rehusado ofertas de tener un estudio bíblico en la casa, deseando más bien probarme a mí mismo lo que era en realidad la verdad en cuanto a estas doctrinas y otras. A veces me obsesionaba la idea de probar que los testigos de Jehová estaban equivocados. Hice viajes frecuentes a la biblioteca pública para examinar concordancias en busca de información que tratara del alma, esperando hallar por lo menos un caso de presentación de información equivocada. No pasó mucho tiempo antes que mi esposa empezara a interesarse profundamente también. En 1960 enviamos a pedir una suscripción de La Atalaya. Varias veces fui a uno de los Salones del Reino para conseguir más literatura para estudiar, y cada vez que iba rehusaba aceptar un estudio bíblico de casa, y hasta rehusaba dar nuestro nombre. Insistíamos en descubrir de la literatura misma si ésta era la verdad o no.

“En marzo de 1962 me transfirieron a una estación de radar en Texas. Después de más de dos años de estudio por nosotros mismos estábamos convencidos de que los testigos de Jehová tenían la verdad. Hasta este punto nunca habíamos asistido a una reunión de los testigos de Jehová y decidimos que ya era tiempo. Se comenzó un estudio bíblico con nosotros, y hemos estado asistiendo a las reuniones desde ese tiempo. Verdaderamente podemos decir que la verdad nos ha libertado.”

SE MULTIPLICAN LOS ESTUDIOS

◆ Una testigo que estudia en un hospital de Massachusetts informó: “Un testimonio incidental a una de mis compañeras de clase se extendió hasta ser un período de dos horas durante las cuales ella hizo muchas preguntas. Al fin concordó en tener un estudio, de modo que le di el folleto ‘Estas buenas nuevas del reino.’ El día siguiente fue nuestro primer estudio, y para sorpresa mía había leído todo el folleto y había escrito en él las preguntas que quería que se le contestaran. Al fin del estudio, solicitó una Biblia, el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado y el libro ‘Sea Dios Veraz.’ Al siguiente estudio, me dijo que había leído de nuevo el folleto ‘Buenas nuevas,’ dos veces el folleto ‘¡Mira! estoy haciendo nuevas todas las cosas,’ ambas revistas de cubierta a cubierta, todo el libro Paraíso y había empezado ‘Sea Dios Veraz.’ También había escrito a su prometido y le había dicho algunas de las cosas que estaba aprendiendo e hizo un arreglo para que yo hablara con él. Él mostró mucho interés, y hablamos por tres horas. Él también concordó en tener un estudio. Entonces testificó a la gente con la cual trabaja, y una de estas personas ha expresado el deseo de venir a su estudio.

“Eso no es todo. Poco tiempo más tarde otra de mis compañeras de clase se me acercó y me hizo preguntas. También he podido comenzar un estudio con ella. Dos días más tarde una tercera compañera de clase me habló para considerar la Biblia, y esto, también, terminó en que ella concordara en tener un estudio bíblico. De modo que en menos de cuatro semanas, una testificación incidental ha resultado en cuatro estudios bíblicos y una quinta persona que muestra interés.”