Ponderando las noticias
Todavía se aprecia la honradez
● Cada año el país africano de Zambia celebra su Feria Comercial que dura seis días. Durante los pasados cuatro años testigos de Jehová han atendido las entradas a la Feria. ¿Por qué?
Un artículo en el “Times de Zambia” dice que en el pasado la administración de la Feria había usado a ciertas otras organizaciones, pero éstas habían “exhibido una desatención singular a la honradez.” Los déficits en los ingresos de las entradas se elevaban a tantos como de 400 a 500 “kwacha” (o, en dólares, de $615 a $769). Para ilustrar la honradez de los Testigos, el artículo declara que este año el déficit en los ingresos de las entradas durante los seis días ascendió a la ‘asombrosa cantidad de 40n [alrededor de 62c de dólar].’
Evitando la transfusión de sangre
● ¿De cuán severa anemia debido a pérdida de sangre se puede ser sobreviviente sin una transfusión de sangre? El oxígeno es vital para la vida y la hemoglobina es el componente de la sangre que transporta el oxígeno. La anemia se considera “severa” cuando la cuenta de hemoglobina baja a 6 gramos (por 100 milímetros de sangre) o menos. (Lo normal es una cuenta de 13 a 15 gramos.) Aun cuando la cuenta baja solo a 10 gramos, y hay considerable salida de sangre, por lo general los médicos quieren transfundir sangre.
Bajo el encabezamiento “Anemia debido a pérdida excepcional de sangre,” el “Journal of the American Medical Association” (JAMA) del 20 de mayo de 1974 cita tres casos que tenían que ver con testigos de Jehová en los cuales el nivel de la hemoglobina bajó a 6,9; 3,8 y 2,6 gramos respectivamente. A causa de la convicción religiosa de los pacientes, los médicos del Hospital Naval de Long Beach optaron por administrar un tratamiento que no fuera transfusión de sangre. Junto con inyecciones intramusculares de dextrana e inyecciones intravenosas de soluciones salinas equilibradas, administraron “oxígeno hiperbario” para compensar la falta de hemoglobina transportadora de oxígeno. ¿Con qué resultado?
“Mejoramiento dramático, con un cambio completo de las señales y síntomas de hipoxia [falta de oxígeno] en los tres pacientes,” declara el artículo.
Puede que este tratamiento en sí no resuelva la causa de la anemia, pero puede permitirle al médico el tiempo que necesita para hallar la solución, o tiempo para que el cuerpo del paciente aplique su propia virtud sanativa, sin que haya que recurrir a transfusiones de sangre. Y ésta es otra ilustración de que a menudo hay otros métodos que pueden emplear los médicos que están dispuestos a respetar convicciones basadas en la ley de Dios en cuanto al uso de la sangre.—Hech. 15:28, 29.
Disminución en las escuelas dominicales
● En el Canadá, la asistencia a las escuelas dominicales ha bajado “catastróficamente” en los pasados diez años. El “Toronto Star” informa que la decadencia general se acerca al 50 por ciento, y que en algunas iglesias principales ha habido disminuciones aun mayores. Las matrículas de la Iglesia Unida alistaron 648.354 niños en 1962. En 1972 la cifra bajó a 293.900. Las escuelas presbiterianas bajaron de 109.864 en 1963 a 63.362 en 1973.
El obispo anglicano L. S. Garnsworthy de Toronto dijo: “A menos que los padres cristianos mismos empiecen a enseñar a sus hijos, el cristianismo no será transmitido a otra generación. Las escuelas dominicales, como las hemos conocido, se están marchitando.”
Algunos grupos religiosos informan aumentos en la asistencia a las escuelas dominicales pero la mayoría de éstos lo logran solo por medio de transportar a los niños en autobús y empleando cosas como competencias para marcas de buena asistencia o deportes antes de la escuela dominical y métodos similares.
En ninguna parte de la Biblia se manifiesta base alguna para aislar a los hijos en las escuelas dominicales. Muestra que los padres mismos son responsables de criar a su prole “en la disciplina y regulación mental de Jehová,” y de tenerlos consigo en las reuniones de congregación.—Deu. 6:4-7; 31:12, 13; Efe. 6:4; Mat. 15:32, 38.