-
ResoluciónLa Atalaya 1958 | 15 de noviembre
-
-
27. ¿Qué están haciendo ahora acerca de la Resolución los que la adoptaron, y en qué está resultando el cumplir sus estipulaciones?
27 Lo que sucedió en el estadio Yanqui y el Polo Grounds en conexión con la Resolución excitó mucho comentario público, escrito y hablado. Prescindiendo de la acción que otros tomen hacia los testigos de Jehová a causa de la Resolución, los cristianos que la adoptaron han tomado a pecho muy seriamente lo que en ella han resuelto. Ofrecen oración y hacen esfuerzos para cumplir lo que han resuelto en toda sinceridad en asamblea solemne. Ahora están siendo probados en cuanto a su sinceridad al adoptar la resolución. No obstante, ellos tienen la garantía bíblica de que Jehová el Dios Todopoderoso les ayudará a probarse fieles y leales a la Resolución, de modo que reciban su salvación y él sea magnificado. Por el hecho de que unidamente están cumpliendo las estipulaciones de la Resolución el testimonio global que están dando se está expandiendo en gran manera, y también resultará en la salvación eterna de innumerables otras personas de buena voluntad de disposición de oveja, para que éstas también hagan la voluntad divina en el justo nuevo mundo de Dios.
-
-
Uniendo al género humano por medio de un ReinoLa Atalaya 1958 | 15 de noviembre
-
-
Uniendo al género humano por medio de un Reino
¿A qué se debe tanta desunión entre los hombres? ¿Cómo y cuándo terminará?
AL CONSIDERAR la historia del género humano se puede ver que ya por casi seis mil años el hombre ha tratado de unificar al género humano para paz duradera. Pero el hombre ha fracasado y sigue fracasando. Este fracaso se debe al hecho de que Satanás, el desbaratador de la unidad de los hombres, es el dios de este mundo. (2 Cor. 4:4) Se requerirá un poder más fuerte que el mero hombre para poner fin a la desunión, y un poder más fuerte lo tenemos—Jehová Dios mismo. Él se propone unir al género humano por medio de su reino; y lo que él se ha propuesto, eso seguramente lo efectuará. Él declaró, en Isaías 46:10 (UTA): “Mi propósito permanecerá, y todo mi placer lo haré.”
Sobre este reino Jehová Dios ha nombrado a un rey que unirá la tierra y traerá paz eterna a ella; ese rey es Cristo Jesús. Jehová ha nombrado a éste para que ponga fin al desbaratador de la unidad, Satanás el Diablo. Acerca de este gobernante y unificador de los hombres de buena voluntad está escrito: “Porque él tiene que gobernar como rey hasta que Dios haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.” (1 Cor. 15:25) Los hombres de fe de antes de la venida de Jesucristo a la tierra esperaban el reino de Dios como el único medio por el cual el género humano podría alcanzar unión. Estos hombres fueron impulsados por el espíritu de Dios a escribir muchas profecías concernientes al gobernante justo escogido por Dios y las bendiciones que resultarían como consecuencia de dominar el reino de Dios. (Isa. 2:1-4; 9:6, 7, Mod) Después de iniciada la rebelión en el jardín de Edén por Satanás el Diablo, el desbaratador de la unidad del género humano, las mismas palabras de profecía de Jehová muestran y prueban fuera de toda duda que el rey y gobernante escogido por Dios destruiría la causa de la desunión en la tierra.
Dijo Jehová Dios: “Y yo pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Gén. 3:15) Esta promesa segura del Dios Todopoderoso era señal de mal para el rebelde, el desbaratador de la unidad y descarriador del primer hombre y la primera mujer creados por Dios. El que destruiría a Satanás el Diablo es Cristo Jesús. (Heb. 2:14) Sólo cuando se hayan cumplido las palabras proféticas de Jehová Dios podrán realizarse la paz y unidad permanentes entre el género humano.
En las Escrituras también se hace referencia al Reino por medio del cual el género humano sería conducido a la paz y unidad permanentes como a una ciudad. Concerniente a Abrahán, hombre de fe, está escrito: “Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos y Quyo edificador y creador es Dios.” (Heb. 1:10) Abrahán y otros hombres fieles semejantes a él creían que la unificación del género humano podía venir sólo por medio del poder de Jehová Dios, el Creador del universo, y no por medio de hombres imperfectos sobre esta tierra. Jehová es quien ha prometido reconciliar al género humano por medio de su amado Gobernante justo, Cristo Jesús.—Col. 1:19, 20.
LA VENIDA DE JESÚS
A su propio tiempo debido Jehová Dios hizo que se enviara a la tierra a aquel que traería la unidad a los hombres de buena voluntad. (Luc. 2:11-14) Desde el tiempo en que Jesús comenzó su ministerio en la tierra hasta su muerte él demostró que podía reunir a hombres a la unidad y concordia por medio del reino de Dios. Este era el medio; el Reino atraería a hombres de toda clase. Los que oyeron y creyeron el mensaje y al mensajero vinieron a estar unidos con él y entre ellos unos con otros.
Fué a ellos, también, que Jesús extendió un privilegio singular. Ese privilegio constó de participar en llevar el mensaje de paz y unidad a otros. Fué a ellos también que él extendió el privilegio de ser participantes en el dominio del Reino, el cual reino, al tiempo fijado por Dios, destruiría al mundo desunido de Satanás, según se muestra en Daniel 2:43, 44, que dice (Mod): “Asimismo como viste el hierro mezclado con barro gredoso, así las dos partes se mezclarán con la simiente humana; mas no se unirá una parte con la otra; del mismo modo que el hierro no se mezcla con el barro. Empero en los días de aquellos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruído, y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y acabará con todos aquellos reinos, en tanto que él mismo permanecerá para todos los siglos.”
La historia pasada y la historia presente muestran que la paz y unidad logradas por los esfuerzos del hombre jamás podrían ser permanentes, debido al dominio de hombres imperfectos, que han dejado y que siguen dejando de cumplir con sus tratados y convenios de paz. Según la profecía de Daniel un mundo unido y la paz permanente tendrían que esperar a Jehová Dios y su reino prometido. El esperar que Dios traiga la unidad al género humano por medio de su reino no traerá ninguna desilusión. Primero tiene que haber una remoción de la fuente de toda desunión, principalmente Satanás el Diablo, sus demonios invisibles y el dominio imperfecto por hombres
-