-
Los lolardos, valerosos predicadores de la BibliaLa Atalaya 1981 | 1 de enero
-
-
librada de los grilletes que la habían hecho un libro cerrado a todos con excepción de algunas personas acaudaladas favorecidas. ¿Apreciamos hoy el valor que desplegaron personas muy devotas? Ellas estimaban la Biblia como un libro que valía la pena leer y estudiar... de hecho, que valía su propia tierra, libertad y vida. ¿Tiene algún efecto en nosotros el gran esfuerzo que se hizo para estudiar con libertad las Escrituras? Solo podemos decir que lo tiene si nosotros mismos estudiamos la Biblia y desplegamos una fe activa, al compartir las verdades de ella con otros.
-
-
La bendición de la unidad fraternalLa Atalaya 1981 | 1 de enero
-
-
La bendición de la unidad fraternal
LA UNIDAD ciertamente es una bendición. Por el esfuerzo unido de muchas personas se puede conseguir mucho más que solo por el esfuerzo de una. Cuando las personas se llevan bien unas con otras, gozan muchísimo de trabajar juntas.
David escribió bajo inspiración acerca de la bendición de la unidad fraternal. Puesto que todos los israelitas eran descendientes del mismo hombre, Jacob, las palabras de David en el Salmo 133 en realidad aplicaban a la nación entera. Hoy los cristianos devotos son miembros de una hermandad mundial y por eso deben esforzarse por mantener la deleitable unidad que describe el salmista: “¡Miren! ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos moren juntos en unidad! Es como el buen aceite sobre la cabeza, que viene bajando sobre la barba, la barba de Aarón, que viene bajando hasta el cuello de sus prendas de vestir. Es como el rocío de Hermón que viene descendiendo sobre las montañas de Sión. Porque allí ordenó Jehová que estuviese la bendición, aun vida hasta tiempo indefinido.”—Sal. 133:1-3.
Cuando todas las tribus de Israel venían a Jerusalén para las tres fiestas anuales, tenían la oportunidad de morar juntas en unidad. Aunque venían de diversas tribus, eran una sola familia de hermanos. El que los israelitas estuvieran juntos tenía una influencia agradable y sana. El efecto de que moraran juntos en unidad de este modo era como buen aceite de unción... una sustancia refrescante con un aroma persistente y agradable. El aceite derramado sobre la cabeza de Aarón fluía por su larga barba y bajaba hasta el cuello de su prenda de vestir. De manera similar, el efecto saludable de que los israelitas estuvieran juntos tenía una influencia de poder penetrador que se esparcía entre el pueblo congregado. Esto resultaba en que se aclararan los malentendidos y se removieran los prejuicios. Era como si el buen aceite se hubiera difundido por todas partes. Por supuesto, la honra por esto iría a Jehová Dios, de quien fluyen todas las bendiciones.
De manera similar, cuando una unidad fraternal como la que describe el salmista existe entre los cristianos, no hay riñas, críticas ni quejas constantes. Más bien, su asociación es buena, sana y provechosa. Unidos en el vínculo del amor, se interesan activamente unos en otros y disfrutan de estar juntos. Su unidad les causa deleite o placer por el estímulo y la edificación mutuos que resultan de ella. Cualesquier malentendidos o dificultades pueden ser removidos al acercarse todos en unión a Jehová Dios con humildad, deseando su guía, ayuda y perdón por las transgresiones.
El que Israel morara junto en unidad era también como el rocío del monte Hermón. Esa montaña, que se eleva más de 2.700 metros sobre el nivel del mar, está coronada de nieve casi todo el año. La cumbre nevada de Hermón sirve para condensar los vapores de la noche y de esa manera produce el abundante rocío que conserva a la vegetación durante la larga estación seca. Corrientes de aire frío desde la cadena de montañas de Hermón también pueden llevar los vapores a un punto tan meridional como el monte Sión, donde se condensan como rocío. De modo que el salmista dijo correctamente que el ‘rocío de Hermón desciende sobre el monte Sión.’ El cuadro es de una influencia descendente, una influencia refrescante, que contribuye a conservar la vegetación.
Así de deleitable es la unidad de los hermanos cristianos. Esta, también, tiene la potencialidad de conservar la vida. Esto se debe a que, cuando muchas personas observan el amor que existe entre los verdaderos siervos de Dios hoy, empiezan a preguntarse cuál será la fuente de esta unidad. Su investigación entonces los pone en el camino que conduce a la vida.
Antes del establecimiento de la congregación cristiana, el centro de la adoración verdadera era Sión, o Jerusalén. Por eso, puesto que éste era el lugar que Jehová Dios había escogido, era allí donde el Altísimo había ordenado que estuviese la bendición. Él, la Fuente de toda bendición, residía representativamente en el santuario de Jerusalén; por eso se podía decir que las bendiciones venían de allí. En este sentido, la vida entera de la nación de Israel estaba enlazada con Jerusalén, o Sión.
Puesto que la adoración verdadera ya no depende de ningún lugar geográfico, el amor entre los siervos de Dios debe manifestarse en todas partes. (Juan 4:21, 23, 24) Este amor es lo que en realidad distingue a los discípulos genuinos de Jesucristo. El Hijo de Dios dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) De seguro debemos esforzarnos por desplegar este amor para que nuestra unidad con nuestros compañeros de creencia pueda asemejarse a fragante aceite de unción y al refrescante rocío del monte Hermón.
-
-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1981 | 1 de enero
-
-
Preguntas de los lectores
● ¿Por qué dice La Atalaya del 1 de mayo de 1980 (páginas 26, 27) que el “nuevo pacto” está llegando al fin de su operación, mientras que Hebreos 13:20 dice que este pacto es “un pacto eterno”?
La Atalaya declaró: “Es evidente que el nuevo pacto está llegando al fin de su operación, cuyo propósito ha sido producir 144.000 israelitas espirituales que reciban la aprobación de Dios para estar asociados con Jesucristo en el reino celestial, el gobierno ideal para la humanidad. Cuando el último de estos israelitas espirituales aprobados cese de ser uno de los ‘hombres’ debido a una muerte terrena y a una resurrección para participar en el reino celestial, entonces el oficio de mediador de Jesucristo también cesará.”
Note que La Atalaya no dijo que los beneficios de este nuevo pacto cesarían. Los que vivan en la Tierra se beneficiaran eternamente de que el nuevo pacto haya cumplido su propósito de producir 144.000 hijos espirituales de
-