Carta de la Sucursal

Estimados publicadores:

Cuando llegó el 21 de septiembre —el día en que comenzaría la distribución de Noticias del Reino Núm. 16— había gran entusiasmo en todas las congregaciones. Durante los días que siguieron, no fueron solo los que ya eran publicadores los que se presentaron para el servicio del campo. Aumenta el número de personas que están convencidas de que el tiempo se le está acabando a la humanidad incrédula. Impulsados por un deseo de compartir con otros las buenas nuevas del reino de Dios, ¡512.738 participaron en la obra y entonces entregaron sus informes tan solo aquí en los cuarenta y ocho estados! Eso es 40.076 más de los que participaron en el servicio del campo en agosto, mes durante el cual ya habían informado 54.269 más personas que para el agosto anterior. ¿No es eso estupendo? ¡Qué maravilloso aumento en la cantidad de personas que están mostrando su deseo de andar en el nombre de Jehová!

Y ellos verdaderamente se esforzaron. Las horas dedicadas al ministerio del campo aumentaron hasta casi 2 millones más que en agosto. Además de eso, 30.000 se alistaron como precursores temporeros, y hubo un aumento de 1.549 en las filas de los precursores regulares. Los informes muestran que, aquí en los Estados Unidos se distribuyeron un total de 48.320.048 ejemplares del mensaje “¿Se le está acabando el tiempo a la humanidad?” Muchos publicadores en territorios metropolitanos colocaron su entera consignación en cuestión de pocos días; en zonas rurales se requirió más esfuerzo.

No fue solo en este país que el aumento se hizo patente. Durante septiembre, Francia mostró un aumento de 2.900 publicadores; el Japón, 1.200; Corea y los Países Bajos, 1.000 cada uno; las Islas Británicas, 5.100; el Canadá 3.700; Alemania, 2.600; y España, 900. Aunque el máximo de publicadores para el año de servicio de 1973 fue de 1.758.429 por todo el mundo, es patente que ya hemos pasado la marca de 1.810.000.

A medida que continuamos con nuestra obra en septiembre, el efecto separador del mensaje se hizo patente. Algunas personas hicieron llamadas telefónicas para declarar su desaprobación. Otras deseaban aprender más. En muchos casos los amos de casa leyeron el tratado y entonces corrieron detrás de los publicadores para pedir un estudio bíblico. Aquí en Brooklyn recibimos 2.995 cupones de Noticias del Reino pidiendo libros encuadernados, y 596 pedían que alguien los visitara para considerar la Biblia.

Estamos seguros de que ustedes también disfrutaron de la distribución del mensaje firme que presentamos durante diciembre. Ahora estamos ocupados ofreciendo La Atalaya a la gente en nuestro territorio y esperamos que ustedes tendrán buen éxito en su ministerio, ayudando a otros a buscar a Jehová mientras pueda ser hallado.

Sus consiervos,

LA OFICINA DE SUCURSAL DE BROOKLYN

Ayude a otros a buscar a Jehová

¹ Hoy día vivimos rodeados de personas que buscan y buscan. Algunos buscan mejores trabajos, otros mejores hogares o mejores condiciones de vida. No obstante, muchos se dan cuenta que su búsqueda por mejores condiciones y mejor gobierno es fútil mientras continúen recurriendo a hombres imperfectos para cambiar las cosas. Sin embargo, cuando a estas personas se les da la oportunidad de buscar a Jehová, a menudo responden muy rápidamente. Ven el sello de la verdad en lo que la Biblia dice acerca de las mejores condiciones venideras, y quieren aprender la verdad rápidamente a fin de llegar a familiarizarse mejor con Jehová y por lo tanto servirle.

² Qué placer es el ayudar a esos individuos a que “busquen a Jehová mientras pueda ser hallado.” (Isa. 55:6) ¿No concuerda usted en que podemos demostrar nuestra lealtad y devoción a Jehová ayudando a otros a buscarlo a él mientras todavía hay tiempo?

³ Hay muchas oportunidades de hacer eso. Por lo tanto esperamos con anhelo los siguientes cuatro meses de la campaña anual número 36 de La Atalaya como una ocasión para manifestar nuestro aprecio por la revista La Atalaya. La reconocemos como uno de los principales instrumentos que Jehová nos ha suministrado por medio de su “esclavo fiel y discreto,” que nos trae nuestro ‘alimento al debido tiempo’ y nos ayuda a llevar la verdad a otros en nuestro territorio. ¿Y cómo hallaremos a esas personas? Principalmente en la obra de casa en casa. Qué excelente sería si todos en nuestro territorio asignado pudieran escuchar nuestra presentación bíblica “Llegando a conocer a Dios,” y también ver el número actual de La Atalaya y escuchar nuestra descripción de él. ¿Una imposibilidad? Quizás. Pero, en realidad, ¿no debía ser ésa nuestra meta? Sí. Si algunos en nuestro territorio no escuchan, que sea, por otra razón y no debido a una falta de esfuerzo por parte nuestra.

⁴ Aunque muchos de nosotros hemos estado íntimamente familiarizados con La Atalaya durante muchos años, no obstante podemos dar atención provechosa al asunto de la preparación. Obtengamos el sentido de la presentación “Llegando a conocer a Dios” a fin de poder usar las ideas de manera convincente y con versatilidad en diferentes circunstancias. Las presentaciones eficaces por lo general no se hacen sin alguna preparación de antemano. El practicar de antemano con los miembros de la familia o con otros en la congregación resultará en