Están ayudando a los niños a leer

EL SABER leer es una de las destrezas más importantes que una persona puede aprender, pues abre el paso a muchas clases de conocimiento. Sin embargo, millones de jóvenes, que pasan mucho tiempo pegados al televisor, no logran dominar esta destreza. Por eso pierden la oportunidad de aprender muchísimas cosas valiosas, incluso el conocimiento de los propósitos de Dios que se obtiene mediante la lectura de la Biblia y literatura bíblica. No obstante, ¿cómo se puede enseñar al niño a leer?

Un padre cristiano de Manitoba, Canadá, describe los resultados que obtuvo por medio de usar la publicación Mi libro de historias bíblicas conjuntamente con el álbum de cuatro casetes del libro. El padre explica:

“Peter tenía cuatro años de edad. Tanto su hermano mayor como su hermana ya habían empezado a asistir a la escuela, y él se quedaba en la casa. Tan pronto como los otros niños partían hacia la escuela, Peter solía ir a la sala y poner las cintas de Mi libro de historias bíblicas en el magnetófono. Al principio yo me sentaba con él, y, a medida que se iba leyendo el libro de Historias bíblicas en la cinta, yo seguía con el dedo las palabras en la página. Peter comprendió enseguida lo que yo hacía. Dentro de poco él lo hacía por su cuenta. Esto continuó hasta que él empezó a asistir a la clase de párvulos.

”Un día, mientras Peter aún tenía cuatro años de edad, la maestra estaba llevando a la clase de paseo, y Peter señaló a un letrero de muchas palabras. Ella dijo: ‘¿Sabes leer lo que dice ahí?’. De modo que Peter procedió a leérselo todo. La maestra quedó realmente sorprendida. Cuando regresó a la escuela con la clase, consiguió un libro de la biblioteca y se sentó con Peter. Él le leyó varios cuentos, y ella quedó simplemente maravillada.

”Dentro de poco, otros maestros se enteraron de esto, y finalmente se enteró de ello el director de la escuela. Él llevó a Peter a su oficina y le pidió que leyera algo. Otro maestro estaba presente también. Ambos le preguntaron cómo había aprendido a leer tan bien. Él dijo que su familia le había ayudado, pero que lo que más le había ayudado eran las cintas de Historias bíblicas.

”Con el tiempo, otros niños de la escuela se enteraron de que Peter sabía leer y hasta entraban disimuladamente a la clase de él para que les leyera algo, a fin de ver si era verdad lo que habían oído en cuanto a él. Finalmente, el director decidió que Peter leyera en el auditorio ante todos los estudiantes.

”El director quedó tan impresionado que me llamó por teléfono. Dijo que por lo general cuando llama a los padres es para hablarles de algo malo que ha hecho el hijo, pero esta vez era para decirnos que Peter leía muy bien y que estaban orgullosos de él. Dijo que Peter subía y bajaba la voz como se hace en una conversación y sin titubear en absoluto. Pasó a contarnos que había interrogado a Peter acerca de cómo había aprendido a leer, y que Peter lo había atribuido principalmente a las cintas de Historias bíblicas. Me preguntó si Peter sabía leer todo el libro de Historias bíblicas, y le dije: ‘Sí, puede hacerlo’.

”Entonces me pidió prestadas las cintas a fin de evaluar a qué nivel escolar correspondían. Una semana después me telefoneó y dijo que estaba muy impresionado con las cintas y la excelente lectura que contenían. Pidió un juego de cintas para sí mismo porque quería mostrárselas a sus sobrinas y sobrinos”.

¿Conoce usted a algún niño que pudiera aprender a leer, o mejorar en la lectura, escuchando relatos bíblicos mientras va siguiendo la lectura, palabra por palabra, en la publicación que los contiene? “Estamos encantados con la ayuda que las cintas nos han proporcionado —escribe la pareja de Manitoba, Canadá—, y ciertamente recomendamos que otros padres las usena.”

[Nota a pie de página]