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  • El agua... don maravilloso para el hombre
    ¡Despertad! 1972 | 8 de mayo
    • en la República Dominicana. Hace algún tiempo, en la primera plana de un periódico de Santo Domingo se ilustró elocuentemente el problema. Se mostraba una llave de agua de la que caía una sola gota de agua en una mano ahuecada. Era fácil imaginarse la situación. Un día caluroso y polvoriento, en el cual había ropa que lavar, una casa que limpiar, la comida que preparar, ¡y ni un chorrito de agua de la llave! Sin embargo, un estudio hecho por técnicos de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos aseveró que en la República Dominicana hay suficiente agua como para satisfacer las necesidades presentes y futuras del país. Parece ser que el problema estriba en hacer disponible a todos esa agua.

      Guía para exploradores y rutas de comercio

      El agua le sirve al hombre de muchas maneras. Por mucho tiempo los exploradores han utilizado los ríos como guías. Viajando por el Amazonas y sus 200 tributarios, los exploradores penetraron en la cuenca del Amazonas. Y hasta ahora estas aguas suministran el principal medio de transporte en esa región.

      El río Misisipí hizo posible la exploración de vastas extensiones de los Estados Unidos, puesto que forma el tronco de una vía acuática interior de 22.526 kilómetros. La vía acuática de San Lorenzo llevó a los exploradores y colonizadores al corazón del continente norteamericano.

      Y el hombre ha utilizado por mucho tiempo las aguas para su propia transportación y para el transporte de sus mercancías de una parte de la Tierra a la otra, sea por balsa, canoa o trasatlántico.

      Una temprana vía acuática comercial en la historia del hombre fue el río Éufrates, navegable por botes pequeños por unos 1.930 kilómetros. Las rutas de comercio del día moderno siguen recorridos como el del Misisipí. Hecho famoso en una canción norteamericana como ‘el viejo río que fluye imperturbable,’ éste hace su recorrido de 3.974 kilómetros desde el norte de Minnesota hasta el golfo de México.

      El Rin se considera como uno de los ríos más bellos del mundo. Sin embargo, si uno fuese uno de los muchos industriales de la zona del Ruhr, probablemente estaría más interesado en el hecho de que esta vía de flotación podría llevar sus productos a importantes puertos belgas y holandeses. Desde el sudeste de Suiza fluye por 1.303 kilómetros a través de Alemania y Holanda hasta el mar del Norte.

      Hace girar las ruedas de la industria

      El Creador hizo el agua que ha hecho girar las ruedas de la industria desde los días del molino de agua hasta la turbina hidráulica actual. El hombre reconoció temprano las posibilidades que encerraba la energía de las enormes cataratas y de las gigantescas olas que se estrellaban en los litorales del mundo, pero sus esfuerzos por controlar ese poder y enjaezarlo para su propio uso ha tropezado con limitaciones. Según la Encyclopedia Americana (ed. de 1961, tomo 29, pág. 24), solo está utilizando un “porcentaje infinitesimal” de lo que hay allí. Hasta ahora poco se ha hecho para utilizar la energía que resulta de la acción de las olas de los océanos.

      Quizás la ribera del río que movía al molino haya sido en el pasado un romántico lugar de reunión, pero también era donde estaba la aceña que convertía el grano en harina. Planas piedras de molino circulares estaban conectadas a una rueda que giraba bajo el empuje de la corriente. Menos pintoresca, pero más eficaz, es la turbina hidráulica, que produce energía de agua represada. Este sistema se usa extensamente en la América del Norte, Europa y Rusia.

      En la actualidad hay en marcha dos proyectos hidroeléctricos importantes en la República Dominicana. En la parte central del país se está construyendo el complejo de Tavera, a un costo que se calcula en sesenta millones de pesos, mientras que al sur se están empleando otros veintidós millones en el proyecto de Valdesia. Además de suministrar agua para extensa irrigación de terrenos, se espera que para 1974, al terminarse estos proyectos, se hará accesible la electricidad a costo razonable en todas partes de la República.

      La Tierra y su agua

      Dios hizo el agua para que pudiéramos vivir en esta Tierra. La necesitamos para vivir. También añade gozo a la vida. ¿Se ha sentado usted alguna vez junto a un lago en un atardecer fresco y ha observado la belleza del Sol poniente reflejada profundamente en las aguas semejantes a espejo? ¿Ha remado usted alguna vez en canoa sobre un sendero de luz trémula de Luna a través de una bahía tranquila? ¿Ha presenciado la maravilla pasmosa de una catarata que va arrollando sobre las rocas hasta lanzarse a la espuma blanca abajo? ¿Ha escuchado el fuerte rugido de las poderosas olas de los océanos que dan contra una costa rocosa? Todo esto está incluido en el don del Creador al hombre.

      Al disfrutar de una bebida fría quizás no nos demos cuenta de cuán singular es este don de nuestro Creador. Esto se debe a que el agua es la única sustancia común en nuestra Tierra que existe naturalmente en tres formas diferentes: como líquido, gas (vapor acuoso) y sólido (hielo). Singular también es el agua porque cuando se congela se ensancha en vez de contraerse como lo hacen casi todas las otras sustancias. Por eso el hielo flota en el líquido más pesado. Si el hielo no flotara, la Tierra podría convertirse en un desierto ártico sin vida. Con el tiempo toda el agua llegaría a ser hielo sólido, quizás solo con una capa delgada de agua en el verano.

      Hay algunos organismos sencillos que pueden existir sin aire, pero ninguno puede sobrevivir sin agua, puesto que dependen del agua para disolver aquello de lo cual se alimentan. Una persona quizás pudiera vivir un mes más o menos sin alimento, pero sin agua no podría esperar vivir más de cinco a diez días. Así de sencillo es: Si no hay agua, no hay vida.

      Refrescados ahora por las aguas de la corriente saltarina, continuamos nuestro viaje. Nuestro corazón está lleno de aprecio por la sabiduría y benignidad del Creador. Sí, Jehová ciertamente desplegó estas cualidades cuando le dio al hombre el maravilloso don del agua.

  • El nombre de Dios y los números hebreos
    ¡Despertad! 1972 | 8 de mayo
    • El nombre de Dios y los números hebreos

      ● Quizás parezca extraño que el nombre de Dios pudiera haber afectado al sistema hebreo de los números, pero lo hizo. Irving Adler explica en su libro A New Look at Arithmetic:

      “Algunos de los pueblos que tenían alfabetos usaban las letras del alfabeto para representar los números. Los judíos de la antigüedad, por ejemplo, usaban nueve letras del alfabeto hebreo para representar los números del uno al nueve. Usaban otras nueve letras para representar los múltiplos de diez, del diez al noventa. Un tercer juego de nueve letras representaba los múltiplos de cien, del cien al novecientos . . .

      “El uso de las letras del alfabeto para representar los números ha dado como resultado algunas consecuencias interesantes. Las letras que se usan en un número compuesto pueden, por casualidad, deletrear una palabra. En ese caso el uso del número puede ser afectado por el significado de la palabra. Por ejemplo, en el sistema hebreo de los números, el número quince debería haberse escrito como יה, que significa diez más cinco. (El hebreo se lee de derecha a izquierda.) Sin embargo estas son las primeras dos letras de la palabra יהוה, la cual significa Jehová. Puesto que la ley judía prohibía usar el nombre de Dios en vano, los judíos escribieron el número quince como טו, nueve más seis.”

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