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  • Bodas cristianas que resultan en gozo
    La Atalaya 1984 | 15 de abril
    • Bodas cristianas que resultan en gozo

      1, 2. ¿Cómo responden la mayoría de las personas a la palabra “boda”, y por qué? (Mateo 19:4-6.)

      EL APÓSTOL Juan, testigo ocular, informa: “Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos”. (Las bastardillas son nuestras, Juan 2:1, 2, Biblia de Jerusalén.)

      2 ¿Cómo responde usted a estas palabras de Juan 2:1, 2? No sería sorprendente que usted se sintiera conmovido, pues la palabra “boda” se asocia con algo gozoso. La gente disfruta de las bodas. Como leemos en Génesis 2:18-24, la primera boda se celebró en el Paraíso, cuando los seres humanos estaban sin pecado. Nuestro Creador hizo los arreglos para aquella boda de un hombre y una mujer perfectos, y la aprobó. Aquella boda fue de tono elevado, y estableció un precedente feliz para las bodas futuras.

      3. ¿En las Escrituras, qué espíritu se asocia con las bodas, pero qué problema ha surgido? (Jeremías 7:34.)

      3 El que usted disfrute de las bodas está en armonía con lo que leemos en la Palabra de Dios. Al describir a los participantes en una boda de realeza, Salmo 45:15 dice: “Serán traídas con regocijo y gozo; entrarán en el palacio del rey”. El gozo también se refleja en las referencias ilustrativas que se hacen a los casamientos en la Biblia (Mateo 22:2-4; 25:1-10; Revelación 19:6-9). Sí, aunque se trata de un paso serio —el que una pareja se haga parte del sagrado arreglo marital— las bodas deberían recordarse como ocasiones de gozo y decoro. Pero informes que vienen de todas partes del mundo indican que en muchas bodas se está errando ese blanco, lo cual resulta en problemas y tristeza para la pareja y aflicción para los que asisten. Éste ha sido el caso hasta en algunas bodas en las que han estado envueltos siervos de Jehová. ¿Por qué?

      4. a) ¿Por qué son asuntos públicos la mayor parte de las bodas? b) ¿Qué dijo Jesús respecto al casamiento en nuestro tiempo?

      4 En la mayor parte de los países, la pareja puede casarse en una ceremonia privada que cumpla con los requisitos legales. Si una pareja escoge casarse de dicha manera, otras personas no deberían criticar a los novios o pensar que éstos deben estar avergonzados de algo. Tal vez ellos simplemente hayan preferido hacerlo así, y esto hasta pudiera ofrecer verdaderas ventajas. Por ejemplo, desde el punto de vista económico, dicho tipo de boda podría ser ventajoso si la pareja se está preparando para participar más plenamente en el servicio de Jehová (Lucas 12:29-31). No obstante, la mayoría de los matrimonios se efectúan de manera más pública, en la presencia de muchas amistades y muchos parientes. De esta manera el cambio de estado de la pareja se llega a conocer extensamente en la comunidad. Si se efectúa una ceremonia religiosa o se pronuncia un discurso bíblico, se introduce el elemento espiritual. Además, otros pueden compartir el gozo de los novios. Éstos son valores positivos. Con todo, las bodas de mayor tamaño sí presentan peligros, especialmente hoy, cuando los del mundo están tan envueltos en el ‘casarse y darse en matrimonio’ que ‘no hacen caso’ de que el sistema de cosas inicuo pronto terminará. (Mateo 24:37-39.)

      5. ¿A quiénes debería interesar el consejo de Dios respecto a las bodas?

      5 Si usted piensa celebrar una gozosa boda cristiana, hay asuntos que merecen su consideración. Pero todos nosotros, que tal vez lleguemos a ser invitados o participantes en bodas cristianas, podemos beneficiarnos también al considerar el consejo bíblico al respecto.

      El problema del exceso

      6. ¿Qué clase de problemas pueden surgir en las bodas grandes?

      6 En la opinión de muchas personas mundanas, una boda grande puede ser símbolo de cierta posición social, prueba visible de superioridad financiera o social. Es triste decirlo, pero hasta los cristianos pueden verse envueltos en tratar de impresionar a otras personas mediante la ropa lujosa o arreglos complicados (Gálatas 5:26). Recientemente algunos ancianos cristianos del África occidental censuraron la “fuerte tendencia a imitar al mundo en sus costumbres, su exhibición ostentosa y su entretenimiento desenfrenado” en las bodas. Dicha tendencia menoscaba el decoro y el gozo que son apropiados en la vida de los que ya no ‘se comportan en armonía con los deseos de la carne, haciendo las cosas que son la voluntad de la carne’ (Efesios 2:3). En vez del gozo y los excelentes recuerdos, tales bodas en muchos casos resultan en ‘conducta relajada, enemistades, celos, altercaciones, envidias, borracheras’... las obras de la carne. (Gálatas 5:19-21.)

      7. ¿Qué podría mover a algunas personas a querer tener una boda lujosa?

      7 La historia nos dice que cuando Ptolomeo VI Filométor dio a su hija en matrimonio a Alejandro Balas de Siria, “celebraron en Tolemaida las bodas con gran magnificencia, como de reyes” (1 Macabeos 10:58, Nácar-Colunga). Hoy, a muchas personas de limitada solvencia les parece que ellas también (o sus hijos) deberían casarse “con gran magnificencia, como de reyes”. Puede que las propagandas comerciales les hayan hecho creer dicha fantasía. Los comerciantes que tienen un interés personal en las bodas grandes y elegantes promulgan el cuadro de una novia que es “reina por un día”, como si ciertos tipos de invitaciones impresas, fotografías, flores o anillos garantizaran una boda perfecta. Quieren que usted piense para sí: ‘Tan solo esta vez merezco todo lo mejor’... sea que pueda permitirse el lujo de tenerlo o no. Dicha “exhibición ostentosa del medio de vida de uno” pertenece al mundo que está pasando (1 Juan 2:15-17). Algunos ancianos cristianos han hecho el siguiente comentario: “Se ha observado un espíritu de competencia. [Por ejemplo,] bajo la influencia de costumbres mundanas, la novia y los que la acompañan quizás se cambien de ropa cuatro o cinco veces para lucir diferentes trajes costosos”.

      8. a) ¿Qué podemos aprender de los versículos bíblicos respecto a la indumentaria nupcial? b) ¿Qué ha determinado la selección del atavío nupcial en el caso de algunos cristianos?

      8 La Biblia no sugiere que las bodas tengan que ser ocasiones austeras ni severas. Por ejemplo, leemos acerca del “novio que, a manera sacerdotal, se pone una prenda sobre la cabeza, y [...] la novia que se engalana con sus cosas ornamentales” (Isaías 61:10; Salmo 45:13, 14; Isaías 49:18; Jeremías 2:32; Ezequiel 16:9-13; Revelación 21:2). A la novia figurativa de Cristo se la describe como “vestida de lino fino, brillante y limpio”. Por lo tanto, es apropiado que la novia y el novio (y los que los acompañen) lleven ropa limpia y atractiva, aunque no tiene que ser ropa que les acarree dificultades financieras. Ciertas parejas han escogido intencionalmente ropa menos costosa de la que les permitían sus medios financieros. ¿Por qué? Para no llevar ropa que tal vez fuera muy impresionante, pero que quizás hiciera sentir incómodos a los invitados o restara vigor al decoro sencillo, el gozo y la espiritualidad de la boda. (Revelación 19:8; Proverbios 11:2; 1 Timoteo 2:9.)

      9. ¿Cuál debería ser nuestro parecer respecto a costumbres o tradiciones nupciales?

      9 Otra causa de los excesos en las bodas es el énfasis indebido que se da al protocolo... es decir, a los numerosos ritos que los “expertos” en la etiqueta dicen que se tienen que seguir. Esto no significa que los siervos de Dios deliberadamente rechacen todo lo que tenga que ver con las costumbres nupciales de la localidada. La Biblia relata que, para su boda, ‘Sansón procedió a celebrar un banquete; porque de esa manera solían hacer los jóvenes’ (Jueces 14:10). No obstante, el conformarse a las formalidades sociales al grado de hacerse esclavo de ellas puede resultar en una boda atestada de formalidades, lo cual eclipsa el verdadero significado de la celebración y priva a todos del gozo que deberían experimentar.

      Un matrimonio legal... en tiempos bíblicos y hoy

      10. ¿Cómo eran las bodas en tiempos bíblicos?

      10 Podemos beneficiarnos de lo que la Biblia dice respecto a las bodas, aunque las prácticas sean diferentes en nuestro tiempo y nuestra localidad. En tiempos bíblicos no se necesitaba ninguna ceremonia especial de índole legal o religiosa. El novio solía ir a la casa de su novia y públicamente la llevaba a la casa de él. Esto se hacía con regocijo de parte de la pareja, sus parientes cercanos y espectadores que desplegaban con entusiasmo su interés en el feliz acontecimiento. Generalmente la novia y el novio llevaban ropaje fino, y se acostumbraba tener un banquete de bodas en la casa de él junto con invitados. (Génesis 24:65-67; Mateo 1:24; 25:1-10; compare con 1 Macabeos 9:37, 39.)

      11. ¿Cuál era la situación en tiempos antiguos en lo que tiene que ver con los documentos de matrimonio que se necesitaban?

      11 Las naciones que rodeaban a los hebreos tenían leyes que exigían contratos matrimoniales por escrito. Aunque en la Biblia no se mencionan tales documentos, sí se habla del matrimonio en términos de un “pacto” (Malaquías 2:14). Las genealogías detalladas de la Biblia dan a entender que de alguna manera se guardaba un registro de los matrimonios, y es interesante que José y María cumplieron con cierto tipo de registro legal (Lucas 2:1-5; 3:23-38). Ciertos papiros del siglo V a. de la E.C. de una colonia judía de Elefantina (Egipto) contienen contratos de matrimonio, uno de los cuales dice:

      ‘[...] He venido a la casa de usted para que me dé a su hija Miftahiah en matrimonio. Ella es mi esposa y yo soy su esposo desde este día y para siempre. Le he dado a usted como precio de la novia por su hija Miftahiah (la suma de) 5 siclos [...]’.

      12. a) ¿Qué opinan los testigos de Jehová respecto al matrimonio civil? b) ¿Cómo es aconsejable proceder si se tiene una ceremonia civil y una religiosa?

      12 Los testigos de Jehová reconocen que las bodas deben conformarse a la ley de la localidad, de modo que ‘se pague de vuelta a César las cosas de César’ (Marcos 12:17; Romanos 13:1, 7). Puede que la ley requiera que la pareja se mande a hacer una prueba de sangre, obtenga una licencia, y haga un juramento ante un agente matrimonial autorizado. En ciertos países, únicamente funcionarios como un alcalde o un juez pueden casar a otras personas. Pero en muchos casos los miembros de las iglesias de la cristiandad opinan que una pareja realmente no está casada hasta que haya tenido una ceremonia de bodas en la iglesia. Los cristianos verdaderos reconocen que el matrimonio civil es válido, pero algunos prefieren que la ceremonia civil vaya seguida de un discurso bíblico (o tal vez lo exija el parecer de las personas de la localidad). Si éste es el caso, es mejor efectuar dicho aspecto de la boda poco después del matrimonio civilb.

      13. Si un anciano cristiano ha de solemnizar el matrimonio, ¿qué es probable que suceda antes de la boda?

      13 En ciertos países se autoriza a los ministros de los testigos de Jehová para solemnizar los matrimonios. En éstos usualmente ofician ancianos de congregación, que son hombres que tienen experiencia, perspicacia, madurez y conocimiento de la Palabra de Dios. Es probable que el anciano a quien se le pida celebrar cierta boda se reúna de antemano con los novios. Éstos, naturalmente, querrán asegurarle que no hay nada de índole moral ni legal que impida que se casen. Tal vez él les ofrezca consejo sólido de las Escrituras y advertencias paternales. Además, probablemente considere con ellos los arreglos para la ceremonia y cualquier reunión social que haya de seguir a ésta, ya que él querrá tener la conciencia limpia con relación a este acontecimiento en el que a él se le pide desempeñar un papel principal. (Proverbios 1:1-4; 2:1; 3:1; 5:15-21; Hebreos 13:17, 18.)

      14. ¿Qué tipo de discursos de matrimonio son apropiados?

      14 El discurso de bodas pronunciado por un ministro de los testigos de Jehová, sea que vaya precedido de una ceremonia civil o no, puede ayudar a hacer hincapié en el hecho de que desde el principio el matrimonio debería incluir el aspecto espiritual. Dichos discursos no son extremadamente largos, como para abarcar todo lo que la Biblia dice respecto al matrimonio, ni deberían estar llenos de comentarios humorísticos o elogios excesivos de la pareja. El contenido equilibrado, alegre y bíblico de dichos discursos puede ser de beneficio tanto para los que se estén casando como para los demás que estén presentesc. (2 Timoteo 3:16.)

      15. ¿Qué diferencia hay entre los votos que usan los testigos de Jehová y otros votos que se usan hoy día?

      15 Los votos forman parte de la mayoría de las bodas. Los que se utilizan en algunas bodas mundanas “modernas” se basan en poesía extraña o expresan puntos de vista idiosincrásicos de la vida. En un ensayo que apareció en la revista Time sobre los peligros de los votos caseros se relató acerca de un clérigo que preguntó: “Gina, ¿convienes en amar a Pedro más de lo que amas el chocolate?”. Entonces a Pedro: “¿Convienes en amar a Gina más de lo que amas el periódico matutino?”. Pero el artículo recalcó el hecho de que “una boda es un asunto público” y debería dignificar el importante paso social que se está dando. En las bodas de los testigos de Jehová los votos se conforman a los requisitos de la ley de la localidad. Donde se permite, se utilizan los siguientes votos, que dan honra a Dios, quien es la Fuente del matrimonio:

      “Yo —— te acepto —— para que seas mi esposa en matrimonio, para amarte y cuidarte con ternura de acuerdo con la ley divina como se delinea en las Santas Escrituras para los esposos cristianos, mientras ambos vivamos juntos en la Tierra de acuerdo con el arreglo marital de Dios”.

      “Yo —— te acepto —— para que seas mi esposo en matrimonio, para amarte, cuidarte con ternura y respetarte profundamente, de acuerdo con la ley divina como se delinea en las Santas Escrituras para las esposas cristianas, mientras ambos vivamos juntos en la Tierra de acuerdo con el arreglo marital de Dios”.

      Estos votos no se deben alterar ni reemplazar por otros para satisfacer algún capricho de la parejad.

      Bodas en el Salón del Reino

      16, 17. a) ¿Cómo interviene el cuerpo de ancianos en las bodas que se celebran en el Salón del Reino? (Santiago 3:17.) b) ¿Por qué es esto aconsejable?

      16 Se dice a los cristianos que se casen “solo en el Señor” (1 Corintios 7:39). Si dos cristianos que tienen una buena reputación en la congregación desean celebrar su boda (o que se pronuncie un discurso de bodas) en el Salón del Reino, deben pedir permiso al cuerpo de ancianose. Los hombres que componen dicho cuerpo no impondrán su gusto personal en lo que tenga que ver con los arreglos para las bodas, pero sí preguntarán a la pareja acerca de sus planes a fin de que en el Salón no se haga nada que pueda perturbar a la congregación. (Compare con 1 Corintios 14:26-33.)

      17 Por ejemplo, se han recibido informes respecto a prácticas perturbadoras que se han notado en bodas que no se celebraron en el Salón del Reino. Antes de una boda, se tocó música fuerte, y la novia, el novio y sus acompañantes entraron bailando en el salón que habían alquilado. Los invitados se unieron a ellos en bailar hasta que el presidente los interrumpió para que se dijera la oración y se empezara el discurso de bodas. Éste evidentemente no era un ambiente apropiado para una boda cristiana. Sin embargo, ciertamente ilustra por qué los ancianos ejercen cautela en lo que tiene que ver con la celebración de bodas en el Salón del Reino. En el Salón solo se toca música edificante, como la que hay en el cancionero de los testigos de Jehová. El uso de flores u otras decoraciones debería ser razonable y moderado, como lo debería ser también la manera como entran en el Salón los novios y sus acompañantes, y el modo de sacar fotografías. (Filipenses 4:5.)

      18. ¿Quiénes pueden acompañar a los novios en la boda? (1 Corintios 5:13; Santiago 2:1-4.)

      18 En tiempos bíblicos usualmente estaban presentes “el amigo del novio” y compañeras de la novia (Juan 3:29; Salmo 45:14). Éste frecuentemente es el caso también en las bodas que se efectúan en el Salón del Reino. Pero se tiene que ser razonable al determinar cuántas personas participarán y cómo se vestirán y se comportarán. No sería apropiado que acompañaran a los novios personas expulsadas o cuyo modo de vivir escandaloso esté gravemente en conflicto con los principios bíblicos (2 Corintios 6:14-16). En vez de escoger a personas que sean prominentes o que tal vez lleven un regalo costoso, muchas parejas cristianas (y muchos conferenciantes) prefieren que la comitiva nupcial conste de personas que sean asociados íntimos en el servicio a Jehová.

      19. ¿Qué otros aspectos deben atenderse para contribuir al gozo de la boda que se celebre en el Salón del Reino?

      19 Si ha de usarse el Salón del Reino, puede hacerse un breve anuncio respecto a la hora y el día de la boda. Así la congregación sabrá que el Salón se usará, y los que deseen pueden asistir. Puesto que el Salón del Reino se usa principalmente para reuniones cristianas, la boda se celebrará a una hora que no esté en conflicto con las reuniones. Sea cual sea la hora que se fije para la boda, es una muestra de amor y consideración de parte de todos llegar a tiempo. En una parábola que Jesús dio respecto a una boda, “el novio se tardaba”, lo cual resultó en grandes problemas para algunas de las personas. (Mateo 25:1-12.)

      20. ¿Qué otro aspecto de las bodas merece nuestra atención?

      20 El profeta Isaías escribió respecto al “alborozo de un novio por una novia” (Isaías 62:5). La novia también se regocija en el día de su boda. Además, muchos amigos sinceros ‘tienen gran gozo’ con relación a las bodas cristianas (Juan 3:29). En muchos casos dicho gozo se expresa mediante una reunión social, una recepción o un banquete nupcial que sigue a la boda y contribuye al gozo de ésta. ¿Qué consejo proporciona Jehová en su Palabra para que dichas ocasiones resulten en felicidad más bien que en problemas? Veamos.

  • Halle disfrute equilibrado en los banquetes de bodas
    La Atalaya 1984 | 15 de abril
    • Halle disfrute equilibrado en los banquetes de bodas

      1, 2. a) ¿Por qué debemos dar atención a las recepciones de bodas hoy día? b) ¿Cuán necesarias son las recepciones?

      ES PROBABLE que usted haya visto suficiente prueba del cumplimiento de la profecía de que en “los últimos días” las personas serían ‘amadoras de placeres más bien que amadoras de Dios’ (2 Timoteo 3:1-4). Se puede ver fácilmente evidencia de ello en el modo como muchas ven los banquetes o recepciones de bodas, y cómo se comportan en ellosa. ¿Cuál debe ser nuestro punto de vista sobre ese tipo de fiestas? ¿Deben los cristianos evitar la celebración de banquetes de bodas o el asistir a ellos? ¿O es que para ser “amadores de Dios” tenemos que evitar ciertos escollos?

      2 Por muy común que sea en la localidad el celebrar una reunión social inmediatamente después del casamiento de una pareja, los cristianos no están de manera alguna bajo la obligación bíblica de hacer lo mismo. En vez de eso, algunas parejas prefieren reunirse tan solo con sus parientes cercanos o unas cuantas amistades íntimas y tal vez disfrutar de una comida con ellos en privado. Pero el celebrar un banquete de bodas o el asistir a uno no se puede equiparar en sí con el ser “amadores de placeres”, pues Jesús y sus discípulos asistieron a una celebración de esa índole en Caná.

      3. ¿Cuán comunes eran los banquetes de bodas en tiempos bíblicos?

      3 Las bodas son un tiempo de regocijo para los recién casados, sus parientes y amistades. Los gozosos banquetes de bodas han sido comunes desde hace mucho tiempo (Génesis 29:21, 22; Jueces 14:3, 10, 17). Debido a que los judíos estaban familiarizados con los banquetes de bodas, Jesús pudo utilizar ese concepto en tres ilustraciones o parábolas (Mateo 22:2-14; 25:1-13; Lucas 14:7-11). Incluso el último libro de la Biblia dice: “Felices son los invitados a la cena de las bodas del Cordero”. (Revelación 19:9.)

      4. ¿Cómo han sido muchos banquetes de bodas?

      4 Los siervos de Dios en la antigüedad —incluso Jesús y sus discípulos— hallaron placer equilibrado en los banquetes de bodas. Lo mismo ha pasado también en el caso de miles de cristianos en nuestro tiempo. Un pariente incrédulo que asistió a uno de tales banquetes en África del Sur dijo: “No sabía que los Testigos celebraban bodas tan amenas. Estamos hartos de todo el beber y la música estrepitosa que hay en las bodas de hoy día”. Muchísimas recepciones cristianas satisfarían los requisitos para recibir elogios como ése.

      5. ¿Qué tipo de problemas han surgido?

      5 Sin embargo, la presión que ejerce el mundo para que lleguemos a ser “amadores de placeres” es fuerte. Por eso algunos ancianos cristianos informan esto:

      “Hay quienes se aprovechan de [un banquete de bodas] para relajarse. Razonan que no hay muchas oportunidades como ésas, así que quieren sacar el mayor provecho de la ocasión para desahogarse, para dar rienda suelta a deseos que están reprimidos el resto del tiempo. No es sorprendente que el ambiente sea turbulento”. (Europa.)

      “Parece que la celebración de un matrimonio consiste en un discurso, comer algún refrigerio y luego bailar hasta altas horas de la noche. Algunos creen que en las recepciones pueden beber más de lo normal, y a menudo beben demasiado”. (América Latina.)

      “Un banquete de bodas quizás conste en parte de ‘bailar hasta el amanecer’. Algunas de esas reuniones sociales son verdaderamente mundanas... alborotadoras, caracterizadas por el beber mucho y los bailes mundanos. Muchos procuran hacer una exhibición ostentosa por medio de vestimenta costosa y numerosas cajas de cerveza”. (África.)

      La moderación es necesaria

      6. ¿Qué podemos aprender acerca de los banquetes judíos por un comentario que se hizo en Caná?

      6 La mayoría de las personas saben que en el banquete de bodas de Caná Jesús convirtió agua en vino. Recuerde, no obstante, este punto: “Bueno, cuando el director del banquete probó el agua que había sido convertida en vino [...], llamó al novio y le dijo: ‘Todo otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior’” (Juan 2:9, 10). Él no dijo que en aquel banquete en particular los invitados se ‘embriagaron’b. En efecto, es inconcebible que Jesús aprobara la borrachera y contribuyera a ella haciendo más vino. Sin embargo, aquel hombre sabía que el beber en exceso era común en los banquetes de bodas judíos.

      7. ¿Qué debe tener en cuenta el cristiano respecto a servir bebidas alcohólicas?

      7 En algunas recepciones los anfitriones no han servido bebidas alcohólicas, pues saben que el exceso es muy común en la zona, y para evitar tentar a cualquier invitado que haya tenido problemas con la bebida. Ciertos hermanos africanos hasta declararon que el no servir bebidas alcohólicas contribuía a unas “bodas cristianas puras”. Y es cierto que pudiera ser aconsejable no tener bebidas alcohólicas cuando la opinión de la comunidad está firmemente en contra de que los cristianos consuman licor (Romanos 14:20, 21). Sin embargo, hay que hacer una evaluación equilibrada. Pregúntese: ¿Fue ‘impuro’ el banquete al que asistió Jesús debido a que se sirvió vino? La Biblia condena la borrachera, no el consumo moderado de bebidas alcohólicas. (Proverbios 23:20, 21; 1 Pedro 4:3.)

      8, 9. a) Si se sirven bebidas alcohólicas, ¿cómo puede mantenerse la moderación? b) ¿Qué dijo cierto anciano respecto a este problema?

      8 Si una pareja deseara tener bebidas alcohólicas en su recepción, sería prudente y considerado que prestaran la debida atención a la moderación (1 Timoteo 3:2; Mateo 23:25). Por ejemplo, en el banquete de Caná, ¿cómo se sirvió a los invitados? Desde luego, mediante “los que servían” (Juan 2:5, 9). Así que la pareja pudiera designar a algunas personas para servir (y quizás limitar las cantidades de) las bebidas. Claro, en cualquier recepción cristiana debe haber bebidas no alcohólicas para los que deban tomar esta clase de bebidas, o que tal vez las prefieran a las alcohólicas.

      9 Un anciano de América Central comentó: “Un problema que ha habido es que las recepciones son demasiado grandes, así que no hay manera de controlar a todos los que asisten. Ha habido ocasiones en que personas mundanas se han colado en las fiestas, trayendo consigo botellas de licor, y han causado un escándalo”. De modo que, ¿quién ejercerá el control o llevará la dirección? ¿Cuántos asistirán? ¿Qué se llevará a cabo en ese tipo de banquetes?

      ¿Quién lleva la dirección?

      10. ¿Qué indicación bíblica, al seguirse, pudiera contribuir a mejorar el control en las recepciones?

      10 En el banquete de Caná había un “director del banquete” (Juan 2:9). De igual modo, en las recepciones actuales pudiera autorizarse a un hermano capacitado y responsable para que superentienda los pormenores. Por estar familiarizado con los deseos de los recién casados, él puede dar instrucciones a los músicos, los camareros u otros, o puede consultar con la pareja y luego llevar a cabo lo que hayan acordado. Eso pudiera abarcar el superentender a los acomodadores. Juntos podrían ayudar a los invitados y tratar con cualquier ‘persona que se cuele en la fiesta’. En relación con el asunto del control, note en una ilustración de Jesús lo que ocurrió con un invitado que mostró claramente falta de respeto en un banquete de bodas. (Mateo 22:11-13.)

      11. ¿Qué debe considerarse al escoger a alguien para ayudar a la pareja a dirigir los asuntos?

      11 En muchas recepciones mundanas, el administrador de una sala o el director de una orquestina o agrupación musical hace de maestro de ceremonias. Puede que él conozca la rutina normal y tal vez tenga algún discurso practicado o bromas de color subido. Pero si usted quiere una recepción que esté en armonía con los principios cristianos, ¿encargaría usted a algún mundano —que no sería ni su hermano espiritual ni familiar suyo— el dirigir la palabra a sus invitados, o permitiría que fuera el foco de atención? ¿Estaría eso de acuerdo con el consejo de ‘obrar lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe’? (Gálatas 6:10.)

      12. Según lo indica la Biblia, ¿quién es principalmente responsable de lo que pasa en una recepción?

      12 A veces los padres de la novia o el novio ayudan a la pareja a pagar por la recepción de bodas. Por eso, los padres tal vez crean que deben llevar la voz cantante con relación a la lista de invitados, al tipo de alimento y bebida que va a servirse o al programa de la misma. La Biblia no dice quién pagó por el banquete de Caná, pero sí nos dice que cuando surgió un asunto importante, “el director del banquete llamó al novio” (Juan 2:9). En una recepción de bodas, el novio es, bíblicamente, el cabeza de la familia recién formada (Efesios 5:22, 23). Por consiguiente, aunque él debe considerar amorosamente los deseos de su novia en ese día especial, así como los deseos de sus respectivas familias, es necesario que él, primariamente, acepte la responsabilidad de lo que se hará y lo que no se hará.

      ¿A quién invitar?

      13. ¿Cuán grandes eran los banquetes de bodas en tiempos bíblicos?

      13 No sabemos cuán grandes eran los banquetes de bodas de tiempos bíblicos. En el de las bodas de Sansón estuvieron sus padres, 30 amistades de la novia y probablemente otros amigos o parientes (Jueces 14:5, 10, 11, 18). Los invitados a bodas judías eran compañeros de adoración, tanto del mismo pueblo como visitantes. Desde otra parte de Galilea, Jesús y sus discípulos fueron al banquete de Caná. La cantidad de vino que se produjo da a entender que el grupo era grande. (Juan 2:1, 2, 6.)

      14, 15. ¿Qué arreglos han hecho algunos para tener recepciones a las que están invitadas todas las amistades de la pareja, pero qué problemas pueden surgir?

      14 Las costumbres y preferencias de hoy día difieren en cuanto al tipo y el tamaño de las recepciones. En algunas zonas es costumbre celebrar una fiesta sin grandes formalidades; se recibe hospitalariamente a todos los compañeros cristianos que son amigos de los recién casados. Puede que se sirvan refrigerios ligeros, no con el fin de satisfacer el apetito de todos, sino para darles la oportunidad de que feliciten a los novios y disfruten de asociación afectuosa. En otras partes, en las fiestas a las que están invitados todos los hermanos, muchos llevan algo de comer... algún plato ya cocido, algo de beber o algún postre. Todos los que se ofrecen así tienen el gozo de contribuir, y todos los presentes pueden disfrutar de una comida variada sin que eso sea una carga para la pareja ni para otras personas. (Hechos 20:35.)

      15 Por lo que leemos en las ilustraciones de Jesús, parece que a menudo había una comida grande en las bodas judías (Mateo 22:2; Lucas 14:8). Por supuesto, el tener una comida regular para todos los invitados a la recepción hoy día requiere que se hagan muchos planes. Una madre norteamericana relató esta experiencia triste:

      ‘Cuando se supo que se celebraban unas bodas, los jóvenes de una zona extensa aparecieron para bailar y comer gratis. Mientras los que habían sido invitados estaban en el Salón del Reino, otros fueron a la sala de la recepción y ocuparon todas las mesas disponibles. Cuando yo llegué me dieron ganas de llorar, pues no había espacio para más personas. Me sentí muy herida por la falta de amor que mostraron al colarse en unas bodas y comerse la comida que el anfitrión tenía para las amistades íntimas y los parientes’.

      16. ¿Qué podemos aprender de la Biblia tocante a los invitados a una boda?

      16 María, Jesús y sus discípulos no se metieron sin invitación en el banquete de Caná; “fueron invitados” (Juan 2:1, 2). Cristo dijo: “Cuando alguien te invita a un banquete de bodas [...]” (Lucas 14:8, 9, 16, 17). En la ilustración de las bodas del hijo del rey, Jesús también habló de “los invitados” (Mateo 22:3, 9, 10). Además, cuando un invitado mostraba falta de respeto, los acomodadores recibían instrucciones de echarlo fuera. En otra parábola, a cinco vírgenes que querían participar en un banquete de bodas ni siquiera se les permitió pasar de la puerta (Mateo 22:11-13; 25:10-12). Así que no debe parecer extraño que solo se permita la entrada a una recepción a personas que hayan sido invitadas y estén vestidas apropiadamente. Y es comprensible que la generosidad del anfitrión no tiene que abarcar a personas cuyo interés principal sea el alimento y el placer. (Filipenses 3:18, 19; Eclesiastés 5:11.)

      17. ¿Qué dificultad ha surgido en cuanto al tamaño de los banquetes de bodas?

      17 Si una pareja o sus familiares desearan proporcionar una comida completa para muchos invitados, eso pudiera implicar un gasto bastante grande. (Compare con Marcos 6:35-37.) Del Pacífico viene este informe:

      “Hay una tendencia a excederse en las recepciones. Algunos contraen deudas para tener un gran banquete, y por eso comienzan la vida matrimonial endeudados. A menudo parece haber un deseo de no quedar mal, así que tienen una recepción que es más costosa de lo que pueden pagar”.

      ¡Qué lamentable es que una pareja joven comience la vida matrimonial agobiada de deudas que pueden crear tirantez en su relación! ¿O cómo se sentirían si se enteraran de que sus padres afrontaban un problema para saldar los gastos principales de una recepción grande? Desde luego, las personas mundanas pudieran contraer una asombrosa deuda al casarse, porque el orgullo las mueve a querer impresionar a otros o salvar las apariencias en la comunidad (Proverbios 15:25; Gálatas 6:3). Pero ¿debería ser así en el caso de los cristianos, en vista de lo que dice Lucas 12:29-31?

      18, 19. a) ¿Por qué quizás han decidido algunos tener grandes recepciones? b) ¿Cómo debemos reaccionar si no se nos invita a la recepción de bodas de un amigo? (Lucas 14:12.)

      18 El motivo tras algunos banquetes muy grandes ha sido el deseo de emular a otros o superarlos. Unos ancianos de África occidental comentaron:

      “Algunos incurren en grandes gastos por refrigerios. El que celebre el banquete de bodas más costoso es quien va a la cabeza. Esto ha causado problemas a los que no son lo suficientemente valientes como para ser diferentes. La exhibición ostentosa del medio de vida de uno pudiera hacer tropezar a otros, y el tratar ‘de no querer ser menos que el vecino’ es innecesario”. (Vea 1 Juan 2:15-17.)

      19 Otras parejas se han sentido obligadas a celebrar una recepción descomunal por temor de ofender a alguien. Se imaginan que si no invitan a ciertas amistades, éstas se sentirán heridas. Por consiguiente, se invita a más personas de lo que es prudente. No obstante, con toda sinceridad, ¿quién de nosotros querría que nuestros amigos estuvieran tan preocupados con decepcionarnos que quedaran agobiados con deudas y quizás perdieran la oportunidad de participar en el ministerio de tiempo completo? Si no se nos invita, ¡cuánto mejor es confiar en que ellos hayan pesado con madurez todos los factores, incluso los económicos! El hecho de que no se nos invite hasta pudiera reflejar la confianza que tienen en que nosotros somos maduros y no nos apresuraremos a ofendernos (Eclesiastés 7:9; 1 Corintios 13:4-7). Aún podemos compartir la felicidad de la pareja asistiendo al discurso de boda basado en la Biblia, que es la parte más importante. Si tenemos esto en menor estima que la recepción, ¿pudiera ser que nos estemos convirtiendo en “amadores de placeres más bien que amadores de Dios”? (2 Timoteo 3:4.)

      20. ¿Qué clase de prácticas pudieran evitarse si se limitara el tamaño de la recepción?

      20 El ser razonable en cuanto al tamaño y el costo de las recepciones también contribuye a evitar prácticas indeseables. Por ejemplo, el deseo de ganar dinero ha movido a algunos a comprar tela especial para prendas nupciales, y luego pedir a los novios y sus acompañantes que se la compren a un precio más alto. En algunas recepciones, los invitados han tenido que “comprar” pedazos del bizcocho o “pagar” por bailar una pieza musical con la novia prendiendo dinero al vestido de ella con un alfiler. Ese tipo de énfasis que se da al dinero pudiera también servir de base para que los invitados hicieran alarde de su dinero “rociando” (arrojando) dinero a los músicos o haciendo grandes regalos para conseguir asientos especiales cerca de los recién casados. (Lucas 14:8-11.)

      Ayude a todos a hallar disfrute

      21. ¿Qué papel desempeña la música en los banquetes de bodas?

      21 Durante el período de guerras de los macabeos, un séquito nupcial judío fue recibido por un grupo ‘con timbales y músicos’. (1 Macabeos 9:39, Cantera-Iglesias; compare con Salmo 45:8.) Hoy día, también, la música a menudo forma parte de las recepciones de bodas. Puede contribuir a que se disfrute cristianamente de la ocasión... o puede restarle disfrute. ¿Por qué pudiera ocurrir esto último? En ciertos casos la música ha sido música estridente y desenfrenada. A algunos músicos les gusta la música de tipo “disco”, o tal vez se deleiten en presumir frenéticamente de sus aptitudes. Pero una recepción cristiana no es el lugar para lo uno o lo otro. ¿Pueden los invitados, jóvenes o mayores, disfrutar de compañerismo cristiano si la música es tan ruidosa que es imposible conversar con una persona que esté al otro lado de la mesa?

      22. ¿Cómo pueden disminuirse los problemas relacionados con la música?

      22 Está claro que la música de los banquetes de bodas hay que planearla y superentenderla cuidadosamente, en especial si hay un grupo musical. Es preferible no contratar a músicos mundanos. Si tienen músicos pagados, el novio o el hermano escogido debe explicar firmemente a los músicos la clase de música que puede tocarse, y la que no (Éxodo 32:6, 17, 18). Se debe estipular que, sin la aprobación del novio o el “director” de la recepción, no se puede tocar ninguna pieza musical especial que soliciten los invitados. Debido a los problemas comunes que surgen a causa de la naturaleza y el volumen de la música que toca una agrupación, muchas parejas han escogido utilizar cintas magnetofónicas o discos que contengan exactamente la selección de piezas musicales que ellos quieren. Han hecho arreglos para que los ponga un adulto que no se deje convencer fácilmente por lo que es popular entre los jóvenes inmaturos. (1 Corintios 13:11; Hebreos 5:14.)

      23-25. ¿Qué otros pasos prácticos pueden dar los recién casados para asegurarse de que se celebre una fiesta cristiana agradable?

      23 Los cristianos recién casados quieren que sus invitados puedan recordar con felicidad la recepción. De modo que, si hay música y/o baile, debe estar en armonía con los principios cristianos. Si se pide a algunas personas que dirijan brevemente la palabra al auditorio, quienes sean escogidos, así como lo que digan, deben estar a la altura de una fiesta cristiana que sea digna.

      24 En la parábola de las diez vírgenes, el banquete comenzó “a mitad de la noche” porque el novio y sus acompañantes se habían tardado (Mateo 25:5, 6). En otro caso, lo que Jesús dijo acerca del rey que tenía un banquete preparado y envió a sus siervos a invitar a las personas que hallaran en el camino indica que el banquete fue de día (Mateo 22:4, 9). En tiempos modernos, algunas recepciones han durado hasta altas horas de la noche, y se ha ido perdiendo el control a medida que los cristianos maduros se han ido para poder descansar lo suficiente esa noche. Para evitar eso, muchas parejas equilibradas han fijado la hora en que comenzará la recepción y la hora en que terminará. Así, todos pueden hacer sus planes, incluso planes para participar apropiadamente en las actividades cristianas el día que sigue a una recepción deleitable.

      25 La recepción de bodas puede ser una ocasión estupenda para el disfrute cristiano que es apropiado y equilibrado. Pero ¿qué papel desempeña tal ocasión con relación a lo que sigue... la vida matrimonial como cristianos verdaderos?

      [Notas a pie de página]

      a En algunos países, después de efectuarse el casamiento, todos los invitados pueden asistir a una recepción, donde se sirven refrescos o café, pastas y golosinas. Luego los recién casados, su familia y algunas amistades comparten una comida de bodas en una casa o un restaurante. En otras partes la recepción es una reunión que sigue a la boda... en la que hay entremeses o un banquete.

      b De la palabra griega methusko, que significa “emborracharse, embriagarse”. Algunos comentaristas sostienen que la palabra implica beber sólo lo suficiente como para embotar el gusto o producir hilaridad. Otros textos no apoyan este punto de vista. (Mateo 24:49; Lucas 12:45; Hechos 2:15; Efesios 5:18; 1 Tesalonicenses 5:7.)

      Basado en lo susodicho, ¿recuerda usted?

      ◻ ¿Por qué deben interesarse en las recepciones los cristianos?

      ◻ ¿Qué es aconsejable en lo que respecta a bebidas alcohólicas en los banquetes de bodas?

      ◻¿Quién es responsable de lo que se hace en la recepción?

      [Ilustración en la página 19]

      El director del banquete consultó con el novio en cuanto al vino

  • Mirando a más allá de la boda
    La Atalaya 1984 | 15 de abril
    • Mirando a más allá de la boda

      1, 2. ¿Qué contraste instructivo presentan las bodas en Japón?

      LA REVISTA Time (del 6 de diciembre de 1982) declaró que en el Japón las bodas constituyen un ‘negocio de $17.000 millones’ (E.U.A.), lo cual representa “una asombrosa suma de $22.000 por pareja”. No obstante, “el índice de divorcios en el Japón [ha alcanzado] un máximo sin precedente; de cada diez matrimonios, tres se disuelven”.

      2 En contraste con esto, el periódico Hokuu Shimbun dijo lo siguiente acerca de la boda de dos testigos de Jehová de Noshiro: “Ambos son cristianos celosos, y, basados en esta enseñanza, opinan que ‘la boda puede ser sencilla y al mismo tiempo tener la bendición de todos’”. En comparación con las bodas costosas y elaboradas que son comunes, la sencillez de esta boda la llevó a las noticias. “Sin embargo —señaló el periódico—, la boda estaba llena de la felicidad de desear todo lo mejor a la pareja para el futuro.”

      3. ¿Qué efecto puede tener en su felicidad el día de su boda?

      3 La actitud de los novios para con la boda y lo que ésta exige de ellos puede influir directamente en la felicidad futura de ellos. ¿Por qué? De acuerdo con la Dra. Sally Witte, sicóloga, “los estudios muestran que no solo los sucesos malos causan tensión, sino los buenos también”. Especialistas en la salud mental indican que el casarse causa mayor tensión que perder el empleo. Obviamente, si la boda es pomposa en vez de modesta, y costosa en vez de sencilla, se sentirá un grado más grave de tensión.

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