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¿Le sería útil la “educación cooperativa”?¡Despertad! 1978 | 8 de septiembre
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¿Le sería útil la “educación cooperativa”?
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Hawai
“MAMÁ, he estado pensando en lo que me gustaría hacer después que me gradúe de la escuela secundaria,” comentó una muchacha de 15 años de edad. Si usted tiene hijos o es un joven en la escuela, sin duda estas palabras le suenan familiares.
La madre de Débora, la muchacha a quien se acaba de mencionar, mostró prudencia al no dejar que ese comentario aparentemente casual de su hija fuera el fin del asunto. Reconociendo que su hija había hablado en serio, la madre sugirió que consideraran el asunto con el padre esa noche.
Durante la consideración familiar, Débora dijo que no tenía el deseo de asistir a la universidad. En vez de seguir la enseñanza superior, quería aprender a trabajar como técnico dental o como artista de arreglos en una agencia de publicidad o en un diario.
¿Abriga un deseo parecido usted o alguien de su familia? Es posible que la experiencia de Débora le ayude a dar pasos en dirección a sacar el máximo de beneficio de sus años de escuela secundaria.
Lo que es la “educación cooperativa”
Esa conferencia familiar solo fue el principio. Pocos días después, los padres de Débora visitaron la escuela donde ella asistía y tuvieron una entrevista con un consejero de orientación vocacional. Posiblemente la escuela secundaria en la comunidad donde usted vive tenga uno de estos consejeros. El servicio que ellos suministran puede ser muy útil. Pueden hacer arreglos para que se realicen pruebas cabales de la aptitud de los estudiantes, para la interpretación de estas pruebas y el apareamiento práctico de las habilidades naturales con los intereses personales.
Los padres de Débora se sorprendieron al saber que aunque la escuela de su hija enfatizaba la preparación universitaria brindaba otros programas educativos, incluso “educación cooperativa,” que a veces se llama “experiencia en el trabajo cooperativo.” Esto quiere decir que la escuela imparte instrucción o entrenamiento en cooperación con la comunidad comercial e industrial de la localidad. “Este arreglo,” señaló el consejero, “permite que los estudiantes reciban valiosa experiencia de trabajo en el empleo mismo, ganen créditos necesarios para su diploma de la escuela secundaria y reciban el mínimo pago por hora o más, todo a la misma vez.” El estudiante asiste a la escuela parte del tiempo y pasa el resto del tiempo en el campo de trabajo que ha elegido.
En el caso de Débora, este programa exigiría que ella ganara ocho créditos normales “sólidos” en los estudios académicos durante los últimos tres años de su escuela secundaria. Por lo general esto incluye tres unidades en inglés, dos en matemática, dos en estudios sociales y una en ciencia.
El resto dependería de su “curso electivo.” Normalmente los otros créditos llegan a un total de entre siete y nueve durante los tres años de la escuela secundaria e implican tales cursos como la educación física, música, ciencia de biblioteca, seminario del último año, gobierno estudiantil, arte y así por el estilo. La educación cooperativa reemplaza tales cursos electivos. En su lugar se da instrucción en la sala de clase relacionada con el trabajo y, más tarde, experiencia verdadera en el trabajo.
Diversos “agrupamientos de ocupaciones de carrera”
El consejero explicó que la educación cooperativa incluye una amplia extensión de “agrupamientos de ocupaciones de carrera.” Estas son zonas cabales de trabajo que pueden abarcar cientos de campos relacionados. Por ejemplo, la zona general de “salud” incluiría la tecnología dental, uno de los campos en que se interesaba Débora.
Hay una gran variedad de agrupamientos de carreras disponibles. Algunos ejemplos son “agricultura,” “salud,” “manufactura,” “transporte” (mecánica de automóviles, reparo de la carrocería y guardabarros, operación y mantenimiento de equipo de servicio pesado), “construcción” (carpintería, dibujo mecánico, albañilería, instalación sanitaria, electricidad fundamental), “negocios y oficina” (contabilidad, entrenamiento secretarial y oficinesco), “comunicación y medios publicitarios” (artes gráficas, servicio de radio y televisión, electrónica técnica), “ambiente,” y “consumidor y economía doméstica.”
Débora escogió la tecnología dental. Como resultado se matriculó en un programa que se realiza en el terreno de la escuela y que abarca actitudes para con el trabajo, terminología técnica, modales apropiados para una oficina dental, rutina general de la oficina y los formularios oficinescos empleados por los dentistas. Para el tiempo que terminó su primer año de instrucción bajo este programa, dos clínicas dentales ofrecieron aceptarla bajo el programa de la educación cooperativa para que fuera a la escuela medio día y pasara el otro medio día trabajando en la clínica.
Cuando se mudó la familia
Durante el verano, entre el segundo y tercer año de Débora en la escuela secundaria, un cambio en el empleo de su padre exigió que la familia se mudara a Guam, un territorio de los Estados Unidos. ¿Significaría esto el fin de las oportunidades de Débora para recibir educación cooperativa? De ninguna manera.
La correspondencia con los oficiales de las escuelas públicas de Guam reveló que tenían una escuela secundaria de técnica vocacional con un arreglo parecido. Naturalmente, las clases de programas que hay disponibles en diferentes zonas varían de acuerdo con las necesidades del mercado de empleo local. Débora se enteró de que su nueva escuela no incluía el campo de “salud” y su subdivisión de tecnología dental.
Sin embargo, la escuela sí ofrecía “comunicación y medios publicitarios.” Esta zona da atención especial a la instrucción en las artes gráficas e incluye el trabajo de hacer arreglos para la publicidad y los periódicos, el otro campo en que se interesaba Débora. Dentro de tres meses de haberse establecido la familia de Débora en Guam, ella aceptó una asignación en el cuerpo de redacción de uno de los dos diarios de la isla como aprendiz de arreglos.
El programa tenía buena supervisión. Cada mes el coordinador de la educación cooperativa conducía con Débora y su supervisor del trabajo o su empleador “un estudio de calificaciones del aprendiz.” Entre las cosas en que la calificaban estaban el acicalamiento, actitud para con el trabajo y entrenamiento, habilidad para comunicarse, habilidad para planear el trabajo y para trabajar con el mínimo de supervisión, capacidad para cooperar con otros trabajadores y aceptación de responsabilidad, hábitos de seguridad, eficiencia al usar instrumentos y materiales, aplicación de las técnicas y métodos según se le enseñaban, y grado de adelantamiento en destreza y conocimiento.
Los que emprenden programas de esta clase tienen que estar dispuestos a esforzarse. Es preciso que al tiempo de matricularse y durante todo el período por el cual se matrícula, el joven o la joven tenga un registro de asistencia superior y de logros académicos medio o mejor que el promedio. Además, es preciso que tenga el apoyo del instructor de la escuela en la vocación que ha elegido y del coordinador de la educación cooperativa. Así se corrobora el hecho de que el estudiante está listo para recibir entrenamiento en el trabajo.
¿Le interesa a usted la educación cooperativa? Entonces le será provechoso considerar el asunto como familia. Luego comuníquese con el consejero de orientación vocacional en su escuela local. Él puede ayudarle a escoger la clase de trabajo apropiado. Para muchos jóvenes que no desean asistir a la universidad, la educación cooperativa puede poner a su alcance excelentes oportunidades.
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Bacterias... ¿nos ayudan o nos perjudican?¡Despertad! 1978 | 8 de septiembre
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Bacterias... ¿nos ayudan o nos perjudican?
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Francia
DONDEQUIERA que nos hallemos, estamos rodeados de un sinnúmero de criaturas vivientes invisibles al ojo humano. A algunas de ellas se les puede considerar como amigas verdaderas, a otras como enemigas mortales. ¿Quiénes o qué son éstas? Son bacterias, levaduras, mohos y otras formas de vida designadas por el término general de “microorganismos” porque estas criaturas diminutas solo pueden verse a través de un microscopio poderoso.
Las bacterias se hallan en todo lugar... en el aire, en el agua, en la tierra y en los seres vivientes. Pueden actuar sobre o alterar casi cualquier elemento sobre la haz de la Tierra. En realidad, la habilidad que tienen de producir cambios químicos hace que el químico más ingenioso se demude de envidia y lamente lo limitado de su poder.
En relación con esto, John M. Wood, profesor de la bioquímica, declaró lo siguiente en el mensuario científico francés La Recherche en su número de septiembre de 1976: “Se conoce extensamente que los microorganismos sintetizan los compuestos orgánicos con más facilidad y eficiencia que nuestros mejores químicos industriales.” También hizo notar que las bacterias
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