Cómo hacer significativa la vida
POR FIJARSE METAS
“Es bueno tener altas aspiraciones,” se ha dicho. Las metas de elevado propósito hacen que nuestra vida vaya en dirección significativa e impiden que nos dejemos llevar por la corriente, y que adelantemos a tropezones por la vida o que nos estanquemos. Las criaturas humanas están naturalmente inclinadas a fijarse metas. El fijarnos metas contribuye al progreso y fortalece el propósito en la vida. El siquiatra Viktor Frankl, en su libro “Man’s Search for Meaning” (El hombre y su búsqueda de significado), escribe acerca de la importancia que tuvieron las metas aun en el caso de personas que estuvieron en los campos de concentración nazis: “En el campo, lo primero que tenía que lograr cualquier esfuerzo por restaurar la fortaleza interna de alguien era poner ante aquella persona alguna meta futura.”
Frankl relata acerca de dos prisioneros de campos de concentración que habían decidido suicidarse... ¿qué razón tenían para vivir? Pero cuando uno pensó en que su hijo a quien amaba mucho le esperaba, y el otro pensó en la serie de libros científicos que tenía que completar, ambos optaron por vivir. Escribió Frankl: “Me atrevo a decir que no hay nada en el mundo que pueda ayudar más eficazmente a alguien a sobrevivir hasta en medio de condiciones pésimas como el saber que su vida tiene significado.”
Si esto es cierto en el caso de “condiciones pésimas,” ¡cuánto más pudiera ayudar en su vida diaria a las personas el que se fijaran metas y se esforzaran por alcanzarlas!
POR TRABAJAR
Sin embargo, las metas en sí tienen poco significado. Adquieren verdadero significado solo cuando están acompañadas de obras. Un granjero tal vez tenga como meta el recoger cierta cosecha, pero para lograr esa meta tiene que sembrar la semilla y hacer todo el trabajo adicional que se requiere para producir y recoger la cosecha. No puede ser como el granjero descrito en Eclesiastés 11:4: “El que está vigilando el viento no sembrará; y el que está mirando las nubes no segará.”
Un trabajo terminado refleja las cualidades y las aptitudes del obrero, muestra lo que él es, y si el trabajo es de éxito, produce un sentido de logro. Según el Dr. Hans Selye, “una vida larga sin sentido de logro es muy aburrida.”
Hasta los niños se benefician del trabajo. La profesora Alice Rossi, socióloga de la Universidad de Massachusetts, instó a los padres a asignar quehaceres domésticos a los hijos: “El sentirse útil y saber que se le necesita es tan importante como el sentirse amado. No obstante, nuestras ideas en cuanto a la crianza de los hijos dan importancia solo al amor y a la necesidad de juego de los niños, y se pasa por alto el trabajo que éstos pueden hacer.”
POR PONER LA MENTE EN ASUNTOS ESPIRITUALES
El propósito y el significado se basan en lo espiritual, no en lo carnal. Frankl escribió lo siguiente en cuanto a poder resistir las torturas de los campos de concentración por medio de la fuerza espiritual: “El sentido que uno tiene de su propio valor interior se funda en asuntos más elevados, mayormente espirituales, y éstos no pueden ser sacudidos por la vida que se lleva en el campo.” ¿A qué se debe el que ejecutivos que han conocido el éxito, y que en sentido material son prósperos, cambien de carrera en mitad de la vida? El sicólogo Levinson declara que éstos empiezan a preguntarse: “¿Es esto todo lo que hay? ¿Valieron la pena todos los sacrificios que tuve que hacer? ¿Quiero seguir en esta misma rutina durante el resto de mi vida?”
El que una persona esté consciente de su necesidad espiritual y cumpla con ésta es lo que produce felicidad y da significado a la vida. (Mat. 5:3) El apóstol Pablo escribió: “El tener la mente puesta en la carne significa muerte, pero el tener la mente puesta en el espíritu significa vida y paz [con Dios].” (Rom. 8:6) Estudie la Biblia y llegue a conocer a Jehová Dios y a Jesucristo, pues “esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.”—Juan 17:3.
POR LA ACTITUD CORRECTA
Jesús dijo a dos ciegos que le pidieron que los curara: “Según su fe, sucédales.” Les sucedió lo que deseaban debido a que tenían una actitud positiva y creyeron. (Mat. 9:29) ¿Trabaja usted por el logro de una meta con confianza y vigor, sin dudar ni vagar sin rumbo de un lado a otro? Piense de manera negativa, y obtendrá resultados negativos; piense de manera positiva, y obtendrá resultados positivos. Las dudas son influencias traidoras que nos hacen perder lo que podríamos haber ganado si no hubiéramos temido intentarlo. Piense en lo que es bueno. (Fili. 4:8) ¿Por qué es tan vital esto? Debido al principio que se expresa en Proverbios 23:7: “Cual es su pensamiento en su alma, tal es él.”—Versión Valera.
POR SERVIR A OTROS
Nos sentimos útiles cuando ayudamos a otros. Esto demuestra que tenemos algo que ofrecer, y como dijo Jesús: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” (Hech. 20:35) Las vidas útiles se convierten en vidas significativas, tanto desde el punto de vista nuestro como desde el punto de vista de otros. El servir a la humanidad puede en sí llegar a ser una meta e impartir significado a la vida de uno.
El servir a Dios nos ayuda aún más a ver significado en nuestra vida, aunque somos pequeños en comparación con el inmenso universo y existimos solo durante un pequeñísimo lapso en la corriente del tiempo.
POR SUFRIR POR LA JUSTICIA
“Hasta cierto punto el sufrimiento deja de ser sufrimiento cuando alcanza significado, como, por ejemplo, el significado de un sacrificio,” escribe Frankl. “El hombre hasta está dispuesto a sufrir, con tal que, claro está, su sufrimiento tenga significado.” ¿Qué mayor significado pudiera tener que el de que se experimentara a favor de la justicia?
Jesús dijo: “Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia.” Los apóstoles experimentaron este gozo: “[Los del tribunal religioso judío del Sanedrín,] mandando llamar a los apóstoles, les dieron azotes, y les ordenaron que dejasen de hablar sobre la base del nombre de Jesús, y los dejaron ir. Estos, por lo tanto, se fueron de delante del Sanedrín, regocijándose porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor de su nombre.” (Mat. 5:10-12; Hech. 5:40, 41) No hay mérito en sufrir por hacer lo malo, pero cuando se sufre por hacer el bien, eso “es algo que agrada a Dios.”—1 Ped. 2:20.