A un joven de duelo

UNA MUERTE en la familia a menudo trae un período de dolor y soledad. Aun cristianos maduros que tienen plena confianza en la habilidad y propósito de Dios de resucitar a sus siervos fieles en un paraíso restaurado en la Tierra han hallado que la muerte de un miembro amado de la familia y compañero cristiano es muy penosa. Las palabras de consuelo y estímulo se aprecian especialmente en tales ocasiones.

Recientemente murió la esposa de un ministro presidente de los testigos de Jehová en Florida. Cuando una muchacha de trece años de la congregación se enteró de ello, fue impulsada a escribir al hijo joven del ministro. La muchacha, aunque ella misma es joven, sabía lo que quería decir el perder a una persona amada, puesto que su padre había muerto cinco años antes. Sacando consuelo de la promesa de Dios de una resurrección, ella escribió: “Mi estimado hermano G—:

“Desearía saber exactamente cómo expresar con palabras la herida y aflicción que siento por ti ahora.

“Yo he llorado y llorado por ti y tu papá desde que mi mamá me lo dijo. Pero me imagino que el que yo llore por ti no te ayudará, por eso estoy escribiéndote ésta esperando poder expresar mi pésame sincero y quizás te ayude mejor así.

“Sé exactamente cómo te sientes, ya que también yo sufrí una pérdida como la tuya. Y tu pobrecito papá, a quien respeto y quiero mucho, debe estar sufriendo como mi madre sufrió. Me dolió en lo más profundo también entonces... exactamente como a ti ahora, y deseo poder aminorar algo tu aflicción.

“Sé que es muy duro, pero tendrás que hacerlo como yo lo hice y ser denodado y ayudar a tu papá a aguantar la aflicción.

“A los familiares mayores les duele en lo más profundo de una manera que tú y yo no entendemos bien todavía, porque no hemos pasado por ello. Y a veces, prescindiendo de cuán maduros sean, es duro para ellos pensar en la maravillosa promesa de Jehová de una resurrección, porque es difícil recordar cuando a uno le duele tanto en lo más profundo. Pero allí es donde tú puedes ayudar por medio de ayudarle a tu papá y a tus otros familiares a recordar.

“Tú y yo sabemos que tu madre solo está durmiendo por un breve tiempo, y está muy viva a los ojos de Jehová, y ahora está asegurada de una resurrección a la vida en el nuevo orden de cosas de Dios. Y, también, quizás ella se haya escapado de muchos de los sufrimientos que quizás el resto de nosotros todavía tengamos que arrostrar.

“Mi madre a menudo señalaba a tu madre como un ejemplo excelente para que yo lo siguiera al esforzarme por la meta del ministerio de tiempo cabal.

“Para tu pobrecito papá es para quien ahora tienes que ser fuerte, así como yo tuve que ser fuerte para mi madre.

“Y, G—, en su aflicción y confusión interior los familiares de mayor edad a veces simplemente no saben qué hacer... no pueden gritar ni llorar como nosotros podemos. Por eso, a veces lo mantienen todo guardado dentro del corazón, y cuando llega a dolerles mucho quizás nos hablen con cólera. Pero realmente no tienen tal intención. Por eso, si en su aflicción tu pobrecito papá dice algo que te lastime... no te ofendas, porque realmente no tiene la intención de lastimarte.

“Es nuestro deber delante de Jehová como hijos teocráticos ayudar a aguantar a nuestros padres y ser fuertes en nuestra aflicción, porque nuestras otras preocupaciones no son tan pesadas como las de ellos.

“Ellos no solo tienen que cargar su aflicción, sino que tienen que seguir también con todas sus otras responsabilidades. Y, por supuesto, tu papá ya está agobiado con responsabilidades como ésta.

“Yo sé que el espíritu de Jehová te ayudará a pasar por esto, y puedes estar seguro de que te recordaré en mis pensamientos y oraciones a medida que pases por esta prueba dura.

“Tendré gusto en hacer todo lo que pueda para ayudar. Y yo sé que mi pobrecita mamá enferma siente lo mismo aunque quizás ella no pueda expresarlo por sentirse como se siente ahora, ya que sin duda todo esto le produce de nuevo mucho dolor, tanto presente como pasado.

“Por favor acepta ésta con todo mi amor agape.

Tu hermana, A—”

Motivados por amor cristiano, hasta jóvenes a quienes se les ha enseñado la Palabra de Dios, pueden ser una bendición para otros al dirigir la atención a la esperanza que ofrece “el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo.”—2 Cor. 1:3.