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Preste atención a la palabra profética de Dios para nuestros díasLa Atalaya 1984 | 1 de abril
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“informes”. No obstante, prescindiendo de la naturaleza de éstos, los informes enfurecerán a tal grado al “rey del norte” que éste tomará medidas con la intención de destruir al pueblo de Jehová. De hecho, Satanás el Diablo, el simbólico Gog de Magog, manejará tanto al “rey del norte” como al “rey del sur” para lanzar su ataque de máximo poder contra los siervos verdaderos de Dios (Ezequiel 38:10-12). Pero los testigos leales de Jehová no tienen que temer que hayan de ser aniquilados. El Altísimo los rescatará, y los dos reyes estarán entre los que serán destruidos en “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har–Magedón. (Revelación 16:14-16; Ezequiel 38:18-23a.)
18. a) ¿Tienen que estar en temor de los desenvolvimientos futuros los testigos de Jehová? b) ¿Por qué tienen confianza continua en la palabra profética de Dios?
18 Por consiguiente, hasta el fin de este sistema de cosas los testigos de Jehová declararán denodadamente el mensaje del Reino (Mateo 24:14). Ni “el rey del norte” ni “el rey del sur” ni el Diablo y sus huestes demoníacas podrán detenerlos. Estamos absolutamente seguros de eso. ¿Por qué? Porque tal convicción se basa firmemente en las promesas de nuestro Padre celestial, y la palabra de Jehová es segura (2 Pedro 3:13; Revelación 21:1-5). Las profecías y promesas divinas siempre se han cumplido. Con confianza de todo corazón, pues, que todo el pueblo organizado de Jehová siga prestando atención a la palabra profética de Dios para nuestros días.
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Una respuesta sabiaLa Atalaya 1984 | 1 de abril
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Una respuesta sabia
En Sierra Leona, los maestros de cierto joven estudiante le pidieron que asistiera a los servicios religiosos. Él contestó que ya asistía a las reuniones religiosas celebradas en el Salón del Reino de los testigos de Jehová, y entonces pasó a relatar algunas de las cosas que había aprendido en estas reuniones. Una de las enseñanzas que les explicó fue sobre cómo el Reino de Dios traerá paz a la Tierra y eliminará las enfermedades y la muerte. (Revelación 21:3, 4.)
“¿Sabían ustedes estas cosas?”, preguntó él a sus maestros.
“No”, contestaron ellos.
“Estas cosas, y muchas otras, las he aprendido tan solo por asistir al Salón del Reino —continuó diciendo él—. Por eso, no veo razón alguna para asistir a servicios religiosos donde se desconocen estas cosas.” (Mateo 21:16.)
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