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Cristianos cubanos perseveran fielmenteLa Atalaya 1981 | 1 de abril
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Cristianos cubanos perseveran fielmente
DURANTE 1980 más de 100.000 refugiados cubanos entraron en los Estados Unidos. Entre éstos hubo unos 3.000 testigos de Jehová, a muchos de los cuales se les hizo salir de Cuba a la fuerza. ¿Por qué?
Esto se hizo como parte de la persecución religiosa que los testigos de Jehová han estado experimentando en Cuba. Conforme a las instrucciones de Jesucristo, los testigos de Jehová abogan por el reino de Dios y proclaman que éste ofrece la única esperanza en cuanto a resolver los problemas de la humanidad. (Mat. 24:14; 28:19, 20) Al gobierno cubano no le gusta esto, y por lo tanto hace la vida difícil para los Testigos. Pero a pesar de persecución que a veces era brutal, los cristianos cubanos perseveran fielmente.
Un Testigo refugiado relató que se le desnudó, se le envolvió en alambre de púas y se le dejó encima de una azotea como alimento para los mosquitos. Cuando los mosquitos le picaban, él se encogía, de modo que el alambre de púas le rasgaba la piel. Él tenía muchas cicatrices como recuerdo de aquella penosa experiencia. A otros Testigos se les metió en hoyos llenos de excremento humano, y se les dejó allí por días sin alimento.
Una anciana de 89 años de edad ha estado sirviendo por 40 años allá en Cuba como proclamadora del Reino en servicio de tiempo completo. Encorvada ya por la edad, ella va por todas partes cojeando con su bastón, y valerosamente habla acerca del reino de Dios a toda persona. Funcionarios uniformados le dijeron despectivamente: “Vieja, ¿no sabe que se le puede meter en prisión por lo que está haciendo?”
Ella respondió sin temor: “Estoy demasiado vieja ahora; no les sirvo para nada en la prisión de todos modos.” Así que la dejaron tranquila, y ella continuó predicando abiertamente en las calles.
Los jóvenes también aguantan fielmente las pruebas que se imponen a su fe. Los refugiados relatan acerca de un joven cubano que acababa de empezar a ir a la escuela. Su maestra le pidió que se pusiera en el cuello el pañuelo que lleva la insignia triangular. Este se usa en Cuba para simbolizar que se da apoyo al Estado. Pero el joven Testigo explicó a su maestra que no podía usar aquel símbolo patriótico, pues es adorador de Jehová Dios.
La profesora trató en vano de persuadir al muchacho a ponerse el pañuelo. Frustrada, salió a la calle y llamó a un policía para pedirle que persuadiera al joven a cambiar de idea. El policía sacó el revólver, lo apuntó a la cabeza del muchacho, y le dijo que se pusiera el pañuelo... o sufriera las consecuencias. Unos segundos después el muchacho levantó la vista y preguntó: “¿Por qué no dispara? Yo no voy a usarlo.” Atónito, el policía se marchó del salón.
Además de encerrar a muchos Testigos en prisiones y campos de concentración, el gobierno ha restringido la distribución de literatura bíblica, y de la Biblia misma. Una Testigo de entre los refugiados informó que donde ella vivía había solamente un ejemplar de la Biblia Traducción del Nuevo Mundo para todo el pueblo. El ejemplar estaba enterrado en cierto lugar que únicamente los Testigos conocen. En este pueblo, cuando se obtiene un ejemplar de literatura bíblica, niñitos de edad tan tierna como la de nueve años hacen copias a mano. Así, hasta los jovencitos aprenden bien las verdades bíblicas gracias a la tarea de hacer tantas copias.
Una refugiada joven relató que tarde cierta noche recibió un ejemplar del libro “Tu juventud... aprovechándola de la mejor manera.” Temprano la mañana siguiente otra Testigo habría de venir a buscar el libro. Para entonces, la muchacha había terminado de leerlo y había hecho apuntes. De esta manera, otras personas del pueblo podían beneficiarse de la información. Al escuchar a la refugiada relatar esta experiencia, un Testigo de Miami dijo: “A veces nosotros no desplegamos el aprecio a las verdades bíblicas que estos hermanos han mostrado.”
Durante los pasados meses se ha presentado patrocinador para todo Testigo refugiado y ahora todos tienen dónde vivir. Muchos Testigos estadounidenses abrieron sus hogares para proveer alojamiento a estos compañeros cristianos a quienes nunca antes habían visto... ciertamente una manifestación del amor que Cristo dijo que identificaría a sus verdaderos discípulos.
Los funcionarios de los campamentos de refugiados notaron el contraste entre los Testigos y otros refugiados. En el campamento que se estableció en el estadio Orange Bowl de la ciudad de Miami se preguntó a los funcionarios si sabían que había Testigos refugiados allí, a lo cual respondieron: “¡Claro! Son las personas de mejor comportamiento aquí.”
Verdaderamente la fe de los cristianos cubanos es una inspiración para sus hermanos de todo lugar. Podemos esperar que leeremos más acerca de su fiel perseverancia.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1981 | 1 de abril
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Preguntas de los lectores
● Al hablar acerca de “la señal de [su] presencia y de la conclusión del sistema de cosas,” Jesús dijo a sus discípulos: “En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas.” (Mat. 24:3, 34) ¿Cómo hemos de entender esto?
Esta profecía, que se pronunció en el año 33 E.C., tuvo un notable cumplimiento típico que duró hasta el año 70 E.C., cuando el sistema de cosas judío fue destruido, y el templo de Jerusalén fue derribado, ‘sin que quedara piedra sobre piedra.’ Según el historiador Josefo, tan solo en Jerusalén murieron 1.100.000 judíos. Aunque muchos de los primeros discípulos de Jesús habían muerto en las persecuciones que se habían lanzado contra ellos hasta aquel tiempo, parte de la generación que había estado con Jesús y que había presenciado sus obras poderosas permaneció viva también para ver el fin de aquella “conclusión del sistema de cosas.” (Mat. 24:2, 3) Eran personas de la generación de Jesús, sus contemporáneos.
Sin embargo, de la profecía de Jesús podemos deducir que sus palabras tendrán un cumplimiento posterior mayor, que culminará en una “grande tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder.” Esta “grande tribulación” abarcará no solo al “sistema de cosas” judío, sino también al entero mundo de la humanidad, sí, a “todas las naciones” a quienes los testigos de Jehová tienen que ‘predicar estas buenas nuevas del reino antes de que venga el fin.’ Los “dolores de aflicción” que comenzaron a afligir a esta tierra, comenzando con la I Guerra Mundial, muestran que la “señal” de Jesús está teniendo su gran cumplimiento antitípico desde 1914 en adelante.—Mat. 24:3-8, 14, 21.
¿Qué es, pues, la “generación” que “de ningún modo pasará . . . hasta que sucedan todas estas cosas”? No se refiere a un espacio de tiempo, el cual algunos han tratado de interpretar como de 30, 40, 70 o hasta 120 años, sino que, más bien, se refiere a gente, a la gente que vive durante el “principio de dolores de aflicción” para este sistema mundial que está condenado a destrucción. Es la generación de personas que vio los sucesos catastróficos que estallaron con relación a la I Guerra Mundial desde 1914 en adelante.
Como se indicó en un artículo de la página 56 de U.S. News & World Report del 14 de enero de 1980: “Si se da por sentado que un suceso crea una impresión duradera en la mente de alguien cuando esa persona tiene 10 años de edad,” entonces existen actualmente más de 13 millones de estadounidenses que pueden “recordar la I Guerra Mundial.” Y si el sistema inicuo de este mundo sobreviviera hasta principios del próximo siglo, lo cual es poco probable en vista de las tendencias mundiales y el cumplimiento de la profecía bíblica, aún habría sobrevivientes de la generación de la I Guerra Mundial. No obstante, el hecho de que el número de ellos está mermando es una indicación más de que “la conclusión del sistema de cosas” se está procurando a su fin.
A este respecto, la revista The Economist del 15 de marzo de 1980 hizo una interesante reseña de un libro intitulado “The Generation of 1914” (La generación del 1914), escrito por Robert Wohl. En la revista se hizo el siguiente comentario: “Finalmente el Sr. Wohl nos deja saber sus propias opiniones acerca de la generación de 1914. En el último capítulo, que es breve y condensado, él sugiere que las generaciones no se pueden definir matemáticamente en términos de cantidades de años, sino que se agrupan en torno a crisis históricas importantes, de las cuales la primera guerra mundial es el ejemplo supremo.” Esto armoniza muy bien con el punto de vista bíblico que los testigos de Jehová adoptan con relación a “la generación de 1914.”
Sí, en 1914 vivía una generación de personas que vio los grandes cambios históricos desde una era de relativa tranquilidad hasta la era presente de guerra, desafuero y ruina. Entre ellas estaban muchas personas que ahora son testigos de Jehová. Ciertamente 1914 marcó “el ejemplo supremo” de cambio, pues en ese año comenzó el predicho “principio de dolores de aflicción” entre las naciones. Aún viven muchas personas que pueden decirnos lo catastróficamente que cambiaron las condiciones en la Tierra en el año 1914. Y el mundo continúa hundiéndose en problemas que son cada vez peores. Por lo tanto, debe alegrarnos la
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