-
¿Te aburres?La Atalaya 1972 | 1 de agosto
-
-
puede ayudar a colocar el fundamento para el éxito futuro. Al efectuar asignaciones o quehaceres sencillos y a menudo no emocionantes, aun repetidas veces, podemos aprender perseverancia, determinación y obtener fuerza interna.
¿Qué estamos diciendo entonces? ¿Qué realmente no hay nada malo en el presente sistema desarrollado por este mundo y que solo se trata de ajustarse a él? De ninguna manera. De hecho, la esperanza que da la Biblia de ver terminar este presente sistema y entrar un refrescante y justo nuevo sistema bajo el gobierno del Hijo de Dios... esto es lo que puede darnos el incentivo para perseverar. Los jóvenes pueden tener una expectativa mejor que la de solo llegar a ser ‘dientes de máquina’ en el presente arreglo mundial. Esta esperanza de un sistema mejor es lo que también impide que muchos padres cristianos se aburran con su trabajo cotidiano, porque ellos, también, sienten las presiones del vivir moderno.
INICIATIVA Y UN CAMPO EXTENSO DE INTERÉS
Con frecuencia se oye durante los períodos de tiempo libre la queja: “No hay nada que hacer.” Más a menudo que no el problema no es una falta de cosas interesantes y que valgan la pena hacer, sino una falta de iniciativa, imaginación y pensamiento. O puede revelar un campo de interés muy limitado.
El sistema actual no hace mucho para estimular la iniciativa. Hoy la gente está acostumbrada a ser espectadores más que hacedores. Ven películas, programas de televisión y escuchan música grabada o ven jugar a otros en alguna competencia deportiva.
Esto es mucho más fácil que hacer las cosas uno mismo, o aprender a hacer las cosas. Pero a la larga también contribuye al aburrimiento. Hace que uno dependa mucho de otros para entretenimiento; deja a uno sin poder hacer cosas uno mismo para hacer su vida interesante. Esto está bien para los nenes... pero no para hombres y mujeres jóvenes que están madurando.
¿Cuán extenso es tu campo de interés? La lista de actividades sanas y de campos de conocimiento que pueden explorarse y que valen la pena es muy grande. La lectura requiere más esfuerzo que el ver televisión. Pero es mucho más remuneradora. No hay campo de actividad, conocimiento práctico u oficio, lugar o gente ni animal que no se abarque en los libros. Y mientras más lees mayor llega a ser tu disfrute de la lectura, mayor llega a ser tu habilidad para absorber conocimiento. Pero el leer solo para ‘matar el tiempo’ no basta. Tienes que decidir lo que va a tener valor para ti. Entonces puedes leer con una meta presente, una meta que puede enriquecer los días venideros de tu vida, equiparte para hacer cosas.
Por supuesto, cada uno de nosotros tiene personalidad distinta. No todos disfrutamos de hacer las cosas de las que otros disfrutan. Algunos disfrutan de aprender a trabajar con madera, piel o metal, mientras que otros quizás prefieran la fotografía o el cultivar legumbres. Entre las muchachas, a algunas quizás les guste cocinar y hornear mientras que otras obtienen más disfrute de coser o peinar. Pero el aprender a hacer cosas nuevas, y entonces desarrollar habilidad para efectuar trabajo de calidad, produce satisfacción genuina, mantiene interesante la vida.
Cuando se te hace difícil entusiasmarte acerca de hacer algo en tu propio interés, ¿por qué no haces algo para otra persona? Una tarea que pudiera parecerte inatractiva al hacerla para ti mismo puede asumir verdadero interés si la haces para otro... un miembro de la familia, un amigo o, mejor todavía, alguien necesitado. Esto satisface profundamente, y no hay fin de las oportunidades. Quizás lo que hagas sea algo que la otra persona jamás esperara. El elemento añadido de la sorpresa aumentará tu disfrute al hacerlo.
El interesarse en otros es un arma poderosa contra el aburrimiento. Muchas personas a nuestro alrededor tienen un sorprendente fondo de conocimiento y experiencia en su mente, así como excelentes cualidades en su corazón... pero jamás lo sabrás a menos que hagas el esfuerzo por averiguar. Como dice el proverbio: “El consejo en el corazón de un hombre es como aguas profundas, pero el hombre de discernimiento es el que lo sacará.” (Pro. 20:5) Muestra interés, pregunta, prudentemente sondea, particularmente entre los que tienen años de experiencia en cosas que valen la pena. Serás ricamente remunerado y el tiempo pasará muy rápidamente.—Pro. 27:9, 17.
Pero además de lo que puedes obtener a modo de beneficio de otros, ¿qué puedes dar? ¿Te expresas tú, compartes con otros lo que tienes en tu mente y corazón?
Los jóvenes que están genuinamente emocionados por la promesa de Dios de un nuevo orden y que comparten estas buenas nuevas con otros encuentran que esto suministra significado adicional a su vida. El hallar a personas, jóvenes o viejas, que tienen hambre de la verdad y el poder ayudarlas es ricamente remunerador. Y aun el hecho de que los individuos que quieren la verdad son excedidas en número por los que la rechazan no obstruye el estimulante efecto de esta actividad. En cambio la hace más desafiante, hasta llena de suspenso.
Los buenos compañeros también ayudan a combatir el aburrimiento. Pero si tus compañeros son de la clase que fácilmente se aburren porque no tienen ninguna meta que valga la pena en la vida, solo te servirán de estorbo, retardando o impidiendo tu esfuerzo por desarrollar iniciativa y fuerza interna. Son como los estúpidos de los que habla Proverbios 17:24, con sus ojos “en la extremidad de la tierra,” construyendo castillos en el aire en la lejanía, con sus pensamientos vagando acá y allá, pero sin meta fija ante ellos.
Junto con la iniciativa, la perseverancia y la fe son factores importantes para vencer el aburrimiento. Como dice el apóstol Pablo de nuestro servicio a Dios y a los que le sirven: “No desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos rendimos.” (Gál. 6:9) De modo similar, cuando tratamos de desarrollar habilidades que tienen verdadero propósito y valor, debemos continuar hasta que empecemos a segar algunos de los frutos de nuestras labores.
Entonces, a medida que transcurra el tiempo, podemos ensanchar nuestra exploración de todavía otras habilidades que desarrollar, con la debida guía y aprobación de nuestros padres, y como resultado llegaremos a ser personas mejores, más interesantes y que valen la pena. Con una esperanza brillante para el futuro, la vida no será aburrida.
-
-
Por qué se enseña la TrinidadLa Atalaya 1972 | 1 de agosto
-
-
Por qué se enseña la Trinidad
◆ Una señora de Reidsville, Carolina del Norte, comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Después de estudiarla solo por un mes visitó a su ministro para hacerle varias preguntas, algunas sobre la doctrina de la Trinidad. Su conversación acerca de la Trinidad fue más o menos como sigue:
“¿Enseñaron la Trinidad los apóstoles?” preguntó la señora.
“No,” contestó el ministro.
“Entonces, ¿enseñó Jesús la Trinidad?”
“No,” contestó de nuevo el ministro.
“¿Por qué, entonces, enseña usted la Trinidad?” preguntó ella. La respuesta del clérigo a esta pregunta fue que, puesto que la iglesia había adoptado la enseñanza de la Trinidad varios siglos después, ésa era la razón por la cual la enseñaba.
Pero la Biblia dice que ‘todo el que no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios.’—2 Juan 9.
-