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Esclavos teocráticosLa Atalaya 1953 | 1 de junio
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“Así que Gedeón tomó diez de sus esclavos, e hizo como le dijo el SEÑOR; . . . De modo que dieron a Gedeón el nombre de Jerobaal ese día, que quiere decir, ‘Haga el Baal su propia parte contra él, pues él le derribó su altar.’” (Jue. 6:27, 32, UTA) Baal significa “dueño”.
16. En vista del hecho de que Dios es Dueño, ¿qué reconocemos y qué determinamos hacer?
16 Jehová es nuestro Dueño y nuestro Dios. Gozosamente todos nosotros, tanto el resto como las otras ovejas, confesamos ser su propiedad viva a quienes él ha comprado por medio de la sangre de su Hijo Jesucristo. Llevamos las marcas de ello, como el apóstol Pablo, quien dijo: “De aquí en adelante que nadie me moleste, porque estoy llevando en mi cuerpo las marcas de un esclavo de Jesús.” (Gál. 6:17, NM) Por consiguiente reconocemos el derecho de Dios de dictar cuál tiene que ser nuestra religión, nuestra forma de adoración, y a él solo adoraremos como Dios verdadero. En contraste con Él no tenemos derecho alguno. Estamos obligados a guardar sus mandamientos y amorosamente rendiremos nuestro servicio sagrado a él, escogiendo obedecerlo a él como Gobernante más bien que a los hombres. Somos sus esclavos teocráticos ahora y por siempre jamás.
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“La verdad los hará libres”La Atalaya 1953 | 1 de junio
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“La verdad los hará libres”
NIGERIA, situada en la parte occidental de África, es un país de muchas tribus de costumbres muy diversas y muchos lenguajes. Casi tan grande como los estados de Texas y Nuevo México combinados, tiene una población de aproximadamente 30 millones de personas, la mitad de la cual es musulmana. Unos 13,000 testigos de Jehová están activos en su obra allí, mayormente en la parte meridional del país, donde predomina principalmente el cristianismo nominal, pero donde hay también mucho de la adoración primitiva del yuyu y paganismo.
Aunque las varias sectas religiosas de la cristiandad han trabajado por años entre esta gente, no han tenido éxito en hacer siquiera una mella en las creencias supersticiosas de los nativos. La mayoría de sus conversos continúan apegándose a sus supersticiones paganas y asisten a la iglesia los domingos por la mañana pero luego por la noche van al bosque y toman parte en ceremonias con fetiches. Por otra parte, cuando la luz de la verdad que los testigos de Jehová llevan a la gente penetra en la mente africana, la superstición y la adoración demoníaca son por completo echados fuera, tanto, que los que miran lo que pasa se sorprenden grandemente.
Para ilustrar: En una aldea un ventarrón arrancó algunas ramas de un gran árbol que se creía que estaba habitado por espíritus y al cual se daba regularmente adoración. Aunque el tránsito estaba impedido, ningún aldeano se atrevía a tocar rama alguna por temor de que lo matara el yuyu. ¿De modo que qué hicieron? Mandaron a llamar a los testigos de Jehová para que limpiaran el sitio porque sabían que el yuyu no tenía poder sobre ellos. Asimismo, cuando las procesiones de yuyu pasan por las aldeas aterrorizando a la población, los testigos de Jehová pasan tranquilamente por su lado en el camino, mientras que los otros corren a sus casas con terror. En todas las aldeas nativas es hecho reconocido que el yuyu no tiene poder sobre los testigos de Jehová. En verdad dijo Jesús: “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”—Juan 8:32, NM.
Juzgando de lo anterior, ¿quién está trayendo la verdad a los de Nigeria, verdad que hace libres a los hombres? ¿las sectas populares de la cristiandad o los impopulares testigos de Jehová?
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