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AnunciosLa Atalaya 1950 | 1 de noviembre
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PERÍODO DE TESTIMONIO “PREDICA LA PALABRA”
El Período de Testimonio para diciembre, el mes final de 1950, se ha designado “Predica la Palabra”. ¿Cómo podía este año memorable terminar con mayor efectividad que llevando la palabra de Dios en sus labios y declarándosela a todos los que quieran oír? Eso es lo que los testigos de Jehová estarán haciendo, en armonía con el consejo de Pablo a Timoteo (2 Tim. 4:2, Móffatt [en inglés]), y cordialmente se le invita a Ud. a que se una con ellos en esta obra aprobada de Dios. El libro de 320 páginas “Esto significa vida eterna”, publicado sólo en inglés y en español, se le ofrecerá a los que demuestren interés en la Palabra de Dios, por la contribución de 35c (dinero de E. U. A.). Indica de la Palabra de Dios lo que se requiere de los que buscan la vida eterna. Para que su actividad sea incluída con la de miles de otros que predicarán la Palabra durante diciembre, sugerimos que nos informe del resultado de su predicación. Nos será de mucho gusto enviarle tarjetas de informe y cualquier instrucción que necesite. Si hay una compañía de testigos de Jehová en su comunidad, no deje de visitarlos para que le ayuden a Ud. a predicar la Palabra.
“¿PODRÁ UD. VIVIR PARA SIEMPRE EN FELICIDAD EN LA TIERRA?”
Los humanitarios por largo tiempo han deseado alargar la duración de la vida y han trabajado con ese fin. Pero a pesar de todo su afán y aun en sus ensueños más felices no pueden esperar más que la adición de unos cuantos años cortos, y éstos repletos de las dificultades actuales. Mas, ¿qué hay si esos pesares pudieran ser removidos y la vida alargada para durar eternamente? ¡Piense en las posibilidades! Las esperanzas van elevándose al contemplar la mente tal cosa. Y le animará saber que esta esperanza no es algo que la imaginación haya inventado. La evidencia bíblica probando fuera de toda duda que la vida eterna en la tierra pronto será realizada puede conseguirse ahora en un folleto de 32 páginas ¿Podrá Ud. vivir para siempre en felicidad en la tierra? Contiene el discurso completo que N. H. Knorr, presidente de la Sociedad Wátchtower, pronunció a un auditorio visible de 123,707 personas como el suceso culminante de la Asamblea Internacional de los testigos de Jehová que se celebró por ocho días en Nueva York, desde el 30 de julio hasta el 6 de agosto de 1950. Se le enviará un ejemplar de este folleto, porte pagado, por la contribución de 5c (dinero de E. U. A.). Se ha publicado únicamente en inglés.
ESTUDIOS DE “LA ATALAYA”
Semana del 26 de noviembre: “Una victoria dedicada a la honra de Jehová,” § 1-22 inclusive, La Atalaya del 1 de noviembre de 1950.
Semana del 3 de diciembre: “Una victoria dedicada a la honra de Jehová,” § 23-43 inclusive, La Atalaya del 1 de noviembre de 1950.
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Una victoria dedicada a la honra de JehováLa Atalaya 1950 | 1 de noviembre
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Una victoria dedicada a la honra de Jehová
“Gritaron: ¡La espada de Jehová y de Gedeón! Y se quedaron en pie, cada uno en su puesto a la redonda del campamento.”—Jue. 7:20, 21.
1. ¿Cuándo, especialmente, es mejor la sabiduría que las armas de guerra?
JEHOVÁ es Dios de guerra que no conoce la derrota. Ningún enemigo solo ni ninguna combinación de conspiradores puede poner en el campo de batalla bastante poder para igualar el suyo. Ningún opositor en todo el universo puede superarlo como general en la estrategia de guerra. Tan sin igual es su sabiduría que con fuerzas tan insignificantes que sean risibles él puede hacer que huyan ejércitos poderosos. Debido a su sabiduría en exceder en maniobras a sus enemigos, él no tiene que usar su poder omnipotente para conseguir victorias. Cuando procede de lo alto, “Más vale la sabiduría que las armas de guerra.”—Ecl. 9:18.
2. ¿Por qué pueden confirmar los testigos de Jehová el hecho de que la sabiduría es mejor que armas o fuerzas?
2 Los verdaderos cristianos conocidos como testigos de Jehová pueden confirmar esta verdad. Guiados por la sabiduría que desciende desde arriba, su serie de victorias sobre las naciones mundanas que están erizadas de las armas más recientes de guerra sigue sin interrupción. Pueden aplicarse a sí mismos las palabras de Pablo: “Las armas de nuestra milicia no son carnales, mas son poderosas en Dios para demoler fortalezas.” (Sant. 3:17; 2 Cor. 10:4) Quizá sufran bajas en su milicia al oponerse a “este presente siglo malo” que “yace bajo el dominio del maligno”, Satanás el Diablo; pero ganan contra las persecuciones y turbas, la prisión y la proscripción gubernamental, hasta triunfan sobre la ejecución de la sentencia de muerte, pues su servicio prospera, sus números aumentan, y su derecho a la vida en el nuevo mundo está seguro. (Gál. 1:4; 1 Juan 5:19; Apo. 2:10) Por esto honran a Dios, porque lo que trae la victoria es su protección y la sabiduría que los guía. Al oponer sus números pequeños contra un mundo armado, aprecian las palabras del Eclesiastés 9:14-16: “Había una pequeña ciudad, y los hombres dentro de ella eran pocos; y vino contra ella un gran rey, y le puso cerco, y edificó contra ella grandes torres. Y fué hallado dentro de ella un hombre pobre pero sabio, el cual con su sabiduría libró la ciudad; pero no hubo quien se acordase de aquel hombre pobre. Dije entonces yo: ¡La sabiduría vale más que la fuerza!” El mundo recuerda a los héroes de sus guerras y los idolatriza; su preservación estaría más segura si no hiciera a un lado la sabiduría desde arriba y no la olvidara.—Ecl. 7:12.
3. ¿En qué punto reanudamos la consideración del drama que implicó a Gedeón y a los trescientos? y ¿cuál es el resultado de esta inspección?
3 El principio de que “más vale la sabiduría que las armas de guerra” halla vindicación en el drama profético que implicó a Gedeón y a sus trescientos guerreros. De nuestro número anterior se recordará que ellos habían expulsado de la mente la adoración de Baal que los entrampaba, y habían despedido de entre ellos a los miedosos y los perezosos egoístas. Ahora, con las filas reducidas a sólo trescientos, hicieron frente a una fuerza opositora de cuando menos 135,000 espadas enemigas. La situación exigía la estrategia. En obediencia al mandato de Jehová, Gedeón emprende un viaje de inspección entre las avanzadas del campamento madianita, y alcanza a oír a dos de los enemigos. Uno cuenta un sueño acerca de una torta de pan de cebada que venía rodando por el campamento y volcaba las tiendas, y el otro interpreta: “No es ésta otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, hombre israelita, en cuya mano Dios ha entregado a Madián, con todo el campamento.” Gedeón volvió a su propio campamento y exclamó: “¡Levantaos, que Jehová ha entregado en vuestra mano el campamento de Madián!”—Jue. 7:9-15.
4. ¿Qué aprenden los cristianos hoy en día al explorar las posiciones del enemigo? y ¿qué oyen a veces de la misma boca del enemigo?
4 Una torta de pan de cebada no es mucho, pero derribó una tienda. El enemigo excedía en número a los trescientos de Gedeón, pero Dios les dijo mediante este sueño que derrotarían a Madián. Los testigos ungidos hoy en día son comparativamente pocos, pero Jehová les abre los ojos a la debilidad de los sistemas de este mundo. Al inspeccionar las posiciones del enemigo, los cristianos disciernen la falsa opinión de las religiones de la cristiandad, la corrupción de su política, la codicia de su comercio, el deseo por poder que arde dentro de su militarismo. Los hombres íntimamente enterados de la situación mundial a menudo se lamentan por la triste condición de la religión, política, comercio y militarismo mundanos, todos los cuales parecen desear con vehemencia una tercera guerra mundial. De su propia boca los mundanajos enemigos se condenan, y a veces loan a los testigos de Jehová por su rectitud como grupo y por su celo como cristianos. No es que favorezcan a los testigos de Jehová, sino que los hechos obligan esta concesión de labios renuentes y
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